Child Mind Institute https://childmind.org/es/ Transforming Children's Mental Health Tue, 12 Aug 2025 23:38:56 +0000 es-ES hourly 1 https://childmind.org/wp-content/uploads/2023/01/cropped-CMI-Favicon-2023-4-32x32.png Child Mind Institute https://childmind.org/es/ 32 32 Encontrar la escuela adecuada https://childmind.org/es/articulo/encontrar-la-escuela-adecuada/ Tue, 12 Aug 2025 23:38:53 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=58039 Si me hubieras dicho que estaría escribiendo este artículo incluso el año pasado, me habría reído. Mi hijo James, que ahora tiene 12 años, nació con un trastorno cromosómico poco común, que dio lugar a diversos diagnósticos, entre ellos PDD-NOS y MR/DD. Desde el principio, una clase inclusiva (coenseñanza integrada o ICT) fue LA SOLUCIÓN … Continued

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Si me hubieras dicho que estaría escribiendo este artículo incluso el año pasado, me habría reído. Mi hijo James, que ahora tiene 12 años, nació con un trastorno cromosómico poco común, que dio lugar a diversos diagnósticos, entre ellos PDD-NOS y MR/DD. Desde el principio, una clase inclusiva (coenseñanza integrada o ICT) fue LA SOLUCIÓN para nosotros. James tenía derecho a recibir educación junto a sus compañeros, aprendería un comportamiento social más adecuado y típico de sus compañeros de clase y se le estimularía académicamente en lugar de adaptarse a él. Tenía que aprender cómo funcionaba el mundo real y cómo afrontar los retos cotidianos que este le planteaba.

El kínder fue difícil, por decirlo suavemente. James terminaba el día con frecuencia llorando, ya fuera con los pantalones mojados porque tenía miedo de ir al baño solo, o molesto porque Hunter (sí, recuerdo su nombre) lo había acorralado repetidamente para cantarle “Feliz cumpleaños” en voz baja al oído, sabiendo que James le tenía pánico a esa canción. Las cinco oraciones de las tareas de cada noche tardaban una eternidad. Pero en lugar de replantearnos la situación, contratamos a un asistente personal y nos apretamos el cinturón. Porque la inclusión era EL CAMINO. Mi mantra fue reafirmado por profesores, psicólogos y otros padres año tras año. “No quieres meterlo en un aula aislada”, me decían una y otra vez. “Una vez que entra, es casi imposible sacarlo”. Aquí entra la música de suspense.

Cuando nos mudamos a Nueva York, el equipo del IEP sugirió cambiar a James a un entorno restringido para segundo grado. “Oh, no”, respondí. “Queremos que James esté en el entorno menos restrictivo”. Conocía los derechos de James y iba a asegurarme de que los ejerciéramos. Ojalá hubiera pensado más en lo que realmente significaba para James el “entorno menos restrictivo”.

Durante seis años, me convencí de que las burlas y el bullying valían la pena para que James aprendiera de los demás niños y imitara comportamientos típicos. Necesitaba demostrar que el maestro de educación general que nos dijo que James nunca sabría leer estaba equivocado; ahora lee, y muy bien. Me decía a mí misma que las tareas modificadas seguían llevándole horas porque James se distraía con facilidad, no porque fueran demasiado difíciles. Si no le exigíamos al máximo, ¿cómo iba a alcanzar su máximo potencial? Si no aprendía a lidiar con la adversidad, ¿cómo podría llegar a ser un adulto funcional en el mundo real? ¿Y cómo aprendería a hacer divisiones largas y a escribir una oración principal?

Por fin, me doy cuenta de que “entorno menos restrictivo” no es el título de un concurso. No se trata de lo inclusivo que puedes hacer que sea el entorno en el que se encuentra tu hijo, sino de lo inclusivo que deberías hacer que sea.

Al final del quinto grado, quien preguntaba cómo le iba a James en la escuela solía recibir una de las siguientes respuestas:

  1. Es difícil. James suele salir de la escuela al final del día solo (con su asistente) o molesto.
  2. Es muy frustrante: la inclusión ha acabado significando que James come solo y hace ejercicio solo.
  3. James se queja constantemente de bullying. Ya no sé qué hacer.
  4. La carga de trabajo es abrumadora para los dos. ¿Cómo puede James hacer divisiones largas si aún no sabe sumar?
  5. James habla constantemente de lo ruidoso que es su aula.

Cuando llegó el momento de ir a la escuela media, observé más de una docena de aulas y finalmente elegí un entorno contenido. Pero seguía preocupándome que James no tuviera retos, que se le permitiera “actuar aún más discapacitado” y que no tuviera la oportunidad de hacer amigos “normales”.

Puedo señalar el momento exacto en que finalmente me di cuenta de que había tomado la decisión correcta. Llegamos a la graduación de quinto grado unos minutos antes, pero aproximadamente una hora más tarde que todos los demás para que James no se sintiera abrumado por la multitud y el ruido. El guardia de la puerta se negó a dejarme entrar con James. “Puede bajar y buscar su clase”.

“Tiene un asistente y no puede bajar las escaleras solo”, le respondí. No me molesté en mencionar que estábamos en un lugar nuevo, ruidoso y lleno de gente, y que James ya estaba empezando a mostrar señales de ansiedad. Llegamos a un acuerdo cuando el guardia pidió a otro estudiante que acompañara a James a su clase, donde su asistente lo estaría esperando.

Un poco más tarde, los niños se sentaron en sus asientos asignados y los maestros subieron al escenario. Incluido el asistente de James.

Espera, ¿me estaba perdiendo algo? Ella me hizo un gesto de impotencia desde el escenario y yo vi cómo James se sentaba entre varios cientos de estudiantes de quinto grado que vitoreaban, gritaban y vitoreaban. No podía ver si estaba llorando, pero veía que de vez en cuando se tapaba los oídos y se balanceaba. ¿De todos los días, esta escuela había decidido que James ya no necesitaba a su asistente? ¿Creían que James se había graduado de su discapacidad?

El asistente de James vino a buscarme poco después de que James recibiera su “diploma”.

“James ha tenido un accidente”.

“¿Qué?”, respondí incrédula. James no se había mojado los pantalones desde el kínder.

“Sí, los niños me han dicho que se ha hecho pipí en los pantalones y hay un charco debajo de su silla”.

“Oh, Dios mío”.

Vaya, pensé, ¿así es como vamos a terminar el año? De repente me enojé. “Por favor, tráelo de vuelta, ahora mismo”. Observé cómo James se levantaba con cautela y lo llevaban a la parte trasera del auditorio. “¿Qué pasó, amigo? ¿Tuviste un accidente?”

“No”, respondió entre lágrimas.

“No estás en problemas, solo necesito que me lo digas para poder ayudarte”.

“No, ¡no creo!”, gritó James, cada vez más alterado. Así que lo comprobé. ¿Y adivinen qué? Estaba completamente seco.

“¿Por qué todos dicen que tuviste un accidente?”, le pregunté, desconcertada.

“No lo sé”, respondió James, muy triste.

Otra estudiante apareció a mi lado. “Fue una broma”, anunció.

“¿Qué?”

“Alguien puso una botella de agua debajo de su silla”.

Me llevó un momento comprenderlo. “¿Quieres decir que luego le dijeron a todos que había tenido un accidente?”. Y así, de repente, lo supe. Estaba furiosa, avergonzada y triste por James, pero también extrañamente aliviada al saber que había un aula esperándonos. Nos fuimos antes de que terminara la ceremonia. Salimos a almorzar y brindamos por una dulce despedida de la inclusión —quiero decir, del quinto grado— con espagueti.

¿Cuál es la moraleja de esta historia? No dejes que las palabras “entorno menos restrictivo” te presionen para poner a tu hijo en un lugar menos estructurado o seguro de lo que necesita. Los salones de clase contenidos tienen un lugar invaluable en el sistema educativo. Permiten una instrucción diferenciada en los grupos más pequeños y protegen a los estudiantes vulnerables como James del caótico y a veces cruel mundo exterior. ¿Acaso el mundo real no está segregado de muchas maneras también? ¿Y acaso algunos adultos no necesitan modificaciones y adaptaciones para vivir sus mejores vidas, con suerte rodeados de una familia, amigos y trabajadores sociales que los cuidan?

En el nuevo entorno de aula contenida, James ha recibido más formación en habilidades para la vida en el último año que en sus seis años anteriores de escolarización. Además de las materias académicas habituales, se ha aprendido de memoria su dirección y su número de teléfono, qué hacer en caso de incendio y está aprendiendo habilidades de oficina, cuidado de animales y cómo trabajar en las múltiples facetas de una cafetería atendida por estudiantes, incluidas las importantísimas habilidades relacionadas con el dinero y cómo preparar una taza de café.

Sí, sus tareas son mucho más fáciles, pero las hace de forma independiente y correcta, sin quejarse ni llorar. Y nada retrasa el desarrollo social como ser objeto de burlas, engaños o exclusión habitual en el gimnasio, el almuerzo y el recreo. James ahora tiene la confianza y el apoyo necesarios para ir en autobús a la escuela, y por primera vez compra y almuerza con sus amigos.

Hoy en día, cuando alguien me pregunta cómo está James, mis respuestas son un poco diferentes a las de quinto grado, hace solo un año:

1) Está bien. No hemos tenido ninguna reunión fuera de la revisión anual del IEP este año. No tengo palabras para expresar lo bien que están los profesores y la administración.

2) ¡James está genial! No ha vuelto a casa llorando de la escuela ni una sola vez este año.

3) James adora su nueva escuela: no se ha quejado del acoso escolar ni una sola vez en todo el año.

3) A James le encanta su nueva escuela; no se ha quejado del bullying ni una sola vez en todo el año.

4) James está destacando en su nueva escuela. No se queja de las tareas y todos estamos mucho más felices por ello.

A veces me siento culpable cuando pienso en mi decisión de mantener a James integrado durante tanto tiempo. Creo que adquirió algunos comportamientos y lenguaje típicos (buenos y malos) de sus compañeros a lo largo de los años en una clase de TIC, y agradezco el esfuerzo adicional que muchos profesores y administradores hicieron para adaptarse a sus muchas necesidades especiales. Pero también creo que James adquirió ansiedad y defensividad social adicionales, y perdió años de progreso académico porque incluso el trabajo modificado era demasiado avanzado para él. Por fin, me doy cuenta de que “el entorno menos restrictivo” no es el título de un concurso. No se trata de en qué entorno más inclusivo puedes meter a tu hijo, sino de en qué entorno más inclusivo deberías meter a tu hijo. Lo siento, James.

Quiero dejar claro que mi intención no es descartar la inclusión para todo el mundo. Lo que quiero decir es que las aulas contenidas pueden ser igual de exitosas y, en casos como el de James, incluso más que un entorno inclusivo.

Hoy en día, no solo he aceptado la nueva ubicación de James, sino que ahora temo el día en que deba dejarla. A todas las personas que me dijeron “una vez que entras, es casi imposible salir”, eso es exactamente lo que me preocupa ahora. Porque estar contenido es simplemente bueno.

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Mutismo selectivo y empezar el kínder https://childmind.org/es/articulo/mutismo-selectivo-y-el-inicio-del-kinder/ Fri, 08 Aug 2025 16:35:00 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57907 Comenzar el kínder es un momento emocionante y a la vez estresante tanto para los niños como para sus familias. Si tienes un hijo con mutismo selectivo (MS), es posible que la transición del preescolar al kínder te resulte particularmente abrumadora. El kínder suele implicar muchos cambios: nuevos maestros, compañeros de clase y en muchos … Continued

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Comenzar el kínder es un momento emocionante y a la vez estresante tanto para los niños como para sus familias. Si tienes un hijo con mutismo selectivo (MS), es posible que la transición del preescolar al kínder te resulte particularmente abrumadora. El kínder suele implicar muchos cambios: nuevos maestros, compañeros de clase y en muchos casos una escuela completamente nueva. Este tipo de cambios son especialmente difíciles para los niños pequeños con MS, que hablan con comodidad en casa, pero que tienen dificultad para hablar en otras situaciones.

Hay niños con MS que podrían haber progresado en su habla durante el preescolar, pero igual es probable que les cueste hablar con un maestro de kínder nuevo, por ejemplo. Además, saber cómo moverse por un edificio y un aula nuevos puede ser particularmente difícil si no pueden hablar para pedir ayuda. Afortunadamente, hay medidas que los padres pueden tomar para ayudar a los niños con MS a tener una transición más exitosa al kínder.

Comunícate con la escuela con anticipación

La mayoría de las escuelas envían la información sobre la asignación de maestros de kínder y la lista de estudiantes en el aula solo un poco antes del inicio del año escolar. Si tienes un hijo con MS, es recomendable que te comuniques con el personal de la escuela con anticipación. Si aún no sabes quién será el maestro de tu hijo, te puedes comunicar con la dirección escolar y con la persona a cargo del área de psicología o consejería para hacer lo siguiente:

  • Comparte información sobre el MS. Si tienes un hijo con un diagnóstico de MS, es importante compartir esta información con la nueva escuela de tu hijo. La transparencia es clave para fomentar la empatía, la comprensión y un enfoque de equipo. No todos los educadores están familiarizados con el MS, por lo que puede ser útil compartir información sobre qué es el MS, además de algunas cosas que se deben y no se deben hacer para apoyar a un niño con MS en la escuela. Nuestra guía para maestros sobre el mutismo selectivo es un excelente punto de partida.
  • Proporciona una imagen más completa. Es importante que el personal de la escuela conozca a tu hijo, y no solo sepa de sus dificultades con el MS. Compartir información sobre los intereses de tu hijo y un video en el que se le vea hablando y jugando con normalidad en casa puede ayudar a la escuela a tener una imagen más completa de tu hijo, más allá del MS.
  • Conecta a tu equipo. Si tu familia está trabajando con terapeutas o consejeros externos, querrás presentarlos en la nueva escuela de tu hijo. Es posible que puedan proporcionar capacitación o recursos adicionales para el personal escolar.
  • Pregunta sobre los apoyos. Es una buena idea preguntar a la escuela si anteriormente han tenido otros estudiantes con MS y qué pueden recomendar o requerir de ti para brindar a tu hijo los apoyos que necesita. Los estados y distritos escolares tienen diferentes formas de evaluar e intervenir cuando un trastorno de ansiedad afecta a un niño en la escuela. Algunas escuelas pueden recomendar un plan de la Sección 504 o un Programa de Educación Individualizado (IEP). Los padres que tengan interés en formalizar adaptaciones o intervenciones para su hijo con MS pueden solicitar más información a las escuelas, así como un plan 504 o una evaluación del IEP, en caso de que proceda.

Crea un ambiente cómodo antes de que comience la escuela

Los niños con MS se desenvuelven mejor cuando les brindamos ayuda para familiarizarse con las personas y los lugares nuevos de manera gradual. Comunícate con la escuela de tu hijo y hazles saber que algo que podría contribuir a su mayor comodidad es si pudiera conocer a su maestro y ver el salón de clases antes del primer día, que suele ser caótico y estar lleno de estudiantes. Algunas escuelas incluso ofrecen orientaciones o días para “conocer al maestro” para todos los niños que ingresan al kínder.

  • Organiza una visita a la escuela y el aula. Llevar a tu hijo a visitar la escuela antes del primer día le da la oportunidad de sentirse a gusto allí, especialmente si puede ver su nuevo salón y otros lugares importantes (por ejemplo, el baño, su casillero, el lugar en que sus padres lo van a dejar). Cuando tienes un hijo con MS, querrás ver si puedes hacer que tu hijo te hable en el edificio de la escuela y en su nuevo salón. Tener experiencias positivas hablando contigo en el aula puede ayudar a preparar el camino para que tu hijo progrese en su “valentía para hablar” en la escuela.
  • Reúnete con el maestro de kínder. Trata de encontrar un momento breve en el que tú y tu hijo puedan conocer al nuevo maestro. No todos los niños podrán hablar con el maestro durante esta primera interacción, y eso está bien. Tal vez puedas llevar el juego favorito de tu hijo y jugar juntos, lo que le quitará algo de presión y le proporcionará estructura, previsibilidad y una sensación de familiaridad. Si tu hijo puede hablar contigo en presencia del maestro y demuestra tener la preparación para esto, tal vez le puedas dar al maestro una pregunta que le pueda hacer a tu hijo. Le podrías pedir a tu hijo que responda esas preguntas en casa de antemano para que aumente su confianza con la práctica.
  • Ponte en contacto con compañeros de clase. Es posible que conozcas a algunos niños del barrio o de la clase de preescolar de tu hijo que vayan a empezar el kínder en la misma escuela. Si te es posible, organizar citas para jugar o coordinar horarios para encontrarse en el parque es una forma estupenda de ayudar a tu hijo a hacer la transición al kínder. Si tu hijo demuestra tener la preparación, intenta promover que se sienta a gusto de hablar delante de sus compañeros o directamente con ellos. Independientemente del nivel de conversación, ¡tu hijo se beneficiará de ver caras conocidas el primer día!

Planifica con antelación las adaptaciones adecuadas

Las adaptaciones adecuadas para niños con MS son apoyos temporales que reflejan qué es lo que necesitan para tener éxito en la escuela. Esto puede incluir cosas como el uso de formas alternativas de comunicación (por ejemplo, el uso de señales no verbales o tarjetas de comunicación) o recordatorios regulares para ir al baño, entre otras cosas.

A medida que los niños progresan en su habla en la escuela, queremos reducir gradualmente estas adaptaciones. Esto ayuda a tu hijo a aumentar su confianza en el aula y seguir progresando para superar el MS. Por ejemplo, un niño que puede hablar con su maestro y sus compañeros no debería usar tarjetas de comunicación en el aula, pero es posible que aún las necesite para comunicarse con sus maestros de clases especiales como arte y música. Determinar el nivel adecuado de adaptaciones puede ser difícil para los padres y las escuelas; los profesionales de la salud mental con experiencia en MS pueden ofrecer orientación.

Cada niño estará en un punto ligeramente diferente dentro su proceso de MS cuando comience el kínder. Aunque es posible que el estrés por el regreso a clases sea inevitable, comunicarse con la escuela y planificar con anticipación para garantizar que tu hijo tenga el apoyo que necesita puede aliviar su ansiedad (¡y posiblemente la tuya también!).

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¿Qué tanto deberías supervisar las redes sociales de tu adolescente? https://childmind.org/es/articulo/que-tanto-deberias-supervisar-las-redes-sociales-de-tu-adolescente/ Thu, 07 Aug 2025 21:16:37 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57886 Decidiste comprarle un teléfono a tu hijo y le diste permiso para usar las redes sociales. ¿Ahora qué sigue? Un tema candente (en los círculos de padres en las redes sociales, por supuesto) es qué tanto deberían supervisar los cuidadores a sus hijos. Hay personas adultas, y también adolescentes, que afirman que esto es una … Continued

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Decidiste comprarle un teléfono a tu hijo y le diste permiso para usar las redes sociales. ¿Ahora qué sigue? Un tema candente (en los círculos de padres en las redes sociales, por supuesto) es qué tanto deberían supervisar los cuidadores a sus hijos. Hay personas adultas, y también adolescentes, que afirman que esto es una invasión de la privacidad. Pero, dada la preocupación por el cyberbullying y los efectos perjudiciales de las redes sociales tanto en la autoestima como en la salud mental, hay quienes opinan que ni siquiera se debería plantear la pregunta.

Según el Pew Research Center (en inglés), aproximadamente 4 de cada 10 padres y adolescentes informan que discuten regularmente sobre el tiempo que pasan en el teléfono. Teniendo en cuenta que el 95 % de los adolescentes estadounidenses (en inglés) informan que están en las redes sociales, y el 46 % dicen que están en línea “casi constantemente”, las discusiones sobre este tema son casi inevitables.

La clave está en el equilibrio tanto en el uso de las redes sociales como en la supervisión de los padres. “Queremos que los padres sean conscientes tanto de los efectos positivos de las redes sociales como de los riesgos muy reales que implican”, dice Dave Anderson, PhD, psicólogo sénior del Child Mind Institute. “Probablemente exista un efecto Ricitos de oro, en el sentido de que hay una cantidad ‘adecuada’ de tiempo que se puede pasar en las redes sociales y que permite esa conexión social, y no queremos ir más allá de ese punto en el que los beneficios comienzan a disminuir”.

A los padres les preocupa la exposición de sus hijos a contenidos inapropiados, al cyberbullying, a las estafas y a los depredadores, así como el efecto negativo de las redes sociales en su salud mental. Pero, ¿por dónde deberían empezar los padres que se preocupan?

Sentar las bases

Para los padres, la decisión de permitir que sus hijos accedan a las redes sociales suele estar relacionada con la conexión social. “Los adolescentes se acercan a sus padres y les dicen: ‘Mis amistades están todas en esto. Así es como se conecta mi generación’”, dice el Dr. Anderson. Los padres pueden usar eso como punto de partida para conversar y construir capital social con sus hijos antes de abordar los aspectos negativos. Pueden decir algo como: “Entiendo perfectamente por qué quieres estar en las redes sociales y que te parece importante para la conexión social”. Y partir de ahí.

Si los niños tienen edad suficiente para estar en las redes sociales, entonces tienen edad suficiente para aprender sobre los riesgos y las medidas que pueden tomar para protegerse. “Queremos que sean conscientes de que existe una probabilidad significativa de exposición a contenidos que fomentan comportamientos poco saludables o que están asociados con el racismo y la discriminación, y queremos que sean consumidores críticos de los contenidos”, dice el Dr. Anderson. Los padres deberían hablar con sus hijos sobre los posibles efectos negativos para la salud mental, cómo funcionan los algoritmos y qué hacer si se encuentran con discursos de odio.

Si tu hijo no te hace caso o dice que lo sabe todo (al fin y al cabo, son adolescentes), puedes probar otras estrategias. Si hay algún adolescente mayor de confianza, un entrenador o mentor en su vida, pídeles que repasen algunos de estos temas con tu hijo. También puedes solicitar a la escuela de tu hijo que aborde el tema en el aula o en una asamblea especial. A veces se necesitan varias vías para que llegue el mensaje.

Establece normas y controles parentales para las redes sociales

Lo ideal es que acuerdes ciertos criterios con tu adolescente antes de que cree su primera cuenta en las redes sociales. Por ejemplo, ¿quién le puede seguir o pedirle amistad? ¿Cuánto tiempo puede pasar cada día en las redes sociales?

¿A qué hora de la noche debe guardar el teléfono? Y nunca es demasiado tarde para revisar las reglas, ya sea para eliminarlas o aumentarlas.

La mayoría de los dispositivos tienen configuraciones de control parental integradas para ayudar a crear límites saludables en torno al uso de la pantalla. Algunos ejemplos de funciones son la posibilidad de crear filtros de contenido, bloquear apps, establecer límites de tiempo, manejar la configuración de privacidad y restringir las compras. Estas funciones no permiten la supervisión directa de las redes sociales, pero pueden ayudar a establecer y hacer cumplir las reglas.

También las plataformas de redes sociales individuales han establecido algunos límites. TikTok, que es utilizada por el 63 % de los adolescentes (en inglés), impone automáticamente restricciones a los usuarios en función de su edad, por lo que es importante que tu hijo introduzca su fecha de nacimiento real al crear su cuenta. Las cuentas de adolescentes se configuran automáticamente como privadas, tienen un límite de tiempo de 60 minutos y no pueden publicar eventos “live” ni recomendar sus publicaciones a personas que no conocen. Tienen la opción de “sincronización familiar”, que permite a los padres vincular su cuenta de TikTok con la de sus hijos y establecer límites de tiempo adicionales, restringir el contenido y evitar o limitar los mensajes directos (que ya están restringidos para los menores de 16 años).

Los padres se pueden familiarizar con las plataformas de redes sociales preferidas de sus hijos y con sus funciones de seguridad y control parental individuales. Según el Pew Research Center, (en inglés) YouTube es el sitio de redes sociales más popular, con un 93 % de los adolescentes que afirman utilizarlo. TikTok, Snapchat e Instagram son los tres sitios de redes sociales más comunes después de YouTube.

¿Qué tanto deberían supervisar los padres las redes sociales?

Puede ser útil pensar en la supervisión parental como rueditas de entrenamiento o andamios, con el objetivo de que tu adolescente desarrolle las habilidades para autocontrolarse. “Queremos darles un nivel de independencia y autonomía adecuado a su edad, con una comprensión de los riesgos, al tiempo que mantenemos una línea de comunicación abierta para que sientan que pueden acudir a nosotros”, dice el Dr. Anderson.

Un niño que acaba de empezar a utilizar las redes sociales, o que tiende a tomar malas decisiones, puede necesitar controles diarios, mientras que un adolescente mayor o más responsable podría necesitar solo una supervisión ocasional. La cantidad de control que ejerces depende más de la madurez y el temperamento que de la edad.

“No existe una edad mágica en la que un niño se despierta y de repente sabe utilizar las redes sociales”, señala el Dr. Anderson. “Del mismo modo que no existe un momento mágico que hace que los niños se despiertan a los 16 años y sepan conducir un automóvil”.

Herramientas y consejos para la supervisión

Utiliza apps

Existen varias apps en el mercado diseñadas para permitir el control parental y el acceso a los dispositivos de tus hijos. Algunas opciones populares son Bark, Kaspersky Safe Kids y Qustodio. La mayoría tienen funciones como implementar filtros de Internet, establecer límites de tiempo, supervisar publicaciones, ver el historial de chats, encontrar mensajes eliminados y ver las fotos enviadas y recibidas a través de las redes sociales.

Conoce sus contraseñas

Algunos padres exigen a sus hijos que les compartan su información de inicio de sesión para poder acceder cuando lo deseen. “Tenía sus contraseñas y supervisaba las apps de redes sociales que descargaban, así como el contenido que publicaban”, dice Jenn H., de Texas. “No ejercía el control en secreto. Teníamos conversaciones continuas sobre la realidad de las redes sociales, las estafas, los depredadores, las cuentas falsas, etc. En la high school, obtuvieron más libertad y, finalmente, libertad total para aprender a autocontrolarse”.

Sigue sus perfiles

Una forma de supervisar es solicitarles “amistad” en sus redes sociales preferidas. “A mis dos hijas (de 18 y 20 años) no les importa que yo las siga y sea su amiga en las redes sociales, así que no tengo que vigilarlas. También sigo a muchos de sus amigos, a petición suya, y ellos me siguen a mí”, dice Rozlyn Carvin, de Nueva York.

Controles físicos

Como padre o madre le podrías pedir a tus hijos que te entreguen sus dispositivos. Esto puede formar parte de un acuerdo, como entregar el teléfono cada noche hasta la mañana siguiente, o puede ser parte de una política de controles aleatorios. Esto permite a los padres ver directamente toda la actividad, desde las redes sociales hasta los mensajes de texto, e incluso las fotos borradas recientemente.

Echar un vistazo

Aunque es menos probable que lo anuncien públicamente, el 50 % de los padres (en inglés) admiten que miran el teléfono de sus hijos adolescentes con o sin su conocimiento. Echar un vistazo a escondidas plantea cuestiones de privacidad. Sin embargo, si un hijo ha dado muestras de deshonestidad o ha encontrado formas de eludir la supervisión, los padres podrían sentir que no tienen otra opción.

Qué buscar

Echar un vistazo a las redes sociales de tu hijo te puede dar una idea del tipo de contenido que consume, ya que los algoritmos le mostrarán cada vez más de lo que parece querer. Toma nota también del comportamiento de tu hijo en la vida real.

Si se molesta después de usar el teléfono, se retrae cada vez más, se aísla o muestra síntomas de depresión o ansiedad, vale la pena prestar más atención a su vida digital para ver si hay algo que pudiera tener que ver con esto. Hay una serie de señales de alerta que pueden preocupar a los padres:

  • Contenido inapropiado. Presta atención al contenido inapropiado en sus historias, en las publicaciones en las que se le ha etiquetado o en sus propias publicaciones. Se podría tratar de imágenes o mensajes sexualmente inapropiados, lenguaje ofensivo o que incite al odio, lenguaje grosero o contenido para adultos.
  • Bullying. Tanto si notas que tu hijo es víctima de bullying como si es quien lo ejerce, el cyberbullying es algo que hay que tomar muy en serio. Se puede manifestar en forma de comentarios sarcásticos o despectivos, burlarse de alguien, difundir rumores, excluir a alguien a propósito, insultar o amenazar. Puede tener lugar en publicaciones públicas, mensajes privados o chats grupales.
  • Mensajes poco saludables. Las redes sociales pueden presentar una visión tan idealizada de la vida que es fácil dejarse llevar por el intento de cumplir con estándares poco realistas. Presta atención a los contenidos o publicaciones que fomenten trastornos alimentarios, estándares de belleza poco razonables, consejos dudosos sobre salud física o mental o cualquier cosa que parezca afectar negativamente la autoestima o el bienestar de tu adolescente.
  • Fotos reveladoras. Todos hemos oído historias horribles sobre fotos imprudentes que han acabado mucho más allá de la persona prevista. Los mensajes privados y las fotos borradas suelen ser el lugar donde se encuentran este tipo de cosas. Puede ser un tema muy delicado y embarazoso, pero es mejor que los niños lo afronten con sus padres que con el mundo entero.
  • Comportamiento depredador. Uno de los principios más importantes de la seguridad en línea es comprender que las personas no son necesariamente quienes dicen ser. Los padres pueden revisar las publicaciones y los mensajes en busca de señales de juego sucio, desde el catfishing hasta las estafas financieras y el grooming.

Desafíos para el seguimiento

Los niños son inteligentes y especialistas en tecnología, por lo general mucho más que sus padres, por lo que si quieren encontrar una forma de eludir la supervisión de las redes sociales, lo harán. Kayrl Reynoso, de Míchigan, probó un programa llamado OurPact, pero no duró mucho. “Mi hijo mayor descubrió cómo desactivar OurPact y, para ser sincera, supervisarlo era todo un reto. Pueden crear cuentas que los padres no conocen y quién sabe lo que ven en los teléfonos de sus amistades”, recuerda Reynoso. “Lo mejor que se me ocurrió fue hablar con ellos y enseñarles”.

Cómo responder a los problemas

A medida que tu adolescente aprende a utilizar las redes sociales de forma adecuada y segura, es probable que surjan algunos obstáculos. Si te encuentras con contenidos o comportamientos preocupantes, lo mejor es abordarlos con calma, curiosidad y sin juzgar. Puedes intentar algo como: “Oye, estaba haciendo una de mis revisiones periódicas de tus redes sociales y me he dado cuenta de que algunos de tus contactos dicen cosas bastante ofensivas. ¿Siempre hablan así?”.

Podrían hablar sobre por qué te molesta, cómo se siente tu hijo, cuál sería una respuesta adecuada (si la hay), cuándo y cómo bloquear a alguien, así como sobre cuándo denunciar ese lenguaje a la escuela, a los padres o a la propia plataforma de redes sociales. Se puede utilizar un enfoque similar incluso cuando es tu propio hijo quien actúa de forma cuestionable. “Oye, me he dado cuenta de que…” es con frecuencia una forma no conflictiva de abrir la puerta a la conversación.

Es fácil frustrarse cuando los niños encuentran formas de eludir los controles parentales. Entrar en una lucha de poder rara vez ha servido de algo, por lo que lo ideal es abordar la resistencia, al menos al principio, con una mentalidad orientada a la resolución de problemas, tratando de ver las cosas desde la perspectiva de tu adolescente y trabajando en conjunto para encontrar soluciones mutuamente aceptables.

Si los intentos iniciales por encontrar un término medio —ya sea que tu hijo siga buscando contenido inapropiado, participando en conversaciones poco saludables o infringiendo las normas— no dan resultado, puede ser necesario tomar medidas adicionales. Los padres pueden optar por limitar o eliminar los privilegios del teléfono o las redes sociales como consecuencia natural de no comportarse de forma segura o adecuada. Les puedes explicar que, si no pueden conducir de forma segura, no podrán obtener el carné de conducir o se lo podrían retirar; del mismo modo, deben demostrar que pueden utilizar las redes sociales de forma responsable para que puedas confiar en que las pueden usar.

Con el tiempo, es de esperar que tu hijo necesite cada vez menos supervisión en las redes sociales. Con una base sólida en alfabetización mediática y seguridad en línea, podrá tomar decisiones inteligentes y seguras para poder disfrutar de las ventajas de las redes sociales.

Preguntas frecuentes

¿Qué tanto deberían supervisar los padres las redes sociales?

