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Comenzar la high school

Cómo apoyar a tu adolescente durante la transición y en especial el primer año de high school.

Escrito por: Molly Hagan

Expertos clínicos: Katie Peinovich, LCSW  , Janine Domingues, PhD

in English

Pasar de la middle a la high school es una transición larga que dura todo el año, tanto para padres como para adolescentes.

“Creo que tiene sentido pensar que el primer año es distinto de los otros tres”, dice Jenna Klorfein, LCSW, quien fue trabajadora social en una high school de Nueva York. “Hay una sensación general como de ser un pez fuera del agua, como de ‘estoy tratando de entender todo esto’”. Puede requerir tiempo que un adolescente encuentre su lugar, tanto académica como socialmente, pero los padres pueden ayudar al prepararse para algunos de los retos más comunes del primer año.

Dominar las nuevas rutinas

En los primeros días y semanas de escuela, algunos de los mayores factores de estrés serán de tipo logístico. Por ejemplo, la mayoría de los estudiantes de primer año se encontrarán con un edificio nuevo, con frecuencia mucho más grande que el que acostumbraban, y puede requerir cierto tiempo aprender a moverse con seguridad por pasillos desconocidos entre un mar de cuerpos.

Otro desafío cotidiano son los desplazamientos. Si tu hijo utiliza el transporte público para ir a la escuela, ayúdale a practicar la ruta que seguirá para llegar, sobre todo si es la primera vez que viaja por su cuenta. Y si la high school está más lejos de casa, ten en cuenta que eso podría implicar tener que despertarse antes de lo usual. Si toma medicación para el TDAH, tendrá que averiguar cuál es la mejor hora para tomarla.

También puede ser difícil acostumbrarse a un nuevo protocolo de entrada. La high school en la que trabajaba Klorfein está ubicada en un edificio con otras escuelas, y los estudiantes tienen que pasar por un detector de metales para entrar. Así que, si tu hijo se agobia con los ruidos o las multitudes, por ejemplo, asegúrate de que comprende que ciertos elementos de su vida escolar (que ya de por sí le podrían parecer desconocidos) también le podrían resultar incómodos al principio.

Asumir más responsabilidades

Por lo general, en high school se espera que los adolescentes se encarguen por su cuenta de estar al tanto de los plazos y las tareas. “Si no haces tu trabajo, nadie te va a decir: ‘Oye, tienes que entregar eso’”, dice Klorfein. La idea es enseñar a los estudiantes de primer año a responsabilizarse de su propio trabajo, lo que puede resultar especialmente difícil para los adolescentes con TDAH, discapacidades del aprendizaje o dificultades con la función ejecutiva.

Un reto para los estudiantes de primer año es acostumbrarse a estudiar para los exámenes o a investigar y escribir un trabajo poco a poco a lo largo del semestre. Wendy, cuyo hijo Ralph cursa el tercer año de high school en Ohio, dice que esta transición fue especialmente difícil. “Decía que tardaría una hora cuando en realidad tardaba tres días”, bromea (más o menos).

Pero como también señala Wendy, los adolescentes necesitan ayuda para aprender lo que no saben: enseñarles a reservar tiempo para estudiar durante varios días, por ejemplo, para que después lo puedan hacer por su cuenta.

“En high school, los padres se convierten de alguna manera en consejeros”, dice Wendy. “El objetivo es dejar de ser necesarios, pero se requiere mucho trabajo para que eso pase”.

Nuevas presiones académicas

Tanto si tu hijo pasó cómodamente por la middle school como si tuvo dificultades, se debería preparar para tener clases más exigentes en high school. Los estudiantes leerán más en todas las materias. También aprenderán conceptos matemáticos más complejos que están relacionados unos con otros, lo que puede ser difícil de asimilar y recordar en un programa semestral. (¿Cómo se supone que voy a recordar cómo se hace álgebra? Hace un año que no oigo la palabra “variable“). Además, está por supuesto el hecho de que las calificaciones ahora “cuentan” oficialmente para la graduación.

Tal vez haya niños que necesiten que se les recuerde esto, y también que las actividades extraescolares que les encantan, incluyendo los deportes y cosas como la banda musical y el teatro, requieren con frecuencia una calificación mínima (GPA) para poder participar. Cuesta mucho recuperar las malas calificaciones que pudieran haber obtenido al principio, así que asegúrate de que tu hijo reciba lo antes posible cualquier apoyo para el aprendizaje que pudiera necesitar, para que se pueda dedicar a las cosas que realmente le gustan.

