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Cómo ayudar a los niños a hablar de su discapacidad del aprendizaje

Hablar abiertamente sobre las diferencias en la manera de aprender puede ser difícil, pero con la práctica se obtienen enormes beneficios.

Escrito por: Rae Jacobson

in English

“Yo aprendo de manera diferente”.

Estas cinco palabras pueden marcar una gran diferencia para los niños que, como yo, crecieron con problemas de aprendizaje.

Suena bastante simple, ¿verdad?

Pues no lo es.

Cuando te enteras que tu hijo tiene una discapacidad del aprendizaje, lo primero que cruza tu mente es cómo brindarle ayuda, por ejemplo a través de un IEP efectivo en la escuela. Pero también es importante brindarle ayuda para que se sienta a gusto hablando de esto. Y para muchos niños, abrirse no es tan fácil como suena.

Por qué tu hijo necesita alzar su voz

Fuera de contexto, los síntomas de una discapacidad de aprendizaje podrían parecer flojera o desobediencia, y, en la mayoría de los casos, eso significa que los niños recibirán castigos en vez de ayuda.

Tengo TDAH y discalculia. De niña era soñadora, desorganizada y muy pero muy mala en matemáticas. Hacía dibujos durante la clase y regularmente perdía las tareas. Pero por otro lado, también era inteligente, conversadora y buena para escribir. Esta discrepancia hacía que mis limitaciones parecieran deliberadas.

Kaitlin, una estudiante de high school de 16 años que tiene TDAH y problemas de procesamiento auditivo concuerda con esta descripción: “Estaba en problemas todo el tiempo”, dice. “Tenía miedo de decir lo que me pasaba, por lo que simplemente pensaron que era una mala estudiante. Parecía como si no me importara hacer las cosas bien, lo cual no era cierto”.

La madre de Kaitlin estaba intentando conseguir en la escuela las adaptaciones que necesitaba, pero Kaitlin seguía sintiéndose incómoda de tener que hablar acerca de su discapacidad del aprendizaje.

“Me tardé un tiempo en abrirme, pero cuando estaba en mi segundo semestre del noveno grado empecé a explicarles a mis maestros que tenía problemas de aprendizaje y de inmediato las cosas mejoraron mucho”, dice. “Por primera vez, vieron que realmente yo me esforzaba, aunque no siempre lo pareciera, y obtuve la ayuda que necesitaba”.

Cómo ayudar a los niños a abrirse

Cuando te estás esforzando por mantenerte a flote, puede dar miedo llamar la atención hacia ti. Si tu hijo se muestra reticente a hablar de sus necesidades de aprendizaje, hacer un poco de trabajo previo en casa puede ayudar a iniciar la conversación.

  • Evalúa su preparación: Algunos niños, especialmente los más pequeños, podrían no estar listos para hablar, y eso está bien. Le puedes mostrar buenas habilidades para defenderse al hablarle sobre las diferencias de aprendizaje (y permitiendo que vea cómo tú hablas con otras personas de forma franca y cómoda).
  • Pregunta y escucha: Si tu hijo no se siente a gusto al hablar con otras personas sobre sus problemas de aprendizaje, pregúntale qué es lo que le incomoda. Puede que se avergüence de ser “diferente”. Aprovecha esta oportunidad para hablar sobre sus miedos o dudas. Harás que se sienta mejor y tú tendrás la información que necesitas para brindarle el apoyo emocional y académico que pudiera necesitar.

Qué decir a los maestros

Una vez que tu hijo se sienta a gusto y tú tengas la seguridad de que entiendes bien su discapacidad del aprendizaje, ayúdale a comunicar claramente su mensaje siguiendo estos consejos:

  • Nombrar su discapacidad del aprendizaje: Aunque los maestros deberían tener la información, es bueno que los niños adquieran el hábito de nombrar su diferencia de aprendizaje. Por ejemplo: “Tengo un trastorno de procesamiento auditivo”. Así no habrá confusiones.
  • Ser específicos: No todos los niños con problemas de aprendizaje son iguales, así que anima a tu hijo a explicar las formas en que su discapacidad del aprendizaje le afecta a nivel personal: “Me cuesta oír cuando hay mucho ruido de fondo, así que a veces me pierdo partes de la clase”. Saber lo que ha funcionado en el pasado y lo que no, le dará a los maestros una ventaja inicial para poder brindarle el mejor apoyo.
  • Hablar también de las fortalezas: Anima a tu hijo a no limitarse a recitar una lista de las cosas que hace “mal”, sino a hablar también de las cosas que hace bien, así como de sus intereses. Esto no solo aumentará su autoestima, sino que ayudará a sus maestros a encargarle tareas que le permitan demostrar sus puntos fuertes.
  • Mostrar entusiasmo: A veces los problemas de aprendizaje pueden dificultar que otras personas noten lo mucho que los niños quieren que les vaya bien en la escuela. Dile que expresar su motivación y ganas de hacer bien las cosas contribuirá a que sus maestros estén de su lado.
  • Hablar por su cuenta: Si tu hijo tiene hábitos o estrategias para controlar su discapacidad del aprendizaje que no parecen ser necesariamente lo que son, anímale a que se lo comente a sus maestros. Por ejemplo: “Me concentro mejor cuando tengo las manos ocupadas, así que suelo dibujar durante toda la clase. Escucho cada palabra, pero muchos maestros piensan que no tengo interés o que eso demuestra aburrimiento”. Cuando aprendí a explicarles a mis maestros por qué hacía garabatos en clase, ellos pudieron comprender que, aunque no lo pareciera, sí estaba prestando atención.
  • Probar: Cuando tu hijo sienta que ya se preparó lo suficiente, pídele que te enseñe lo que va a decir. De esta manera, tú te puedes asegurar de que está compartiendo información útil y ellos pueden practicar en un ambiente seguro y sin prejuicios.
  • Ofrecer apoyo: Conversen sobre cómo manejará las situaciones que no salgan bien. Y acuerden que si no recibe las adaptaciones a las que tiene derecho, te lo comunicará de inmediato. De esta manera, podrás darle una retroalimentación positiva y reconfortante, y apartar un tiempo para hablar con su maestro y la administración escolar, en caso de ser necesario.
  • Comenzar con algo pequeño: Si tu hijo siente mucho nerviosismo de hablar, ayúdale a elegir a una persona que le inspire confianza (un maestro favorito, un consejero de campamento o incluso alguna amistad de la familia) para que pueda practicar antes.

Ayuda a tu hijo a hablar también con sus compañeros

“No aprendí realmente a hablar sobre mi TDAH hasta la universidad”, dice Lauren, quien tuvo problemas de aprendizaje en la middle school y la high school. Mirando hacia atrás, ella cree firmemente que tener una comunidad de pares amigables hacia las discapacidades del aprendizaje o el TDAH fue lo que la ayudó a abrirse.

“Terminé en una escuela donde otros estudiantes tenían problemas de aprendizaje y hablaban sobre ellos”, comenta. “Por primera vez tuve amistades que hablaban abiertamente de tener discapacidades del aprendizaje. Descubrir que no estaba sola me hizo sentir más cómoda al hablar de mi TDAH. Ahora soy más comunicativa. Es casi como una cláusula: ‘Tienes que estar de acuerdo con esta parte de mí si quieres ser mi amigo’”.

Para muchos niños que luchan contra el estigma de las diferencias de aprendizaje, descubrir que hay otros niños que también tienen problemas de aprendizaje aumenta su autoestima y ayuda a romper con el estigma. Para mí fue muy importante.

Todos tenemos, en algún lugar, una lista de cosas que desearíamos poder decirle al joven que fuimos. Todo va a estar bien. No tienes que cambiarte para encajar. Tu cabello se ve muy bien. Te lo prometo.

Pero si tuviera que elegir una sola cosa para decirle a mi yo del pasado sería esto:

Habla sobre tus problemas de aprendizaje. Hazlo en voz alta y a menudo. No te asustes. No te arrepentirás.

Como padres, no es necesario viajar en el tiempo para ayudar a nuestros hijos a desarrollar la confianza que necesitan para abogar por sí mismos. Simplemente transmíteles este mensaje. Les estarás dando las herramientas que necesitan para un futuro mejor y más prometedor.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la mejor manera de enseñar a los estudiantes acerca de las discapacidades del aprendizaje?

Para enseñar a los estudiantes acerca de las discapacidades del aprendizaje, comienza con una conversación sobre cómo cada persona aprende de manera diferente. Ayuda a los niños a sentirse cómodos abordando cualquier duda que tengan.

¿Cómo ayudas a los niños a hablar de su discapacidad del aprendizaje?

Para ayudar a los niños a hablar de su discapacidad del aprendizaje, enséñalos a sentirse cómodos nombrándola: por ejemplo, “tengo dislexia” o “tengo un trastorno del procesamiento auditivo”, para evitar confusiones. No todos los niños con discapacidades del aprendizaje son iguales.

¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a enseñarles a otros sobre su discapacidad del aprendizaje?

Primero, ayúdale a comprender su discapacidad del aprendizaje para que pueda compartir de qué forma le afecta. Por ejemplo, “Cuando hay ruido de fondo, no puedo escuchar a la maestra”. Si tu hijo tiene estrategias que le ayuden, aliéntalo a comunicárselas a la maestra.

La última revisión de este artículo se realizó en 11 de julio de 2025.

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