Puede ser útil pensar en la supervisión parental como rueditas de entrenamiento o andamios, con el objetivo de que tu adolescente desarrolle las habilidades para autocontrolarse. Un niño que acaba de empezar a utilizar las redes sociales, o que tiende a tomar malas decisiones, puede necesitar controles diarios, mientras que un adolescente mayor o más responsable puede necesitar solo una supervisión ocasional. La cantidad de supervisión depende más de la madurez y el temperamento que de la edad.

¿Cuál es la mejor app de control parental para las redes sociales?

Existen varias apps en el mercado diseñadas para permitir el control parental y el acceso a los dispositivos de tus hijos. Algunas opciones populares son Bark, Kaspersky Safe Kids y Qustodio. La mayoría tienen funciones como implementar filtros de Internet, establecer límites de tiempo, supervisar publicaciones, ver el historial de chats, encontrar mensajes eliminados y ver las fotos enviadas y recibidas a través de las redes sociales.

¿Cómo puedo proteger a mis hijos de depredadores en línea?

Si tus hijos tienen edad suficiente para estar en las redes sociales, entonces tienen edad suficiente para aprender sobre los riesgos y las medidas que pueden tomar para protegerse. Los padres tienen que hablar con sus hijos sobre los posibles efectos negativos para su salud mental, cómo funcionan los algoritmos y qué hacer si se encuentran con depredadores en línea o con discursos de odio.

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Evaluar a niños no verbales y mínimamente verbales https://childmind.org/es/articulo/evaluar-a-ninos-no-verbales-y-minimamente-verbales/ Thu, 07 Aug 2025 18:17:21 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57875 Cuando un niño pequeño no habla o habla menos palabras de lo que se espera de acuerdo con los hitos del desarrollo, los padres quieren saber por qué. ¿Aprenderá a hablar por su cuenta o podría tener dificultades para hablar durante toda su vida? ¿Forma parte del desarrollo típico o es señal de algo grave? … Continued

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Cuando un niño pequeño no habla o habla menos palabras de lo que se espera de acuerdo con los hitos del desarrollo, los padres quieren saber por qué. ¿Aprenderá a hablar por su cuenta o podría tener dificultades para hablar durante toda su vida? ¿Forma parte del desarrollo típico o es señal de algo grave?

Se podría tratar de un trastorno del espectro autista, un trastorno del desarrollo intelectual, un trastorno del lenguaje, un trastorno del habla y del lenguaje o apraxia del habla, por lo que es importante que un profesional clínico evalúe a tu hijo para obtener el diagnóstico adecuado.

Cuando los niños no pueden responder a preguntas, es más difícil para los profesionales clínicos evaluar el funcionamiento cognitivo y dar un diagnóstico, pero no es imposible. Además, es conveniente evaluar a los niños no verbales cada dos o tres años, para asegurarse de que las intervenciones y los tratamientos están al nivel adecuado a medida que crecen y responden a los apoyos.

¿Qué significa ser no verbal o mínimamente verbal?

Todos los niños menores de 18 meses dicen pocas palabras, por lo que si un niño no habla a esa edad se le considera preverbal. Un niño mayor de 18 meses que no dice ninguna palabra es considerado por los especialistas como no verbal. Los niños que pueden decir muchas menos palabras de las esperadas para su edad se consideran mínimamente verbales (en inglés). Por ejemplo, un niño de 30 meses o más que dice menos de 50 palabras está por debajo del percentil 10, por lo que se considera mínimamente verbal.

Un bebé que es preverbal significa solamente que aún no ha desarrollado la capacidad de hablar. Un niño pequeño que es no verbal todavía podría desarrollar la capacidad de hablar con el tiempo y terapia. De hecho, en un estudio sobre niños autistas que eran mínimamente verbales (en inglés) a los 4 años, el 70% desarrolló la capacidad de comunicarse con frases o habla fluida a los 8 años.

Pero algunos niños seguirán siendo no verbales o mínimamente verbales hasta la edad adulta, y es importante no permitir que su falta de lenguaje sea un obstáculo para comprender y atender sus necesidades, dice Daryaneh Badaly, PhD, ABPP, neuropsicóloga clínica.

Lenguaje y neurodesarrollo

Aunque es posible que algunos niños no hablen debido a problemas del mecanismo motor, se cree que los retrasos en el lenguaje están relacionados principalmente con diferencias en el desarrollo cerebral. Cuando el desarrollo neural está tan seriamente afectado que tu hijo no habla o habla poco, hay más probabilidades de que presente también otras condiciones del neurodesarrollo, como trastorno del espectro autista o discapacidad intelectual.

Los niños con autismo muestran un déficit en sus habilidades de comunicación social y tienen comportamientos e intereses restringidos o repetitivos. La discapacidad intelectual implica limitaciones en las habilidades de razonamiento, resolución de problemas y toma de decisiones, así como en las habilidades adaptativas (capacidades para desenvolverse en la vida cotidiana).

Evaluar condiciones como el autismo y la discapacidad intelectual ayuda a entender cuál es el rango más amplio de necesidades que tiene un niño en particular, pero esto no siempre se hace en el caso de niños pequeños. En específico, la evaluación para identificar una discapacidad intelectual se podría retrasar en niños con habilidades lingüísticas reducidas.

Se podría pensar que las pruebas cognitivas no son viables hasta que los niños puedan utilizar el lenguaje para seguir instrucciones y responder a estímulos. Sin embargo, esto no es así. La prueba cognitiva sigue es posible con niños no verbales y mínimamente verbales.

Por ejemplo, las pruebas de inteligencia no verbal, combinadas con información sobre los antecedentes que proporcionan los padres y otras personas cercanas, pueden ayudar a comprender si un niño cumple con los criterios de la discapacidad intelectual. Las pruebas sin exigencias lingüísticas (o con exigencias lingüísticas mínimas) también pueden ayudar a evaluar la atención, el control inhibitorio, las habilidades visoespaciales, así como el aprendizaje y la memoria en niños.

Importancia de evaluar a niños no verbales o mínimamente verbales

Las evaluaciones ayudan a las familias a comprender en qué punto se encuentra su hijo y qué puede ser más útil en ese momento, dice la Dra. Badaly. Con frecuencia, descubre que las familias que traen a un niño mayor no tienen una visión completa del funcionamiento de su hijo.

Comprender a un niño de forma holística significa que puedes ayudar a adaptar su educación para satisfacer sus necesidades académicas y adaptativas de forma que no solo se aprovechen sus habilidades al máximo, sino que se reduzca la frustración, dice. “Si una lección está demasiado lejos de lo que un niño puede hacer, se desconectará y se enojará”, explica. “Si está demasiado por debajo de su nivel de capacidad, se aburrirá y perderá la oportunidad de seguir desarrollando sus habilidades”.

Aunque centrarse en la fluidez verbal no sea el objetivo adecuado para tu hijo, mejorar su comunicación podría serlo. “Podríamos centrarnos más en las habilidades adaptativas”, dice la Dra. Badaly. “Podríamos aspirar a conseguir que pueda decir 10 palabras más, que pueda utilizar gestos o elementos visuales para señalar, porque eso mejorará su seguridad”.

Tipos de evaluaciones para niños no verbales

La mayoría de las pruebas requieren que los niños entiendan las instrucciones y den una respuesta verbal, pero hay varias evaluaciones que los profesionales clínicos pueden utilizar en el caso de niños no verbales y mínimamente verbales. Para determinar si un niño cumple con los criterios del autismo, por ejemplo, la Escala de observación para el diagnóstico del autismo en su segunda edición (ADOS-2), incluye módulos para niños preverbales o que dicen palabras sueltas, así como para quienes hablan con fluidez. Además, las entrevistas estructuradas con los padres pueden proporcionar abundante información sobre su adaptación social y su comportamiento.

Los profesionales clínicos buscarán otras señales de que el niño participa socialmente aunque tenga un lenguaje limitado, dice la Dra. Badaly: “Puede que sonrían y saluden a las demás personas con la mano, que utilicen la mirada para captar y dirigir la atención de otras personas, que intenten jugar y compartir sus juguetes con otros niños”. Estas señales indicarían que el niño ha desarrollado habilidades de comunicación social, aunque su lenguaje oral expresivo sea limitado. Los profesionales clínicos también buscarán señales de comportamientos e intereses restringidos y repetitivos que sugieran preocupaciones más allá del impacto de las habilidades lingüísticas limitadas. Algunos ejemplos podrían ser comportamientos estereotipados o estereotipias, como girar en círculos, e intereses muy centrados, como ver los mismos dibujos animados una y otra vez.

Del mismo modo, las observaciones y los informes de las familias y otras personas en la vida del niño pueden ayudar a comprender si cumple con los criterios del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

Hay niños no verbales que no pueden hablar, pero comprenden el lenguaje oral. Otros tienen una comprensión muy limitada de las instrucciones orales, lo que dificulta la evaluación de la inteligencia. Con esos niños, los profesionales clínicos pueden utilizar instrucciones mímicas con la Escala Leiter (para niños a partir de 3 años), por ejemplo.

Aunque un niño hable poco, es importante comprender lo que capta del lenguaje. Los profesionales clínicos pueden evaluar la comprensión del lenguaje de los niños a través de una prueba de vocabulario o de comprensión de oraciones, en la que se les pide señalar o tocar una imagen en un iPad para dar una respuesta. Algunos ejemplos de mediciones de vocabulario receptivo son el Peabody Picture Vocabulary Test, carta edición, o el Ortiz Picture Vocabulary Acquisition Test, este último con un sistema de puntuación que tiene en cuenta las expectativas de los niños procedentes de hogares monolingües o bi/multilingües.

Los profesionales clínicos también pueden pedir a otras personas en la vida del niño, sobre todo a los padres, que valoren su capacidad de comunicación. “Podríamos usar, por ejemplo, algo llamado matriz de comunicación que va desde los primeros niveles de comunicación que se adquieren típicamente en el primer mes de vida y hacia adelante”, dice la Dra. Badaly. “Por ejemplo, ¿puede pedir algo intencionadamente? Si es así, ¿cómo lo pide? ¿Te arrastra la mano? ¿Lo puede señalar? ¿Utiliza el contacto visual?”. Estas herramientas pueden proporcionar una mejor descripción de los medios de comunicación de un niño para facilitar más adelante el trabajo de sus educadores y proveedores de servicios.

Pasos siguientes después de una evaluación

Obtener una imagen más completa de las capacidades de un niño mínimamente verbal puede ayudar a los profesionales clínicos y a las familias a determinar qué es más útil.

“Tomemos el caso de una familia para la que todo se centró en la capacidad lingüística, y quizá no se detectó el autismo de su hijo”, explica la Dra. Badaly. “Ahora, con un diagnóstico de autismo, estamos en una posición en la que podemos comprender mejor algunos de los problemas de comportamiento que tiene el niño”. Podría haberse asumido que el niño tenía problemas de comportamiento porque no podía hablar. Aunque eso puede ser parte de la historia, también podría abrumarse por la estimulación sensorial de su entorno y tener dificultades para afrontar los cambios, factores que pueden abordarse con distintas estrategias. “Puede que, como padre o madre, tengas la corazonada de que tu hijo necesita algo diferente, pero no tienes nada que lo respalde”, dice la Dra. Badaly. “Una evaluación te ayuda a orientarte para averiguar qué se necesita”.

Preguntas frecuentes

¿Qué significa que un niño sea no verbal o mínimamente verbal?

Un niño mayor de 18 meses que no dice ninguna palabra se considera no verbal. Los niños mínimamente verbales puede que digan muchas menos palabras de las esperadas para su edad; por ejemplo, un niño mayor de 30 meses que dice menos de 50 palabras.

¿Es normal que los niños pequeños no hablen?

Es típico que los niños menores de 18 meses sean preverbales, lo que significa que aún no han desarrollado el lenguaje hablado. Sin embargo, si un niño mayor de 18 meses no dice ninguna palabra o tiene una capacidad verbal muy limitada, debería ser evaluado por un profesional.

¿Cómo se evalúa a un niño que no habla?

La mayoría de las pruebas requieren que los niños entiendan las instrucciones y den una respuesta verbal, pero hay varias evaluaciones que los profesionales clínicos pueden utilizar en el caso de niños no verbales y mínimamente verbales. Para determinar si un niño cumple los criterios del autismo, por ejemplo, la Escala de observación para el diagnóstico del autismo en su segunda edición (ADOS-2), incluye módulos para niños preverbales o que dicen palabras sueltas, así como para quienes hablan con fluidez.

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Comenzar el bachillerato https://childmind.org/es/articulo/comenzar-el-bachillerato/ Fri, 01 Aug 2025 22:34:45 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57676 Pasar de la middle a la high school es una transición larga que dura todo el año, tanto para padres como para adolescentes. “Creo que tiene sentido pensar que el primer año es distinto de los otros tres”, dice Jenna Klorfein, LCSW, quien fue trabajadora social en una high school de Nueva York. “Hay una … Continued

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Pasar de la middle a la high school es una transición larga que dura todo el año, tanto para padres como para adolescentes.

“Creo que tiene sentido pensar que el primer año es distinto de los otros tres”, dice Jenna Klorfein, LCSW, quien fue trabajadora social en una high school de Nueva York. “Hay una sensación general como de ser un pez fuera del agua, como de ‘estoy tratando de entender todo esto’”. Puede requerir tiempo que un adolescente encuentre su lugar, tanto académica como socialmente, pero los padres pueden ayudar al prepararse para algunos de los retos más comunes del primer año.

Dominar las nuevas rutinas

En los primeros días y semanas de escuela, algunos de los mayores factores de estrés serán de tipo logístico. Por ejemplo, la mayoría de los estudiantes de primer año se encontrarán con un edificio nuevo, con frecuencia mucho más grande que el que acostumbraban, y puede requerir cierto tiempo aprender a moverse con seguridad por pasillos desconocidos entre un mar de cuerpos.

Otro desafío cotidiano son los desplazamientos. Si tu hijo utiliza el transporte público para ir a la escuela, ayúdale a practicar la ruta que seguirá para llegar, sobre todo si es la primera vez que viaja por su cuenta. Y si la high school está más lejos de casa, ten en cuenta que eso podría implicar tener que despertarse antes de lo usual. Si toma medicación para el TDAH, tendrá que averiguar cuál es la mejor hora para tomarla.

También puede ser difícil acostumbrarse a un nuevo protocolo de entrada. La high school en la que trabajaba Klorfein está ubicada en un edificio con otras escuelas, y los estudiantes tienen que pasar por un detector de metales para entrar. Así que, si tu hijo se agobia con los ruidos o las multitudes, por ejemplo, asegúrate de que comprende que ciertos elementos de su vida escolar (que ya de por sí le podrían parecer desconocidos) también le podrían resultar incómodos al principio.

Asumir más responsabilidades

Por lo general, en high school se espera que los adolescentes se encarguen por su cuenta de estar al tanto de los plazos y las tareas. “Si no haces tu trabajo, nadie te va a decir: ‘Oye, tienes que entregar eso’”, dice Klorfein. La idea es enseñar a los estudiantes de primer año a responsabilizarse de su propio trabajo, lo que puede resultar especialmente difícil para los adolescentes con TDAH, discapacidades del aprendizaje o dificultades con la función ejecutiva.

Un reto para los estudiantes de primer año es acostumbrarse a estudiar para los exámenes o a investigar y escribir un trabajo poco a poco a lo largo del semestre. Wendy, cuyo hijo Ralph cursa el tercer año de high school en Ohio, dice que esta transición fue especialmente difícil. “Decía que tardaría una hora cuando en realidad tardaba tres días”, bromea (más o menos).

Pero como también señala Wendy, los adolescentes necesitan ayuda para aprender lo que no saben: enseñarles a reservar tiempo para estudiar durante varios días, por ejemplo, para que después lo puedan hacer por su cuenta.

“En high school, los padres se convierten de alguna manera en consejeros”, dice Wendy. “El objetivo es dejar de ser necesarios, pero se requiere mucho trabajo para que eso pase”.

Nuevas presiones académicas

Tanto si tu hijo pasó cómodamente por la middle school como si tuvo dificultades, se debería preparar para tener clases más exigentes en high school. Los estudiantes leerán más en todas las materias. También aprenderán conceptos matemáticos más complejos que están relacionados unos con otros, lo que puede ser difícil de asimilar y recordar en un programa semestral. (¿Cómo se supone que voy a recordar cómo se hace álgebra? Hace un año que no oigo la palabra “variable“). Además, está por supuesto el hecho de que las calificaciones ahora “cuentan” oficialmente para la graduación.

Tal vez haya niños que necesiten que se les recuerde esto, y también que las actividades extraescolares que les encantan, incluyendo los deportes y cosas como la banda musical y el teatro, requieren con frecuencia una calificación mínima (GPA) para poder participar. Cuesta mucho recuperar las malas calificaciones que pudieran haber obtenido al principio, así que asegúrate de que tu hijo reciba lo antes posible cualquier apoyo para el aprendizaje que pudiera necesitar, para que se pueda dedicar a las cosas que realmente le gustan.

También están aquellos estudiantes de primer año que ya se están preocupando por su solicitud de ingreso a la universidad, quienes podrían estar dolorosamente conscientes de la nueva importancia de las calificaciones. Ayúdales a establecer expectativas realistas y una mentalidad saludable desde el principio. Intenta centrar tus elogios en sus esfuerzos y logros personales. Tal vez hayan aumentado su confianza para hablar francés o hayan aprendido una técnica genial para editar fotos. Aunque no puedes hacer que los estudiantes de alto rendimiento olviden que una vez vez obtuvieron una B en un examen, les puedes ayudar a ver que una buena calificación no es lo más importante.

Desafíos sociales

Si a tu hijo le costó hacer amistades en la middle school o experimentó bullying, puede que le preocupe el ambiente social de la high school. Cuando hables con tu hijo de esto, Klorfein sugiere “replantearlo como una oportunidad para encontrar más personas como tú”.

Tal vez tu hijo ya sea una estrella del atletismo o tenga su puesto asegurado en el equipo de voleibol. Pero para los adolescentes con intereses menos definidos, promueve que elijan un club o equipo y se unan a él. Si se resisten, pídeles que elijan una actividad extraescolar y la prueben durante cierto tiempo. No tienen que ser clavadistas de las Olimpiadas ni obsesionarse con la fotografía: de lo que se trata es de que amplíen su círculo social. Si encuentran algo que les apasiona de verdad o descubren un talento oculto, eso ya es un gran bono adicional.

Ralph se unió al equipo de fútbol en su primer año, y Wendy dice que ha sido una parte importante de su experiencia social. “Significa que tiene varios grupos de amigos”, dice. Los adolescentes experimentarán inevitablemente la volatilidad de las amistades en la high school, y esto es más fácil de soportar cuando tienes diferentes personas a quienes recurrir.

Dicho esto, los estudiantes de primer año pueden tardar un tiempo en sentirse a gusto socialmente, y eso es totalmente normal, dice Klorfein. “La forma en que transcurra el primer año no es la forma en que transcurrirá toda la high school”, solo por la magnitud del ajuste, dice. “Así que, si te resulta difícil, o no has encontrado a tus personas cercanas al final del año, no pasa nada”.

Encontrarse con cosas de adultos

Aunque para los 14 y los 15 años la mayoría de los adolescentes ya sabe algo de sexo o drogas, mezclarse con adolescentes mayores (aunque es algo positivo) les puede poner en contacto con cosas más adultas que las que conocieron en la middle school. “En high school hay un nivel diferente”, dice Katie Peinovich, LCSW, trabajadora social clínica con licencia del Child Mind Institute. “Las drogas están en todas las escuelas, no importa dónde estén ubicadas. En todas hay niños vapeando en el baño”.

Muchas veces los padres no quieren hablar de drogas o de otros temas incómodos y esperan a abordar los problemas cuando surgen, dice Klorfein. Pero tanto Peinovich como Klorfein subrayan la importancia de mantener conversaciones proactivas con tu adolescente sobre sexo y drogas, lo que significa darle la información y las herramientas necesarias para manejar las situaciones antes de que surjan.

Adopta también una actitud proactiva en cuanto a cómo manejar la atención sexual, posiblemente de compañeros de cursos superiores. Esto puede ser un problema en especial para las jóvenes, pero cualquier adolescente debe saber reconocer cuándo alguien, especialmente alguien mayor, le está incomodando. “Hablo con frecuencia con las jóvenes sobre el posible sentimiento de obligación. Sentir que tienes que decir algo como: “Qué lindo”, o incluso sonreír”, dice Janine Domingues, PhD, psicóloga sénior del Child Mind Institute. Este tipo de atención les podría caer bien, reconoce la Dra. Domingues. Pero ellas no deberían sentir que tienen la obligación de corresponder.

En resumen: ningún adolescente es demasiado mayor para que le recuerden que debe defender sus límites personales.

Manejar el tiempo y el sueño

Aunque es importante realizar actividades fuera de la escuela, hay que tomárselo con calma. “Cuando llegas a high school, hay mucha confusión sobre el manejo del tiempo”, dice Klorfein. “Tengo amistades, tengo prácticas, tengo la escuela y no sé cómo manejarlo todo”.

Así como hay adolescentes que se resisten a unirse a cualquier club, también hay adolescentes que se unen a todos. Si esto último te suena conocido, adviértele a tu hijo de forma claraa que no acepte más de lo que puede manejar. Aconséjale que elija una actividad y vea cómo le va antes de añadir más.

Aunque a Ralph le encanta el equipo de fútbol, ha dificultado mucho su vida académica. “A veces llega a casa hasta después de las 10 de la noche. Y entonces se tiene que poner a hacer las tareas”, dice Wendy. “Ha habido muchas, muchas noches en las que ha estado despierto hasta la 1 de la madrugada terminando el trabajo”.

Y luego se levanta a las 6 de la mañana para ir a la escuela al día siguiente. La mayoría de los estudiantes de high school en Estados Unidos (casi el 80% en 2023, en inglés) no duermen lo suficiente, lo que puede perjudicar tanto su rendimiento escolar como su salud mental. No puedes cambiar la hora a la que empieza la escuela de tu adolescente, pero puedes ayudarle a desarrollar hábitos de sueño saludables (nada de pantallas en la cama) para proteger la cantidad de sueño (en inglés) que pueda conseguir.

Desarrollar habilidades de autodefensa

En high school, la responsabilidad personal no consiste solo en estar al día en las tareas escolares, sino también en saber hablar cuando se necesita algo.

Esto es especialmente importante para los estudiantes con desafíos de aprendizaje. Asegúrate de que tu adolescente identifica al menos a una persona adulta en la escuela a quien puede acudir para obtener ayuda adicional. Y si necesita adaptaciones que no está recibiendo, practiquen cómo puede pedirlas.

Cuando los estudiantes saben cómo pedir lo que necesitan, es más probable que también pidan ayuda si tienen problemas sociales o emocionales. Si un estudiante tiene problemas emocionales o sociales, pero le va bien en la escuela, lo más probable es que no llame la atención de psicólogos escolares y demás personal de apoyo, señala Ashley Cameron, consejera escolar de Nueva York. “Si no sabe cómo pedir esa ayuda, muchas veces pasa desapercibida”, dice. Por tanto, asegúrate de que tu adolescente conoce a quién puede acudir para pedir ayuda también fuera del ámbito académico.

Por qué te deberías seguir involucrando

Para los padres de estudiantes de high school, puede ser tentador pensar que ya no es importante involucrarse en una comunidad escolar más amplia, o incluso conocer a otros padres. Pero Cameron advierte que no hay que pensar así.

“Empezamos a ver una gran disminución en la participación de los padres durante high school”, dice. El solo hecho de asistir a actos sociales puede marcar una gran diferencia (en inglés) en la adaptación de un adolescente a la high school. Por eso Cameron invita a las familias de los estudiantes de primer año de la high school donde trabaja a una cena comunitaria informal en primavera, antes de que empiecen las clases, además de la orientación más formal para estudiantes. Porque, por muy importante que sea que conozcas la vida de tu hijo en la escuela a través de sus maestros, también funciona a la inversa.

“Que la escuela conozca a tu estudiante, no solo como estudiante, sino como ser humano e integrante de una familia más grande, creo que es importante para que nosotros, como educadores, veamos el panorama completo”, dice.

Preguntas frecuentes

¿A qué retos se enfrentan los adolescentes cuando empiezan high school?

Los adolescentes se enfrentan a varios retos cuando empiezan la high school, como adaptarse a nuevas rutinas, enfrentarse a una mayor presión académica, desenvolverse en un nuevo entorno social y aprender a manejar eficazmente su tiempo.

¿Cómo preparo a mi hijo para el primer día de high school?

Puedes ayudar a tu adolescente a prepararse para su primer día de high school asegurándote de que se siente a gusto con los desplazamientos, entiende el protocolo de entrada de su escuela y conoce el edificio de su escuela para saber cómo llegar a sus clases.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a hacer amistades en high school?

Puedes ayudar a tu hijo a hacer amistades en high school a través de animarle a unirse a un club o equipo extraescolar. Si tuvo dificultades para hacer amistades en la middle school o experimentó bullying, haz énfasis en que la high school es una oportunidad para que encuentre a su grupo. No tiene por qué ser clavadista de las Olimpiadas ni obsesionarse con la fotografía: de lo que se trata es de que conozca a otras personas que compartan sus intereses.

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Comenzar la secundaria https://childmind.org/es/articulo/comenzar-la-secundaria/ Fri, 01 Aug 2025 14:19:50 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57593 Mi recuerdo del primer día de middle school es íntimo. Todo lo que llevaba puesto era de Staples o de una frenética compra en Kohl’s la noche anterior. Me aferré a mi horario de clases recién impreso como salvavidas y atravesé corriendo las puertas dobles para encontrar mi casillero (¡no más estantería en el aula!) … Continued

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Mi recuerdo del primer día de middle school es íntimo. Todo lo que llevaba puesto era de Staples o de una frenética compra en Kohl’s la noche anterior.

Me aferré a mi horario de clases recién impreso como salvavidas y atravesé corriendo las puertas dobles para encontrar mi casillero (¡no más estantería en el aula!) y ver a mis amistades. El olor me impactó de inmediato. Una mezcla intensa de olor corporal, desodorante Axe, perfume Juicy Couture Viva La Juicy y amoniaco.

Y apoyada en los casilleros (por desgracia, junto al que me acababan de asignar) había una pareja besándose enérgicamente. El niño tenía la mano totalmente metida en la camisa de la niña y no daba señales de detenerse, a pesar de la avalancha de estudiantes que se apresuraban a llegar a la primera hora antes de que sonara el timbre. Estaba claro que la middle school iba a ser una experiencia muy diferente.

¿Cuáles son los grandes cambios?

La transición de la escuela primaria a la middle school puede ser emocionante y a la vez un gran desafío para los niños. Están entrando a una nueva estructura escolar que los obliga a asumir más responsabilidades y una mayor carga de trabajo. Además, cuando empiezan la pubertad, experimentan cambios físicos, hormonales y emocionales que afectan su sentido de identidad y su forma de relacionarse con amistades, compañeros de clase y familiares.

“Trabajo con muchos estudiantes de cuarto y quinto grado, y cuando está por terminar el año, conversamos mucho sobre la ansiedad de pasar a la middle school”, dice Emma Petree, LMSW, trabajadora social de los Programas para escuelas y comunidades del Child Mind Institute. “Lo que más escucho son preocupaciones sobre los cambios entre clases, el aumento en la carga de trabajo y las tareas, así como sobre la mayor exposición a sustancias, como fumar y vapear”.

Un cambio en la estructura de las clases

Una de las partes más llamativas de la transición a la middle school es el cambio en la estructura de las clases. En lugar de tener un solo maestro durante todo el día, los niños tienen varios maestros para distintas materias. Manejar tu horario de clases, desplazarte de una clase a otra en poco tiempo y guardar tus cosas en un casillero puede ser demasiado (tengo que admitir que yo perdí el candado de mi casillero unas cuantas veces).

Puede ser útil que los estudiantes conozcan el campus antes de llegar el primer día, dice la Sra. Petree. “Muchas escuelas organizan jornadas de regreso a clases antes de que inicie la escuela. Creo que eso es de gran ayuda para reducir la ansiedad”.

Le puedes explicar a tu hijo que, como tendrá un maestro diferente para cada materia (en inglés), las clases pueden tener distintos niveles de dificultad en cuanto a tareas, criterios de calificación y expectativas. Fomentar que acudan con sus maestros (o el consejero escolar, si hay uno en su escuela) cuando tengan dudas o problemas específicos con las tareas les puede hacer sentir más independientes.

Aún así tú igual te puedes preparar para intervenir en caso necesario, al trabajar con sus maestros u otro personal de la escuela para identificar las necesidades específicas de tu hijo y ofrecerle el apoyo adecuado.

“También es una gran transición para los padres, porque en la escuela primaria tienes un maestro a quien acudir y a quien enviar un email en caso de cualquier pregunta o problema”, dice Janine Domingues, PhD, psicóloga sénior del Centro para trastornos de ansiedad del Child Mind Institute. “Tendrás que averiguar a quién te puedes dirigir, si a un asesor, un consejero escolar o a maestros específicos”.

¿Cómo ayudas a tu hijo con la organización?

En middle school, los niños experimentan un aumento de tareas, exámenes, pruebas y proyectos. También tendrán que manejar su tiempo. “La middle school es la primera vez que las habilidades del funcionamiento ejecutivo se vuelven más necesarias”, dice Jane Wong, PsyD, neuropsicóloga asociada del Centro Gund para el aprendizaje y el diagnóstico del Child Mind Institute.

La Dra. Wong recomienda conseguir carpetas de distintos colores para cada materia, así como un calendario de tareas, para ayudar a los niños a visualizar cuándo deben entregar cada cosa. Y sugiere hacer una lista de verificación para ayudar a los niños a saber qué tienen que meter en la mochila cada mañana.

Es esencial tener rutinas para hacer las tareas, lo que incluye un espacio de trabajo en casa. En el caso de niños con TDAH o problemas de atención, dice la Dra. Wong, puedes conseguir una banda elástica (en inglés) para su silla o un cojín sensorial (en inglés), para ayudarles a concentrarse.

La Dra. Domingues señala que es importante dar a los niños un período de gracia, pues este aumento de responsabilidades puede resultar abrumador. “Recomiendo a los padres que, sobre todo al principio, fijen un momento a la semana para hablar con sus hijos”, dice. “Puedes hacer preguntas como: ‘¿Cómo te ha ido esta semana? ¿hubo momentos que te hayan parecido demasiado caóticos?’. De este modo, puedes obtener información sin tener la sensación de estar acosando a tu hijo todos los días”.

Cambios en la dinámica de las amistades

La middle school suele traer cambios en la dinámica de las amistades (en inglés), ya sea porque se hacen amistades nuevas o porque te alejas de las antiguas.

“Es una época de exploración de la amistad, y viene acompañada de cierto dolor”, dice la Dra. Domingues. “Exploras quién eres y qué quieres de las amistades. Todo eso es completamente normal”.

Para algunos niños, estos cambios pueden provocar mucha ansiedad, explica la Dra. Domingues, mientras que otros aprovechan esta oportunidad de exploración.

Con los niños que buscan activamente hacer nuevas amistades, la Dra. Domingues recomienda que los padres hablen sobre el tipo de personas que les interesan y qué buscan en un amigo o amiga. “Y si están cambiando su círculo de amistades, también querrás asegurarte de que siguen siendo amables. Habla con ellos sobre cómo separarse de forma saludable de un amigo, en lugar de hacerles ghosting o alejarse sin conversarlo”.

Y si observas que tu hijo se resiste a hacer nuevas amistades, la Dra. Domingues dice que puedes validar sus sentimientos, hablar de lo que le preocupa y decirle que conocer a personas nuevas suele ser incómodo al principio. “Repasa las formas en que se pueden relacionar, ya sea uniéndose a grupos o clubes diferentes en la escuela, sentándose en una mesa distinta a la hora de comer o apuntándose a una actividad fuera de la escuela”. Ella también se refiere a la importancia de enseñar a los niños a entablar una conversación, como preguntar a alguien por sus planes para el fin de semana o hablar de una clase o un maestro que tengan en común.

“Con frecuencia repito: no hace falta ser amigo de todo el mundo”, dice la Dra. Domingues. “Solo hace falta una persona con la que conectes de verdad”.

La presión de pares

A medida que los niños van formando estas nuevas conexiones y grupos de amistades, pueden empezar a sentir que tienen que comportarse o parecer de una determinada manera para encajar.