También están aquellos estudiantes de primer año que ya se están preocupando por su solicitud de ingreso a la universidad, quienes podrían estar dolorosamente conscientes de la nueva importancia de las calificaciones. Ayúdales a establecer expectativas realistas y una mentalidad saludable desde el principio. Intenta centrar tus elogios en sus esfuerzos y logros personales. Tal vez hayan aumentado su confianza para hablar francés o hayan aprendido una técnica genial para editar fotos. Aunque no puedes hacer que los estudiantes de alto rendimiento olviden que una vez vez obtuvieron una B en un examen, les puedes ayudar a ver que una buena calificación no es lo más importante.

Desafíos sociales

Si a tu hijo le costó hacer amistades en la middle school o experimentó bullying, puede que le preocupe el ambiente social de la high school. Cuando hables con tu hijo de esto, Klorfein sugiere “replantearlo como una oportunidad para encontrar más personas como tú”.

Tal vez tu hijo ya sea una estrella del atletismo o tenga su puesto asegurado en el equipo de voleibol. Pero para los adolescentes con intereses menos definidos, promueve que elijan un club o equipo y se unan a él. Si se resisten, pídeles que elijan una actividad extraescolar y la prueben durante cierto tiempo. No tienen que ser clavadistas de las Olimpiadas ni obsesionarse con la fotografía: de lo que se trata es de que amplíen su círculo social. Si encuentran algo que les apasiona de verdad o descubren un talento oculto, eso ya es un gran bono adicional.

Ralph se unió al equipo de fútbol en su primer año, y Wendy dice que ha sido una parte importante de su experiencia social. “Significa que tiene varios grupos de amigos”, dice. Los adolescentes experimentarán inevitablemente la volatilidad de las amistades en la high school, y esto es más fácil de soportar cuando tienes diferentes personas a quienes recurrir.

Dicho esto, los estudiantes de primer año pueden tardar un tiempo en sentirse a gusto socialmente, y eso es totalmente normal, dice Klorfein. “La forma en que transcurra el primer año no es la forma en que transcurrirá toda la high school”, solo por la magnitud del ajuste, dice. “Así que, si te resulta difícil, o no has encontrado a tus personas cercanas al final del año, no pasa nada”.

Encontrarse con cosas de adultos

Aunque para los 14 y los 15 años la mayoría de los adolescentes ya sabe algo de sexo o drogas, mezclarse con adolescentes mayores (aunque es algo positivo) les puede poner en contacto con cosas más adultas que las que conocieron en la middle school. “En high school hay un nivel diferente”, dice Katie Peinovich, LCSW, trabajadora social clínica con licencia del Child Mind Institute. “Las drogas están en todas las escuelas, no importa dónde estén ubicadas. En todas hay niños vapeando en el baño”.

Muchas veces los padres no quieren hablar de drogas o de otros temas incómodos y esperan a abordar los problemas cuando surgen, dice Klorfein. Pero tanto Peinovich como Klorfein subrayan la importancia de mantener conversaciones proactivas con tu adolescente sobre sexo y drogas, lo que significa darle la información y las herramientas necesarias para manejar las situaciones antes de que surjan.

Adopta también una actitud proactiva en cuanto a cómo manejar la atención sexual, posiblemente de compañeros de cursos superiores. Esto puede ser un problema en especial para las jóvenes, pero cualquier adolescente debe saber reconocer cuándo alguien, especialmente alguien mayor, le está incomodando. “Hablo con frecuencia con las jóvenes sobre el posible sentimiento de obligación. Sentir que tienes que decir algo como: “Qué lindo”, o incluso sonreír”, dice Janine Domingues, PhD, psicóloga sénior del Child Mind Institute. Este tipo de atención les podría caer bien, reconoce la Dra. Domingues. Pero ellas no deberían sentir que tienen la obligación de corresponder.

En resumen: ningún adolescente es demasiado mayor para que le recuerden que debe defender sus límites personales.

Manejar el tiempo y el sueño

Aunque es importante realizar actividades fuera de la escuela, hay que tomárselo con calma. “Cuando llegas a high school, hay mucha confusión sobre el manejo del tiempo”, dice Klorfein. “Tengo amistades, tengo prácticas, tengo la escuela y no sé cómo manejarlo todo”.

