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Comenzar la middle school

A qué se podría enfrentar tu hijo y cómo brindarle ayuda.

Escrito por: Faith Wilkins

Expertos clínicos: Emma Petree, LMSW , Janine Domingues, PhD , Jane Wong, PsyD

in English

Mi recuerdo del primer día de middle school es íntimo. Todo lo que llevaba puesto era de Staples o de una frenética compra en Kohl’s la noche anterior.

Me aferré a mi horario de clases recién impreso como salvavidas y atravesé corriendo las puertas dobles para encontrar mi casillero (¡no más estantería en el aula!) y ver a mis amistades. El olor me impactó de inmediato. Una mezcla intensa de olor corporal, desodorante Axe, perfume Juicy Couture Viva La Juicy y amoniaco.

Y apoyada en los casilleros (por desgracia, junto al que me acababan de asignar) había una pareja besándose enérgicamente. El niño tenía la mano totalmente metida en la camisa de la niña y no daba señales de detenerse, a pesar de la avalancha de estudiantes que se apresuraban a llegar a la primera hora antes de que sonara el timbre. Estaba claro que la middle school iba a ser una experiencia muy diferente.

¿Cuáles son los grandes cambios?

La transición de la escuela primaria a la middle school puede ser emocionante y a la vez un gran desafío para los niños. Están entrando a una nueva estructura escolar que los obliga a asumir más responsabilidades y una mayor carga de trabajo. Además, cuando empiezan la pubertad, experimentan cambios físicos, hormonales y emocionales que afectan su sentido de identidad y su forma de relacionarse con amistades, compañeros de clase y familiares.

“Trabajo con muchos estudiantes de cuarto y quinto grado, y cuando está por terminar el año, conversamos mucho sobre la ansiedad de pasar a la middle school”, dice Emma Petree, LMSW, trabajadora social de los Programas para escuelas y comunidades del Child Mind Institute. “Lo que más escucho son preocupaciones sobre los cambios entre clases, el aumento en la carga de trabajo y las tareas, así como sobre la mayor exposición a sustancias, como fumar y vapear”.

Un cambio en la estructura de las clases

Una de las partes más llamativas de la transición a la middle school es el cambio en la estructura de las clases. En lugar de tener un solo maestro durante todo el día, los niños tienen varios maestros para distintas materias. Manejar tu horario de clases, desplazarte de una clase a otra en poco tiempo y guardar tus cosas en un casillero puede ser demasiado (tengo que admitir que yo perdí el candado de mi casillero unas cuantas veces).

Puede ser útil que los estudiantes conozcan el campus antes de llegar el primer día, dice la Sra. Petree. “Muchas escuelas organizan jornadas de regreso a clases antes de que inicie la escuela. Creo que eso es de gran ayuda para reducir la ansiedad”.

Le puedes explicar a tu hijo que, como tendrá un maestro diferente para cada materia (en inglés), las clases pueden tener distintos niveles de dificultad en cuanto a tareas, criterios de calificación y expectativas. Fomentar que acudan con sus maestros (o el consejero escolar, si hay uno en su escuela) cuando tengan dudas o problemas específicos con las tareas les puede hacer sentir más independientes.

Aún así tú igual te puedes preparar para intervenir en caso necesario, al trabajar con sus maestros u otro personal de la escuela para identificar las necesidades específicas de tu hijo y ofrecerle el apoyo adecuado.

“También es una gran transición para los padres, porque en la escuela primaria tienes un maestro a quien acudir y a quien enviar un email en caso de cualquier pregunta o problema”, dice Janine Domingues, PhD, psicóloga sénior del Centro para trastornos de ansiedad del Child Mind Institute. “Tendrás que averiguar a quién te puedes dirigir, si a un asesor, un consejero escolar o a maestros específicos”.

¿Cómo ayudas a tu hijo con la organización?

En middle school, los niños experimentan un aumento de tareas, exámenes, pruebas y proyectos. También tendrán que manejar su tiempo. “La middle school es la primera vez que las habilidades del funcionamiento ejecutivo se vuelven más necesarias”, dice Jane Wong, PsyD, neuropsicóloga asociada del Centro Gund para el aprendizaje y el diagnóstico del Child Mind Institute.

La Dra. Wong recomienda conseguir carpetas de distintos colores para cada materia, así como un calendario de tareas, para ayudar a los niños a visualizar cuándo deben entregar cada cosa. Y sugiere hacer una lista de verificación para ayudar a los niños a saber qué tienen que meter en la mochila cada mañana.