“Es entonces cuando la presión de pares se vuelve realmente intensa”, dice la Sra. Petree. El círculo social de tu hijo, dice, tiende a pasar a “primer plano en lo que se refiere a sus decisiones.”

Tanto la Sra. Petree como la Dra. Domingues están de acuerdo en que establecer valores familiares puede ayudar a los niños a manejar situaciones en las que sienten la presión de hacer algo que les incomoda.

“Algo que resuena a esta edad son las conversaciones basadas en valores y destacar el sentido de identidad de los niños”, dice la Sra. Petree. “Están empezando a formar sus identidades, y todavía son muy jóvenes. Conviene mantener un conjunto de valores para guiarse que vaya más allá del ‘no hagas esto’, porque eso no lo escuchan. Esto les permite tomar decisiones por su cuenta, y tener una sensación de independencia y autonomía, que es algo que realmente quieren”.

“Creo que a veces también tiene que ver con el lenguaje y los guiones”, añade la Dra. Domingues. “Los niños no siempre saben qué decir, cuándo decir qué cosa o cómo decir que no, sin perder una amistad. Así que los padres pueden practicar este tipo de conversaciones con sus hijos”.

Inseguridad sobre la imagen corporal

Cuando los niños entran en la middle school, por lo general también están entrando o ya han entrado en la pubertad. Y con la pubertad vienen muchos cambios corporales (en inglés) que pueden provocar ansiedad e inseguridad.

Fue en la clase de educación física de middle school cuando empecé a ser plenamente consciente de mi cuerpo y de sus defectos. Teníamos que cambiarnos unas delante de otras en el vestidor y las niñas aprovechaban para comparar y comentar los “progresos” de las demás. Eran habituales las conversaciones sobre tallas de sostén, ancho de las caderas y depilación.

Muchos estados todavía obligan a los niños a realizar pruebas de condición física (en inglés), que pueden implicar pesarse en público y reportes sobre el IMC.

Para preparar a los niños para este tipo de situaciones incómodas, los padres pueden iniciar conversaciones tempranas sobre la pubertad y los cambios corporales, dice la Dra. Domingues. “Dile a tu hijo que el cuerpo de cada persona es diferente y asegúrate de que entiende lo que significa la pubertad: el aspecto que tiene tu cuerpo ahora no es el que tendrá dentro de dos o tres años. Esto reafirma su experiencia”.

Hablar de los cánones de belleza y los tipos de cuerpo ideales, añade, también puede hacer una diferencia en la forma en que se desenvuelve tu hijo en este nuevo entorno.

Exposición a la presión sexual

En la middle school, hay más probabilidades de que los niños se expongan a contenidos sexuales y al consumo de sustancias, advierte la Sra. Petree. “Creo que solo por el hecho de estar en un ambiente donde hay niños mayores, se exponen a muchas más cosas muy rápidamente. Las redes sociales y el acceso a Internet desempeñan sin duda un papel muy importante”.

La Dra. Domingues anima a los padres a mantener conversaciones sobre estos temas pronto, incluso en cuarto o quinto año, antes de que empiecen la middle school.

Porque junto con la exposición puede venir la presión. “En especial con las jóvenes, veo con frecuencia que esta nueva exposición (junto con la presión de pares y los problemas de autoestima influenciados por las hormonas) hace que se metan en situaciones potencialmente riesgosas o perjudiciales”, observa la Sra. Petree.

Ella cuenta cómo ha trabajado con muchas niñas que piensan que les deben a otras personas un determinado comportamiento sexual. “Tenemos muchas conversaciones sobre el empoderamiento y repetimos frases como: ‘No le debes nada a nadie. Tu cuerpo es tuyo y tú eliges’”.

La Sra. Petree también aconseja con frecuencia a las jóvenes que “se conecten” con su cuerpo y se den cuenta cuándo las cosas son cómodas y cuándo incómodas. “Una vez más, decir: ‘No hagas esto’, no va a funcionar”, explica. “En lugar de eso, ella les enseña a los niños a escuchar lo que sienten que es seguro e inseguro para sus cuerpos”.

Puede que los niños también sientan la presión de realizar actividades sexuales con las que no se sienten a gusto porque ven a sus compañeros hacerlo, añade.

Las conversaciones sobre el espacio y los límites pueden ser igual de importantes para los niños, dice la Dra. Domingues. “Creo que los niños también pueden ser muy físicos entre ellos. Y puede que ni siquiera sea sexual. Podría tratarse de juegos bruscos. Algún tipo de cruce de límites que puede hacer sentir incómodas a las personas”.

Los padres pueden hablar con sus hijos sobre cómo hablar si ven un comportamiento problemático, y ayudarles a sentirse a gusto apegándose a lo que les parece respetuoso.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo en la transición de la escuela primaria a la middle school?

Puedes ayudar al visitar el campus antes de que empiecen las clases, así como animando a tu hijo a hacer preguntas a sus maestros y averiguando con quién se puede poner en contacto en la escuela si surge algún problema. Las reuniones familiares semanales y la creación de herramientas organizativas, como carpetas codificadas por colores y un espacio para las tareas, también pueden marcar una gran diferencia.

¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan los niños al empezar middle school?

A muchos niños les preocupan los cambios entre clases, manejar una mayor carga de trabajo y manejar sus casilleros. También atraviesan la pubertad, lo que implica cambios físicos, emocionales y sociales. La dinámica de las amistades cambia, aumenta la presión de de pares y pueden tener una mayor exposición a nuevas situaciones relacionadas con el sexo o el consumo de sustancias.

¿Qué se aconseja para empezar la middle school?

Aprovecha las jornadas de regreso a clases para pasear por el campus. Ayuda a tu hijo a organizarse con carpetas, listas de verificación y un calendario de tareas. Fija una hora semanal para conversar.. Fomenta conversaciones sinceras sobre los límites, los cambios corporales y la forma de manejar las nuevas amistades.

¿Qué debo hacer si a mi hijo le cuesta adaptarse a la middle school?

Dale un periodo de gracia. Es un gran cambio. Establece un momento semanal para hablar de lo que va bien y lo que le resulta abrumador. Si tiene problemas sociales, habla sobre cómo puede ampliar su círculo, como apuntarse a un club o preguntar a alguien por una clase compartida. Si tiene problemas académicos, trabaja con los maestros o el personal de la escuela para identificar cómo brindarle ayuda.

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La depresión adolescente y el sistema inmunitario https://childmind.org/es/articulo/la-depresion-adolescente-y-el-sistema-inmunitario/ Mon, 28 Jul 2025 21:10:52 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57454 Una dieta inadecuada y la falta de sueño y ejercicio pueden afectar al equilibrio de las sustancias químicas del cerebro, lo que, según los investigadores, puede estar relacionado con la depresión. La Dra. Vilma Gabbay, del Centro Médico Monte Sinaí, habla de cómo el estrés de la adolescencia puede contribuir a la elevada incidencia de … Continued

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Una dieta inadecuada y la falta de sueño y ejercicio pueden afectar al equilibrio de las sustancias químicas del cerebro, lo que, según los investigadores, puede estar relacionado con la depresión. La Dra. Vilma Gabbay, del Centro Médico Monte Sinaí, habla de cómo el estrés de la adolescencia puede contribuir a la elevada incidencia de la depresión en ese grupo de edad.

 

Relacionado: ¿Cuáles son los síntomas de depresión en adolescentes?
Criar a un adolescente deprimido

Preguntas frecuentes

¿El sistema inmunológico de los adolescentes hace que tiendan más a la depresión?

La mala alimentación, así como la falta de sueño y ejercicio afectan a muchos adolescentes, lo que puede alterar su sistema inmunitario, y esto a su vez puede afectar al equilibrio de las sustancias químicas del cerebro, algo que, según los investigadores, podría estar relacionado con la depresión.

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Tiempo de pantallas y verano https://childmind.org/es/articulo/tiempo-de-pantalla-y-verano/ Mon, 28 Jul 2025 19:59:07 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57385 Al dar la bienvenida a los días más relajados del verano, todo ese tiempo no estructurado crea nuevas preocupaciones para los padres. ¿Los niños querrán pasar muchas más horas jugando Minecraft o metiéndose en la madriguera de TikTok? ¿Y se convertirá nuestra casa en una zona de guerra por el tiempo de pantallas? Para asegurarte … Continued

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Al dar la bienvenida a los días más relajados del verano, todo ese tiempo no estructurado crea nuevas preocupaciones para los padres. ¿Los niños querrán pasar muchas más horas jugando Minecraft o metiéndose en la madriguera de TikTok? ¿Y se convertirá nuestra casa en una zona de guerra por el tiempo de pantallas?

Para asegurarte de que eso no ocurra, es importante dar un paso atrás y evaluar tu enfoque acerca del uso que hacen tus hijos de la tecnología. Es útil que las familias piensen en algunos principios básicos a la hora de planificar una estrategia para el tiempo frente a pantallas durante el verano.

  • Conoce tus riesgos. ¿Qué daños quieres evitar?
  • Piensa en el bienestar. ¿Qué quieres que hagan tus hijos por su salud y bienestar durante el verano?
  • Céntrate en tus valores. ¿Cómo te sentirás al final del verano cuando veas que tus hijos tuvieron las experiencias que tú querías que tuvieran?
  • Haz un plan práctico. ¿Qué pasos concretos puedes dar para no tener batallas diarias sobre el tiempo frente a pantallas o sentir que estás haciendo algo mal como padre o madre?

¿Cuáles son los riesgos?

Debido a la intensa conversación nacional sobre el efecto de las pantallas en el desarrollo y la salud mental de las personas jóvenes, es fácil confundirse como padres acerca de qué hacer con las pantallas. Por suerte, la investigación nos ha dado algunas respuestas. Saber lo que dice la ciencia sobre los riesgos de las pantallas te permite adoptar un enfoque práctico, no basado en el pánico.

Tiempo que se le dedica

Al considerar la cantidad de tiempo que un niño o adolescente pasa frente a las pantallas, la investigación se refiere con frecuencia a la hipótesis de Ricitos de Oro: que una cantidad moderada de tiempo frente a pantallas puede ser mejor que una cantidad excesiva o que no pasar nada de tiempo frente a ellas. Hay pruebas definitivas de que dedicar más de un par de horas al día a las pantallas puede tener un efecto negativo en el bienestar de un niño o adolescente, no necesariamente porque lo que hagan en las pantallas sea perjudicial en esencia, sino porque ese nivel de actividad frente a las pantallas interfiere con tareas clave para el desarrollo. Entre ellas podrían estar el ejercicio físico, el tiempo cara a cara con amistades o familiares y las actividades que fomentan el aprendizaje. Una cantidad moderada de tiempo dedicado a las pantallas puede ser una fuente de relajación, entretenimiento o conexión social, pero cuando el tiempo de pantalla se vuelve excesivo, puede desplazar importantes rutinas diarias o sociales.

Exposición a la pantalla en solitario

No todo el tiempo de pantalla es igual. Importa dónde y con quién ocurre. Los niños que ven la televisión en la sala o que usan tabletas o computadoras en una zona común de la casa… son una causa menor de preocupación porque podemos controlar el sonido que sale de la pantalla y tal vez tener al menos una idea de lo que ven y hacen, con quién interactúan y a qué contenidos se exponen.

El caso de niños que usan las pantallas a solas en su habitación, es la situación que con frecuencia puede terminar en algo que más tarde podría llevar a sus padres a decir: “Ojalá pudiera volver atrás”. Es importante que los padres hablen sobre lo que consideran apropiado que hagan los niños cuando están a solas frente a una pantalla y que establezcan límites para cuando no estén presentes para supervisar.

Por lo tanto, no te deberías preocupar tanto por cosas como dejar que los niños vean una película o pasen un rato en la televisión mientras tú preparas la cena. En la medida de lo posible, queremos disminuir un poco la culpabilidad parental sobre este tipo de actividades y conservar su energía para establecer límites cuando sea más importante.

Chat de videojuegos

En generaciones anteriores, los padres se preocupaban con frecuencia por los juegos centrados en la violencia. ¿Qué tipo de actividades realizan los personajes, y si jugar a esos juegos normaliza esas actividades? Pero las investigaciones que relacionan los juegos violentos con el comportamiento agresivo de los jugadores son bastante contradictorias. Para los padres de hoy en día, las preocupaciones se suelen centrar menos en el contenido del videojuego y más en las funciones de chat y el posible contacto con personas extrañas.

Obviamente, no queremos que los niños pequeños jueguen videojuegos violentos, pero lo que más preocupa ahora es el hecho de que muchos de los videojuegos para niños tienen funciones de chat que los niños no entienden. Estos chats, tanto dentro como fuera de los videojuegos, pueden ser un hoyo negro para el cyberbullying, el contacto con desconocidos y el comportamiento depredador. Es muy importante enseñar a los niños la configuración de privacidad, cómo asegurarse de que se conectan con sus amistades y no con personas desconocidas, y cómo pedir ayuda si se encuentran en una situación de acoso o intimidación en estos espacios.

Contenido perturbador

Queremos ser conscientes de que es más probable que los adolescentes, independientemente de cuándo o cómo pasen el tiempo en las pantallas, se expongan a contenidos perturbadores u ofensivos o que fomenten actitudes o prácticas poco saludables. Con la sensibilidad de los algoritmos de las redes sociales, cuanto más tiempo pase un adolescente viendo un video o revisando ciertos tipos de contenido, recibirá más de esto. Además, la información falsa está por todas partes en Internet, y es importante que enseñemos a niños y adolescentes a ser consumidores con sentido crítico de lo que leen y ven en la era de la IA, las teorías conspirativas, los deepfakes y mucho más.

Vulnerabilidades de salud mental

Una cosa más que recalco a los padres es que si tu hijo tiene vulnerabilidades de salud mental, los factores de riesgo anteriores merecen con mayor razón una cuidadosa consideración. Niños y adolescentes con TDAH o problemas de comportamiento pueden tener mayor dificultad para evitar comportamientos impulsivos o para fijarse límites adecuados con las pantallas. Los niños que tienden a la ansiedad podrían buscar contenidos que alimenten sus preocupaciones en vez de calmarlas. Y los adolescentes vulnerables a la depresión o que se preocupan por su imagen corporal pueden descubrir que sus síntomas empeoran cuando las pantallas les quitan el tiempo que habrían dedicado a actividades que mejoran su estado de ánimo o les hacen compararse con ideales corporales poco realistas en Internet.

Por lo tanto, cualquier plan práctico que creemos para el verano implica cierto control del tiempo, cierto control del contenido, cierto control del comportamiento en Internet y cierto control de dónde y cuándo están los niños cuando usan esas pantallas. Para elaborar mejor ese plan, los padres pueden tener en cuenta algunas notas básicas sobre prácticas de bienestar y reflexionar sobre sus valores para buscar el equilibrio familiar este verano.

Fomentar el bienestar

Al crear un plan para el uso de la tecnología, queremos asegurarnos de que el tiempo de pantallas no interfiere en las cosas básicas que necesitan los niños para estar saludables.

Proteger el sueño

La era digital no facilita que nadie (ni niños ni adultos) duerma lo que necesita. Sí, está bien relajarse un poco con respecto a la hora de acostarse durante el verano. Sí, puede que los niños duerman un poco más de lo que lo harían en la época escolar. Pero queremos animar a los padres a que piensen en cómo asegurarse de que los niños duermen lo que necesitan y de que las pantallas no interfieren.

Veo a muchas familias que dejan todos los dispositivos para que se recarguen fuera de los dormitorios por la noche, y eso es algo que animo absolutamente siempre que sea posible. Hay padres que dirán: “Mi hijo usa esto para dormirse. Escuchan audiolibros o música mientras se duermen”. O “quiero que mi hijo escuche una grabación de meditación o atención plena mientras se duerme”. Creo que eso está perfectamente bien, siempre y cuando podamos poner realmente límites a lo que un niño o adolescente puede acceder pasadas ciertas horas. Y en ese caso, puede ser eficaz utilizar una app o límites de tiempo de pantalla que bloqueen todo lo que vaya más allá de lo que pueda ser útil para fomentar el sueño.

Dar prioridad a la actividad física

En todo el mundo, estamos viendo cómo disminuye la actividad física entre la juventud. Hay varias razones, y las pantallas no son el único factor determinante. Pero la buena noticia es que el verano es un buen momento para ponerse al día. Así que el otro gran hábito de bienestar en el que conviene que piensen los padres es: ¿Cómo nos aseguramos de dar prioridad al movimiento de sus cuerpos frente al uso sedentario de las pantallas?

La solución más sencilla para los niños que no vayan a campamentos o no tengan acceso a muchas experiencias recreativas estructuradas en verano es solo reservar una parte del día para jugar al aire libre, salir a jugar con sus amistades, pasear por el barrio, ir a un parque local o incluso dar un paseo por la ciudad para hacer algún que otro encargo. Pueden ser momentos sin pantalla, idealmente antes de la parte del día en la que los niños podrían dedicarse a actividades con pantalla, entendiendo que lo primero es mover el cuerpo. Incluso si los niños necesitan estar dentro de casa en un día lluvioso o porque es donde está la persona adulta que está a cargo de su cuidado, podemos utilizar cosas como videos de baile o rutinas de yoga guiadas para que los niños se dediquen a moverse antes de que se sienten frente a las pantallas.

¿Cuáles son tus valores?

Cuando hago esta pregunta, muchos padres dicen que lo que valoran durante el verano es el tiempo no estructurado: oportunidades para pasar tiempo al aire libre, hacer actividades divertidas con sus hijos que no pueden hacer durante el año escolar, o pasar más tiempo con personas del vecindario, amistades o familiares. Y cuando preguntamos a los padres qué quieren que hagan sus hijos con ese tiempo, nos dicen que quieren que exploren, que desarrollen su creatividad, que quizá se aburran un poco y que vivan experiencias únicas.

Cuando los niños entran en la adolescencia, los padres dicen con frecuencia que quieren que sus adolescentes amplíen sus intereses, inviertan más en sus pasiones, presten servicios a la comunidad, adquieran experiencia laboral o forjen su carácter a través de nuevas experiencias. Y siempre está el fantasma de la pérdida de aprendizaje acechando en la mente de los padres: ¿cómo nos aseguramos de que nuestros hijos ejerciten un poco el cerebro durante el verano del mismo modo que queremos que ejerciten los músculos?

Ningún padre puede hacer todo lo anterior, así que es importante que reflexiones sobre tus valores y que te acerques a ellos de forma gradual (por ejemplo, pequeños pasos) y con cierta autocompasión. Toma solo una o dos de las sugerencias anteriores (o tus propias opciones) y considera cómo podrías crear un espacio para que tus hijos tengan estas experiencias. Es mejor conservar tu energía e invertir en hacer que los momentos cuenten que intentar ceñirte a un ideal de perfeccionismo parental todo el tiempo.

Hacer un plan práctico

Muchas de las actividades no relacionadas con pantallas que los padres quieren que sus hijos hagan durante el verano se realizan más o menos durante lo que sería el horario escolar. Así que los momentos en los que las pantallas son con más frecuencia un problema para los padres durante el verano suelen ser las horas no estructuradas de la tarde hasta la hora de acostarse.

Si repasas la lista general que acabamos de esbozar, puede que descubras que hay bastantes menos motivos de preocupación acerca del tiempo que pasan tus hijos frente a las pantallas. Si has tomado medidas para asegurarte de que duerman lo que necesitan, mantengan su cuerpo activo y participen en actividades que consideras fundamentales para sus experiencias vacacionales, entonces te puedes sentir mejor respecto al tiempo que pasan en pantallas.

Cuando hayas decidido qué actividades apruebas, en qué parte de la casa y a qué hora del día te parece bien que se hagan, podrás reducir el nivel de amenaza y tener la seguridad de que no es el Verano de las pantallas. Esto te permitirá dar a tus hijos lo que podría ser una dosis razonable de pantallas en los momentos en que más lo necesitas para mantener la cordura, cuidar de ti y de la familia.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto tiempo de pantalla es demasiado?

Aunque el tiempo de pantalla puede ser una fuente de relajación y conexión, la investigación apoya la “hipótesis de Ricitos de Oro”: un uso moderado es lo mejor. Más de unas pocas horas diarias pueden interferir con actividades cruciales para el desarrollo, como el ejercicio, la interacción social y el aprendizaje. La clave es el equilibrio: permite un cierto tiempo frente a la pantalla, pero da prioridad a las experiencias fuera de ella.

¿Cómo afecta la salud mental de los niños el tiempo frente a pantallas?

Los niños que tienen propensión a la ansiedad, la depresión o los problemas de comportamiento se pueden ver más afectados por el tiempo frente a pantallas. El uso excesivo puede desplazar a las actividades que mejoran el estado de ánimo, como el ejercicio, la socialización y el juego creativo, y llevar a una comparación social perjudicial o a la exposición a contenidos problemáticos.

¿Cuáles son algunos hábitos saludables de verano para equilibrar el tiempo de pantallas?

Proteger el sueño: Mantén las pantallas fuera de los dormitorios durante la noche o establece límites para el uso de las apps.

Priorizar el movimiento: Programa tiempo diario al aire libre, paseos o actividades físicas en interiores, como danza o yoga.

Fomentar la creatividad y la exploración: Fomenta los pasatiempos sin pantalla y el juego no estructurado.

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Comprender los niveles de autismo https://childmind.org/es/articulo/comprender-los-niveles-de-autismo/ Mon, 28 Jul 2025 15:26:19 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57372 Como indica su nombre, el trastorno del espectro autista (TEA) abarca un abanico de aspectos y desafíos. Puede afectar la forma en que los niños se comunican, se comportan e interactúan con las demás personas. Cuando un niño recibe el diagnóstico de autismo, es natural que su familia quiera saber en qué rango del espectro … Continued

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Como indica su nombre, el trastorno del espectro autista (TEA) abarca un abanico de aspectos y desafíos. Puede afectar la forma en que los niños se comunican, se comportan e interactúan con las demás personas. Cuando un niño recibe el diagnóstico de autismo, es natural que su familia quiera saber en qué rango del espectro se encuentra y cómo afectará su vida.

Esto es especialmente relevante, porque se trata de un diagnóstico tan amplio que abarca a niños hiperverbales pero que tienen dificultad para socializar y niños no verbales que requerirán cuidados de por vida. Por eso se desarrollaron los niveles de autismo.

Lo que ahora se conoce como trastorno del espectro autista estaba dividido anteriormente en cuatro diagnósticos diferentes. Ahora existe un solo diagnóstico general con tres niveles, que se determinan según la cantidad de apoyo que necesita una persona en su vida cotidiana.

Tanto profesionales clínicos como defensores de las personas con autismo tienen sentimientos encontrados sobre los niveles de autismo. Por un lado, pueden ser una forma útil de resumir las necesidades de apoyo de una persona. Por otro lado, la asignación de un nivel es finalmente algo subjetivo y puede ser una simplificación excesiva para una condición compleja.

Por lo general, son las familias las que necesitan tener esta certeza de un nivel. “Los padres intentan averiguar: si mi hijo está en el espectro autista, ¿qué significa eso para nuestra familia?”, observa Alexis B. Bancroft, PhD, psicóloga del Centro para el autismo del Child Mind Institute.

En última instancia, se tiene que considerar a cada niño como un individuo con fortalezas y desafíos únicos. Pero los niveles de autismo pueden dar una idea general de la intensidad de sus necesidades.

¿Qué son los niveles de autismo?

Los niveles de autismo se introdujeron en 2013 en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales 5 (DSM-5). Esto formó parte de la intención de integrar el diagnóstico de autismo. Lo que antes eran cuatro diagnósticos diferentes (trastorno autista, síndrome de Asperger, trastorno desintegrativo infantil y trastorno generalizado del desarrollo no especificado) se convirtió en un único diagnóstico de TEA. Se combinaron porque los investigadores argumentaron que todos estos diagnósticos anteriores reflejaban las mismas diferencias subyacentes en el neurodesarrollo. Estos diagnósticos anteriores se traslapaban y no se aplicaban de forma consistente: dos médicos podían dar diagnósticos diferentes a la misma persona. Una vez que se combinaron, se añadieron los niveles para precisar que las personas con este diagnóstico amplio tienen grados diferentes de impedimento que requieren servicios diferentes.

“Se crearon porque buscábamos la coincidencia entre profesionales clínicos y porque queríamos distinguir el grado de apoyo que necesita cada persona”, explica la Dra. Bancroft. “Pero no había en ese momento una definición para poner en práctica el significado de esas categorías”.

Estos niveles no se basan en la inteligencia ni en la capacidad verbal, sino en cuánta ayuda necesita alguien en general para funcionar en la vida cotidiana:

  • Autismo de nivel 1: requiere apoyo
  • Autismo de nivel 2: requiere apoyo sustancial
  • Autismo de nivel 3: requiere apoyo muy sustancial

Comprender estos niveles de autismo puede ayudar a padres, cuidadores y profesionales a crear planes de atención más eficaces y específicos. Pero quienes los critican argumentan que los criterios de estas categorías no están estandarizados y, por tanto, son subjetivos. Además, los niveles de autismo pueden plantear un panorama demasiado amplio, lo que puede hacer que las personas hagan suposiciones inexactas sobre la capacidad y la cognición de alguien con autismo.

Independientemente de tu edad, recibes un nivel de autismo junto con tu diagnóstico. Y aunque la persona autista siempre será autista, sus necesidades de apoyo (y por tanto su nivel) pueden cambiar a medida que crece y recibe adaptaciones y servicios. Un estudio (en inglés) reveló que el 30% de los niños autistas tenían menos necesidades de apoyo a los seis años que a los tres (también puede ocurrir al revés, aunque es menos frecuente).

Autismo de nivel 1: requiere apoyo

Niños y adultos que están en el nivel 1 pueden parecer personas neurotípicas en algunos entornos, pero con frecuencia tienen dificultades en situaciones específicas. Podrían:

  • tener dificultades para iniciar conversaciones o mantener una comunicación de ida y vuelta,
  • malinterpretar las señales sociales o las expresiones faciales,
  • preferir las rutinas y resistirse a los cambios,
  • mostrar patrones de pensamiento inflexibles.

Estas personas (a veces llamadas coloquialmente “de alto funcionamiento”) suelen tener una gran capacidad verbal y una inteligencia promedio o superior al promedio. Sin embargo, podrían tener sensibilidades sensoriales, desafíos sociales o problemas con las transiciones. Aun así, con frecuencia pueden acceder a un entorno de educación general con apoyos mínimos.

Autismo de nivel 2: requiere apoyo sustancial

Las personas que obtienen un diagnóstico de autismo de nivel 2 necesitan más ayuda, tanto en la comunicación social como en la vida diaria. Algunos aspectos comunes de las personas en este nivel de autismo incluyen:

  • habilidades limitadas de comunicación verbal y no verbal,
  • dificultad para afrontar cambios en la rutina o el entorno,
  • comportamientos repetitivos más evidentes (por ejemplo, agitar las manos, mecerse),
  • dificultad para iniciar una interacción social o responder a ella, incluso con apoyo.

Las personas con autismo de nivel 2 se pueden beneficiar de programas estructurados y apoyo terapéutico que aborden tanto los problemas de comportamiento como las necesidades de comunicación. Pero si cuentan con adaptaciones como asistencia 1:1, a menudo pueden estar en un aula de educación general.

Autismo de nivel 3: requiere apoyo muy sustancial

El autismo de nivel 3 representa el nivel más alto de necesidad y a veces se llama autismo profundo. Niños y adultos en este nivel suelen tener graves problemas de comunicación y comportamiento. Podrían:

  • ser completamente no verbales o utilizar el habla de forma muy limitada,
  • mostrar comportamientos repetitivos intensos,
  • tener una enorme dificultad con los cambios o las transiciones,
  • necesitar ayuda para tareas de autocuidado como ir al baño o vestirse,
  • requerir supervisión las 24 horas al día, los 7 días a la semana, o tener que estar en entornos muy estructurados.

Este nivel de autismo requiere un apoyo continuo e intensivo, con frecuencia con la participación de un equipo de especialistas, como terapeutas del comportamiento, terapeutas ocupacionales y profesionales de educación especial.

Cómo utilizan los profesionales clínicos los niveles de autismo

Aunque los niveles de autismo están incluidos en el DSM-5, su aplicación puede ser complicada en la práctica para los profesionales clínicos. “Utilizamos los niveles, pero no nos encantan”, explica la Dra. Bancroft. Como no se han codificado las definiciones, dice, es subjetivo asignar un nivel de autismo, y esto puede llevar a inconsistencias entre profesionales.

Tener un nivel identificado puede ser un punto de partida para las familias que empiezan a comprender dónde se sitúa su hijo dentro de este espectro. Pero, en realidad, es mucho más complejo que eso.

Cuando habla con padres o cuidadores sobre el diagnóstico de autismo, la Dra. Bancroft prefiere enfocarse en discutir una matriz de necesidades de apoyo basada en una serie de circunstancias. Por ejemplo, un niño autista podría tener una intensa sensibilidad sensorial, una gran capacidad intelectual, un comportamiento agresivo ocasional y dificultades para comunicarse e interactuar en algunas situaciones, pero no en todas. Los niveles de autismo (probablemente un nivel 2 en este caso) no captarían este matiz, pero podrían servir de resumen general.

“Creo que los niveles de autismo ofrecen algo tangible y definitivo a las familias, que podría ser útil si los utilizáramos mejor”, dice la Dra. Bancroft.

Cómo utilizan las escuelas los niveles de autismo

Los niveles de autismo también pueden ser necesarios en el entorno escolar y en las reuniones del IEP, donde se podría exigir cierto nivel para poder optar a servicios específicos. También podría ser útil para los educadores tener una idea general del tipo de apoyo que requiere un estudiante. “Se podría suponer que un niño con autismo de nivel 3 necesitaría apoyos muy sustanciales en todas las áreas y una intervención más intensiva (es decir, más servicios a través de un IEP) que un niño en el nivel 1”, explica la Dra. Bancroft. Por su parte, es probable que un niño en el nivel 1 tenga una colocación en un entorno de educación general con un mínimo de servicios relacionados.

En última instancia, comprender los distintos niveles de autismo puede empoderar a padres y cuidadores para abogar mejor por sus hijos. Reconocer las señales tempranas, buscar un diagnóstico profesional de autismo y adaptar el apoyo a las necesidades de tu hijo puede marcar una diferencia duradera. Los niveles pueden proporcionar una imagen útil siempre que reconozcamos los matices de la experiencia individual. “Creo que tenemos que tener cuidado de no asumir la habilidad o capacidad de un niño basándonos en el nivel de apoyo que necesita”, insiste la Dra. Bancroft. “Tenemos que asumir que son capaces, y queremos brindarles el apoyo que necesitan para desarrollar su máximo potencial de independencia y capacidad”.

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Comenzar la educación primaria https://childmind.org/es/articulo/comenzar-la-escuela-primaria/ Thu, 24 Jul 2025 19:01:21 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57228 Cuando la hija de Courtney Browning, Emersyn, empezó su educación primaria, regresaba a casa agotada. “Se subía al autobús a las 8:15 y no llegaba a casa hasta las 16:30, así que a veces terminaba al final del día en una crisis”, cuenta Browning. “O se quedaba dormida en el sofá, y eso interfería con … Continued

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Cuando la hija de Courtney Browning, Emersyn, empezó su educación primaria, regresaba a casa agotada. “Se subía al autobús a las 8:15 y no llegaba a casa hasta las 16:30, así que a veces terminaba al final del día en una crisis”, cuenta Browning. “O se quedaba dormida en el sofá, y eso interfería con la hora de acostarse más tarde”.

Browning lleva 11 años como maestra de kínder en Ohio, pero aún así su hija tardó unas semanas en adaptarse al primer año de la educación primaria (en Estados Unidos este grado corresponde a kínder), y no se trataba solo de los días largos. El kínder se ha vuelto más académico: en 1998, el 31% de los maestros esperaba que los niños aprendieran a leer en el kínder, mientras que en 2010 el 80% tenía esta expectativa. Puede que los niños sigan pintando con los dedos y correteando por el patio, pero se espera de ellos que permanezcan en sus asientos y realicen actividades estructuradas durante la mayor parte del día: un gran cambio, incluso para los niños que fueron a preescolar, como la hija de Browning.

Estos son 10 consejos de maestros y expertos clínicos sobre cómo facilitar la transición al kínder.

Dar prioridad al sueño

“Dormir es muy importante”, dice Kersten Russell, MSEd, especialista en lectura del equipo de los Programas para escuelas y comunidades del Child Mind Institute. “Veo a muchos niños con un gran cansancio en la escuela, y la falta de sueño puede contribuir a problemas de comportamiento o crisis nerviosas”.

