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Cómo apoyar a los niños pequeños que tienen dificultades en la escuela

Fomentar la autoestima y la tolerancia a la frustración ayuda a que se mantengan optimistas.

Escrito por: Rae Jacobson

Experto clínico: Daryaneh Badaly, PhD, ABPP

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Incluso a una edad temprana, las consecuencias de tener dificultades de aprendizaje (frustración, vergüenza, sensación de ser diferente a las demás personas) pueden dañar la confianza de los niños. Como padres, es difícil ver a tu hijo enfrentar dificultades, y no siempre es fácil saber de qué manera ayudar. Pero hay cosas que los padres pueden hacer. Si tu hijo tiene problemas en la escuela, apoyar su autoestima y reforzar su capacidad para afrontar los contratiempos puede ayudar a aumentar su confianza y darle una sensación de control, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.

Qué hacer cuando los niños tienen dificultades

Ya sea que tu hijo necesite o no ayuda de especialistas o adaptaciones en la escuela para aprender con éxito, hay muchas cosas que puedes hacer para evitar que sus dificultades tengan un impacto negativo a nivel emocional, explica Daryaneh Badaly, PhD, neuropsicóloga clínica del Child Mind Institute.

Presta atención a los cambios de comportamiento

Los niños, sobre todo los más pequeños, a menudo no tienen las palabras o la capacidad para comunicar sentimientos grandes y complicados, como la ansiedad o la vergüenza. En su lugar, estos sentimientos se manifiestan en forma de comportamientos. Por ejemplo, un niño que siente ansiedad por la escuela puede empezar a hacer berrinches cuando llega la hora de salir por la mañana, o comportarse de manera disruptiva en clases.

Prestar atención a los comportamientos de tu hijo te puede ayudar a detectar aquellas emociones que le cuesta expresar. Si notas un cambio en el comportamiento de tu hijo en la escuela, puede ser una señal de que está enfrentando dificultades para las cuales no cuenta con las herramientas que le permitan expresarlas.

Entonces, ¿qué pueden hacer los padres para ayudar?

Desarrollar la tolerancia a la frustración

Los niños, incluso quienes no tienen problemas de aprendizaje, se benefician de aprender a lidiar con la frustración y regular sus emociones. Manejar la frustración sin estallar ni rendirse es una habilidad esencial para niños (y adultos), y ayuda a los niños a sentirse más preparados y menos molestos cuando las cosas les resultan difíciles.

“La dificultad forma parte del aprendizaje”, señala la Dra. Badaly. “Tu hijo se frustrará alguna vez, pero puedes ayudar a que sienta que la frustración ha valido la pena”. Una forma de ayudar a los niños a desarrollar su capacidad de resiliencia es realizar sesiones breves de algún trabajo difícil, como cinco minutos para que practiquen la escritura de sus letras, seguidas de elogios por su esfuerzo e incluso puntos para obtener una pequeña recompensa.

Mientras los niños aprenden a superar la frustración, los padres pueden ayudar a replantear las actividades que son frustrantes. La Dra. Badaly también sugiere hacer que las actividades difíciles sean lo más divertidas posible. Por ejemplo, dejar que tu hijo elija el libro que van a leer juntos o convertir la práctica de las sumas en una canción y un baile (literalmente). “Cuando los niños se sienten partícipes es más probable que sigan adelante cuando las cosas se ponen difíciles”.

Validar los sentimientos

Por supuesto que todos queremos ayudar a los niños a sentirse capaces y optimistas cuando se trata de las tareas escolares, pero animar no siempre es el mejor tipo de apoyo. Decir “¡tú puedes hacerlo!” cuando un niño se siente frustrado y molesto puede hacer que se sienta incomprendido y producir el efecto contrario: “¡NO, NO PUEDO!”.

En su lugar, valida los sentimientos de tu hijo y trata de empatizar con lo que está pasando. “Confírmale que es algo muy frustrante” dice la Dra. Badaly. Por ejemplo, podrías decir: “Esto parece realmente muy difícil. Entiendo por qué te sientes tan frustrado. Yo también me frustro cuando las cosas son difíciles”. Este tipo de conversaciones también pueden abrir la puerta para que le cuentes y le muestres a tu hijo cómo podría manejar algo realmente frustrante: modelar las habilidades para ellos.

Normalizar las dificultades

Los niños, incluso los más pequeños, suelen sentirse avergonzados, confundidos y molestos cuando no pueden hacer algo que parece fácil para sus compañeros. Pueden temer ser los únicos que no pueden hacerlo. O puede que les preocupe meterse en problemas. “Hazle saber a tu hijo que todas las personas (otros niños, los adultos, incluso sus maestros y padres) tienen cosas que les cuestan”, dice la Dra. Badaly. “Saber que no son los únicos que tienen dificultades puede ser una gran ayuda”.

Centrarse en el esfuerzo, no en el resultado

Intentar, incluso cuando las cosas son difíciles o el resultado es incierto, es una de las habilidades más poderosas que los niños pueden aprender. Elogiar el esfuerzo de tu hijo en lugar de centrarse en los resultados lo ayudará a sentirse más cómodo intentando cosas, incluso si sabe que puede que no le salgan bien inmediatamente. Hazle saber que sientes orgullo por lo que ha hecho, aunque los resultados no sean perfectos, y cuando lo logre, sigue centrándote en el esfuerzo. Por ejemplo, “¡te esforzaste mucho con las letras!”, en lugar de “¡esas letras quedaron perfectas!”.

Escuchar (pero no centrarse exclusivamente en) las opiniones de los maestros

Los maestros suelen ser los primeros en darse cuenta de que un niño tiene problemas. Mantener conversaciones periódicas con el maestro de tu hijo y prestar atención a sus preocupaciones te puede ayudar a conocer mejor los puntos problemáticos de tu hijo. Pero cuando recibas un informe no tan bueno sobre el aprendizaje o el comportamiento de tu hijo, intenta utilizar esa opinión como guía para ayudar y brindarle apoyo, en lugar de que sea algo que alimente su preocupación.

Controlar tu propia ansiedad

No pasa nada si sientes ansiedad, pero transmitir esa ansiedad a tu hijo no está bien. Analízalo y revisa cómo tus propios sentimientos, preocupaciones y experiencias pueden influir en tu respuesta a los problemas escolares de tu hijo. Concéntrate en encontrar formas saludables de manejar tu ansiedad, como hablar con un terapeuta o amigo. Si te preocupa tu hijo, intenta alejarte de los hoyos negros de Internet y acude con los profesionales del aprendizaje o maestros de tu hijo. Procura no hablar de tus preocupaciones cerca de tu hijo.

Por encima de todo, el objetivo debe ser ayudar a tu hijo a sentirse lo más a gusto, capaz y feliz posible a la hora de aprender. Fomentar el amor por el aprendizaje desde el principio puede ayudar a los niños con problemas de aprendizaje a sentirse con más confianza cuando surjan los problemas.

La última revisión de este artículo se realizó en 5 de junio de 2025.

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