Es esencial tener rutinas para hacer las tareas, lo que incluye un espacio de trabajo en casa. En el caso de niños con TDAH o problemas de atención, dice la Dra. Wong, puedes conseguir una banda elástica (en inglés) para su silla o un cojín sensorial (en inglés), para ayudarles a concentrarse.

La Dra. Domingues señala que es importante dar a los niños un período de gracia, pues este aumento de responsabilidades puede resultar abrumador. “Recomiendo a los padres que, sobre todo al principio, fijen un momento a la semana para hablar con sus hijos”, dice. “Puedes hacer preguntas como: ‘¿Cómo te ha ido esta semana? ¿hubo momentos que te hayan parecido demasiado caóticos?’. De este modo, puedes obtener información sin tener la sensación de estar acosando a tu hijo todos los días”.

Cambios en la dinámica de las amistades

La middle school suele traer cambios en la dinámica de las amistades (en inglés), ya sea porque se hacen amistades nuevas o porque te alejas de las antiguas.

“Es una época de exploración de la amistad, y viene acompañada de cierto dolor”, dice la Dra. Domingues. “Exploras quién eres y qué quieres de las amistades. Todo eso es completamente normal”.

Para algunos niños, estos cambios pueden provocar mucha ansiedad, explica la Dra. Domingues, mientras que otros aprovechan esta oportunidad de exploración.

Con los niños que buscan activamente hacer nuevas amistades, la Dra. Domingues recomienda que los padres hablen sobre el tipo de personas que les interesan y qué buscan en un amigo o amiga. “Y si están cambiando su círculo de amistades, también querrás asegurarte de que siguen siendo amables. Habla con ellos sobre cómo separarse de forma saludable de un amigo, en lugar de hacerles ghosting o alejarse sin conversarlo”.

Y si observas que tu hijo se resiste a hacer nuevas amistades, la Dra. Domingues dice que puedes validar sus sentimientos, hablar de lo que le preocupa y decirle que conocer a personas nuevas suele ser incómodo al principio. “Repasa las formas en que se pueden relacionar, ya sea uniéndose a grupos o clubes diferentes en la escuela, sentándose en una mesa distinta a la hora de comer o apuntándose a una actividad fuera de la escuela”. Ella también se refiere a la importancia de enseñar a los niños a entablar una conversación, como preguntar a alguien por sus planes para el fin de semana o hablar de una clase o un maestro que tengan en común.

“Con frecuencia repito: no hace falta ser amigo de todo el mundo”, dice la Dra. Domingues. “Solo hace falta una persona con la que conectes de verdad”.

La presión de pares

A medida que los niños van formando estas nuevas conexiones y grupos de amistades, pueden empezar a sentir que tienen que comportarse o parecer de una determinada manera para encajar.

“Es entonces cuando la presión de pares se vuelve realmente intensa”, dice la Sra. Petree. El círculo social de tu hijo, dice, tiende a pasar a “primer plano en lo que se refiere a sus decisiones.”

Tanto la Sra. Petree como la Dra. Domingues están de acuerdo en que establecer valores familiares puede ayudar a los niños a manejar situaciones en las que sienten la presión de hacer algo que les incomoda.

“Algo que resuena a esta edad son las conversaciones basadas en valores y destacar el sentido de identidad de los niños”, dice la Sra. Petree. “Están empezando a formar sus identidades, y todavía son muy jóvenes. Conviene mantener un conjunto de valores para guiarse que vaya más allá del ‘no hagas esto’, porque eso no lo escuchan. Esto les permite tomar decisiones por su cuenta, y tener una sensación de independencia y autonomía, que es algo que realmente quieren”.

“Creo que a veces también tiene que ver con el lenguaje y los guiones”, añade la Dra. Domingues. “Los niños no siempre saben qué decir, cuándo decir qué cosa o cómo decir que no, sin perder una amistad. Así que los padres pueden practicar este tipo de conversaciones con sus hijos”.

Inseguridad sobre la imagen corporal

Cuando los niños entran en la middle school, por lo general también están entrando o ya han entrado en la pubertad. Y con la pubertad vienen muchos cambios corporales (en inglés) que pueden provocar ansiedad e inseguridad.

Fue en la clase de educación física de middle school cuando empecé a ser plenamente consciente de mi cuerpo y de sus defectos. Teníamos que cambiarnos unas delante de otras en el vestidor y las niñas aprovechaban para comparar y comentar los “progresos” de las demás. Eran habituales las conversaciones sobre tallas de sostén, ancho de las caderas y depilación.

Muchos estados todavía obligan a los niños a realizar pruebas de condición física (en inglés), que pueden implicar pesarse en público y reportes sobre el IMC.