Los niños de 5 y 6 años deberían dormir entre 10 y 13 horas, de acuerdo con la American Academy of Pediatrics. Estudios han descubierto que los niños de 5 años que duermen habitualmente al menos 10 horas tienen una transición más exitosa hacia el kínder (en inglés), lo que significa que obtienen mejores evaluaciones de comportamiento, y les va mejor en sus relaciones y en cuanto al rendimiento académico.

Es posible que durante el verano se haya recorrido el horario de acostarse en tu casa, pero trata de empezar a ajustar el horario de irse a dormir al menos dos semanas antes de que empiece la escuela. “Cada día haz que la hora de acostarse se acerque un poco más a la hora que debería ser”, dice Jane Wong, PsyD, neuropsicóloga asociada del Centro Gund para el aprendizaje y el diagnóstico del Child Mind Institute. También conviene tener una buena higiene del sueño, dice. Eso significa nada de pantallas una hora antes de acostarse y hacer una actividad relajante, como leer libros que ayuden a tus hijos a relajarse y conciliar el sueño.

Incorporar actividades en grupo

Si los niños no han ido a preescolar o a la guardería, es útil hacer que participen en actividades estructuradas para que practiquen seguir instrucciones en un entorno grupal. De lo contrario, “no entienden que se tienen que sentar y escuchar. Aunque no quieran participar al cien por ciento en una actividad, tienen que hacer lo que hacen los demás”, dice Browning. Russell sugiere que lleves a tu hijo a la hora del cuento de la biblioteca o a clases de música, que son similares a un aula escolar y pueden facilitar mucho la transición.

Visitar la escuela con anticipación

“Lo mejor que pueden hacer los padres para preparar a los niños es darles la mayor previsibilidad posible”, dice la Dra. Wong. El primer día de escuela puede ser caótico, así que no querrás que sea la primera vez que vayan. Lleva a tu hijo a conocer las cercanías de la escuela y pasear por el barrio para aumentar su seguridad, y explícale que esa es la escuela a la que irá pronto. “También es importante el tono de voz que uses al hablar con tu hijo, para que le transmitas que es un lugar seguro, un lugar divertido”, dice.

Incluso los niños que han estado en un programa preescolar pueden experimentar nerviosismo al ir a una escuela nueva, conocer a un maestro desconocido y hacer amistades. Como preparativo, puede ser útil hablarles de lo que podría ser diferente en el kínder, dice la Dra. Wong. Es probable que haya más niños en la clase que en preescolar, por ejemplo, y niños mayores en el pasillo.

Llevar una foto de su familia para calmar la ansiedad

La ansiedad por separación suele ser un problema en las primeras semanas de escuela. Pero también puede aparecer a lo largo del año tras un fin de semana largo o unas vacaciones, incluso en niños que no tenían problemas cuando empezó la escuela.

Si los niños tienen problemas de ansiedad por separación, tener a la mano una foto de sus padres o un objeto especial les puede ayudar, dice Browning. Cuando sienten ansiedad, pueden mirar la foto o tocar el objeto que antes tocaron su papá y su mamá, y eso puede hacer que se calmen. En la escuela de Emersyn tienen un perro de terapia que también ayuda a calmar a los niños.

Algo que Browning sugiere no hacer es permitir que los niños se queden en casa para darles un descanso, o decirles que si tienen un mal día le pueden avisar a su maestro y sus padres vendrán a buscarlos. “Si les das la opción de irse a casa, lo harán inmediatamente en lugar de intentar sobreponerse”, dice Browning.

Normalizar el nerviosismo

Algunos niños no conocen a nadie de la clase y les preocupa no hacer amistades. El primer día de escuela, dice Browning, ella les dice a sus estudiantes: “Todos estamos en el mismo barco: yo tampoco conozco a nadie en este salón, así que entiendo si sienten nerviosismo”. Los padres también pueden reconocer ante sus hijos que sienten nerviosismo, para normalizar la emoción.

También puede ayudar darles un guión a los niños que puedan utilizar para conocer a alguien por primera vez. “Puedes decir: ‘Hola, me llamo Ana. Encantada de conocerte’. Los juegos de rol pueden ayudar mucho”, dice la Dra. Wong. Para los niños que tienen ansiedad social, puedes practicar la sonrisa y el saludo: “Dales tantas herramientas en su caja de herramientas como puedas, según lo que quieran hacer”.

Los ejercicios de respiración profunda también pueden ayudar a los niños a encontrar la calma cuando experimentan ansiedad. Los padres pueden encontrar en Internet videos de respiración abdominal para verlos con sus hijos y practicar en conjunto (aquí encontrarás uno con instrucciones y otro sobre cómo utilizarlo). Los videos te enseñan de forma visual cómo respirar lenta y profundamente de forma abdominal, como si inflaras un globo y luego lo desinflaras. “Sugiero seguir los videos porque permiten a tu hijo ver y escuchar las instrucciones mientras aprende y practica la respiración abdominal, y combinar distintas modalidades sensoriales es importante para el aprendizaje”, dice la Dra. Wong.

Preparar a los niños para ir al baño de forma independiente

No te sorprendas si ves algún retroceso al inicio de clases (los niños que llevan años yendo al baño por su cuenta podrían tener accidentes). Tienen que aprender a reconocer la necesidad de ir al baño sin que se lo pidan sus padres, lo que requiere práctica. Otro problema es que puede que se hayan acostumbrado a que sus padres les ayuden a ir al baño. “Incluso con mis propios hijos, no me daba cuenta de que entraba y lo hacía todo por ellos”, dice Browning. “Y entonces pensé: ‘Espera un segundo. Cuando deje de hacerlo, no van a saber lo que tienen que hacer’”.

Ella dice que es importante dividir las cosas en pequeños pasos y narrarlas sobre la marcha, como recordar que hay que usar jabón para lavarse las manos y luego tomar una toalla de papel para secárselas. “Tienes que practicar hasta que puedan hacerlo de forma independiente, sin que tú les digas”, menciona. De lo contrario, en la escuela tendrán que esperar las indicaciones verbales de una persona adulta para cada paso, algo que los maestros no pueden hacer con cada estudiante.

Crea una lista de control visual

Los niños son responsables de sus propias cosas en la escuela, así que es útil practicar algunas de las rutinas en casa antes de que empiece la escuela, dice la Dra. Wong. Cuando entren a clases, se espera que guarden sus cosas en un casillero. “Puedes hacer un juego de simulación en casa. Este es tu casillero. ¿Qué haces cuando vas a clase? Guardas tu suéter, tu mochila y quizá sacas tu botella de agua”, dice. Los niños pueden aprender a guardar la mochila utilizando una lista de verificación visual, con pequeñas fotos o iconos sencillos de una botella de agua, algo de comer y una lonchera (que puedes encontrar en imágenes de Google), por ejemplo. Estas sesiones de práctica son especialmente útiles para los niños que tienen problemas de organización o les cuesta manejar sus pertenencias, dice.

Trabajar la fuerza de las manos

En los últimos años, Browning ha observado una disminución de la motricidad fina en los nuevos estudiantes, que se traduce en problemas con la escritura a mano (ella lo atribuye a que el uso de pantallas táctiles y tabletas ha suplantado al dibujo y a otros juegos que requieren destreza). Si a tus hijos les gusta usar plastilina, dice, intenta sustituirla por masilla, que es un poco más difícil de manipular y fortalecerá los dedos. También anima a que hagan pulseras de cuentas, enhebren cuentas y recojan cosas con pinzas o una pinza de la ropa: cualquier cosa que aumente la destreza y la fuerza de las manos. También ayuda que los niños tengan al menos algo de experiencia en el uso seguro de las tijeras, aunque solo sea cortar un trozo de papel por la mitad.

Practicar abrir envases de comida

Si tu hijo tiene alimentos favoritos que quiere llevar a la escuela, asegúrate de que sabe abrirlos por su cuenta. Con frecuencia, los padres abren las bolsitas de puré de manzana antes de dárselas a su hijo, por ejemplo, pero los maestros no tienen tiempo de hacer eso con todos sus estudiantes. Con un poco de práctica, los pequeños dedos de los niños lo pueden hacer, así como abrir bolsitas con cierre y otros envases.

Las mandarinas son otro favorito de los niños, y Browning sugiere (a nombre de todos los maestros de kínder) que le quites la piel antes de meterla en la bolsa. Empieza tú a pelarla, dice, y normalmente los niños pueden continuar pelándola por su cuenta después.

Aliviar la ansiedad del comedor

Comer sin nadie que esté ahí para ayudar es una preocupación habitual de los niños. En las semanas previas a la escuela, Browning recomienda preparar una lonchera y hacer que coman en una mesa en casa. Así podrás ver qué es lo que más les cuesta, y podrán practicar hasta que adquieran la seguridad para hacerlo por su cuenta.

El ruido y el bullicio de la cafetería pueden ser difíciles para algunos niños, dice, pero la exposición ayuda. Vayan a comer a una cafetería concurrida para que se acostumbren a comer en un lugar ruidoso.

Los niños también pueden sentir nerviosismo en el comedor porque no saben qué hacer cuando necesitan ayuda. “Antes de que empezara la escuela, mi hija me preguntó: ¿Y si no encuentro a mi maestro?”, dice Browning. “Tenía la idea de que su maestro era la única persona a quien podía acudir”. Si se perdía para volver a la cafetería desde el baño, por ejemplo, podía dirigirse a cualquier persona adulta de la escuela y pedirle ayuda. Decirle eso a su hija la ayudó a aliviar parte de su ansiedad.     

Además, con suerte, también aliviará parte de tu propia ansiedad. Tendrás que responder a las cosas según vayan surgiendo, pero el solo hecho de ser consciente de cuáles podrían ser los problemas puede hacer que la transición al kínder sea un poco más suave.

 

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la mejor manera de ayudar a mi hijo a adaptarse a la educación primaria?

Empieza por adelantar la hora de irse a dormir, practica la independencia (como abrir los envases de su comida o ir al baño por su cuenta) y visita la escuela con antelación para que le resulte familiar y segura.

¿Qué debo hacer si mi hijo siente nerviosismo por empezar el kínder?

Normaliza la ansiedad diciéndole que incluso las personas adultas se sienten así a veces, y practica estrategias tranquilizadoras como la respiración profunda o los juegos de rol para hacer nuevas amistades.

¿Qué papel desempeñan los maestros en la transición de los niños a la escuela?

Los maestros se esfuerzan por crear un entorno cálido y estructurado en el que los niños sientan seguridad y apoyo: saben que la mayoría de los niños se están adaptando y tienen la disposición de ayudar.

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¿Es cierto que los antidepresivos no son mejores que los placebos? https://childmind.org/es/articulo/es-cierto-que-los-antidepresivos-no-son-mejores-que-los-placebos/ Fri, 18 Jul 2025 15:27:00 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=57017 Hace años que se cuestiona la eficacia de los medicamentos psicotrópicos, incluidos los antidepresivos, y varios estudios sugieren que los placebos funcionan igual de bien. ¿Cómo podemos entender esos estudios? En primer lugar, el hecho es que los placebos tienen efecto sobre numerosos padecimientos, hasta cierto punto. Un placebo es por definición farmacológicamente inerte, pero … Continued

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Hace años que se cuestiona la eficacia de los medicamentos psicotrópicos, incluidos los antidepresivos, y varios estudios sugieren que los placebos funcionan igual de bien.

¿Cómo podemos entender esos estudios?

En primer lugar, el hecho es que los placebos tienen efecto sobre numerosos padecimientos, hasta cierto punto. Un placebo es por definición farmacológicamente inerte, pero el efecto que puede tener es notable, a través del aumento de las expectativas, la sugestión y otros efectos menos comprendidos. Esto no se limita a la depresión; los placebos pueden ayudar con el dolor, la digestión, la enfermedad de Parkinson y mucho más. Los neurocientíficos han realizado escáneres cerebrales de las personas que experimentan el efecto placebo y han observado cómo los cerebros de los pacientes imitaban los efectos de la medicación contra el Parkinson. El efecto terapéutico es real, aunque no dura tanto como la medicación real o la cirugía.

Mientras tanto, hay dos cosas que dificultan el estudio de la eficacia de los antidepresivos. En primer lugar, las personas diagnosticadas con depresión pueden mejorar por sí solas, lo que dificulta determinar si un paciente mejora debido al tratamiento o por otros motivos.

En segundo lugar, no todas las depresiones son iguales: Las personas con depresión leve y con depresión grave responden de forma diferente a los medicamentos. Hay un tipo de depresión llamada “depresión atípica” a la que los adolescentes son particularmente propensos. Quienes la presentan responden mejor a medicamentos que no se utilizan con frecuencia.

El problema de los ensayos clínicos

Para evaluar tanto la eficacia como la seguridad, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) empezó a exigir que los nuevos medicamentos se sometieran a pruebas en la década de 1960. Lamentablemente, hay muchos problemas con la forma en que se realizan estos ensayos clínicos. Las empresas farmacéuticas se apresuran a sacar su producto al mercado lo antes posible, porque el reloj de las patentes -y su oportunidad de beneficiarse de la exclusividad de comercialización- no se detiene. Su principal preocupación durante los ensayos clínicos es minimizar los posibles efectos secundarios que podrían impedir la comercialización del fármaco.

Esto significa administrar a los pacientes voluntarios la dosis más pequeña que pueda producir beneficios estadísticamente significativos, y cuando la dosis se mantiene baja para minimizar los efectos secundarios, también será menos probable que tenga un éxito clínico real en alguien con un trastorno. En lugar de tomarse el tiempo necesario para determinar una dosis clínica correcta, es más barato hacer muchos estudios y desechar los que no dan resultados.

También hay un problema con los voluntarios de los ensayos, que pueden tener distintos grados de depresión, desde grave a leve, pasando por ningún trastorno en absoluto: algunos pueden solo sentirse deprimidos por un divorcio reciente, por el desempleo o por algún otro acontecimiento de la vida, y es probable que mejoren por sí solos.

Los médicos que dirigen los ensayos de la FDA se ven presionados para reclutar voluntarios lo antes posible, por lo que con frecuencia no hacen un buen trabajo de selección. Los médicos pueden ser menos selectivos o incluso directamente tendenciosos con los voluntarios que serán más susceptibles al tratamiento, ya sea un anantidepresivo o un placebo.

Los medicamentos ayudan más a los gravemente afectados

Lo que sabemos por experiencia clínica -que los antidepresivos funcionan mejor con las personas que presentan una depresión grave- se vio confirmado por los ensayos inéditos que el Dr. Irving Kirsch, del Center of Placebo Studies de la Facultad de Medicina de Harvard, analizó hace un par de años, descubriendo que los antidepresivos no funcionaban mejor que los placebos. Su estudio causó un gran revuelo en el programa 60 Minutes, pero dentro de los pacientes incluidos en esos estudios, las personas con depresión más grave recibían ayuda de los antidepresivos; las que tenían casos mucho más leves tenían menos probabilidades de beneficiarse.

La medicación tiene el poder de cambiar vidas

Como psiquiatra infantil y adolescente, también he visto cómo la medicación antidepresiva ha cambiado la vida de muchos niños. He visto cómo ayudaban a niños que estaban tan ansiosos que tenían miedo de hablar, y he visto cómo ayudaban a adolescentes que estaban tan deprimidos que estaban dispuestos a quitarse la vida.

Es cierto que no a todo el mundo se le debe recetar un medicamento psicotrópico -ni ser incluido en un ensayo de la FDA sobre uno-, pero eso no significa que no funcionen para otros. Esperemos que quienes realmente podrían beneficiarse de la medicación tengan la oportunidad de ver si les funciona.

Preguntas frecuentes

¿Los antidepresivos son solo un placebo?

No, los antidepresivos no son placebos. Los placebos son farmacológicamente inertes. Los estudios anteriores han sido defectuosos, pero se ha descubierto que los placebos mejoran la depresión leve, mientras que a la depresión grave le ayudaban más los antidepresivos que los placebos. Esperemos que los estudios mejoren en el futuro para ofrecer mejores datos.

¿Ayudan los antidepresivos a los adolescentes con ansiedad y depresión graves?

Sí, se ha demostrado que los antidepresivos ayudan a los adolescentes con ansiedad y depresión graves.

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Trastorno del desarrollo intelectual y salud mental https://childmind.org/es/articulo/trastorno-del-desarrollo-intelectual-y-salud-mental/ Mon, 30 Jun 2025 15:32:48 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=56516 La investigación muestra que los niños con trastorno del desarrollo intelectual tienen una mayor incidencia de problemas de salud mental en comparación con otros niños, pero es menos probable que reciban un diagnóstico y tratamiento para ellos. Se estima que hasta el 50% de los niños con trastorno del desarrollo intelectual (conocido también como discapacidad … Continued

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La investigación muestra que los niños con trastorno del desarrollo intelectual tienen una mayor incidencia de problemas de salud mental en comparación con otros niños, pero es menos probable que reciban un diagnóstico y tratamiento para ellos.

Se estima que hasta el 50% de los niños con trastorno del desarrollo intelectual (conocido también como discapacidad intelectual, o como discapacidad intelectual y del desarrollo, IDD) tienen además un trastorno de salud mental, siendo la ansiedad y la depresión los más comunes. También son comunes el TOC, el TDAH, los trastornos de conducta, los trastornos psicóticos y los trastornos por trauma.

¿Qué es el trastorno del desarrollo intelectual?

Los niños con IDD enfrentan desafíos del funcionamiento intelectual que afectan su capacidad de pensar y aprender. También tienen dificultades con lo que se conoce como “habilidades adaptativas”, que son habilidades que utilizamos en la vida cotidiana. Hay tres tipos de habilidades dentro de la categoría de habilidades adaptativas:

  • Conceptuales, que incluyen cosas como el lenguaje, el dinero, el tiempo, los conceptos numéricos y la autodirección.
  • Sociales, que abarcan las habilidades interpersonales.
  • Prácticas, que incluyen el cuidado personal, como vestirse y bañarse.

Algunos niños nacen con IDD, lo que incluye a niños con síndrome de Down y algunos niños con autismo. Y hay quienes podrían desarrollar IDD como resultado de una lesión cerebral o epilepsia.

¿Por qué los niños con IDD tienen más riesgo de desarrollar trastornos de salud mental?

Según investigadores, el riesgo de desarrollar trastornos de salud mental puede aumentar debido a algunas condiciones genéticas, así como a anomalías en el desarrollo del cerebro que se asocian al IDD. Otro factor se relaciona con el hecho de que la reducción en sus capacidades cognitivas debido al IDD les puede dificultar a los niños enfrentar situaciones estresantes y esto puede conducir a problemas emocionales. El bullying también puede ser un factor, en especial durante la adolescencia. Además, se ha descubierto que los niños con discapacidad intelectual experimentan más acontecimientos adversos en la vida que otros niños, lo que puede desencadenar depresión, ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo.

“Los niños con IDD corren un mayor riesgo de experimentar problemas de seguridad, incluido el abuso sexual, porque con frecuencia no se pueden defender por su cuenta”, afirma Jenna Lebersfeld, PhD, neuropsicóloga pediátrica y psicóloga clínica titulada que trabaja en Special Olympics International. “Son mucho más susceptibles a que otras personas se aprovechen de ellos”.

¿Por qué los trastornos de salud mental pasan desapercibidos en niños con IDD?

Hay varias razones por las cuales los trastornos de salud mental se suelen quedar sin diagnosticar en niños con discapacidad intelectual, incluyendo la falta de profesionales de salud mental con capacitación especializada. “Hay tan pocos psicólogos y terapeutas con experiencia en el trabajo con este grupo poblacional que las listas de espera para obtener cualquier tipo de diagnóstico o tratamiento son bastante largas”, explica la Dra. Lebersfeld. “Las investigaciones demuestran que estas poblaciones tienen una mayor necesidad, pero no hay suficientes personas que les puedan brindar ayuda”.

Otra barrera para obtener un diagnóstico preciso y una atención eficaz se deriva de los estereotipos acerca de los niños con discapacidad intelectual, que pueden ocultar los desafíos de salud mental que podrían estar enfrentando. Los comportamientos que son señal de angustia emocional a menudo se atribuyen erróneamente a su discapacidad.

El ejemplo más común son los desafíos de comportamiento: arrebatos, ira o violencia. Los estudiantes con IDD que se portan mal en la escuela con frecuencia reciben la etiqueta de niños con “problemas de comportamiento”, sin que se haga ningún esfuerzo por explorar qué podría estar causando ese comportamiento. “Se les aísla, se les medica y tal vez incluso se les reprime, y ese es el tratamiento”, señala la Dra. Lebersfeld. “No se les refiere con un profesional clínico de salud mental a quien preguntarle: ‘¿Cuál es la causa subyacente de esto?”.

También pude ocurrir que los niños con IDD se queden sin recibir un diagnóstico debido a que no cuentan con las habilidades de comunicación para informar lo que sienten. Es posible que el personal escolar y los pediatras (en inglés) no tengan la formación suficiente para identificar los síntomas de trastornos de salud mental en estos niños.

Riesgo de ansiedad o depresión en niños con IDD

Un factor que contribuye a la ansiedad y la depresión en niños y adolescentes con IDD son los desafíos sociales que suelen enfrentar. Tal vez no capten las señales sociales, se comporten de forma inapropiada o tengan una madurez menor que otros niños. “Tal vez hiciste amistades en la middle school, pero ahora vas a la high school y tus amistades están madurando más rápido que tú”, explica la Dra. Lebersfeld. “A ti todavía te gustan las Barbies o jugar con juguetes, y tus amistades ya no quieren hacer eso. Te han dejado atrás”. Estas experiencias pueden conducir a soledad, aislamiento y baja autoestima.

La presión académica les puede provocar frustración: “¿Por qué las cosas son tan fáciles para todas las demás personas?”. La dificultad para expresar pensamientos y emociones también puede ser frustrante, y el bullying y la estigmatización pueden contribuir a la angustia emocional.

“Cuando los niños tienen dificultades sociales o emocionales, el paso siguiente debería ser acudir a terapia o a un grupo de apoyo para poder hablar de ello”, afirma la Dra. Lebersfeld. “Pero en el caso de estos niños se trata como si fuera algo normal en la vida. Con frecuencia no reciben tratamiento ni recomendaciones de apoyo”.

Identificar el TDAH en niños con IDD

El TDAH es difícil de diagnosticar en niños con IDD, explica la Dra. Lebersfeld. Por lo general, el TDAH se diagnostica valorando el nivel de atención y funcionamiento ejecutivo de los niños, y comparando estos niveles con otros niños de su edad. Pero los niños con IDD ya tienen capacidades significativamente inferiores a las de otros niños de su edad, lo que incluye la atención y el funcionamiento ejecutivo. “No creo haber evaluado a ningún niño con discapacidad intelectual cuya atención fuera adecuada para su edad”, señala la Dra. Lebersfeld. “Si sus habilidades cognitivas son inferiores, su atención también suele serlo”.

Para diagnosticar el TDAH, la atención del niño tendría que ser inferior a la esperada dado su nivel de funcionamiento cognitivo general, explica. “Por ejemplo, si alguien de nueve años funciona al nivel de un niño de siete, pero su atención es la de un niño de cinco, entonces podría cumplir los requisitos para el diagnóstico”.

Añade que, incluso sin un diagnóstico de TDAH, un niño con IDD que tiene problemas de atención se podría beneficiar de la terapia cognitiva. Que la medicación para el TDAH sea útil o no depende de las circunstancias de cada niño.

Habilidades de afrontamiento para niños con discapacidad intelectual

Los niños con IDD pueden tener dificultades para lidiar con emociones abrumadoras y desarrollar trastornos del estado de ánimo porque no han adquirido habilidades de afrontamiento adecuadas para su edad, como saber reconocer sus emociones y lo que está sucediendo en su cuerpo, así como de qué forma calmarse.

A los niños con IDD se les pueden enseñar habilidades de afrontamiento, señala la Dra. Lebersfeld. “Es posible que necesiten apoyo adicional y repetición, pero hay estrategias de afrontamiento que les puedes enseñar”.

Históricamente, el tratamiento para niños con IDD y un trastorno de salud mental se ha centrado en la medicación para reducir el comportamiento problemático, incluyendo antipsicóticos y antidepresivos.

Con frecuencia, estos niños se han quedado fuera de las terapias cognitivo-conductuales y no han tenido la oportunidad de aprender estrategias de afrontamiento positivas y saludables. La terapia suele tener un enfoque estrictamente conductual, como la capacitación para padres que se dirige a cambiar la forma de interactuar con su hijo y mejorar así su comportamiento. Un programa de capacitación para padres, Stepping Stones Triple P (en inglés) se diseñó específicamente para trabajar con padres de niños con discapacidades intelectuales y físicas con el fin de fomentar un comportamiento positivo.

TCC para niños con discapacidad intelectual

Hasta hace poco, se asumía que los niños con IDD no podían participar en la terapia cognitivo-conductual (TCC). Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que las terapias de TCC adaptadas a niños con discapacidad intelectual de leve a moderada pueden ser eficaces para problemas como ansiedad y depresión.

Las modificaciones para esta población incluyen acortar las sesiones de terapia, utilizar frases sencillas, dividir las tareas en unidades más pequeñas, reforzar positivamente la atención y minimizar las distracciones. Se ha descubierto que los niños se benefician de la práctica repetida en diferentes escenarios para ayudarles a afianzar las habilidades que van adquiriendo en cada paso. Se involucra a los padres para que ayuden con la práctica de las tareas en casa.

Un programa llamado Fearless Me! (en inglés), desarrollado por la Universidad Tecnológica de Sídney, Australia está diseñado para niños con discapacidad intelectual que tienen trastornos del estado de ánimo y ansiedad. Incluye sesiones presenciales con un terapeuta y un programa en línea para practicar las habilidades en casa con la ayuda de los padres. Los niños aprenden a lidiar con sus preocupaciones, identificar pensamientos y sentimientos, enfrentar miedos y utilizar técnicas de relajación.

También hay algunas evidencias preliminares (en inglés) de que las llamadas terapias de tercera generación, como la terapia dialéctico-conductual (DBT) que combina la TCC con otros elementos como la atención plena, se pueden adaptar a personas con IDD.

Aumentar la concientización sobre los trastornos de salud mental en niños con IDD

Se necesita más investigación, pero los defensores señalan que los niños con IDD merecen un diagnóstico y una intervención temprana para los problemas de salud mental, a fin de evitar que se les defina y limite por un comportamiento que está siendo malinterpretado. Identificar y tratar las fuentes de angustia emocional puede mejorar no solo su calidad de vida, sino también su potencial a largo plazo en aspectos como el desempeño académico, la inclusión en la comunidad y la integración con sus pares.

“Existe una mayor concientización sobre el hecho de que las personas con discapacidad intelectual corren un mayor riesgo de tener problemas de salud mental”, señala la Dra. Lebersfeld. “Ahora, necesitamos que más pediatras y médicos de atención primaria refieran a los niños que enfrentan desafíos de salud mental a profesionales clínicos de su comunidad que les puedan brindar ayuda. También necesitamos más profesionales clínicos de salud mental con experiencia en discapacidad intelectual”.

Un grupo que se centra en la salud mental de niños con IDD es Special Olympics, que ha puesto en marcha un programa llamado Strong Minds para apoyar el bienestar mental y las habilidades de afrontamiento saludables de sus deportistas. Strong Minds está desarrollando evaluaciones de salud mental para identificar a deportistas en riesgo de desarrollar problemas de salud mental, así como un sistema de referencia para que se puedan poner en contacto con profesionales de salud de su comunidad.

Preguntas frecuentes

¿Qué es el trastorno del desarrollo intelectual?

El trastorno del desarrollo intelectual, también conocido como discapacidad intelectual o discapacidad intelectual y del desarrollo (IDD), es una condición que comienza en la infancia y que implica limitaciones en el funcionamiento cognitivo y las habilidades de adaptación.

¿Qué trastornos de salud mental son comunes en niños con IDD?

La ansiedad y la depresión son los trastornos de salud mental más comunes en niños con IDD. Otras condiciones pueden incluir TOC, TDAH, trastornos de conducta, trastornos psicóticos y trastornos relacionados con el trauma.

¿Cómo pueden padres y cuidadores ayudar a niños con IDD a manejar sus desafíos de salud mental?

Padres y cuidadores pueden abogar por diagnósticos precisos de salud mental, buscar terapia para su hijo, unirse a grupos de apoyo y enseñar habilidades de afrontamiento en casa. También es importante que soliciten que se les refiera con profesionales clínicos de salud mental con experiencia en el trabajo con niños con IDD.

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¿Qué es el trastorno del desarrollo intelectual? https://childmind.org/es/articulo/que-es-el-trastorno-del-desarrollo-intelectual/ Mon, 30 Jun 2025 14:50:15 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=56512 Cuando un padre descubre que su hijo podría tener un trastorno del desarrollo intelectual, también conocido como discapacidad intelectual, o como discapacidad intelectual y del desarrollo o IDD, es posible que tenga más preguntas que respuestas. IDD es un término genérico que abarca una amplia gama de condiciones diferentes (incluyendo lo que hace años se … Continued

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Cuando un padre descubre que su hijo podría tener un trastorno del desarrollo intelectual, también conocido como discapacidad intelectual, o como discapacidad intelectual y del desarrollo o IDD, es posible que tenga más preguntas que respuestas. IDD es un término genérico que abarca una amplia gama de condiciones diferentes (incluyendo lo que hace años se denominaba retraso mental, una designación que ya no se utiliza), y es posible que las familias tengan que esperar a ver cómo cambia su hijo a medida que crece. Pero aún así le pueden ayudar a obtener el apoyo que necesita para aprender y desarrollar nuevas habilidades.

¿Qué es el trastorno del desarrollo intelectual?

El trastorno del desarrollo intelectual implica limitaciones tanto en el funcionamiento cognitivo como en las habilidades de adaptación que comienzan a desarrollarse en la infancia. Algunas personas nacen con él, por ejemplo, los niños con síndrome de Down o síndrome alcohólico fetal o algunos niños con autismo. Otros desarrollan IDD cuando son mayores, a causa de una lesión cerebral o una enfermedad como la epilepsia o la meningitis.

Cuando las personas hablan de inteligencia se suelen referir al funcionamiento cognitivo; es decir: la capacidad de pensar y aprender. Es lo que se mide con una prueba de CI. Las habilidades adaptativas, que miden la capacidad de un niño para desenvolverse en la vida diaria, se dividen en tres categorías (en inglés):

  • Conceptuales: incluyen cosas como el lenguaje, el tiempo, los conceptos numéricos y las funciones ejecutivas.
  • Sociales: abarcan la interacción con otras personas, incluyendo la interpretación de señales sociales y la capacidad de comportarse de manera adecuada.
  • Prácticas: implican las tareas prácticas de la vida diaria, como vestirse, bañarse o manejar dinero.

Aunque todos los niños con IDD tienen un funcionamiento cognitivo por debajo del promedio, en lo que respecta a las habilidades adaptativas, hay niños que podrían tener dificultades en una o dos de estas áreas, mientras que otros podrían tener retrasos en las tres.

Por otra parte, los niños con IDD pueden tener una discapacidad leve, moderada, grave o profunda. A medida que crecen, quienes tienen una discapacidad leve pueden vivir de forma independiente con un mínimo de apoyo. Quienes tienen una discapacidad moderada pueden vivir de forma independiente con un nivel de apoyo medio. Por ejemplo, podrían ir a solas a lugares conocidos de su comunidad, pero necesitan ayuda para ir a un destino nuevo. Quienes tienen una IDD grave necesitan ayuda para la vida diaria y quienes tienen una IDD profunda requieren cuidados las 24 horas del día.

Según los CDC (en inglés), alrededor del 2% de los niños estadounidenses entre 3 y 17 años tienen un diagnóstico de discapacidad intelectual, y aproximadamente el 85% (en inglés) de quienes han recibido ese diagnóstico tienen discapacidades leves.

¿Cómo se diagnostica la IDD?

Un psiquiatra o psicólogo clínico puede realizar una serie de pruebas a los niños para evaluar dos áreas clave: las capacidades cognitivas y las habilidades de adaptación.