Así como hay adolescentes que se resisten a unirse a cualquier club, también hay adolescentes que se unen a todos. Si esto último te suena conocido, adviértele a tu hijo de forma claraa que no acepte más de lo que puede manejar. Aconséjale que elija una actividad y vea cómo le va antes de añadir más.

Aunque a Ralph le encanta el equipo de fútbol, ha dificultado mucho su vida académica. “A veces llega a casa hasta después de las 10 de la noche. Y entonces se tiene que poner a hacer las tareas”, dice Wendy. “Ha habido muchas, muchas noches en las que ha estado despierto hasta la 1 de la madrugada terminando el trabajo”.

Y luego se levanta a las 6 de la mañana para ir a la escuela al día siguiente. La mayoría de los estudiantes de high school en Estados Unidos (casi el 80% en 2023, en inglés) no duermen lo suficiente, lo que puede perjudicar tanto su rendimiento escolar como su salud mental. No puedes cambiar la hora a la que empieza la escuela de tu adolescente, pero puedes ayudarle a desarrollar hábitos de sueño saludables (nada de pantallas en la cama) para proteger la cantidad de sueño (en inglés) que pueda conseguir.

Desarrollar habilidades de autodefensa

En high school, la responsabilidad personal no consiste solo en estar al día en las tareas escolares, sino también en saber hablar cuando se necesita algo.

Esto es especialmente importante para los estudiantes con desafíos de aprendizaje. Asegúrate de que tu adolescente identifica al menos a una persona adulta en la escuela a quien puede acudir para obtener ayuda adicional. Y si necesita adaptaciones que no está recibiendo, practiquen cómo puede pedirlas.

Cuando los estudiantes saben cómo pedir lo que necesitan, es más probable que también pidan ayuda si tienen problemas sociales o emocionales. Si un estudiante tiene problemas emocionales o sociales, pero le va bien en la escuela, lo más probable es que no llame la atención de psicólogos escolares y demás personal de apoyo, señala Ashley Cameron, consejera escolar de Nueva York. “Si no sabe cómo pedir esa ayuda, muchas veces pasa desapercibida”, dice. Por tanto, asegúrate de que tu adolescente conoce a quién puede acudir para pedir ayuda también fuera del ámbito académico.

Por qué te deberías seguir involucrando

Para los padres de estudiantes de high school, puede ser tentador pensar que ya no es importante involucrarse en una comunidad escolar más amplia, o incluso conocer a otros padres. Pero Cameron advierte que no hay que pensar así.

“Empezamos a ver una gran disminución en la participación de los padres durante high school”, dice. El solo hecho de asistir a actos sociales puede marcar una gran diferencia (en inglés) en la adaptación de un adolescente a la high school. Por eso Cameron invita a las familias de los estudiantes de primer año de la high school donde trabaja a una cena comunitaria informal en primavera, antes de que empiecen las clases, además de la orientación más formal para estudiantes. Porque, por muy importante que sea que conozcas la vida de tu hijo en la escuela a través de sus maestros, también funciona a la inversa.

“Que la escuela conozca a tu estudiante, no solo como estudiante, sino como ser humano e integrante de una familia más grande, creo que es importante para que nosotros, como educadores, veamos el panorama completo”, dice.

Preguntas frecuentes

¿A qué retos se enfrentan los adolescentes cuando empiezan high school?

Los adolescentes se enfrentan a varios retos cuando empiezan la high school, como adaptarse a nuevas rutinas, enfrentarse a una mayor presión académica, desenvolverse en un nuevo entorno social y aprender a manejar eficazmente su tiempo.

¿Cómo preparo a mi hijo para el primer día de high school?

Puedes ayudar a tu adolescente a prepararse para su primer día de high school asegurándote de que se siente a gusto con los desplazamientos, entiende el protocolo de entrada de su escuela y conoce el edificio de su escuela para saber cómo llegar a sus clases.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a hacer amistades en high school?

Puedes ayudar a tu hijo a hacer amistades en high school a través de animarle a unirse a un club o equipo extraescolar. Si tuvo dificultades para hacer amistades en la middle school o experimentó bullying, haz énfasis en que la high school es una oportunidad para que encuentre a su grupo. No tiene por qué ser clavadista de las Olimpiadas ni obsesionarse con la fotografía: de lo que se trata es de que conozca a otras personas que compartan sus intereses.

La última revisión de este artículo se realizó en 4 de agosto de 2025.

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