Para preparar a los niños para este tipo de situaciones incómodas, los padres pueden iniciar conversaciones tempranas sobre la pubertad y los cambios corporales, dice la Dra. Domingues. “Dile a tu hijo que el cuerpo de cada persona es diferente y asegúrate de que entiende lo que significa la pubertad: el aspecto que tiene tu cuerpo ahora no es el que tendrá dentro de dos o tres años. Esto reafirma su experiencia”.

Hablar de los cánones de belleza y los tipos de cuerpo ideales, añade, también puede hacer una diferencia en la forma en que se desenvuelve tu hijo en este nuevo entorno.

Exposición a la presión sexual

En la middle school, hay más probabilidades de que los niños se expongan a contenidos sexuales y al consumo de sustancias, advierte la Sra. Petree. “Creo que solo por el hecho de estar en un ambiente donde hay niños mayores, se exponen a muchas más cosas muy rápidamente. Las redes sociales y el acceso a Internet desempeñan sin duda un papel muy importante”.

La Dra. Domingues anima a los padres a mantener conversaciones sobre estos temas pronto, incluso en cuarto o quinto año, antes de que empiecen la middle school.

Porque junto con la exposición puede venir la presión. “En especial con las jóvenes, veo con frecuencia que esta nueva exposición (junto con la presión de pares y los problemas de autoestima influenciados por las hormonas) hace que se metan en situaciones potencialmente riesgosas o perjudiciales”, observa la Sra. Petree.

Ella cuenta cómo ha trabajado con muchas niñas que piensan que les deben a otras personas un determinado comportamiento sexual. “Tenemos muchas conversaciones sobre el empoderamiento y repetimos frases como: ‘No le debes nada a nadie. Tu cuerpo es tuyo y tú eliges’”.

La Sra. Petree también aconseja con frecuencia a las jóvenes que “se conecten” con su cuerpo y se den cuenta cuándo las cosas son cómodas y cuándo incómodas. “Una vez más, decir: ‘No hagas esto’, no va a funcionar”, explica. “En lugar de eso, ella les enseña a los niños a escuchar lo que sienten que es seguro e inseguro para sus cuerpos”.

Puede que los niños también sientan la presión de realizar actividades sexuales con las que no se sienten a gusto porque ven a sus compañeros hacerlo, añade.

Las conversaciones sobre el espacio y los límites pueden ser igual de importantes para los niños, dice la Dra. Domingues. “Creo que los niños también pueden ser muy físicos entre ellos. Y puede que ni siquiera sea sexual. Podría tratarse de juegos bruscos. Algún tipo de cruce de límites que puede hacer sentir incómodas a las personas”.

Los padres pueden hablar con sus hijos sobre cómo hablar si ven un comportamiento problemático, y ayudarles a sentirse a gusto apegándose a lo que les parece respetuoso.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo en la transición de la escuela primaria a la middle school?

Puedes ayudar al visitar el campus antes de que empiecen las clases, así como animando a tu hijo a hacer preguntas a sus maestros y averiguando con quién se puede poner en contacto en la escuela si surge algún problema. Las reuniones familiares semanales y la creación de herramientas organizativas, como carpetas codificadas por colores y un espacio para las tareas, también pueden marcar una gran diferencia.

¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan los niños al empezar middle school?

A muchos niños les preocupan los cambios entre clases, manejar una mayor carga de trabajo y manejar sus casilleros. También atraviesan la pubertad, lo que implica cambios físicos, emocionales y sociales. La dinámica de las amistades cambia, aumenta la presión de de pares y pueden tener una mayor exposición a nuevas situaciones relacionadas con el sexo o el consumo de sustancias.

¿Qué se aconseja para empezar la middle school?

Aprovecha las jornadas de regreso a clases para pasear por el campus. Ayuda a tu hijo a organizarse con carpetas, listas de verificación y un calendario de tareas. Fija una hora semanal para conversar.. Fomenta conversaciones sinceras sobre los límites, los cambios corporales y la forma de manejar las nuevas amistades.

¿Qué debo hacer si a mi hijo le cuesta adaptarse a la middle school?

Dale un periodo de gracia. Es un gran cambio. Establece un momento semanal para hablar de lo que va bien y lo que le resulta abrumador. Si tiene problemas sociales, habla sobre cómo puede ampliar su círculo, como apuntarse a un club o preguntar a alguien por una clase compartida. Si tiene problemas académicos, trabaja con los maestros o el personal de la escuela para identificar cómo brindarle ayuda.

La última revisión de este artículo se realizó en 1 de agosto de 2025.