Para evaluar la capacidad cognitiva, los profesionales clínicos aplican una prueba de inteligencia adecuada a la edad del niño para medir su capacidad de resolución de problemas, tanto con lenguaje como sin él. El resultado es una puntuación de CI, que los profesionales clínicos utilizan dentro de otras evaluaciones para determinar una posible discapacidad intelectual. En el pasado, una puntuación de 70 o menos indicaba un diagnóstico de IDD, pero actualmente no existe una puntuación límite específica. En su lugar, el diagnóstico queda a criterio del profesional clínico.

“Si un niño tiene 10 años pero tiene el funcionamiento cognitivo de un niño de 6, aún podríamos obtener una medida precisa de su CI”, dice Jenna Lebersfeld, PhD, neuropsicóloga pediátrica que trabaja con las Olimpiadas Especiales.

Puede ser más difícil evaluar con precisión la inteligencia cuando las personas se encuentran en un nivel grave o profundo de discapacidad intelectual, dice la Dra. Lebersfeld. Un profesional clínico aplicará inicialmente una prueba de CI para el rango de edad biológica del niño y, si resulta demasiado difícil, puede utilizar otros tests dirigidos a niños fuera de su rango de edad. Esto proporcionaría al profesional clínico y a la familia una estimación general de la edad de desarrollo equivalente del niño. Sin embargo, en esta situación no se puede generar una puntuación de CI.

Para evaluar las habilidades de adaptación, los profesionales clínicos suelen hacer preguntas a los padres o cuidadores sobre el funcionamiento del niño en la escuela, en casa y en la comunidad.

”Hacemos preguntas que sean apropiadas para el rango de edad del niño”, dice la Dra. Lebersfeld. Por ejemplo, ¿se puede poner un suéter por su cuenta? ¿Puede iniciar una conversación con otra persona? ¿Puede atrapar una pelota?

A veces, en lugar de utilizar un cuestionario, los terapeutas ocupacionales se reúnen con el niño y utilizan sus propias observaciones para evaluar sus niveles de habilidades adaptativas.

Cuando un niño menor de 5 años no alcanza los hitos del desarrollo (en inglés), se le puede diagnosticar lo que se denomina retraso global del desarrollo. Los niños con retraso global del desarrollo tienen que pasar por una nueva evaluación después de cumplir 5 años, lo que debería conducir a un diagnóstico más específico. Algunos niños que tenían retrasos cuando eran muy pequeños no tienen discapacidad intelectual cuando crecen.

IDD y autismo

Los niños con autismo a veces también tienen IDD, pero el IDD y el trastorno del espectro autista son diagnósticos independientes. Las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo tienen dificultades para aprender y resolver problemas, mientras que las personas con autismo tienen diferencias en la comunicación social y patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos.

Puede ser difícil diagnosticar correctamente a niños autistas con discapacidad intelectual, especialmente a edades tempranas, porque los problemas de comportamiento o los retrasos sociales y del lenguaje pueden interferir en los procedimientos utilizados para realizar la evaluación. Las pruebas iniciales pueden detectar un nivel de discapacidad mayor que el que existe en realidad.

“Muchos niños con autismo no tienen discapacidad intelectual, solo tienen un retraso en las habilidades verbales”, afirma la Dra. Lebersfeld, mientras que sus habilidades no verbales son adecuadas para su edad. “Tal vez puedan hacer matemáticas y ciencias y comprender cosas conceptualmente, pero no las pueden comunicar”. Maestros, familiares y amistades podrían pensar que un niño con autismo no tiene la capacidad cognitiva para hacer cosas en su vida cotidiana, dice, y por lo tanto no le dan las oportunidades que merece.

Con una intervención temprana y terapias como la terapia del habla, la terapia ocupacional, la fisioterapia, la terapia conductual y otros apoyos, los niños autistas pueden mejorar sus habilidades, lo que puede ayudar a obtener un diagnóstico más preciso.

¿Cómo cambian los niños con discapacidad intelectual a medida que crecen?

“Cuando son más pequeños, puede que no haya una gran diferencia entre alguien con un desarrollo típico y alguien con discapacidad intelectual”, dice la Dra. Lebersfeld. Todos los niños, con o sin IDD, suelen aprender y desarrollarse a un ritmo más rápido cuando son pequeños, y a medida que crecen, las habilidades tienden a estabilizarse, explica. Quienes tienen IDD se estabilizan antes. A medida que los niños con IDD crecen, la diferencia en la capacidad cognitiva entre quienes tienen IDD y quienes no la tienen se hace cada vez mayor, dice la Dra. Lebersfeld. Las habilidades cognitivas no suelen mejorar mucho después de los 25 años, mientras que las habilidades para la vida pueden seguir progresando, al igual que en las personas sin discapacidad intelectual.

En lo que respecta a las habilidades de adaptación, los niños con IDD “seguirán progresando y aprendiendo, pero puede que sea más lento y requiera más repetición”, dice.

Con frecuencia, los niños con IDD se estabilizan en un nivel de desarrollo (en inglés) mucho más bajo que el de su edad. Otros, en especial quienes tenían una discapacidad leve debida a un accidente o una enfermedad posterior, pueden mejorar y con el tiempo dejar de cumplir los criterios para el diagnóstico.

Apoyo para niños con IDD

Un diagnóstico inicial de IDD (en inglés) puede ser difícil para los padres porque no saben qué les deparará el futuro a sus hijos. Los grupos de apoyo de familias que tienen hijos con IDD pueden ayudarles a identificar qué pueden esperar a diferentes edades.

Desde el nacimiento hasta los 3 años, todos los niños pueden recibir servicios del programa de intervención temprana de cada estado, que es obligatorio a nivel federal en virtud de la Ley para la Educación de Individuos con Discapacidades, IDEA (en inglés). Según las necesidades del niño, las familias pueden obtener ayuda de enfermería, servicios de nutrición y diferentes tipos de terapia. La terapia ocupacional, por ejemplo, puede ayudar a los niños a aprender a vestirse y alimentarse por su cuenta. La terapia cognitiva les puede ayudar a mejorar su memoria funcional y sus habilidades de razonamiento. La terapia del habla puede ayudar con las habilidades de comunicación.

Cuando los niños alcanzan la edad escolar, los padres se pueden reunir con el distrito escolar local para crear un Programa de Educación Individualizado (IEP). Muchos niños con IDD pueden asistir a las escuelas públicas locales con el apoyo adecuado. Los padres a menudo descubren que deben ser firmes defensores de sus hijos para asegurarse de que el IEP de cada año tenga metas apropiadas para su desarrollo y cuente con los maestros y terapeutas que les puedan ayudar a alcanzarlas.

Fuera de la escuela, las familias de niños con IDD pueden participar en actividades como Unified Sports, uno de los programas que Special Olympics lleva a cabo para niños con discapacidad intelectual y del desarrollo. Unified Sports integra a niños con y sin IDD en deportes de equipo, lo que puede romper los estereotipos sobre los niños con IDD y ayudar a fomentar la inclusión en la comunidad. Para participar u obtener más información, las familias pueden buscar un programa local de Special Olympics (en inglés).

Preguntas frecuentes

¿Qué es el trastorno del desarrollo intelectual?

El trastorno del desarrollo intelectual, también conocido como discapacidad intelectual o discapacidad intelectual y del desarrollo o IDD, es una condición que implica limitaciones en el funcionamiento cognitivo y las habilidades de adaptación que comienzan en la infancia.

¿Qué causa el trastorno del desarrollo intelectual?

El IDD puede ser causado por condiciones genéticas como el síndrome de Down, la exposición prenatal (como el síndrome alcohólico fetal), lesiones cerebrales, infecciones como la meningitis, enfermedades como la epilepsia u otras causas.

¿Qué problemas puede tener un niño con discapacidades del desarrollo?

Los niños con IDD tienen dificultades en al menos una de las tres categorías siguientes (y a veces en todas):

  • Conceptual: incluye aspectos como el lenguaje, el tiempo, los conceptos numéricos y las funciones ejecutivas.
  • Social: abarca la interacción con otras personas, incluyendo la interpretación de señales sociales y la capacidad de comportarse de forma adecuada.
  • Práctica: implica las tareas prácticas de la vida diaria, como vestirse, bañarse o manejar dinero.

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¿Por qué a los padres negros les preocupa el tratamiento con medicamentos? https://childmind.org/es/articulo/por-que-a-los-padres-de-raza-negra-les-preocupa-el-tratamiento-con-medicamentos/ Thu, 29 May 2025 22:43:05 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=54928 “Me preocupa profundamente que los servicios de salud mental dependan tanto de la medicación en lugar de buscar la causa raíz”. Este sentimiento, expresado por unas de las personas participantes en un estudio reciente que explora las opiniones y experiencias de familias y jóvenes negros al buscar atención de salud mental, refleja una preocupación común … Continued

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“Me preocupa profundamente que los servicios de salud mental dependan tanto de la medicación en lugar de buscar la causa raíz”.

Este sentimiento, expresado por unas de las personas participantes en un estudio reciente que explora las opiniones y experiencias de familias y jóvenes negros al buscar atención de salud mental, refleja una preocupación común dentro de la comunidad negra.

El estudio, realizado por el Child Mind Institute en colaboración con The Steve Fund, incluyó una encuesta representativa a nivel nacional de 1000 padres afroamericanos que buscaban atención de salud mental para sus hijos y 500 jóvenes que buscaban atención para sí mismos. Cuando se les preguntó acerca de sus preocupaciones en torno a la atención de salud mental, aproximadamente la mitad de las personas encuestadas (tanto padres como jóvenes) coincidieron en que “los profesionales de la salud mental se apresuran a prescribir medicamentos para los problemas de salud mental”.

Esta desconfianza hacia el tratamiento con medicamentos también se refleja en otros estudios. Por ejemplo, en una revisión de datos de 2021 sobre cuidadores afroamericanos (en inglés) que se habían enfrentado a la decisión de si dar o no medicamentos a niños con TDAH, los cuidadores negros tendían a confiar menos en la eficacia de los medicamentos que los cuidadores blancos y mostraban una mayor preocupación por sus efectos secundarios y potencial de adicción.

“Trabajo en un sistema de salud mental integral que incluye psiquiatría. Por lo tanto, las preocupaciones acerca de la medicación surgen con frecuencia”, dice Rhonda Boyd, PhD, asesora de salud mental de The Steve Fund, psicóloga y directora asociada del Children’s Hospital of Philadelphia’s (CHOP) Child and Adolescent Mood Program. “En particular las familias negras, quieren empezar primero con la terapia y ver cómo funciona antes de considerar la medicación”.

Una de las razones por las que se resisten a la medicación, dice la Dra. Boyd, es la preocupación por los efectos secundarios (¿afectará el crecimiento de sus hijos?). Pero también se puede deber a la presión de las escuelas. “Las escuelas suelen recomendar tratamiento a los niños si su comportamiento es disruptivo, lo cual puede ocurrir por varias razones. Y ahí es donde entra en juego la presión: tienen que hacerlo o no podremos tratar a su hijo en una clase regular. Puede que ni siquiera pueda seguir en esta escuela”.

Pero la preocupación por la medicación es más profunda, en gran parte debido al uso histórico de la medicación psiquiátrica para silenciar y controlar a las personas negras en Estados Unidos.

La historia de la medicación excesiva en pacientes negros

Históricamente, la excesiva medicación de pacientes negros dentro del sistema de salud mental se ha relacionado con sus frecuentes diagnósticos equivocados. Un claro ejemplo es el origen de la tipificación y el diagnóstico de la esquizofrenia.

A finales de la década de los 50, cuando empezaba a eliminarse la segregación en las salas de los hospitales psiquiátricos y el movimiento por los derechos civiles cobraba impulso, se publicó la segunda edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-II). Anteriormente, la esquizofrenia se había dividido en subtipos, entre ellos la “esquizofrenia paranoide”, que se caracterizaba por delirios y/o alucinaciones auditivas frecuentes. Sin embargo, en el DSM-II, los investigadores redefinieron las características de ese subtipo como una “beligerancia masculina” (en inglés) en la que los pacientes mostraban delirios violentos, hostilidad y agresividad. Basándose en prejuicios raciales, los investigadores y profesionales clínicos comenzaron a asociar este tipo de esquizofrenia con pacientes negros, específicamente con los hombres negros. Los diagnósticos de esquizofrenia entre las personas negras aumentaron drásticamente (en inglés), y en 1969, el National Institute of Mental Health descubrió que “la tasa de esquizofrenia era un 65% más alta” entre pacientes negros que en pacientes blancos.

A medida que más personas negras eran diagnosticadas con esquizofrenia, los psiquiatras comenzaron a relacionar los disturbios civiles con la característica de “delirios violentos” del trastorno. Dos destacados psiquiatras de Nueva York acuñaron el término “psicosis de protesta” (en inglés), argumentando que la retórica y el arte de la liberación negra causaban alucinaciones y actos de violencia entre los hombres negros. En respuesta, los profesionales clínicos argumentaron que los pacientes negros debían recibir dosis más altas de medicamentos tranquilizantes y antipsicóticos para sofocar estas tendencias violentas. Para los pacientes negros, la medicación pasó de ser un tratamiento a una forma de control.

Aunque desde entonces el lenguaje del DSM ha cambiado (en inglés), estudios recientes han demostrado que los afroamericanos siguen teniendo 2.4 veces más probabilidades (en inglés) de ser diagnosticados con esquizofrenia que sus homólogos blancos. Además, los investigadores han descubierto que los pacientes negros tienden a recibir dosis más altas de medicamentos antipsicóticos de acción prolongada (en inglés), lo que indica una creencia persistente entre los proveedores de que los pacientes negros no solo necesitan más medicación de la que suele ser necesaria, sino que también tienen una menor inclinación a seguir las indicaciones de la prescripción.  

¿Cómo se ven directamente afectados los niños negros?

Esta idea de que las personas negras son inherentemente más propensas a la violencia y la disrupción se sigue perpetuando hasta el día de hoy. Y en las aulas, los estudiantes negros tienen muchas más probabilidades de ser considerados perturbadores o con problemas de comportamiento (en inglés) que sus homólogos blancos.

“Si los niños negros y de color presentan desafíos de comportamiento como morder o golpear (comportamientos propios del desarrollo en los años preescolares o durante la primera infancia), se les considera más agresivos, más enérgicos y es motivo de mayor preocupación”, explica Robert Harris, supervisor de intervención temprana del Programa D.C. Healthy Futures.

Debido a que les preocupa la interrupción del aprendizaje, los educadores se apresuran a encontrar una solución, la cual probablemente implique referir al estudiante con un profesional de la salud mental. Pero según Harris, “incluso en el proceso de referencia y en la descripción del desafío, tienden a inclinarse o insinuar el uso de medicamentos para atenuar el problema del que se pudiera tratar. Esto ocurre incluso antes de que los padres hayan hablado con un profesional de la salud mental”.

Por lo tanto, cuando los padres acuden con un proveedor, es posible que estén a la defensiva, especialmente si ese proveedor sigue la línea de prescribir medicamentos para los problemas de salud mental de su hijo.

¿Cómo pueden trabajar los profesionales clínicos con padres que tienen desconfianza?

A los profesionales clínicos les preocupa que en algunos casos esta reticencia hacia el tratamiento con medicamentos ponga en riesgo la calidad de vida del niño. “Las percepciones negativas sobre los medicamentos pueden retrasar el tratamiento más de lo deseado”, afirma la Dra. Boyd. “Si alguien tiene una depresión grave, por ejemplo, lo recomendable es combinar terapia con medicación al mismo tiempo para que el niño salga de ese episodio. Entiendo perfectamente por qué los padres se preocupan, pero puede ser frustrante”.

Para encontrar la mejor solución a los desafíos de salud mental del niño, el primer paso fundamental es crear un entorno cómodo y colaborativo, según Jonathan Shepherd, médico psiquiatra de niños, adolescentes y adultos y director clínico del DC Department of Behavioral Health. “En las primeras citas, hago todo lo posible por crear una relación de confianza que les haga sentir lo suficientemente cómodos conmigo”, afirma.

Y para ello, el Dr. Shepherd sugiere lo siguiente:

  • Sé paciente y reconoce su perspectiva. El Dr. Shepherd dice que después de explicar por qué prescribe el medicamento, describir los efectos secundarios y responder todas sus preguntas, puede seguir encontrando cierta resistencia por parte de los padres, y que eso es normal. En lugar de insistir, lo que él hace es programar una cita de seguimiento para continuar la conversación en otro momento. También les proporciona algunos recursos útiles donde pueden obtener más información sobre las diferentes opciones de tratamiento. “Hay que tener mucho cuidado con los sitios web que visitan las personas para informarse. Por lo tanto, hay que orientarlas en la dirección correcta”.
  • Infórmate. El Dr. Shepherd señala que cuando un profesional de la salud mental no es negro, a los pacientes negros les cuesta sentir que el proveedor entenderá su situación. Debido al historial de maltrato hacia los pacientes negros, existe una reticencia incluso a acudir con un profesional. “Tienes que entender lo que podría estar experimentando esa persona o el entorno en el que vive. Es muy difícil para quienes no comprenden realmente la cultura negra decir: `Entiendo lo que te ha costado venir hasta aquí´”. Por eso, es especialmente importante que los proveedores no negros den ese paso adicional y se informen sobre la historia de la salud mental en la comunidad negra.
  • Escucha sus preocupaciones y responde todas sus preguntas. Cuando el Dr. Shepherd se reúne con padres que muestran reticencia hacia el tratamiento con medicamentos, inicia la conversación diciendo: “Tienen todo el derecho a desconfiar y expresar dudas sobre la atención de sus hijos. Lo entiendo. Da miedo pensar en darle un medicamento a tu hijo, o que tu hijo tenga que tomar una pastilla que ustedes no saben qué efectos puede tener. Pero para eso estamos los expertos. Aunque por supuesto no los voy a obligar a aceptar mi ayuda,; lo que les propongo es trabajar con ustedes para guiarlos a lo largo del proceso”.

¿Cómo pueden apoyar los padres a sus hijos?

Los padres se podrían sentir acorralados cuando una escuela presiona para que se adopte una solución rápida al comportamiento disruptivo de un niño, como podría ser el tratamiento con medicamentos. Harris destaca que siempre hay una alternativa. Si lo que les dicen les causa incomodidad, pueden responder: “Esto que están diciendo nos hace pensar que nuestra única alternativa es optar por la medicación”. De esta manera, dice Harris, los educadores podrían dar un paso atrás y reconsiderar la forma en que están abordando la situación.

También reitera la importancia de que los padres se informen acerca de las primeras señales, ya sea de un problema de comportamiento, un trastorno de salud mental o un desafío de aprendizaje. “Creo que por eso es tan importante la consulta de salud mental, especialmente en el caso de bebés y niños pequeños, porque a través de la educación, brindamos a las familias y los profesionales una comprensión de lo que es apropiado, lo que es típico, lo que es aceptable desde el punto de vista del desarrollo y lo que se puede esperar”. Por ejemplo, puede ser útil que los padres sepan que existen varias alternativas al tratamiento (en inglés) con medicamentos para el comportamiento disruptivo en el aula, como la terapia, la capacitación para padres, los programas especializados y un cambio en la estructura del aula.

Además, agrega el Dr. Shepherd, si en un entorno clínico tienes dudas sobre lo que tu proveedor ha prescrito para tu hijo, puedes empezar por aclararle que sientes que no te está escuchando. “Puedes decir: `Me parece que no nos estamos entendiendo. Parece que no estamos de acuerdo en lo que yo veo en mi hijo o en lo que creo que es necesario para él en este momento´”.

Y ahí es cuando es importante prestar atención a la reacción del proveedor, dice el Dr. Shepherd. ¿Se muestra receptivo a lo que tienes que decir? ¿Muestra disposición a responder preguntas o entablar un diálogo sobre diferentes opciones de tratamiento? “Alguien que no te permite hacer preguntas o que descarta tus preguntas es un médico del que debes huir”.

Cuando padres y proveedores disponen de las herramientas y el lenguaje necesarios para entablar este tipo de conversaciones, es mucho más fácil encontrar la solución a los desafíos de salud mental de un niño.

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Satisfacer las necesidades de salud mental de los adolescentes negros https://childmind.org/es/articulo/satisfacer-las-necesidades-de-salud-mental-de-los-adolescentes-negros/ Tue, 13 May 2025 21:22:32 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=54438 “Solo estoy aquí porque mi abuela me obligó a venir” Cuando Brandon Jones era consejero escolar en una escuela pública de Minneapolis, escuchaba esas palabras con frecuencia de un estudiante afroamericano de 12 años que aparentaba ser un niño duro, pero que en realidad provenía de un hogar disfuncional. Sin embargo, después de tres o … Continued

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“Solo estoy aquí porque mi abuela me obligó a venir”

Cuando Brandon Jones era consejero escolar en una escuela pública de Minneapolis, escuchaba esas palabras con frecuencia de un estudiante afroamericano de 12 años que aparentaba ser un niño duro, pero que en realidad provenía de un hogar disfuncional. Sin embargo, después de tres o cuatro meses de sesiones de terapia, Jones dice que el joven dejó de mencionarlo.

“Recuerdo que le pregunté: “¿Por qué sigues viniendo aquí? ¿Porque tu abuela quiere que vengas?”. Él me respondió: “No, vengo porque me caes bien””, cuenta Jones, que viste jeans y tenis Jordan, igual que sus jóvenes clientes.

Ahora, como director ejecutivo de la Minnesota Association for Children’s Mental Health, Jones se reencontró con el estudiante más de una década después. El antiguo consejero ve cómo el hecho de ser “una voz de la razón” y ayudar al estudiante a “ver un futuro para sí mismo” puede haber tenido un efecto positivo en él. Una vida que podría haber terminado en la cárcel o en una muerte prematura se transformó en una vida dedicada al servicio, ya que el estudiante se convirtió en entrenador de baloncesto en el mismo distrito escolar donde se conocieron.

“Solo intentaba decirte: “oye, tienes mucho talento. Eres muy inteligente. No tienes por qué hacer estas cosas””, recuerda Jones.

A pesar de tener una actitud general positiva hacia la atención de la salud mental, muchos jóvenes negros se resisten a buscar ayuda profesional, según el estudio Apoyo a la salud mental para las familias negras, realizado por el Child Mind Institute en colaboración con The Steve Fund. El estudio, en el que se encuestó a 1000 padres negros que buscaban atención de salud mental para sus hijos y a 500 jóvenes adultos negros que buscaban atención para sí mismos, reveló que los participantes varones eran menos propensos que las mujeres a buscar ayuda de un profesional de la salud mental. Entre los participantes en la encuesta, el 44% de los jóvenes negros (frente al 31% de las mujeres) dijeron que eran más propensos a recurrir a familiares y amigos en busca de apoyo, y el 37% (frente al 24% de las mujeres) acudían a líderes religiosos.

Barreras para la atención de los jóvenes negros

Los resultados de la encuesta sugieren que la reticencia de los jóvenes negros a buscar atención profesional de salud mental podría deberse al estigma. Si bien tanto los padres como las personas jóvenes dijeron que les preocupaba el estigma, los jóvenes adultos eran más propensos que los padres a decir que el estigma les impedía buscar atención.

Y la falta de confianza en los profesionales de la salud mental puede ser un legado que los historiadores pueden remontar a la esclavitud. En 1848, John Galt, director médico del Eastern Lunatic Asylum de Williamsburg, Virginia, afirmó que “los negros son inmunes a las enfermedades mentales”. También declaró que los africanos esclavizados estaban “exentos” de enfermedades mentales porque no poseían propiedades, y que las personas con mayor riesgo de padecer enfermedades psiquiátricas eran aquellas expuestas a la “excitación mental” de una vida libre.

A pesar de esta falsa ideología, en 1868 la Oficina de Libertos negoció con la legislatura de Virginia la apertura del Asilo Central para Lunáticos de Color, el primer manicomio para afroamericanos. Este fue un paso importante hacia el reconocimiento de las necesidades de salud mental de las personas negras. Sin embargo, los historiadores han señalado que el racismo médico y los prejuicios implícitos entre los profesionales clínicos contribuyeron a las altas tasas de admisión y a los diagnósticos severos.

A finales de la década de 1950, cuando los hospitales psiquiátricos comenzaron a eliminar la segregación y el movimiento por los derechos civiles cobró impulso en los Estados Unidos, los profesionales clínicos utilizaban el diagnóstico de esquizofrenia para clasificar a los hombres negros como violentos e inestables. Aplicaban especialmente esta etiqueta a quienes se pronunciaban en contra de la injusticia racial. Las tasas de diagnóstico de esquizofrenia siguen siendo desproporcionadamente altas entre los hombres negros hasta el día de hoy.

“Algunos estudios han revelado que los hombres negros consideran que buscar ayuda profesional para la salud mental es una señal de debilidad”, afirma Annelle Primm, PhD, psiquiatra titulada y directora médica sénior de The Steve Fund. “Y con las altas tasas de diagnósticos erróneos de esquizofrenia entre los hombres negros y las hospitalizaciones involuntarias, los hombres negros pueden considerar que buscar ayuda a través de fuentes informales es una alternativa más segura”.

Los peligros del sesgo y el diagnóstico erróneo

Desafortunadamente, incluso después de que los hombres negros superan el estigma y llegan al consultorio de un profesional de la salud mental, existen más barreras. Allí, pueden encontrarse con prejuicios continuos.

“Cuando una persona ve a un hombre negro que está exaltado, nos ve como un ser enojado. No nos ve como una persona que realmente puede tener un trastorno”, dice el Dr. Jonathan Shepherd, psiquiatra y director clínico del D.C. Department of Behavioral Health.

Una consecuencia costosa de los prejuicios raciales en el ámbito de la salud mental es el diagnóstico erróneo, especialmente de los trastornos del estado de ánimo.

“Es necesario contar con un profesional de la salud mental cualificado que pueda distinguir entre el TDAH y un trastorno del estado de ánimo, ya que algunos de los síntomas se superponen”, afirma el Dr. Shepherd. “Una persona que sufre depresión tiene dificultades para concentrarse”.

Las investigaciones muestran que los niños negros son más propensos a recibir un diagnóstico erróneo cuando muestran señales de un trastorno del estado de ánimo. Por ejemplo, un niño negro que está distraído o inquieto en clase puede ser diagnosticado con TDAH o un trastorno de conducta, mientras que su compañero blanco con los mismos síntomas puede ser diagnosticado con depresión.

“El tratamiento del TDAH y el de la depresión son dos cosas totalmente diferentes”, dice el Dr. Shepherd sobre los peligros de recibir un tratamiento inadecuado.

Además, las reacciones al trauma y las experiencias adversas en la infancia, como vivir en un barrio hostil o tener un ser querido encarcelado, comparten los mismos síntomas que el TDAH: agitación, inquietud y volatilidad. Sin un diagnóstico correcto, los hombres negros no reciben la atención adecuada y corren el riesgo de quedarse atrapados en ciclos poco saludables.

Por esta razón, al Dr. Shepherd no le sorprende que los jóvenes negros busquen apoyo en sus seres queridos, mentores y líderes religiosos.

“Tiene mucho sentido. Los hombres necesitan tener espacios seguros, confidenciales y tranquilos para expresarse”.

Por qué los jóvenes negros recurren a los líderes religiosos en busca de apoyo

Dado que un porcentaje significativo de los jóvenes negros que participaron en el estudio Apoyo a la salud mental para familias negras afirmaron que eran más propensos a acudir a un líder religioso que a un profesional de la salud mental en busca de apoyo, los expertos sugirieron que sería beneficioso trabajar con las iglesias para animar a estos jóvenes a buscar atención de salud mental.

El asesoramiento pastoral es una parte importante de la experiencia religiosa. En un estudio realizado que incluyó entrevistas a casi 100 pastores negros, los encuestados dedicaban una media de más de seis horas a la semana al asesoramiento, en el que con frecuencia abordaban problemas graves similares a los que tratan los profesionales de la salud mental.

Keith Pettus, PhD, es pastor principal del Truth Center en Long Island, en las afueras de la ciudad de Nueva York. En las cuatro décadas que ha trabajado como ministro, ha aconsejado a muchos niños y hombres negros que atraviesan problemas en la vida.

“El pastorado te da un asiento en primera fila para ver los momentos más oscuros y los más brillantes de la vida de las personas”, reflexiona el Dr. Pettus. “Estamos con las personas desde la cuna hasta la tumba”.

Está de acuerdo en que una de las principales razones por las que los hombres negros evitan acudir a los profesionales de la salud mental es la desconfianza generalizada hacia los profesionales médicos.

“El reto con los niños negros es que se convierten en jóvenes negros y luego en hombres negros adultos que no van al médico”, afirma el Dr. Pettus, quien animó a los hombres de su congregación a hacerse revisiones médicas después de sobrevivir al cáncer de próstata el año pasado.

Dado que los terapeutas pueden ser vistos como “otro médico más”, cree que a sus feligreses les resulta más fácil acudir a él en busca de apoyo. Dos de las principales razones por las que los jóvenes negros acuden a él son la baja autoestima y la ansiedad por el futuro.

Cómo pueden colaborar los proveedores de servicios de salud mental con la iglesia

Como ex consejera escolar, Jones aprecia que los líderes religiosos se involucren en resolver las necesidades de salud mental de los miembros de la comunidad. Espera ver más innovación y colaboración entre los dos grupos en el futuro.

“Sería increíble que hubiera terapeutas dentro de las iglesias”, sugiere. “Muchos edificios de iglesias no están activos después del domingo… Podrían ser centros de salud mental en este momento. O podrían tener terapeutas trabajando allí”.

Históricamente, la iglesia ha funcionado como un centro de servicios sociales para los afroamericanos, proporcionando información y recursos que de otro modo serían inaccesibles. Los miembros de la iglesia también la utilizan como válvula de escape emocional. Teniendo esto en cuenta, los investigadores y las organizaciones están utilizando estas instituciones para encontrar nuevas formas de abordar las necesidades de salud mental.

En 2019, la Escuela de Trabajo Social de la University of Pittsburgh puso en marcha CHURCH (Congregaciones como sanadores que se unen para restaurar la salud de la comunidad), una iniciativa de investigación que busca desarrollar una formación basada en la evidencia para aumentar la capacidad de los líderes religiosos afroamericanos de proporcionar apoyo a la salud mental a los miembros de sus congregaciones.

Durante los últimos cuatro años, Deborah Moon, PhD, terapeuta de salud mental y profesora adjunta de la Escuela de Trabajo Social de la University of Pittsburgh y del equipo del proyecto CHURCH, ha trabajado junto a pastores negros locales para desarrollar una formación que les proporcione los conocimientos y habilidades necesarios en terapia cognitivo-conductual (TCC), una forma de terapia conversacional que ayuda a las personas a cambiar los patrones de pensamiento y comportamientos negativos.

“Hay muchas pruebas de que la TCC funciona”, afirma la Dra. Moon. “Pero luego [en CHURCH], intentamos destacar que esos mismos principios que han sido demostrados por la ciencia ya están en la Biblia”.

Ella y su equipo elaboraron un taller de un día de duración como programa final. El programa se dividió en cuatro sesiones que abarcaban la relevancia de los temas de salud mental en las iglesias afroamericanas y los distintos niveles de cognición humana a los que se dirige la TCC. Todas las sesiones integraban los principios y habilidades básicos de la TCC con las enseñanzas espirituales de las iglesias afroamericanas. El taller también incluía un elemento de musicoterapia dentro de la alabanza y la adoración basadas en la fe. Sus objetivos principales eran cambiar las actitudes hacia el tratamiento de la salud mental basado en la evidencia, aumentar la confianza en la prestación de apoyo informal a la salud mental y aumentar el conocimiento de los conceptos y habilidades de la TCC entre los líderes religiosos de manera culturalmente sensible a través de la integración espiritual.

“Vimos una mejora significativa en todas esas áreas en un programa piloto reciente”, dice la Dra. Moon. El equipo tiene previsto realizar estudios más amplios con un número suficiente de participantes para testar de forma más rigurosa los efectos de la formación. Al igual que los participantes de CHURCH, Jones recomienda que todos los pastores que respondan a necesidades de salud mental reciban algún tipo de formación en TCC. El Dr. Pettus, pastor del Truth Center, está de acuerdo, pero también ve los límites de lo que pueden hacer los consejeros espirituales. Si cree que un asunto requiere servicios clínicos, deriva a los miembros de la congregación a terapeutas de la zona.

“Yo no soy el último paso. Tengo personas por encima de mí que pueden ayudarlos aún más”.

¿Cómo pueden los padres y mentores brindar apoyo?

