¿Por qué buscar atención médica?

Hay muchas cosas que te podrían llevar a preguntarte si deberías buscar atención de salud mental para tu hijo. Algunas tienen que ver con el estado de ánimo: muestra descontento, está irritable o con ansiedad la mayor parte del tiempo. Algunas tienen que ver con el comportamiento: tiene una conducta problemática en la escuela o en casa, hace berrinches o no se lleva bien con otros niños. Y otras se refieren al desarrollo: no habla ni interactúa como otros niños de su edad. 

Sea cual sea la situación, puede ser difícil decidir si se necesita ayuda. Estas son algunas razones por las que podría ser buena idea buscar atención para tu hijo. 

Los problemas emocionales y de comportamiento que no se tratan no suelen mejorar por sí solos. Los niños tienen menos probabilidades de “salir” de ellos que de “entrar” en condiciones más graves. La ansiedad empeora con el tiempo, no mejora. Los problemas de comportamiento que son tolerables cuando los niños son pequeños se pueden salir de control e incluso volver peligrosos a medida que crecen.  

En el caso de la mayoría de los problemas de salud mental, cuanto antes reciban tratamiento los niños, la eficacia será mayor. Los cerebros de los niños siguen en desarrollo, por lo que son más capaces que los adultos de “desaprender” formas negativas de pensar o comportarse. La mayoría de los problemas de salud mental que no se tratan en la infancia son más difíciles de tratar en la edad adulta.  

El costo para un niño que pasa años sin recibir atención es muy grande. Los niños que luchan contra la ansiedad o la depresión no sólo se sienten angustiados, sino que se privan de experiencias importantes. Cuando evitan las actividades porque sienten ansiedad o tristeza, pierden la oportunidad de desarrollar su confianza y habilidades sociales. 

Los niños que no pueden controlar su comportamiento, que se portan mal en la escuela, que tienen problemas para hacer amigos, que tienen conflictos con los adultos importantes de su vida, reciben mucha retroalimentación negativa. Pueden empezar a pensar que son malos. Y los niños que tienen dificultades para seguir el ritmo de otros niños en la escuela, debido a problemas de atención o de aprendizaje, empiezan a pensar que hay algo malo en ellos. O que son estúpidos. Todas estas cosas dañan su autoestima.  

No hay garantías de que la ayuda de un profesional de la salud mental vaya a resolver todos los problemas de un niño. Pero el diagnóstico y el tratamiento pueden cambiar las cosas para los niños que tienen problemas, y prepararlos para ser adultos más felices y exitosos. Y debido a que toda la familia se ve afectada por un niño que tiene problemas, el tratamiento adecuado puede hacer sentir mejor a toda la familia. 

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