Jones ofrece los siguientes consejos a los padres y mentores que buscan apoyar a los jóvenes afroamericanos:

Padres:

  • Mantengan un espacio abierto para que tus hijos puedan hablar contigo. Si tus hijos acuden a ti, eso es una gran ventaja. Muchas veces, cuando los niños evitan hablar con sus padres, Jones ha descubierto que es porque los padres son parte del problema.
  • Modela hábitos y comportamientos saludables. Tus hijos observan lo que haces. Si acuden a ti en busca de ayuda y tú no estás aplicando los consejos que les das, no van a creer en lo que les dices. Volverán a caer en los malos hábitos.
  • Encuentra maneras de participar en actividades saludables. Hablar es genial, pero las acciones también son importantes. Sin actividades, los niños pueden caer en una mentalidad ociosa, en la que se entretienen y se informan a través del mundo o de cualquier cosa a la que tengan acceso. Jugar, ayudarles con la tarea y dar paseos son oportunidades terapéuticas.

Mentores/trabajadores juveniles:

  • Comprende que tienes la oportunidad de construir un nivel de confianza que los jóvenes pueden no tener con sus padres. Es posible que puedas llegar al niño o al joven adulto un poco más fácilmente que un padre o un cuidador. Aprovecha eso
  • Al igual que los padres, da ejemplo de comportamientos saludables y mantente activo.
  • Mantén la dinámica de poder entre mentor y mentorado. Muchos mentores y trabajadores juveniles caen en la amistad con los jóvenes con los que trabajan. Esto no es intrínsecamente malo, pero puede convertirse en un reto si te quedas estancado como amigo en lugar de como figura de autoridad. Esto, a su vez, dificulta la ayuda que el joven puede recibir. Asegúrate de hacerles saber: “Oye, soy un adulto y estoy aquí para escucharte y ayudarte”.

Algunos recursos

Para pastores:

Soul Shop for Black Churches es un taller de un día diseñado para clérigos, personal, pastores laicos y profesionales clínicos religiosos de iglesias afroamericanas. La formación fue desarrollada por la Fundación Americana para la Prevención del Suicidio con el fin de abordar las tasas de suicidio dentro de la comunidad afroamericana.

Para padres y mentores/trabajadores juveniles:

Si tú o alguien que conoces necesita ayuda ahora mismo, llama al 988 para comunicarte con la Línea de Vida para Suicidas y Crisis. La línea de vida está disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana, y cuenta con consejeros capacitados.

La National Alliance on Mental Illness (NAMI) es una organización nacional de base que apoya a las personas y familias afectadas por enfermedades mentales. La organización ofrece apoyo gratuito para la salud mental, programas educativos y una línea de ayuda a través de sus secciones estatales y locales.

El Black Emotional and Mental Health Collective (BEAM) conecta a personas negras con terapeutas negros y ofrece micro subvenciones a padres negros y marginados que viven con enfermedades mentales o que apoyan a niños que viven con enfermedades mentales.

Black Men Heal tiene la misión de eliminar el estigma y los costos de la atención médica conectando a hombres negros con terapeutas y ofreciendo ocho sesiones gratuitas. La organización sin fines de lucro también organiza una reunión virtual semanal para discutir la depresión masculina, la ansiedad, el control de la ira, el autocuidado y más.

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Padres negros y la importancia de que la terapia sea sensible culturalmente https://childmind.org/es/articulo/los-padres-negros-y-la-importancia-de-la-competencia-cultural-en-la-terapia/ Tue, 13 May 2025 20:50:12 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=54432 Cuando Denzel, el hijo de Grace W., comenzó a portarse mal en clase, esta editora de Nueva York se preocupó de inmediato. Denzel, que entonces tenía ocho años, siempre había sido un estudiante brillante. Nunca había tenido problemas en el programa para dotados de la escuela. “También estaba empezando a tener muchas pesadillas y su … Continued

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Cuando Denzel, el hijo de Grace W., comenzó a portarse mal en clase, esta editora de Nueva York se preocupó de inmediato. Denzel, que entonces tenía ocho años, siempre había sido un estudiante brillante. Nunca había tenido problemas en el programa para dotados de la escuela.

“También estaba empezando a tener muchas pesadillas y su maestra llamaba todas las semanas para decir que estaba interrumpiendo la clase”, dice Grace. “Este no era el Denzel que yo conocía. Necesitábamos ayuda”.

Cuando Grace se puso en contacto con el programa de asistencia al empleado (EAP) de su empresa, para que le recomendaran un profesional de salud mental, tenía algunos requisitos. “Quería un psicólogo infantil, alguien que tuviera su consulta lo suficientemente cerca como para poder ir con facilidad después de la escuela, y quería que fuera negro”.

Encontrar alguien que cubriera los dos primeros requisitos de su lista fue relativamente fácil, pero conseguir un terapeuta negro resultó mucho más difícil. Después de revisar la lista de proveedores proporcionada por el EAP, Grace se decepcionó al descubrir que ninguno era negro. “Sentía que un consejero negro sería más adecuado para Denzel y para mí”, dice. “Tuve que insistir”. Grace llamó directamente al coordinador del EAP. “La persona con la que hablé era negra y entendió lo que quería”, dice. “Nos costó un poco, pero finalmente encontramos a una mujer negra en nuestra zona”.

En busca de profesionales de salud mental que sean negros

Encontrar un terapeuta negro no es fácil. Según la Encuesta sobre el personal negro dedicado a la salud mental de 2022 (en inglés), en Estados Unidos solo alrededor de 5% de los psicólogos, 7% de los consejeros matrimoniales y familiares, 20% de los trabajadores sociales y 11% de los consejeros profesionales son negros. Y en particular encontrar un psiquiatra infantil negro puede ser aún más difícil. De los 10.500 psiquiatras infantiles y adolescentes que ejercen actualmente en Estados Unidos, “solo 1% son negros”, afirma la Dra. Christine M. Crawford, profesora adjunta de psiquiatría en Boston University y psiquiatra de adultos, niños y adolescentes. “Si buscas un psiquiatra infantil negro, especialmente si vives en el sur, el medio oeste o en una zona rural, es como buscar un unicornio”.

A pesar de la dificultad, investigaciones recientes muestran que, al igual que Grace, muchos miembros de la comunidad negra tienen una fuerte preferencia por profesionales de salud mental que se parezcan a ellos y compartan sus creencias culturales.

Un nuevo estudio realizado por el Child Mind Institute en colaboración con The Steve Fund, encuestó a 1.000 padres negros que buscaban atención para sus hijos y a 500 jóvenes adultos negros que buscaban atención para sí mismos. El objetivo del estudio era obtener información sobre las experiencias y opiniones de las familias y los jóvenes negros en torno a la salud mental en Estados Unidos, así como identificar las principales barreras a las que se siguen enfrentando. Casi la mitad de las personas participantes (tanto padres como jóvenes adultos) dijeron que confiaban más en un profesional de la salud mental negro que en uno blanco o de otra raza.

“Los padres se sienten más cómodos con un proveedor negro”, afirma Rhonda Boyd, PhD, directora asociada del programa para el estado de ánimo de niños y adolescentes del Children’s Hospital of Philadelphia. “Cuando se sienten comprendidos y a su vez ellos pueden entender el punto de vista del proveedor, resulta más fácil realizar la evaluación y comprender el plan de tratamiento”.

Una cuestión de comodidad y seguridad

Muchas personas en la comunidad negra siguen viendo la atención médica con recelo. Desde el estudio sobre la sífilis en Tuskegee hasta la esterilización forzada de mujeres y niñas negras, pasando por la extracción y el uso no autorizados de las células de Henrietta Lacks, existe una larga historia de maltrato y racismo descarados en el sistema de salud.

“Hay una razón por la que algunos miembros de la comunidad negra podrían desconfiar de las instituciones médicas”, afirma Ruth C. White, PhD, MPH, MSW, instructora en diversidad y antigua profesora clínica asociada de trabajo social en la University of Southern California. “Históricamente, no se nos ha tratado bien”.

Para muchas personas, acudir con un profesional de la salud mental negro puede ayudar a dejar de lado estas preocupaciones.

Como profesional clínica negra, la Dra. Crawford ha visto de primera mano cómo su presencia afecta a los pacientes. “Hay una mirada de alivio en los rostros de los padres y cuidadores negros cuando se reúnen conmigo por primera vez”, dice. “Hay una sensación de que pueden confiar en mí, de que hay una comprensión y una suposición de que el diagnóstico que les doy no estará basado en prejuicios o racismo”.

Esto es especialmente cierto cuando se trata de la atención de salud mental de niños y adolescentes. “Con frecuencia existe la preocupación de que si tu hijo expresa algún problema de salud mental o habla de interacciones difíciles que pudiera tener con sus padres, se llamará a los servicios de protección infantil para compartir esa información”, dice la Dra. Crawford. “Debido a su experiencia de vida, esta es la forma en que las familias negras acuden a sus citas con nuevos proveedores de salud mental”.

La Dra. White señala que los padres negros también podrían temer que recibir asesoramiento para sus hijos los pueda exponer a racismo sistémico. “Es importante comprender que, históricamente, cuando los niños negros eran denunciados por problemas de comportamiento se les derivaba a programas donde eran supervisados de cerca”, dice. “Es posible que los padres se resistan a la terapia porque no quieren que sus hijos sean etiquetados”.

La concientización cultural afecta la calidad de la atención

Casi la mitad de los participantes en el estudio del Child Mind Institute afirmaron que los profesionales de salud mental blancos y no negros a menudo malinterpretan o subestiman los efectos que el racismo puede tener en la salud mental. “Experimentar microagresiones y racismo puede conducir a un trauma racial que, en algunas personas, puede provocar síntomas que cumplen los criterios diagnósticos del TEPT”, afirma la Dra. Crawford. “Cuando un profesional clínico minimiza o invalida tus experiencias, puede crear una barrera para que quieras participar en el tratamiento”.

Y a veces el problema es realmente una falta de concientización cultural. “Los pacientes me han dicho que cuando han intentado hablar sobre racismo con un proveedor que no es negro, sentían que incomodaban al profesional clínico”, dice la Dra. White. “Y con frecuencia, los pacientes sienten que ahora tienen que educar a su terapeuta, que no es para lo que han venido aquí”.

Esa es la situación en la que se encontró Danielle D., asistente legal en East Orange, Nueva Jersey, cuando comenzó a ver a una terapeuta blanca que encontró a través de su escuela. “Recuerdo que le conté una historia sobre mi madre y ella reaccionó con asombro y fascinación al escuchar ciertas historias sobre mi infancia en un hogar caribeño”, dice Danielle. “No fue despectiva ni condescendiente, pero yo necesitaba que actuara como mi terapeuta y no como una estudiante a la que estaba enseñando sobre mi cultura”.

En lugar de sentirse apoyada, Danielle se sintió decepcionada. “Realmente no podía entender nada sobre los antecedentes de mi familia, así que pasé la mayor parte del tiempo dando explicaciones detalladas sobre cosas que un terapeuta negro simplemente entendería”, dice. “Me reuní con ella unas cuantas veces antes de dejar de ir y centrarme en buscar un terapeuta negro”.

Y después de una larga búsqueda, Danielle encontró un terapeuta negro cerca de su casa. “Encontrar a alguien con quien pudiera identificarme y que pudiera identificarse conmigo fue clave”, dice Danielle. “Con mi anterior terapeuta, sentía que no me veía”.

Ayuda para encontrar profesionales de salud mental negros

Encontrar un terapeuta negro puede ser complicado, pero hay algunos recursos y estrategias que pueden simplificar el proceso. Un buen primer paso es aprovechar los recursos de tu lugar de trabajo, como el EAP de tu empresa. “No cuesta nada pedirles ayuda para encontrar profesionales clínicos negros”, dice Grace. “No te olvides de tu compañía de seguros médicos”, añade la Dra. Boyd. “Pregunta si hay terapeutas negros disponibles en su plan”.

Si no tienes acceso a un EAP, consulta sitios web que proporcionen directorios de terapeutas negros. La siguiente lista es un buen lugar para empezar tu búsqueda:

  • The Association of Black Psychologists
  • Black Therapists Rock
  • Clinicians of Color
  • Inclusive Therapists
  • InnoPsych
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Una vez que hayas decidido si quieres que tu terapeuta sea negro, es útil pensar en qué más buscas. Por ejemplo, después de que Danielle redujo su búsqueda a una mujer negra, también buscó opciones que atendieran en persona y que se encontraran a a una distancia razonable de su casa. Luego comenzó a revisar los directorios y pidió recomendaciones a sus amistades.

Y si conoces a un terapeuta que podría no ser adecuado para tu situación, como por ejemplo si se especializa en terapia de pareja y tú necesitas a alguien que trabaje con niños, considera pedirle una recomendación. Los profesionales clínicos suelen tener una red profesional y te pueden guiar hacia profesionales de confianza. “Black Therapists Rock tiene más de 20.000 miembros en su página de Facebook”, dice la Dra. White. “Las personas publican que están buscando, por ejemplo, un terapeuta que trate a adolescentes negros en el área de Washington D.C., y los miembros están encantados de publicar referencias”.

Encontrar profesionales clínicos no negros que sean culturalmente inclusivos

Ahora, dada la falta de profesionales de salud mental negros en Estados Unidos, la mejor opción podría ser un terapeuta no negro cuidadosamente seleccionado. “Le digo a las personas que no dejen que el color de la piel de su profesional clínico sea la barrera que les impida obtener la ayuda que tú o tu hijo necesitan”, dice la Dra. Crawford.

Por lo tanto, si no puedes encontrar un profesional negro, intenta encontrar uno que no sea negro, pero que sea inclusivo y sensible a las diferencias culturales. Los cambios en la forma en que se enseña y se forma a los profesionales de salud mental durante la última década están facilitando esta tarea. “Como persona que supervisa los programas de formación de consejeros, psicólogos y psiquiatras titulados en salud mental, puedo decirte que proporcionar una atención culturalmente sensible a personas que no tienen tu mismo origen es una parte obligatoria de la formación”, dice la Dra. Crawford. “Se les enseña a hacer preguntas desde la curiosidad, en lugar de hacer suposiciones o juicios sobre un paciente basándose en el color de su piel”.

Cuando te reúnas con un profesional clínico por primera vez, puede ser útil preparar preguntas sobre su enfoque de terapia y lo que puedes esperar de una sesión típica. Y cuando se trata de un terapeuta que no es negro, es fundamental preguntarle sobre su experiencia en el tratamiento de pacientes negros. “Pregunta explícitamente si se sienten cómodos hablando de raza y racismo y de cualquier tema que sea importante para ti, y fíjate en cómo reaccionan”, dice la Dra. White. “Si la pregunta les incomoda, si dudan, si muestran molestia, entonces puede que no sean la persona adecuada para ti”.

La Dra. Crawford dice que, cuando se trata de evaluar a un terapeuta no negro para tu hijo, fíjate en los cuadros que están colgados en la consulta, los libros que hay en las estanterías y el color de los muñecos de la sala. “Pregúntate si es un entorno que transmite que todos son bienvenidos”.

Una vez que hayas elegido un profesional clínico, recuerda que las primeras sesiones con cualquier proveedor de salud mental, independientemente de su raza, pueden resultar incómodas. “Te hacen muchas preguntas y se entrometen en información muy personal de una manera que te inquieta”, dice la Dra. Boyd. “Es importante que le des una oportunidad”.

Habla con tu hijo regularmente sobre su nivel de comodidad con el profesional y programa reuniones periódicas para asegurarte de que todos están en sintonía. Y después de un tiempo, si sientes que tu hijo no está a gusto, no ves progresos o a ti no te satisfacen las interacciones con el profesional, mantén una conversación abierta acerca de si sigue siendo una buena opción. “Los terapeutas están capacitados para manejar estas conversaciones”, dice la Dra. Crawford. “Y los padres se tienen que empoderar para poder participar activamente en el tratamiento de salud mental de sus hijos”.


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DBT para padres https://childmind.org/es/articulo/dbt-para-padres/ Thu, 24 Apr 2025 22:41:18 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=53913 ¿A quién no le ha pasado alguna vez que una conversación con tu hijo se sale de control? Tu intención era plantearle algo sencillo, como que termine su tarea a tiempo, y de alguna manera terminan peleando y sin hablarse. Las buenas intenciones no se traducen necesariamente en una buena comunicación. Pero las habilidades que … Continued

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¿A quién no le ha pasado alguna vez que una conversación con tu hijo se sale de control? Tu intención era plantearle algo sencillo, como que termine su tarea a tiempo, y de alguna manera terminan peleando y sin hablarse. Las buenas intenciones no se traducen necesariamente en una buena comunicación.

Pero las habilidades que se enseñan en la terapia dialéctico-conductual (DBT) te pueden ayudar a mejorar la comunicación con tus hijos. La DBT fue creada originalmente por Marsha Linehan, PhD, para ayudar a que las personas adultas que tienen el trastorno límite de la personalidad aprendan a regular sus emociones y su comportamiento. Más tarde, la DBT se adaptó para niños y adolescentes con el fin de abordar una serie de diagnósticos de salud mental, entre ellos ansiedad, depresión, trastornos por consumo de sustancias y trastornos del comportamiento disruptivo.

La capacitación para padres es una parte importante de los programas de tratamiento que se basan en la DBT. En esta capacitación, se enseña a padres y madres algunas de las mismas habilidades que aprenden sus hijos para tener una comunicación eficaz y construir mejores relaciones, lo que ayuda a ambas partes a mantener la calma al hablar, evitar malentendidos y encontrar una forma de conectar.

Las habilidades de la DBT son particularmente útiles en las áreas en que padres e hijos suelen tener conflictos. El niño hace o dice algo que irrita a sus padres, o ignora algo que le pidieron, y las emociones se intensifican. Pero un padre o una madre que utiliza estas habilidades por lo general logra calmar una situación potencialmente explosiva.

El hecho de que padres o cuidadores conozcan las habilidades de la DBT también tiene otros beneficios. Los niños observan lo que hacen sus padres y aprenden por imitación. “Tu mayor prioridad como padres es ser un buen modelo de lo que quieres que hagan tus hijos”, dice Julie Reinhold, PsyD, codirectora de los programas de DBT en el Child Mind Institute.

Algunas de las habilidades clave de la DBT que padres y madres han encontrado útiles utilizan estas siglas en inglés: DEAR MAN, GIVE y STOP. Esto es lo que necesitas saber sobre cada una de ellas.

Qué significa DEAR MAN y cómo usarla

La habilidad DEAR MAN está diseñada para ayudar cuando buscas un resultado específico, dice la Dra. Reinhold, y aumenta la probabilidad de obtener ese resultado. Esto podría ser, por ejemplo, que tu hijo apague un videojuego cuando le pides que lo haga o que respete la regla familiar de guardar los teléfonos celulares durante la cena. Seguir los pasos de DEAR MAN aumenta la probabilidad de lograr lo que quieres.

Supongamos, por ejemplo, que quieres que tu hijo cuelgue su abrigo cuando llega a casa.

Describe la situación sin juzgarla. “Veo que tu abrigo está en el suelo. Tenemos la regla de colgar los abrigos cuando entramos a la casa”.

Expresa cómo te sientes. “Me haría muy feliz que la entrada estuviera despejada, así nadie se tropieza”. Explica tus sentimientos sin culparlos. Por ejemplo, puedes decir cómo te hace sentir que los abrigos estén colgados, no cómo te molesta que los dejen en el suelo.

Aclara lo que quieres. “Por favor, cuelga tu abrigo ahora”. Asegúrate de pedir lo que quieres claramente. Si dices: “¿Por qué no te comportas como se debe?, o “¿por qué está tan desordenada la entrada?”, es posible que no sepan qué esperas que hagan.

Refuerza por qué esto también es bueno para ellos. Explica el incentivo que podría tener si hacen lo que estás pidiendo. “Si cuelgas tu abrigo, siempre sabrás dónde está”.

Mantén la atención. Ten presente tu objetivo y no te distraigas. Si discuten o tratan de ignorarte, sigue diciendo con calma lo que quieres. “Me gustaría que colgaras tu abrigo ahora”.

Actúa con confianza. Mantén el contacto visual y utiliza un tono de voz seguro. Estás pidiendo algo razonable, por lo que tienes plena confianza de que tus hijos podrán hacer lo que pides.

Negocia. Tal vez no consigas todo lo que quieres en ese momento, así que piensa en qué puedes ser flexible. Quizás puedas ajustar tu petición para conseguir al menos algo, por ejemplo, que dejen el abrigo en una silla cuando haya mucha prisa y que más tarde lo cuelguen.

Los padres que han aprendido la habilidad DEAR MAN la encuentran útil, dice la Dra. Reinhold. Aunque a veces les cuesta ponerla en práctica, porque la relación con sus hijos ya es tensa: cada interacción comienza inevitablemente con el niño o la niña enojados o irritables. Ahí es donde la habilidad GIVE puede ayudar.

Qué significa GIVE y cómo usarla

Si quieres mejorar la relación con tus hijos, puedes probar la habilidad GIVE. “A veces es más importante priorizar la conexión por encima de lograr lo que quieres”, dice la Dra. Reinhold. ”Incluso cuando tratas que te escuchen, querrás enfatizar los pasos de la habilidad GIVE”.

Supongamos que quieres que tu hija se siente a hacer la tarea, pero llegó de la escuela de mal humor y lo que quiere en su lugar es ver la televisión. Así le podrías hablar en esta situación siguiendo el acrónimo GIVE:

Gentileza. Utiliza un tono de voz suave al hablar. Tal vez te moleste que te haya pedido ver la televisión cuando no es el momento, pero intenta mantener la calma.

Interés. Muestra interés por cómo se siente. “Parece que has tenido un día difícil en la escuela, por eso no estás de buen humor. ¿Qué pasó hoy?”. Escucha activamente lo que te diga y haz preguntas para comprender realmente cómo se siente. Quizás creas que ya lo sabes, pero cuando permites que tus hijos expresen sus emociones con palabras puedes comprender mejor por qué se sienten así. Según la Dra. Reinhold, esto no solo les ayuda a autorregularse, sino que también te permite a ti modificar tus expectativas después de comprender mejor la situación.

Validación. Demuestra que comprendes por qué se siente así, que puedes ver su punto de vista. “Entiendo que no tengas ganas de hacer la tarea porque has tenido un día muy difícil en la escuela. Probablemente yo tampoco tendría ganas de hacer la tarea si hubiera tenido un día así”. Ten en cuenta que estás apoyando sus sentimientos, no aceptando que pase tiempo frente a la pantalla. Es importante dedicar tiempo a demostrar que comprendes su perspectiva. Existe una inclinación natural a querer pasar rápidamente de la validación a conseguir lo que queremos. En este caso sería decir por ejemplo: “Pero aún así tienes que hacer la tarea”. Evita usar la palabra “pero”.

En calma. Mantén una actitud relajada. Trata de usar un tono ligero para aliviar cualquier tensión. Hablar de manera relajada crea un ambiente más colaborativo, dice la Dra. Reinhold, y ayuda a encontrar soluciones en conjunto. Comprender por qué tu hija no está lista para hacer la tarea de inmediato puede llevar a una solución conjunta, por ejemplo, comer algo primero o dar un paseo para tomar un breve descanso antes de empezar con la tarea.

“En cualquier situación, puedes combinar las habilidades GIVE y DEAR MAN, pero puedes enfatizar una más que la otra”, dice la Dra. Reinhold, dependiendo de si lo que quieres es reforzar tu relación con tus hijos o lograr un objetivo.

A veces, cuando tanto padres como hijos están emocionalmente desregulados, es difícil utilizar las habilidades GIVE o DEAR MAN. Ahí es donde entra en juego la habilidad STOP.

Cómo usar la habilidad STOP

Cuando ves rojo, no puedes pensar con claridad y es posible que digas algo de lo que te puedas arrepentir después. “Las personas lo experimentan físicamente de diferentes maneras, pero esa respuesta fisiológica puede ser una buena señal de advertencia”, dice la Dra. Reinhold. “Siempre que siento esto en relación con mi hijo, significa que necesito hacer una pausa antes de responder, porque cuando estoy enojada o irritada, mi reacción no servirá”. Cuando sientas que la ira aumenta en tu cuerpo, esta es una forma de hacer una pausa y cambiar de rumbo utilizando la habilidad STOP:

Suspende la acción. Es exactamente así como se escucha: no te muevas. Deja lo que estés haciendo y controla tus emociones.

Toma distancia. Bríndate el espacio para respirar profundamente varias veces y calmarte.

Observa. Evalúa lo que está sucediendo a tu alrededor y dentro de ti. Fíjate en lo que hace y dice tu hijo. Observa la situación de forma objetiva.

Procede con atención plena. “La atención plena tiene que ver con proceder de una manera más intencional que reactiva”, dice la Dra. Reinhold. “Ayuda que los padres comprendan sus propias emociones en respuesta a sus hijos”. Cuando estés lo suficientemente tranquilo, pregúntate qué es lo más sensato que puedes hacer a continuación. ¿Quieres reparar tu relación con tu hijo y utilizar la habilidad GIVE? ¿O tienes un objetivo en mente y DEAR MAN te podría ayudar? ¿Qué podría mejorar la situación y qué podría empeorarla?

Al final del día, quieres asegurarte de que todo lo que hagas, y lo que quieres que hagan tus hijos, refleje tus valores, dice la Dra. Reinhold. Si te obsesionas con la idea de que solo eres un buen padre o madre si consigues que tu hijo cuelgue su abrigo, eso te podría llevar a actuar con autoritarismo y coerción. Y ese no es el comportamiento que quieres modelar para tus hijos.

“Si eres hábil y respondes de una manera que coincide con tus valores —dice la Dra. Reinhold— entonces eso es un logro, sin importar cuál sea el resultado con tus hijos”.

Preguntas frecuentes

¿Qué es la DBT?

DBT son las siglas en inglés de terapia dialéctico-conductual. Es un tratamiento intensivo y estructurado para niños y adolescentes que tienen dificultades para manejar sus emociones fuertes. Sentirse que tus emociones te abruman puede causar muchos comportamientos problemáticos, como arrebatos, agresividad, autolesiones, abuso de sustancias y pensamientos suicidas. La DBT se creó originalmente para tratar un trastorno llamado trastorno límite de la personalidad, pero ahora se utiliza ampliamente para ayudar a niños con problemas derivados de sentimientos abrumadores y dolorosos, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar, trastornos alimentarios y abuso de drogas, entre otros diagnósticos.

¿Cómo pueden padres y madres utilizar las habilidades de la DBT?

Las habilidades de la DBT (pasos a seguir para lograr una comunicación eficaz y construir mejores relaciones), pueden ayudar a padres e hijos a hablar con calma, evitar malentendidos y encontrar una manera de conectarse. Las habilidades de la DBT son particularmente útiles en áreas de potencial conflicto, como cuando los niños hacen o dicen algo que irrita a sus padres, o ignoran algo que les pidieron hacer, y las emociones aumentan. Pero un padre o una madre que utiliza estas habilidades puede calmar una situación potencialmente explosiva.

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¿Cuándo es buen momento para cambiar a un estudiante a un entorno de educación general? https://childmind.org/es/articulo/cuando-es-buen-momento-para-que-un-nino-o-nina-se-integre-a-la-educacion-general/ Wed, 23 Apr 2025 16:40:16 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=53480 Cuando a tu hijo o hija le está yendo bien en un entorno de educación especializada, las buenas noticias pueden implicar decisiones difíciles. Tal vez te digan que es buen momento para cambiar a tu hijo o hija a un entorno de educación general. La decisión de cambiar a un niño a un programa de … Continued

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Cuando a tu hijo o hija le está yendo bien en un entorno de educación especializada, las buenas noticias pueden implicar decisiones difíciles. Tal vez te digan que es buen momento para cambiar a tu hijo o hija a un entorno de educación general.

La decisión de cambiar a un niño a un programa de educación especializada trae consigo una gran carga emocional, tanto para los cuidadores como para los niños. Pero lo mismo ocurre al dejar ese entorno. ¿Hasta qué punto su progreso académico y de comportamiento está ligado a la estructura del entorno?

Aunque a algunos padres les entusiasme la idea de regresar a una escuela “regular” (un entorno menos estigmatizante), a otros les preocupará la posibilidad de perder los avances logrados.

No presionar a los niños antes de tiempo

“Pasar a una escuela de educación general es un gran paso”, dice Susan Schwartz, especialista en aprendizaje y educación. “Se tiene que tener en cuenta el funcionamiento emocional, social y de comportamiento de los niños. No solo se trata de lo académico. Hay un nivel diferente de independencia que también requiere habilidad y estrategia”.

Cambiar a un estudiante a un entorno escolar donde no recibe suficiente apoyo se puede comparar a que le quiten las ruedas de entrenamiento demasiado pronto. Si un estudiante no tiene la preparación suficiente para seguir adelante sin algunos (o ninguno) de los apoyos y la supervisión que tiene, podría retroceder, lo que le podría conducir a experimentar el fracaso y tener una baja autoestima.

Schwartz dice que los niños que necesitan reforzamiento para un solo problema, como un retraso en la lectura, suelen conseguir avances sustanciales en dos años, y entonces pueden tener la preparación necesaria para el reingreso. Pero quienes tienen problemas más graves de aprendizaje, atención y comportamiento suelen necesitar más tiempo en un entorno con un nivel de apoyo más intensivo.

¿Cuándo realizar el cambio?

Entonces, ¿cómo pueden identificar padres y educadores cuándo es el momento adecuado para pasar a un entorno menos restrictivo, de educación general?

Hay cuatro factores importantes que hay que tener en cuenta al pensar en educación general, dice la Dra. Yael Rosenbaum, neuropsicóloga pediátrica, quien ha ayudado a muchas familias a determinar las adaptaciones y apoyos escolares adecuados.

  • ¿A qué grado irá tu hijo? Hay algunos grados que implican nuevas exigencias académicas, como el tercer grado y el primer año de middle school. Si tu hijo ha recibido apoyo adicional en un entorno educativo especializado, puede que en estos dos grados no sea el mejor momento de hacer el cambio a un entorno con menos apoyo. Los educadores suelen decir que el tercer grado es el año en que los niños pasan de aprender a leer a leer para aprender. Si la capacidad lectora de un niño aún es inestable, otro año de desarrollo de habilidades podría ser preferible al cambio. Del mismo modo, la middle school, con mayores expectativas y menos supervisión, pone a prueba la capacidad de organización de muchos estudiantes. Puede ser mejor esperar hasta el final de la middle school y aprovechar el tiempo para fortalecer las habilidades y la confianza, y hacer el cambio al iniciar la high school.
  • ¿Tu hijo puede cumplir las expectativas de la nueva clase? La eficacia de la educación general también depende de la diferencia entre el rendimiento actual de tu hijo y el de otros estudiantes de su mismo grado. Si la diferencia es demasiado amplia, esto podría desmoralizar a tu hijo. Aquí es donde puede ser especialmente útil realizar una evaluación neuropsicológica exhaustiva para elaborar un perfil de tu hijo en cuanto a sus fortalezas y déficits a nivel cognitivo y académico. Las pruebas pueden determinar cuánto ha progresado académicamente en relación con los estándares nacionales, lo que será importante para ayudar a orientar la decisión de colocación en una escuela, y también para supervisar su progreso en el (potencial) nuevo entorno académico.
  • ¿Cuál es la capacidad de adaptación de tu hijo? Cuando se trata de determinar cómo responderá tu hijo a un entorno escolar nuevo y más exigente, su temperamento puede ser un factor decisivo. ¿Cómo tolera la frustración y responde a los obstáculos? ¿Sabe resolver problemas? Tener que esforzarse por encajar o mantener el ritmo en una escuela convencional puede ser complicado para su autoestima. Un niño con ansiedad o que se desanima con facilidad podría estar mejor permaneciendo en un aula que le ofrezca más apoyo.
  • ¿Tu hijo puede abogar por sí mismo con comodidad? En un entorno de educación general, la diferencia puede estar en que tu hijo pueda hablar, y tenga la disponibilidad de hacerlo, en caso de que necesite ayuda. No siempre es evidente para los maestros cuando un niño se retrasa o siente que no está logrando seguir el ritmo. Es más probable que un niño reciba más apoyo si puede solicitarlo con comodidad, y que no solo haga que le vaya mejor, sino que también se sienta mejor consigo mismo.

Pasos intermedios

Es importante que padres y madres sepan que existen pasos intermedios entre pasar de un salón exclusivo para estudiantes con necesidades especiales a uno de educación general en el que solo hay estudiantes con un desarrollo típico. Por ejemplo, un niño podría pasar de un entorno de necesidades especiales con una clase de ocho estudiantes a otro menos restrictivo con 12 estudiantes. O podría incorporarse a una sola clase en el salón de educación general de una asignatura específica como matemáticas o incluso deportes. O estar en una clase de inclusión dentro de una escuela de educación general.

¿Cuál es el proceso?

Cuando un niño recibe apoyo académico o de comportamiento en la escuela, a través de la Ley para la educación de individuos con discapacidades (IDEA), las adaptaciones se reevalúan periódicamente para ver si son suficientes, o si siguen siendo necesarias.

A la mitad y al final de cada año escolar, los padres se reúnen con todas las personas que trabajan con su hijo (maestros, terapeutas ocupacionales, psicólogos, directores) para analizar su progreso, averiguar si necesita más o menos reforzamiento y discutir el tipo de colocación más adecuado para el año siguiente. En ese momento, se crea o actualiza un Programa de Educación Individualizado o IEP. Y en cualquier momento, los padres pueden solicitar que se revise el caso de un estudiante.

A medida que los niños crecen, pueden comenzar a asistir a las reuniones. “Tienen derecho a estar allí”, dice Schwartz. “Solemos ver estudiantes de middle y high school que quieren asumir un papel”.

Preguntas frecuentes

¿Cómo saber si tu hijo puede pasar a un aula de educación general?

Para saber si tu hijo puede cambiar a un salón de educación general, toma en cuenta su funcionamiento emocional, social y de comportamiento. No se trata solo de lo académico. Si no tiene la preparación suficiente para seguir adelante sin algunos (o ninguno) de los apoyos y la supervisión que tiene, podría retroceder, lo que le podría conducir a experimentar el fracaso y tener una baja autoestima.

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Lecciones de una vida en el espectro https://childmind.org/es/articulo/lecciones-de-una-vida-en-el-espectro/ Wed, 23 Apr 2025 00:39:18 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=53801 Conforme la primera gran ola de niños autistas (de los cuales un porcentaje significativo tiene un diagnóstico de Asperger) se acerca a la edad adulta, enfrentan nuevos retos para abrirse camino en el mundo a nivel social, emocional y profesional. Un recurso valioso son los adultos con autismo que comparten sus propias experiencias y ofrecen … Continued

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Conforme la primera gran ola de niños autistas (de los cuales un porcentaje significativo tiene un diagnóstico de Asperger) se acerca a la edad adulta, enfrentan nuevos retos para abrirse camino en el mundo a nivel social, emocional y profesional. Un recurso valioso son los adultos con autismo que comparten sus propias experiencias y ofrecen orientación. Entre ellos está Lynne Soraya, cuyo libro, Living Independently on the Autism Spectrum, retoma muchos de los temas que trata en Asperger’s Diary, su blog para Psychology Today. Los temas incluyen cómo manejar los problemas emocionales y sensoriales, la seguridad, las entrevistas de trabajo y cómo conectar con amigos y parejas sentimentales. Y para los padres, es una ventana instructiva al mundo en el que viven niños y adolescentes autistas. Hablamos con Soraya, que trabaja en tecnología para una empresa de la lista Fortune 500, sobre sus esfuerzos para ayudar a los jóvenes adultos con autismo a alcanzar su potencial.

¿Cuándo te diagnosticaron el síndrome de Asperger?

Eso depende realmente de cómo definas “diagnosticada”. Si te refieres a la confirmación por parte de un profesional, eso ocurrió hace unos años. Si te refieres a “¿Cuándo supe que estaba en el espectro?”, eso es un poco más complicado.

Crecí sabiendo que era diferente de alguna manera, pero no sabía por qué ni qué era. La primera pista la tuve cuando vi la película Rain Man. Recuerdo claramente haber pensado: “¡Ese hombre se comporta como yo!”. Pero en ese momento no entendía que la descripción de la película no era simplemente la de un hombre con autismo. Era la descripción de un hombre con autismo y síndrome de savant, y estas dos condiciones no son lo mismo.

Alrededor del año 2000, encontré un artículo en una torre de revistas sobre el autismo en Silicon Valley, escrito por Steve Silberman. Me quedé impactada. Fue entonces cuando me di cuenta de que había estado en lo cierto todos esos años. El síndrome de savant no encajaba, pero el autismo sí.

¿Qué te llevó a que te evaluaran?

Me llevó mucho tiempo reunir el valor para acudir a un profesional para hablar sobre el autismo. Crecí en una época en la que el síndrome de Asperger no era un diagnóstico disponible y muchos asumían que el autismo (o esquizofrenia infantil, como se llamaba cuando nací) venía acompañado de discapacidad intelectual y/o retraso en el habla. Desde el principio se aceptó que no tenía discapacidad intelectual y, de hecho, era precoz en el lenguaje, aunque si se miraba de cerca se veían algunas diferencias claras en su desarrollo.

Crecí escuchando historias sobre cómo mis padres tenían que “traducir” mis primeras palabras, ya que desarrollé mis propias palabras para cosas que no significaban nada para los demás. Por ejemplo, yo podía referirme a las palomitas de maíz como “abrigo de coche”. En lugar de ver este tipo de cosas como indicios de que algo “no estaba bien” en mí, mi padre simplemente lo aceptó. Él aprendió «mi idioma» y yo le correspondí aprendiendo el suyo (o más bien el idioma de todos los demás).

¿Qué pasó cuando fuiste a la escuela?

Cuando me aventuré más allá de la burbuja protectora de mi familia y de los adultos que “me entendían”, tuve un despertar muy duro. Las teorías de Bruno Bettelheim y otros que creían que el comportamiento problemático era causado por una mala crianza todavía tenían cierta influencia, y esto marcó mis experiencias de una manera muy traumática. Cuando mi maestra de primer grado interpretó mi comportamiento extraño como evidencia de abuso, fui interrogada repetidamente por un psiquiatra de la corte asignado para determinar qué me habían hecho mis padres para que yo fuera así, y fui objeto de repetidas expresiones de incredulidad cuando mis respuestas no respaldaban sus prejuicios.

Desde muy joven, viví con el miedo de que me separaran de mi familia y con la profunda convicción de que, si de alguna manera hubiera sido más “normal”, mi familia no estaría bajo escrutinio. Esas experiencias me dejaron profundas cicatrices. Debido a ellas, durante muchos años no busqué ayuda profesional, sino que decidí investigar y aprender todo lo que pudiera por mi cuenta.

¿Hubo otros adultos, además de tus padres, que te ayudaron cuando eras niña?

Tuve mucha suerte de tener algunos maestros y otros cuidadores que, en lugar de verme como “discapacitada” o “traviesa”, asumieron que había una razón para mi comportamiento, si tan solo la buscaban. Nunca olvidaré, por ejemplo, el día en que tuve una crisis en la clase de arte cuando tenía unos 12 años y otro estudiante dejó caer una escultura que yo había hecho con mucho cariño. Mi maestra de arte, que era una de mis favoritas, al reaccionar lo hizo con mucha elegancia y paciencia. Parecía saber, sin que yo se lo dijera, que me sentía avergonzada por haber perdido el control, y en lugar de reprochármelo, me ayudó a calmarme. En tercer grado, ya era muy buena suprimiendo las crisis y casi nunca las tenía en público. Las controlaba con mano de hierro hasta que llegaba a casa, donde algo me desencadenaba y me desmoronaba.

¿Qué te llevó a escribir el libro?

Cuando empecé a leer sobre el autismo, las experiencias de otras personas, sobre cosas como el desempleo, me di cuenta de que, a pesar de todas las dificultades por las que había pasado, había sido muy afortunada. Compartir lo que he aprendido con los demás es mi forma de “devolver el favor”, de invertir en la vida de los demás como otros invirtieron en la mía.

Creo que los adultos con autismo tenemos un papel muy importante que desempeñar en la comunidad. Hay cosas que sabemos mejor que nadie, porque las hemos vivido directamente. Creo que si compartimos nuestras experiencias y llegamos a las generaciones más jóvenes, podemos marcar una gran diferencia en cómo se adaptarán y prosperarán. Por eso me puse en contacto con tantos otros adultos con autismo para que aportaran sus opiniones y contribuciones al libro, entre ellos Rachel Cohen-Rottenberg, Brian R. King y Michael Forbes Wilcox. Dicen que se necesita un pueblo para criar a un niño, y no creo que eso deje de ser así cuando una persona llega a la edad adulta. Podemos ser sus mentores. Podemos ser su pueblo.

¿En quién pensabas cuando escribiste el libro?

En los adultos jóvenes con autismo que están empezando a vivir independientemente. Aunque gran parte del libro será aplicable después de la high school o la universidad, creo que me habría ayudado leer un libro como este antes, para aprender y prepararme para salir al mundo por mi cuenta. En esa etapa entran en juego temas como la planificación profesional y el trabajo, así como las amistades y las relaciones. Como persona que fue atropellada dos veces por un coche antes de cumplir los 19 años, creo que la seguridad es un tema que no se puede introducir demasiado pronto, y que el manejo de las emociones y los estímulos sensoriales es una parte crucial de ello.

¿Qué fue lo más difícil de crecer sin un diagnóstico?

El mayor reto fue no entenderme a mí mismo, ni por qué mi neurología reaccionaba así ante las cosas. Si hubiera entendido mejor los problemas sensoriales, podría haber evitado algunas de las sobrecargas masivas que experimenté. Cuando no sabes que eres diferente, te preguntas por qué todos los demás pueden mantener el control cuando tú te derrumbas, por qué el chirrido de los zapatos en el suelo del gimnasio durante un partido de baloncesto te provoca tal sobrecarga que te ves obligado a huir. Te preguntas por qué te rechazan tanto. Crees que hay algo en ti que no vale la pena o que no es digno de ser amado, en lugar de pensar que simplemente te relacionas con el mundo de una manera diferente.

¿Qué te hubiera gustado que supieran tus padres?

Me hubiera gustado que tuvieran algún tipo de concientización formal sobre el autismo y cómo me afectaba. Creo que les hubiera ayudado a defenderme y a imponerse ante los profesionales. También sé que el conocimiento de las crisis y los problemas sensoriales les habría ayudado mucho. En el libro cuento cómo pasé por un periodo en la high school en el que era incapaz de escuchar música, porque el estrés de lo que estaba pasando ponía mi sistema neurológico en tal estado de alerta que ni siquiera podía soportar escuchar música que normalmente me resultaba agradable y reconfortante. Durante ese tiempo, me aislé mucho. Mi mamá reaccionó intentando que interactuara más, pensando que estaba deprimida o algo así. Cuando esto acababa en una crisis, ella se sentía confundida y dolida, y yo no sabía que tenía que explicárselo. Creo que entender los problemas sensoriales, las crisis y cómo unos pueden provocar los otros habría mejorado mucho nuestra relación durante ese tiempo.

¿Qué le dirías a un niño que está molesto por ser autista y, por lo tanto, diferente?

Una de las cosas más importantes es ayudar a los niños a entender que todos somos diferentes y que eso está bien. Lo que más me ayudó en este aspecto fue conocer a adultos que eran un ejemplo de autenticidad, que se aceptaban a sí mismos y vivían con sus diferencias todos los días.

Estás casada. ¿Tu esposo está en el espectro? ¿Tus hijos?

Mi marido y yo llevamos juntos unos 18 años. Él no tiene autismo, lo que hizo que los primeros años de nuestra relación fueran muy interesantes. Pasamos muchos de esos años aprendiendo a “traducir” su mundo al mío y viceversa.

Lo que hemos descubierto es que muchos de los desafíos de vivir con autismo son culturales. Nuestra neurología determina cómo interactuamos con el mundo y con los demás de formas que la mayoría no se imagina. Esas diferencias pueden crear barreras reales en la comunicación y la comprensión mutua. Pero si puedes hablar de ello y llegar al fondo del asunto, muchas de esas cosas empiezan a tener sentido para ambas partes.

Aprender estas habilidades ha sido especialmente importante para mí porque en mi casa he sido minoría, tanto desde el punto de vista neurológico como de género. Tengo tres hijastros que no son autistas. Ahora ya son todos adultos.

¿Qué más se podría hacer para ayudar a los adultos y a los que están en camino de convertirse en adultos?

Creo que la tutoría, tanto de adultos autistas como de adultos neurotípicos, sería de gran ayuda. Cuanto mejor podamos ayudar a los adultos jóvenes a aprender las habilidades que necesitan, mejor les irá a largo plazo.

Living Independently on the Autism Spectrum está disponible en Amazon.

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¿Qué es la parálisis por TDAH? https://childmind.org/es/articulo/que-es-la-paralisis-por-tdah/ Fri, 18 Apr 2025 21:53:59 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=53740 Son las 11 de la noche y tienes que entregar un trabajo de historia por la mañana. Cuando te lo mandaron hace unas semanas, te emocionaste al poder elegir un personaje, tema o acontecimiento de la Etapa Progresista y profundizar sobre él. Abriste varias pestañas y creaste un documento especial solo para investigar, porque tienesTDAH … Continued

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Son las 11 de la noche y tienes que entregar un trabajo de historia por la mañana. Cuando te lo mandaron hace unas semanas, te emocionaste al poder elegir un personaje, tema o acontecimiento de la Etapa Progresista y profundizar sobre él. Abriste varias pestañas y creaste un documento especial solo para investigar, porque tienesTDAH y te encanta perderte en Google. Pero hasta ahora no has mirado ese documento, y está en blanco.

Tu corazón está en tu garganta. Tu mente está en blanco. Sacás tu teléfono para escapar de la familiar sensación de vergüenza. ¿Cómo pudiste dejar que esto sucediera, otra vez?

Si, como yo, tienes TDAH, probablemente hayas experimentado un fenómeno profundamente frustrante llamado parálisis por TDAH. No es una forma real de parálisis, solo una poderosa sensación de estar congelado o atascado. No todo el tiempo, ni solo, ocurre cuando escribes un trabajo o tienes que cumplir con un plazo, aunque esas son cosas comunes que pueden desencadenarlo. La parálisis por TDAH es cuando tienes que completar una tarea o tomar una decisión y, por mucho que quieras hacerlo, simplemente… no puedes.

¿Por qué soy así?

La parálisis por TDAH no es un síntoma oficial del TDAH, aunque la mayoría de las personas con TDAH la han experimentado. Larisa Litvinov, PhD, psicóloga sénior del Centro para el TDAH y Transtornos del Comportamiento del Child Mind Institute, lo describe como un fenómeno que ocurre cuando se juntan varios desafíos relacionados con el TDAH. Por ejemplo, muchas personas con TDAH suelen tener dificultades con la procrastinación, la función ejecutiva, el inicio de tareas (llamado inicio de tareas), el manejo del tiempo y la planificación anticipada.

“Si tienes problemas para manejar tu tiempo, las cosas se acumulan. Entonces, es difícil empezar. Y a medida que se acerca la fecha límite, puedes sentirte muy abrumado”, explica la Dra. Litvinov. “Ahí es donde se unen la ansiedad y el TDAH: simplemente te bloqueas y no puedes hacer nada”.

Es común tener ansiedad y TDAH, dice la Dra. Litvinov. Pero incluso las personas que no han sido diagnosticadas oficialmente con un trastorno de ansiedad pueden experimentar estrés agudo cuando se enfrentan a demasiadas tareas o a tareas que les resultan difíciles de empezar.

Esto es lo que distingue la parálisis del TDAH de la función ejecutiva, aunque ambas están relacionadas. Cuando tienes problemas con la función ejecutiva, te cuesta trabajo planificar, priorizar y administrar el tiempo. En el modo de parálisis del TDAH, te quedas paralizado ante una tarea porque te sientes abrumado, no porque no sepas cómo hacerla.

Zack, que tiene veintitantos años y le diagnosticaron TDAH en la high school, dice que con frecuencia se queda bloqueado cuando tiene que hacer pequeñas tareas por sí mismo, como concertar una cita, por ejemplo. Y, como resultado, suele evitar estas tareas durante tanto tiempo que se le olvidan.

“No es que tome conscientemente la decisión de no hacerlo”, dice. “Simplemente me quedo en blanco y no hago nada”.

Como muchas personas con TDAH, Zack dice que se castiga a sí mismo por ello. Lo entiendo, a mí también me pasa. Especialmente a medida que nos hacemos mayores, puede resultar profundamente vergonzoso admitir que nos abruman las tareas básicas, y mucho más las más importantes.

Pero estoy aquí para decirte que el primer paso y el más importante para controlar la parálisis del TDAH es reconocer que existe y dejar de sentir vergüenza, ya que eso solo puede agravar la ansiedad y la parálisis, dice la Dra. Litvinov. “Como: “Dios mío, soy un tonto. No puedo creer que haya pospuesto esto”. Es muy importante ser compasivo contigo mismo”.

Cuando dejes de pensar en la parálisis del TDAH como un fracaso personal, podrás verla como una serie de problemas tangibles que realmente puedes resolver.

Tipos de parálisis del TDAH

La parálisis del TDAH se divide en tres categorías. Esto es importante porque conocer el tipo de bloqueo que tienes te puede ayudarta averiguar qué hacer al respecto.

Parálisis mental del TDAH

La parálisis mental se produce cuando te bloqueas porque te sientes abrumado. Tal vez te bombardean demasiados pensamientos, demasiadas emociones o demasiados estímulos; sea cual sea el caso, simplemente no puedes organizar tus pensamientos.

Parálisis de elección del TDAH

También conocida como “parálisis por análisis”, la parálisis por elección es cuando te quedas atascado pensando demasiado en una decisión. Puede ser una decisión importante, como elegir una universidad o una carrera, o puede ser una decisión ridículamente pequeña. Podrías quedarte atascado simplemente decidiendo si quieres desayunar o ducharte primero.

Parálisis de tareas por TDAH

La parálisis de tareas puede aparecer cuando tienes que hacer un proyecto a largo plazo. Te puedes quedar atascado priorizando los pasos a seguir o paralizándote solo de pensar en el tiempo que te llevará hacerlo. Pero también puede referirse a tareas cortas y sencillas, como llamar al médico o rellenar un formulario, que te parecen aburridas y por eso las evitas.

Cómo superar la parálisis por TDAH

“La prevención es la mejor solución”, dice la Dra. Litvinov, que también tiene TDAH. “Cuando llegas a la parálisis, es cuando se vuelve mucho más difícil”.

Puede ser frustrante escuchar esto, como si te dijeran que la mejor manera de tratar la gripe es no enfermarse. Pero poner esfuerzos específicos y dirigidos a prevenir la parálisis del TDAH te ayudará cuando te quedes atascado.

Piensa en una tarea o un conjunto de tareas que siempre te han parecido difíciles y pregúntate por qué. ¿Es aburrida? ¿Es difícil? “¿Tienes miedo de que el resultado final no sea muy bueno? ¿O te parece tan complicada que no sabes por dónde empezar?

Para las tareas que no son muy interesantes, como limpiar tu habitación o hacer las tareas de las clases que no te gustan, considera la posibilidad de duplicar tu esfuerzo.

Body Doubling (trabajar con otra persona cerca)

El término Body Doubling suena más intrigante de lo que realmente es: simplemente se refiere a que otra persona esté en la misma habitación que tú mientras haces algo. Ni siquiera tiene que estar haciendo lo mismo. ¿Estás estudiando en la mesa de la cocina mientras tu madre paga las facturas? Body Doubling. ¿Estás limpiando tu habitación mientras tu amigo lee un libro en el suelo? Body Doubling.

La Dra. Litvinov reconoce que las personas se inclinan por ciertas estrategias y que lo mismo no funciona necesariamente para todos. Aun así, dice: “El Body Doubling es una estrategia que funciona para casi todo el mundo”.

Podrías pensar que trabajar con otra persona cerca te distraería, pero se ha demostrado que mejora la concentración y la motivación de las personas con TDAH. (Los investigadores teorizan que la disminución de la motivación (en inglés) es un factor clave en este trastorno). Con frecuencia siento una sensación de alivio con Body Doubling, como si pudiera desconectar la parte de mi cerebro que se preocupa por no ser capaz de concentrarme en la tarea.

Pero el Body Doubling debe ser intencionado. Elige a alguien en quien confíes, hazle saber cuál es tu tarea y establece un tiempo específico, por el bien de tu doble corporal, si no por el tuyo propio.

Técnica Pomodoro

Para tareas complicadas o desalentadoras, como empezar un proyecto a largo plazo o estudiar para un test en una materia difícil, considera la técnica Pomodoro. (Se llama así porque el tipo que la inventó tenía un temporizador de cocina que parecía un tomate, (en inglés) pomodoro en italiano). El método Pomodoro consiste en trabajar en una tarea durante 25 minutos y luego tomar un descanso de 5 minutos.

A veces, empezar una tarea, sobre todo cuando esperás que sea difícil o que lleve mucho tiempo, puede parecer imposible. La técnica Pomodoro te ofrece una forma de probar el terreno. No tienes que sentarte y completar toda la tarea, ¡eso podría llevarte horas! Solo tienes que trabajar en ella durante 25 minutos. Y luego puedes parar.

Con frecuencia, las personas con TDAH solo necesitan un empujoncito para empezar y luego pueden seguir por su cuenta. Si estás realmente contra la pared, eso puede ser genial, pero Emilie, una evangelista del Pomodoro a quien le diagnosticaron TDAH en la universidad, dice que esta tendencia puede presentar sus propios desafíos en la vida cotidiana. “Soy propensa a la hiperconcentración”, dice. “Mi mayor problema después de empezar es parar”.

La hiperconcentración puede ser muy efectiva, pero también puede hacerte perder la noción del tiempo: podrías darte cuenta de que has estado reescribiendo la misma frase durante una hora o que no has bebido agua desde las 8 de la mañana. Por lo tanto, la técnica Pomodoro también te puede ayudar a manejar tu tiempo de una manera más saludable y productiva.

Reconoce tus desencadenantes

Piensa en momentos en los que parecía que todas las tareas te paralizaban. ¿Fue al final del semestre, cuando tenías un montón de trabajos que entregar al mismo tiempo? ¿Fue después de pasar una noche en vela (o varias) y no poder recuperar el sueño? ¿O fue durante un momento especialmente difícil de tu vida, como después de una ruptura sentimental o la muerte de un familiar? A veces, la parálisis del TDAH puede ocurrir cuando estás físicamente agotado o emocionalmente desregulado (lo que significa que tienes problemas para manejar tus emociones), especialmente si tienes ansiedad o depresión.

“Los adolescentes con ansiedad o depresión entran en una especie de espiral”, dice la Dra. Litvinov. “Quizás no duermen lo suficiente y luego no pueden empezar y lo posponen, diciendo que lo harán mañana”.

Salir del estancamiento

A pesar de tus mejores esfuerzos por prevenirlo, vuelves a estar en modo parálisis. Recuerda que la ansiedad es una parte importante: te desconectas o miras el teléfono para escapar de la sensación, no solo de la tarea. Así que pregúntate qué es lo que realmente necesitas para reiniciar tu cerebro.

Estamos hablando de pequeños pasos, así que vamos a desglosarlo. ¿Necesitas…

Estimulación: piensa en tus necesidades sensoriales. ¿Necesitas dar un paseo por la habitación o dar unos saltos? ¿Necesitas cambiar de entorno, ir a otra habitación o simplemente sentarte en el suelo en lugar de en una silla? ¿Necesitas escuchar música? (La Dra. Litvinov recomienda encarecidamente ADHD Focus Music en Spotify). ¿Necesitas agua? ¿Necesitas comer?

Un descanso: El descanso tiene que ser intencionado para asegurarte de que no te pierdas en él, advierte la Dra. Litvinov. Pon un temporizador para 5-10 minutos, pero no uses tu descanso para mirar una pantalla. Se trata de cambiar tu enfoque a algo específico. Haz un poco de yoga o un ejercicio de respiración. Date una ducha. Limpia tu espacio de trabajo, “pero no de forma hiperconcentrada”, dice la Dra. Litvinov. “Limpiar puede parecer como planificar y priorizar, pero en realidad es una ilusión. Pasar tres horas organizando tu escritorio no te acerca al objetivo final de terminar el trabajo”.

Una dosis de realidad: cuando se trata de completar la tarea en cuestión, dividirla en partes. El método Pomodoro puede ser eficaz en este caso. Sí, tienes que escribir todo el trabajo esta noche, pero pensar en ello de esa manera es demasiado abrumador. Menos abrumador: escribir la introducción en 25 minutos. O cualquier otro periodo de tiempo que te parezca factible. Y para mis compañeros perfeccionistas y pensadores excesivos, la Dra. Litvinov ofrece un consejo importante.

“Sé por experiencia propia que, con frecuencia, me meto en un callejón sin salida preguntándome qué es lo más importante. Y me pongo a investigar todo. No. Simplemente hay que empezar. Eso es lo importante”, dice. “No tiene que ser perfecto. Solo hay que hacerlo”.

Preguntas frecuentes

¿Qué es la parálisis por TDAH?

La parálisis por TDAH no es una forma real de parálisis, solo una poderosa sensación de estar congelado o atascado cuando te enfrentas a completar una tarea o tomar una decisión. No es un síntoma formal del TDAH, pero ocurre cuando chocan múltiples desafíos relacionados con el TDAH, incluyendo las luchas con la procrastinación, la función ejecutiva y el manejo del tiempo.

¿Cómo puedo salir de la parálisis por TDAH?

Empieza poco a poco. Prueba el “body doubling” (trabajar con otra persona cerca) o la técnica Pomodoro para facilitar una tarea difícil. Comprueba tus necesidades básicas: ¿tienes hambre o estás cansado? ¿Necesitas más o menos estímulos? Un paseo corto, un cambio de aires o un vaso de agua pueden ayudar a resetear tu cerebro.

¿Cuál es la diferencia entre la parálisis por TDAH y la disfunción ejecutiva?

La parálisis por TDAH es distinta de la disfunción ejecutiva, aunque ambas están relacionadas. Cuando tienes problemas con el funcionamiento ejecutivo, te cuesta trabajo planificar, priorizar y manejar el tiempo. En el modo de parálisis por TDAH, te quedas paralizado ante una tarea porque te sientes abrumado, no porque no sepas cómo hacerla.

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Test de esquizofrenia https://childmind.org/es/articulo/test-de-esquizofrenia/ Thu, 17 Apr 2025 23:32:08 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=53560 La esquizofrenia es una condición de salud mental grave que puede hacer que las personas pierdan contacto con la realidad y vean, escuchen o crean cosas que no son reales o verdaderas. Por lo general, se diagnostica al final de la adolescencia o inicios de la edad adulta, aunque los síntomas de la esquizofrenia pueden … Continued

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La esquizofrenia es una condición de salud mental grave que puede hacer que las personas pierdan contacto con la realidad y vean, escuchen o crean cosas que no son reales o verdaderas. Por lo general, se diagnostica al final de la adolescencia o inicios de la edad adulta, aunque los síntomas de la esquizofrenia pueden aparecer antes. No existe un test sencillo para identificar la esquizofrenia, pero nuestros recursos y la herramienta chequeo de síntomas pueden ser un buen primer paso en el camino hacia el diagnóstico y el tratamiento.

¿Qué es la esquizofrenia?

La esquizofrenia es un trastorno de salud mental que afecta la capacidad de una persona para distinguir la realidad de la fantasía. Las personas con esquizofrenia pueden experimentar psicosis en forma de alucinaciones (oír voces o ver cosas que no existen) o delirios paranoicos (pensar que alguien o algo puede leer su mente o está tratando de hacerles daño). Estos síntomas pueden perjudicar sus interacciones sociales, su rendimiento académico y su capacidad general para funcionar.

Aunque la esquizofrenia se diagnostica con mayor frecuencia al final de la adolescencia o inicios de la edad adulta, las señales pueden aparecer antes, sobre todo en la adolescencia, cuando el desarrollo y los factores estresantes pueden sacar a la luz problemas de salud mental subyacentes. Aunque es poco frecuente, también se puede desarrollar en niños.

Haz nuestro test de esquizofrenia

Si estás buscando un test gratuito de esquizofrenia, puedes usar nuestro chequeo de síntomas para ayudarte a determinar si tu hijo o adolescente pudiera tener esquizofrenia. Al responder una serie de preguntas sobre el comportamiento de tu hijo, esta herramienta te dirá si corresponden a los síntomas asociados con la esquizofrenia. Si tus respuestas al cuestionario sugieren otro trastorno, también obtendrás esa información.

¿Qué tan preciso es nuestro test de esquizofrenia en línea?

Chequeo de síntomas fue desarrollado en colaboración con profesionales clínicos expertos y está en línea con los rigurosos estándares editoriales del Child Mind Institute y el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) más reciente.

Si crees que tu hijo pudiera tener esquizofrenia u otro trastorno de salud mental, es importante que obtengas un diagnóstico de un profesional médico o de salud mental. Pero si estás buscando una prueba de esquizofrenia en línea como primer paso, nuestro chequeo de síntomas te puede ayudar a identificar si los comportamientos que notas en tu hijo corresponden a señales de esquizofrenia o a otra cosa. También encontrarás enlaces a artículos donde puedes aprender más sobre la esquizofrenia y prepararte para una conversación con un profesional que pueda diagnosticar a tu hijo.

Síntomas de la esquizofrenia

Los niños con esquizofrenia tienen pensamientos y comportamientos extraños, a menudo preocupantes. Las primeras señales de esquizofrenia en niños y adolescentes pueden incluir:

  • Ideas que no tienen sentido: pueden creer que tienen superpoderes, que hay quienes les quieren hacer daño, que personas desconocidas los conocen o están hablando de ellos o que los programas de televisión les envían mensajes especiales.
  • Psicosis: pueden ver, oír o sentir cosas que no existen. Puede que voces les digan qué hacer, a menudo de manera amenazante o aterradora.
  • Aislamiento de amistades y familiares: podría haber una disminución notable en su interacción social y un alejamiento de las actividades que antes disfrutaban.
  • Cambios en el comportamiento o la personalidad: podrías notar un cambio en la personalidad de tu hijo, como que aumenta de forma inusual su ansiedad, desconfianza o paranoia.
  • Discurso o pensamientos extraños: podrían tenr un discurso o pensamiento desorganizado, como saltar de un tema a otro sin coherencia, o hablar de una manera que no tiene sentido para los demás.
  • Disminución en su rendimiento académico: Un indicador temprano puede ser una caída repentina en su rendimiento en la escuela o dificultades para concentrarse y completar tareas.

Es importante diferenciar entre las situaciones comunes de la adolescencia, como los cambios de humor, y problemas de salud mental más graves, como la esquizofrenia. Si estos cambios son persistentes y empeoran con el tiempo, pueden ser una señal de esquizofrenia o de otro trastorno de salud mental.

¿Por qué puede ser difícil detectar la esquizofrenia en niños y adolescentes?

La esquizofrenia de inicio temprano es poco frecuente, por lo que los síntomas en niños podrían pasar desapercibidos, ocultarse o confundirse con otras condiciones. Los cambios pueden ser graduales y, por lo tanto, difíciles de detectar. Podría parecer que un niño tiene problemas de atención, ya que se distrae demasiado con estímulos internos como los pensamientos delirantes. O podría parecer que tiene ansiedad generalizada, cuando en realidad su ansiedad es una respuesta a alucinaciones aterradoras. Los niños que experimentan estos síntomas también pueden tener trastornos del sueño, mayor irritabilidad o un deterioro en sus calificaciones. Y debido a que estos síntomas pueden ser confusos o vergonzosos, los niños podrían resistirse a compartirlos. Dado que la esquizofrenia es poco frecuente en niños, los padres suelen pensar que su hijo tiene TDAH, ansiedad o depresión, o que simplemente está pasando por una etapa rebelde.

En el caso de adolescentes, se podrían pasar por alto las primeras señales hasta que tienen un episodio psicótico y su comportamiento se vuelve preocupante o peligroso. Los adolescentes que tienen un episodio psicótico pueden terminar en la sala de urgencias, ya que los padres se preocupan por su seguridad, o podrían ser arrestados porque su comportamiento es errático o peligroso para otras personas.

A veces, los adolescentes con esquizofrenia son diagnosticados erróneamente con trastorno bipolar porque su comportamiento inusual durante un episodio psicótico se puede confundir con la manía que forma parte del trastorno bipolar.

¿En qué se diferencia la esquizofrenia del trastorno bipolar?

Las personas con esquizofrenia pueden experimentar episodios de psicosis, con períodos de comportamiento normal entre ellos. El trastorno bipolar, que también se desarrolla durante la adolescencia, incluye episodios de depresión y manía que duran semanas o meses. Sin embargo, algunas personas pueden tener un trastorno esquizoafectivo, en el que experimentan síntomas de ambos.

¿Qué causa la esquizofrenia?

La causa exacta de la esquizofrenia no se conoce del todo, pero la investigación sugiere que es una combinación de factores genéticos y ambientales. Los niños con antecedentes familiares de esquizofrenia u otros trastornos de salud mental tienen un mayor riesgo de desarrollar esta condición. Los factores ambientales, como el trauma o la exposición a las drogas o el alcohol, también pueden contribuir a la aparición de la esquizofrenia.

Es importante señalar que la esquizofrenia no es causada por nada que el niño o la familia hayan hecho mal, es una condición médica que requiere tratamiento y apoyo.

¿Cuándo se puede hacer una prueba de esquizofrenia a un niño?

Si te preocupa la salud mental de tu hijo, deberías buscar ayuda profesional psiquiátrica a cualquier edad. Aunque la esquizofrenia no se suele diagnosticar hasta la adolescencia, es posible que se dé en niños, aunque es inusual.

¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?

Antes de diagnosticar la esquizofrenia, un profesional de la salud mental descartará otras posibles causas del comportamiento preocupante. Esto incluye el abuso de drogas o alcohol, problemas médicos subyacentes y otros problemas de salud mental.

La esquizofrenia se diagnostica por medio de una evaluación exhaustiva realizada por un profesional de la salud mental, normalmente un psiquiatra. El proceso incluye:

  • Entrevistas clínicas: conversaciones con el niño, sus padres y otros cuidadores para entender los comportamientos, los pensamientos y el estado emocional del niño.
  • Evaluaciones médicas y psicológicas: pueden incluir una serie de pruebas u observaciones para descartar otras posibles condiciones y determinar si los síntomas cumplen con los criterios de la esquizofrenia.
  • Antecedentes familiares: El doctor preguntará si hay antecedentes familiares de esquizofrenia u otras condiciones psiquiátricas, ya que la herencia puede influir en el desarrollo del trastorno.

No existe un test único para la esquizofrenia, pero una combinación de entrevistas, observaciones y evaluaciones ayudará al médico a hacer un diagnóstico preciso.

¿Cómo se trata la esquizofrenia?

Aunque la esquizofrenia es una condition de por vida, el tratamiento poco después del primer episodio psicótico puede mejorar significativamente los resultados, reduciendo la probabilidad o la frecuencia de episodios posteriores. El tratamiento recomendado se llama “atención especializada coordinada”, que enseña a los niños a lidiar con sus síntomas. El tratamiento incluye:

  • Medicamentos: Los antipsicóticos se suelen prescribir en dosis más bajas que cuando el tratamiento para la esquizofrenia es únicamente con medicamentos. Estos ayudan a reducir los síntomas de la psicosis, como los delirios, las alucinaciones y el pensamiento desorganizado. Encontrar el medicamento y la dosis correcta puede llevar tiempo y requerir ajustes regulares.
  • Terapia: La terapia cognitivo-conductual para la psicosis (TCCp) ayuda a niños y adolescentes a manejar los desafíos emocionales y psicológicos de la esquizofrenia.
  • Apoyo educativo: Adolescentes que han tenido un episodio psicótico reciben apoyo para regresar a la escuela y adaptaciones escolares, como un Programa de Educación Individualizado (IEP), si es necesario para ayudarlos a prosperar académicamente.
  • Apoyo familiar: Las familias reciben orientación sobre cómo ayudar a los niños con esquizofrenia a cumplir con sus citas, tomar sus medicamentos y mantenerse saludables. Cosas como comer bien y dormir lo suficiente son importantes porque el estrés puede desencadenar una recaída. Los padres también aprenden cómo responder cuando su hijo tiene delirios y cómo manejar una crisis.

¿Cuánto cuesta nuestro test de esquizofrenia en línea?

Chequeo de síntomas es un test gratuito que te puede ayudar a identificar posibles señales de esquizofrenia u otros trastornos de salud mental. No es una herramienta de diagnóstico oficial, pero puede ser un primer paso en tu camino.

Preguntas frecuentes

¿Qué es la esquizofrenia?

La esquizofrenia es un trastorno de salud mental que dificulta distinguir entre lo que es real y lo que no. Con frecuencia involucra alucinaciones (como oír voces) y delirios paranoicos (creer que alguien está tratando de hacerte daño). Suele aparecer al final de la adolescencia o inicios de la edad adulta, pero también se puede desarrollar en niños.

¿Cuáles son los síntomas de la esquizofrenia?

Los síntomas incluyen creencias confusas o extrañas, alucinaciones, aislamiento de los demás, cambios repentinos de personalidad, habla desorganizada y bajo rendimiento escolar. Estos comportamientos se pueden confundir con ansiedad, TDAH o depresión, especialmente en niños y adolescentes.

¿Cómo se diagnostica la esquizofrenia?

Un profesional de la salud mental diagnostica la esquizofrenia mediante entrevistas, evaluaciones del comportamiento y una revisión de los antecedentes médicos y familiares. No existe un test único: el diagnóstico se basa en la observación de patrones y en descartar otras causas.

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¿Las escuelas están propiciando los diagnósticos de TDAH? https://childmind.org/es/articulo/estan-las-escuelas-propiciando-los-diagnosticos-de-tdah/ Thu, 17 Apr 2025 21:12:29 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=53586 A medida que las cifras de niños que tienen un diagnóstico de TDAH en este país siguen en aumento (hasta el 12% de los niños en edad escolar y hasta el 20% de los adolescentes, según datos del último informe de los CDC) resulta cada vez más urgente analizar qué podría estar impulsando este fenómeno. … Continued

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A medida que las cifras de niños que tienen un diagnóstico de TDAH en este país siguen en aumento (hasta el 12% de los niños en edad escolar y hasta el 20% de los adolescentes, según datos del último informe de los CDC) resulta cada vez más urgente analizar qué podría estar impulsando este fenómeno.

La nueva encuesta de los CDC, además de medir la prevalencia nacional de los diagnósticos de TDAH y cuántos niños están recibiendo medicación para el trastorno, nos da una tentadora oportunidad de comparar cifras entre estados y regiones, lo que a su vez nos da la oportunidad de investigar las dramáticas discrepancias que aparecen cuando lo hacemos.

Por ejemplo, un niño de Kentucky tiene tres veces más probabilidades de recibir un diagnóstico de TDAH que un niño de Nevada, y un niño de Luisiana tiene cinco veces más probabilidades de tomar medicamentos para el TDAH que un niño de Nevada. La mayoría de los estados con las tasas más altas de diagnóstico y prescripción de medicamentos se encuentran en el sur, con algunos en el medio oeste, y la mayoría de los estados con las tasas más bajas se encuentran en el oeste o el noreste. ¿A qué se debe esta disparidad regional? Stephen Hinshaw, psicólogo clínico, lleva casi una década haciéndose esa pregunta, junto con su colega de la University of California, Berkeley, Richard Scheffler, economista de la salud.

¿Qué hay detrás de las diferencias regionales?

“Lo que estábamos buscando era de qué forma esta variación en el diagnóstico y el tratamiento se podría explicar basándonos en algo más que los síntomas particulares del niño o la visita particular al consultorio del médico”, explica el Dr. Hinshaw. “Pensamos que podría tener que ver con la oferta de proveedores (cuántos pediatras o psiquiatras infantiles hay en una región determinada) o con las formas en que los estados utilizan Medicaid. Podría tener que ver con la publicidad. Pero no hace falta ser genios para darse cuenta de que la mayoría de los niños reciben su primer diagnóstico de TDAH en el aula. Así que nos preguntamos: ¿hay políticas escolares que pudieran ser relevantes?”.

Resultó que, efectivamente, existen políticas educativas que varían de un estado a otro y que están relacionadas con las tasas de diagnóstico de TDAH.

En concreto, el equipo de los doctores Hinshaw y Scheffler encontró una correlación entre los estados con las tasas más altas de diagnóstico de TDAH y las leyes que penalizan a los distritos escolares cuando los estudiantes no aprueban. Algunas de estas leyes son lo que ellos llaman “estatutos de responsabilidad consecuente”, es decir, leyes como la de No Child Left Behind (Que ningún niño se quede atrás), que condicionan el financiamiento de las escuelas al número de estudiantes que aprueban los exámenes estandarizados. Otro tipo de ley de responsabilidad aprobada por muchos estados exige exámenes para que los estudiantes de último año de high school se puedan graduar.

Cuando el financiamiento de las escuelas está vinculado a los resultados de exámenes

“En 2001, la ley No Child Left Behind hizo consciente a todo el país de que los distritos son responsables de las calificaciones”, señala el Dr. Hinshaw. Pero si nos remontamos dos décadas atrás, a principios de los 80, vemos que algunos estados se subieron antes al vagón de la evaluación consecuente o al vagón del examen de la high school”.

Lo que descubrió el equipo es que en los estados que fueron pioneros en promulgar estas medidas, comenzaron a aumentar en un par de años las tasas de diagnósticos de TDAH, en especial en el caso de niños próximos al umbral de la pobreza. Esto no es sorprendente, ya que el diagnóstico ayuda a la escuela a cumplir de varias maneras diferentes, señala el Dr. Hinshaw. Si los niños que tienen dificultades debido al TDAH reciben tratamiento, debería mejorar su funcionamiento en la escuela y, por tanto, sus resultados en los exámenes. Pero también ocurre, añade, que en muchas jurisdicciones, si recibes un diagnóstico de TDAH, tus resultados en los exámenes no cuentan. Y, por supuesto, hay una ventaja añadida: dado que los niños con TDAH que no reciben tratamiento suelen ser problemáticos en el aula, conseguir que se tranquilicen (o enviarlos a aulas segregadas) podría tener un impacto positivo en toda la clase y en los resultados de los exámenes de esa clase.

En otras palabras: cuando las escuelas reciben incentivos económicos para mejorar las tasas de éxito de sus estudiantes, es más probable que haya estudiantes que reciben el diagnóstico de TDAH y medicación para tratarlo.

Diferencias en la tasa de diagnóstico entre estados

Para entender el análisis de Hinshaw y Scheffler, demos un paso atrás y echemos un vistazo a las cifras. Los CDC han publicado una gran herramienta (en inglés) que permite a quienquiera hacerse una idea del porcentaje de niños que están recibiendo diagnósticos en cada estado y en cada una de las 10 regiones del país, así como del porcentaje que está recibiendo prescripción de medicamentos como Ritalin y Adderall.

Las diferencias entre estados son asombrosas. En cuanto a las tasas de diagnósticos de TDAH en niños de 2 a 17 años, la diferencia va desde Kentucky, que encabeza la lista con un 13.1 %, hasta Nevada en la parte inferior, con un 3.8 % de diagnósticos. Eso es más del triple de diferencia entre Kentucky y Nevada.

En cuanto al porcentaje de niños que reciben medicación para el TDAH, Luisiana encabeza la lista con un 9.2 %, y Nevada otra vez se sitúa en la parte inferior, con un 1.8 %. Eso significa que en Luisiana es más de cinco veces más probable que se medique a un niño para el TDAH que en Nevada.

Diferencias por región

Además, la disparidad no es solo una cuestión de un par de estados atípicos. Los cinco estados que tienen la tasa más alta de diagnósticos (Kentucky, Arkansas, Luisiana, Indiana y Carolina del Norte) superan todos el 10 %. Eso es más del doble de la tasa de los cinco estados con el porcentaje más bajo de diagnósticos (Nevada, Nueva Jersey, Colorado, Utah y California, todos por debajo del 5 %).

Si nos fijamos en la tasa de niños que reciben medicación para el TDAH, los mismos cinco estados encabezan la lista, todos ellos con más del 8% de niños que reciben medicación. Los estados que se encuentran en la parte inferior de la lista de medicación (Nevada, Hawái, California, Alaska y Nueva Jersey) están todos por debajo del 3.1 %.

Para ver dónde están los estados que realizan más diagnósticos y prescripciones, observamos que los CDC dividen el país en 10 regiones. (Puedes ver el mapa de las regiones aquí, en inglés). La región que tiene más diagnósticos de TDAH (9.3 %) y más niños con medicación (6.6 %) es la que incluye Kentucky, Tennessee, Georgia, Alabama, Mississippi, Florida y las Carolinas (Región 4). A modo de comparación, la región que tiene menos diagnósticos (5.4 %) y menos medicación (3.1 %) incluye California, Nevada y Arizona (Región 9).

Si miramos un poco más ampliamente, las cuatro regiones (4, 6, 7, 5) que tienen el mayor porcentaje de niños con medicación para el TDAH (una media del 6.5 %) están agrupadas geográficamente en el sur y el medio oeste. Un grupo ligeramente diferente (4, 5, 6, 3), pero igualmente en el sur y el medio oeste, tiene el porcentaje más alto de diagnósticos (8.8 % de media).

Las cuatro regiones (2, 8, 9, 10) con el porcentaje más bajo de niños diagnosticados, todas en el noreste y el oeste, tienen una media de 6% de diagnósticos, y las mismas cuatro regiones tienen la tasa más baja de niños que reciben medicación: 3.8%.

Los primeros en adoptar leyes de responsabilidad

Los doctores Hinshaw y Scheffler vinculan estas diferencias regionales directamente con la política educativa. Cuando el presidente George W. Bush firmó la ley No Child Left Behind en 2001, 30 estados ya habían aprobado estatutos de responsabilidad consecuentes similares. Y muchos otros habían aprobado leyes que exigían a los estudiantes realizar exámenes de aptitud para poder graduarse en la high school. Resulta que muchos más estados del sur habían aprobado leyes de responsabilidad antes de la NCLB (15 de 17), y más que cualquier otra región geográfica (13 de 17) habían aprobado exámenes obligatorios de la high school.

Examinaremos con más detalle el trabajo que han realizado los doctores Hinshaw y Scheffler cuando salga su libro (a principios del año que viene), en el que se analizan de forma más amplia todos los factores que influyen en los diagnósticos de TDAH. Pero esta correlación entre las leyes de responsabilidad y la tasa de diagnóstico de TDAH ilustra la importancia de investigar en lo que influye en quién recibe un diagnóstico y con qué.

“Tenemos que darnos cuenta de que, por muy reales que sean estos trastornos, el diagnóstico depende del comportamiento”, explica el Dr. Hinshaw. “No tenemos una prueba de laboratorio, por lo que el diagnóstico siempre tendrá un componente subjetivo: ¿la conducta de este niño encaja en este salón, o en esta familia o en esta cultura?”.

Las expectativas de la escuela impulsan los diagnósticos

Esto no significa que el TDAH no sea un trastorno real. Si los niños no tuvieran que ir a la escuela, seguiría habiendo niños que muestran un comportamiento inusualmente (o extremadamente) activo, desatento e impulsivo, que son los síntomas clave del TDAH. Estos son comportamientos que también causan serios problemas fuera de la escuela, y un diagnóstico riguroso requiere de hecho que el deterioro se manifieste al menos en dos entornos. No obstante, es de esperar que los cambios en lo que se espera de los niños en la escuela y el aumento en la presión por cumplir esas expectativas se reflejen en quiénes reciben un diagnóstico.

Esto no es exclusivo del TDAH, señala el Dr. Hinshaw. “La patología psiquiátrica forma parte de un marco ecológico. La condición es real, pero lo que a menudo marca la diferencia entre obtener o no un diagnóstico es qué tanto encaja la persona dentro de ese marco”.

Las leyes de responsabilidad pueden ser solo uno de los factores ambientales que determinan la tasa de diagnósticos de TDAH, pero es un comienzo importante, sobre todo si dirigen de una manera constructiva la atención de la comunidad que se preocupa por estos diagnósticos.

“Se trata de una investigación epidemiológica correlacional”, advierte el Dr. Hinshaw. La correlación, como se sabe, no implica causalidad. “Pero para nosotros es casi una prueba irrefutable”.

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Cómo ayudar a un adolescente con necesidades especiales a viajar solo https://childmind.org/es/articulo/como-ayudar-a-un-adolescente-con-necesidades-especiales-a-viajar-solo/ Thu, 17 Apr 2025 17:19:27 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=53558 Aunque ya lo hemos hecho antes, empiezo a sentir un nudo familiar en el estómago a medida que se acerca el gran día. Mi hijo James, de 14 años, volará de Houston a Nueva York para visitar a la familia durante un par de semanas. Tres horas y 51 minutos, más quién sabe cuánto tiempo … Continued

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Aunque ya lo hemos hecho antes, empiezo a sentir un nudo familiar en el estómago a medida que se acerca el gran día. Mi hijo James, de 14 años, volará de Houston a Nueva York para visitar a la familia durante un par de semanas. Tres horas y 51 minutos, más quién sabe cuánto tiempo sentado en la pista. Completamente solo.

Probablemente estén pensando que soy una madre sobreprotectora. Quiero decir, James va a empezar la high school el año que entra. Pero la cosa es esta: en nuestro último vuelo juntos, James empezó a gritar de repente “¡Mis oídos! ¡Mis oídos! ¡Ayúdame! ¡Haz que pare!”, cuando el avión descendía y se le reventaban los oídos. Gracias a Dios por los compasivos asistentes de vuelo (y por un montón de chicle).

Aunque James puede parecer bastante funcional, tiene multitud de necesidades especiales (incluidos autismo y TDAH) que le impiden cruzar la calle con seguridad, y mucho menos volar solo. Para complicar aún más las cosas, también se tambalea, sobre todo cuando sus pies están a miles de metros del suelo. James no sabrá que una señal de cinturón de seguridad encendido significa “No vayas al baño en este momento”. (Honestamente, yo tampoco estoy segura de cuándo se puede ir al baño). Es muy posible que derrame su bebida mientras sube y baja la “increíble bandeja del asiento” dos docenas de veces. ¿Y si su vecina cree que es molesto? ¿Y si le pisa el pie mientras va al baño? ¿Y si se le tapan los oídos?

¿Por qué volar solo?

Probablemente te preguntes por qué pondría a este niño en un vuelo transcontinental solo. Vivimos a 2,900 kilómetros del padre y la madrastra de James, y a pesar de la distancia, es muy importante para mí que James mantenga la relación con la mayor parte posible de su familia. Si se necesita toda una comunidad para criar a un niño, se necesita un país pequeño para criar a un niño con necesidades especiales. Simplemente no tenemos los recursos para que un adulto lo acompañe en ambos sentidos.

Pero también es cierto que, a medida que James crece, trabajamos constantemente en sus habilidades para vivir de forma independiente, que son invaluables para su éxito y felicidad a largo plazo como adulto con necesidades especiales. James nunca conducirá un coche y todavía no sabe montar en bicicleta, a pesar de sus numerosos intentos. Pero este año lo estaremos preparando para caminar solo una cuadra hasta la high school, y le compramos su primer teléfono móvil para que pueda llamarme en cuanto llegue sin que lo atropelle un coche en la única calle que tiene que cruzar.

Así que, a pesar de los riesgos, con mucha planificación (y preocupación), James ya ha hecho oficialmente el viaje solo dos veces. Ha habido contratiempos, claro, pero James se siente listo para volar de nuevo.

Estos son algunos consejos sobre cómo preparamos a nuestro hijo con necesidades especiales, y a su aerolínea, para el gran viaje:

DA debería significar Definitivamente asombroso

Cuando estés listo para reservar los boletos, busca en Internet el vuelo que deseas. A continuación, ahórrate problemas y llama a la línea de asistencia para discapacitados (DA, por sus siglas en inglés) de la aerolínea para reservarlo.

Antes de conocer la línea DA, probé la línea de reservaciones típica de Jet Blue. La primera persona con la que hablé me dijo que no, que nadie podía acompañar a James al baño porque los asistentes de vuelo no se ocupaban de “problemas de baño”.

“No necesita ayuda dentro del baño”, expliqué, “solo por el pasillo por si tropieza o se cae”.

“Eso está fuera del alcance de los asistentes”, me dijeron.

“Entonces, si me caigo de camino al baño, ¿nadie vendrá a ayudarme?”, pregunté incrédula.

Colgué, frustrada, pero una vez que encontré la línea DA, me dijeron que James no solo podría ser ayudado a ir al baño, sino que también tendría un asiento especial, a una fila de distancia para minimizar el camino. Jet Blue satisfizo todas nuestras necesidades, ¡e incluso nos contactaron la mañana del vuelo para ver si necesitábamos algo más para que James estuviera más cómodo!

La exageración es algo bueno aquí

Apliqué una cantidad muy poco científica de preocupación maternal a cada número que nos daban. ¿Estar allí una hora más temprano para el pase de la puerta? Vale, tres horas antes, por si tiene hambre, necesita ir al baño o lo detienen en seguridad por hablar incesantemente sobre lo que significan todos los símbolos de las señales (¿Cuántas armas crees que tienen las personas en la fila? ¿Ves alguna? ¿Qué sonido hace una bomba?). ¿El vuelo durará cuatro horas? Vale, llevaremos suficientes aperitivos y actividades para al menos seis horas, porque solo el rodaje en un aeropuerto tan concurrido como el de Nueva York podría llevar tanto tiempo.

Hablando de actividades…

Deberían ser tranquilas. Para ver la televisión en el avión, dos pares de auriculares deberían ser suficientes (por si se rompe uno). También metimos unos cuantos cómics nuevos en la mochila de James para que estuviera totalmente distraído durante el despegue, un Kindle cargado y unos Wikki Stix nuevos. Los Wikki Stix son unas cosas flexibles y cerosas que entretendrán a cualquiera de mis hijos (de 1 a 14 años) durante al menos 30 minutos, y en el avión cada minuto cuenta.

Los cacahuates no son suficientes

Empaqueta varios aperitivos, o una comida, dependiendo de la hora del vuelo, y teniendo en cuenta el tiempo que pueda pasar estacionado en la pista. En el caso de James, le dejé elegir un par de golosinas favoritas en el aeropuerto y le preparé un sándwich limpio, fácil de masticar en silencio y que no se desmoronara, y una bebida con tapa. De nada, pasajero del asiento 24C.

El chicle no es un aperitivo, sino una necesidad

No solo para tener un aliento fresco, sino para esos molestos despegues y aterrizajes que pueden hacer que a James le revienten los oídos. Los tapones para los oídos o el Dramamine también pueden ser útiles en este caso, dependiendo de tu hijo.

Hablando de medicamentos…

James llevaba consigo una pequeña farmacia llena de medicamentos, algunos de ellos recetados. Después de encontrar información contradictoria sobre cómo manejar esto, conseguí una copia de la receta, la puse dentro de su mochila con las pastillas y la pasé por seguridad sin problemas. Dependiendo de lo difícil que sea reemplazar los medicamentos, es posible que desees poner pastillas en tu equipaje de mano por si acaso se pierde el equipaje.

Pase de abordad, no pases.

La regla general es que solo un adulto puede obtener un pase de puerta para acompañar a tu hijo que vuela solo, ni siquiera hermanos, el otro padre o un bebé, como descubrí. En cualquier caso, lleva tu identificación y tu mejor cara al mostrador de reservas para que puedas recoger uno (más el bebé si tienes uno) y ayudar a tu viajero solitario a pasar por seguridad hasta la puerta.

Una nota de amor podría ser útil en este caso

No para tu hijo, sino para los auxiliares de vuelo. En la mío, escribí un breve resumen de las cosas a las que había que estar atento y de cómo manejar mejor a James si se ponía nervioso o disgustado durante el vuelo. Les di mi número de teléfono móvil y les di las gracias efusivamente por el tiempo y el esfuerzo que tendrían que dedicar si a James se le reventaban los oídos (gracias a Dios, no fue así).

Hmm, ¿algún consejo de última hora? Si tuviera que señalar un factor clave de nuestro éxito hasta ahora, me quedaría con ese tiempo extra. Recomiendo llegar tantas horas antes como puedas. A James y a mí nos gusta relajarnos y tomar un aperitivo juntos, hacer algunas compras, leer un poco y ver despegar los aviones mientras esperamos. Le ayuda a acostumbrarse a su entorno y a calmarse antes de salir por su cuenta.

Te sorprendería lo fácil que es convertir una experiencia potencialmente estresante en un día especial juntos con solo un par de horas extra. Después de pasar revisión, por supuesto.

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Cuando el problema de comportamiento enmascara una discapacidad de aprendizaje https://childmind.org/es/articulo/cuando-el-problema-de-comportamiento-enmascara-una-discapacidad-de-aprendizaje/ Thu, 10 Apr 2025 17:07:10 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=53245 Todos los padres y madres han experimentado (o visto) a un niño que entra en crisis al dejarlo en la escuela. Pero para la familia de una niña de 7 años, los berrinches en la entrada de la escuela eran algo cotidiano. La niña estaba tan angustiada por tener que ir a la escuela que … Continued

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Todos los padres y madres han experimentado (o visto) a un niño que entra en crisis al dejarlo en la escuela. Pero para la familia de una niña de 7 años, los berrinches en la entrada de la escuela eran algo cotidiano. La niña estaba tan angustiada por tener que ir a la escuela que lloraba y se aferraba a su madre hasta que el director salía y la ayudaba físicamente a atravesar la puerta principal.

Lo que en un inicio se suponía que era ansiedad o un trastorno del comportamiento resultó ser una discapacidad de aprendizaje. “Cuando la evaluamos, descubrimos que tenía dislexia”, dice la neuropsicóloga Angela Dewey, PhD. “No estaba siendo desafiante, estaba abrumada por las tareas de lectura y escritura”.

Los niños que tienen dificultades en la escuela a veces se portan mal: no quieren hacer las tareas, se niegan a participar e incluso se vuelven disruptivos en clase. Para los padres y los maestros, puede parecer rebeldía o desinterés. Pero en muchos casos, estos comportamientos son señales de un trastorno del aprendizaje no diagnosticado que puede hacer que la escuela sea más difícil.

“Muchas veces, los padres llegan aquí diciendo que su hijo está fuera de control”, dice la Dra. Dewey, que evalúa a los niños en el Centro Gund para el aprendizaje y el diagnóstico del Child Mind Institute. “Lo que a veces encontramos es que hay un trastorno de aprendizaje subyacente que está impulsando el comportamiento”.

Comprender la conexión entre el comportamiento y los trastornos del aprendizaje puede ayudar a padres y educadores a brindar el apoyo adecuado, y evitar que los niños se retrasen académica y socialmente.

¿Qué es un trastorno del aprendizaje?

Los trastornos del aprendizaje tienen su origen en la forma en que el cerebro de un niño procesa la información. Estas diferencias neurológicas pueden dificultarles mucho más que a otros niños la lectura, la escritura, las matemáticas o prestar atención. Estas dificultades no se deben a una falta de inteligencia o de esfuerzo, sino a diferencias en la función cerebral que hacen que las tareas de aprendizaje sean más difíciles.

Padres y maestros a veces asumen que un niño con dificultades simplemente no se está esforzando lo suficiente. Pero como explica la Dra. Dewey, “a los niños les va bien cuando pueden. Si un niño se porta mal o se niega a hacer la tarea, no suele ser porque no quiera aprender. Es porque algo se lo impide”.

Cómo los trastornos del aprendizaje pueden parecerse a los problemas de comportamiento

Cuando los niños no pueden explicar sus dificultades, su frustración se suele manifestar en su comportamiento o incluso en síntomas físicos. Puede que un niño se frustre fácilmente con la tarea, parezca desorganizado o que se niegue a seguir instrucciones. Anticipar un día difícil en la escuela puede cusar ansiedad a los niños, lo que puede provocar crisis nerviosas, evasión o síntomas físicos como dolores de estómago.

“Muchas veces, vemos a niños que tienen trastornos del aprendizaje con síntomas muy similares a los de la ansiedad”, dice la Dra. Dewey. “Por ejemplo, algunos niños con trastornos del aprendizaje no diagnosticados evitan en gran medida la escuela, se encierran o incluso se niegan a entrar en el edificio. Otros pueden tener crisis antes de ir hacia la escuela, pero logran regular sus emociones una vez dentro del aula. Si un niño tiene dificultades constantes en una materia concreta y reacciona con intensidad al estrés relacionado con la escuela, podría ser una señal de un trastorno de aprendizaje subyacente”.

Dislexia: cuando la lectura genera frustración

La dislexia, un trastorno de la lectura, es uno de los tipos más comunes de discapacidad del aprendizaje y a menudo se presenta como un problema de comportamiento. Un niño que tiene dificultades para leer puede evitar las tareas de lectura, negarse a leer en voz alta o frustrarse cuando se le pide que complete tareas de alfabetización.

Los niños con dislexia también pueden desarrollar estrategias para ocultar sus dificultades. “Algunos niños se convierten en el payaso de la clase para distraer la atención de sus dificultades con la lectura”, dice Rachel Ganz, PhD, neuropsicóloga del Centro Gund para el aprendizaje y el diagnóstico del Child Mind Institute. “Otros pueden actuar como si no les importara o decir que leer es aburrido, cuando lo que sucede en realidad es que tienen dificultades”.

Trastornos de las matemáticas y la escritura: evitación y ansiedad

Entre los diferentes tipos de discapacidades del aprendizaje, la discalculia afecta específicamente la capacidad de trabajar con números, mientras que la disgrafía afecta la capacidad de escribir. Los niños con estos trastornos pueden procrastinar, “olvidar” tareas o enfadarse cuando se les pide que hagan trabajos específicos de estas áreas.

Puede que a los estudiantes con disgrafía les cueste escribir a mano, deletrear y organizar sus pensamientos en papel. “Para algunos niños, escribir una sola frase es agotador y frustrante”, explica la Dra. Ganz. “Esa frustración puede llevar a la evitación, y los maestros pueden asumir que el niño simplemente no está motivado”.

La Dra. Ganz señala que la evasión de la escuela suele estar relacionada con dificultades de aprendizaje. “Los niños con trastornos de aprendizaje no diagnosticados se podrían sentir mal antes de ir a la escuela, pedir ir a la enfermería o solicitar con frecuencia ir al baño durante la clase, especialmente antes de una materia difícil como lectura o matemáticas”.

TDAH: Impulsividad confundida con rebeldía

Aunque técnicamente no es un trastorno del aprendizaje, el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) también dificulta mucho el aprendizaje. Es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la capacidad del niño para concentrarse, regular los impulsos y administrar las tareas. Los niños con TDAH pueden tener problemas para seguir instrucciones, ser constantes en sus tareas o permanecer quietos, comportamientos que se pueden confundir con rebeldía.

“Los padres podrían decir que su hijo se puede concentrar durante horas en los videojuegos, pero no en las tareas, así que tiene que ser flojera”, dice la Dra. Dewey. “Pero no es así. Los niños con TDAH tienen dificultades para regular su atención, lo que significa que concentrarse en tareas que no son de su agrado les resulta mucho más difícil”.

Además, el TDAH puede afectar la regulación emocional. “Los niños con TDAH suelen tener poca tolerancia a la frustración”, dice la Dra. Ganz. “Pueden pasar de cero a cien en un instante, y hacer un berrinche por una simple tarea porque se sienten abrumados”.

Cómo los trastornos del aprendizaje afectan el bienestar emocional

No solo los estudios se ven afectados cuando un niño tiene un trastorno del aprendizaje. También suelen afectar al bienestar social y emocional del niño.

“Cuando los niños tienen dificultades académicas, con frecuencia se ve afectada su confianza y autoestima”, dice la Dra. Dewey. “Pueden sentir vergüenza frente a sus compañeros o preocuparse porque les pregunten algo en clase. Esa ansiedad a veces se puede manifestar como evitación.

En algunos casos, los niños pueden desarrollar ansiedad o depresión como resultado de sus dificultades. “Vemos niños que interiorizan sus dificultades académicas y se culpan a sí mismos por no ser lo suficientemente inteligentes”, dice la Dra. Ganz. “Esto puede llevar a sentimientos de inutilidad o incluso a rechazar la escuela”.

Además, los niños con trastornos del aprendizaje no diagnosticados pueden tener dificultades con las interacciones sociales. Pueden tener problemas para seguir el ritmo de las conversaciones, seguir las reglas en los juegos o recordar instrucciones. Esto puede dificultar que desarrollen amistades, lo que conduce a sentimientos de aislamiento.

Pasos a seguir si sospechas que existe un trastorno del aprendizaje

Reconocer las señales de los diferentes tipos de discapacidades del aprendizaje es el primer paso, pero averiguar qué hacer a continuación puede resultar abrumador. Afortunadamente, hay pasos claros que padres y maestros pueden seguir para comprender mejor las dificultades de un niño y poner en marcha el apoyo adecuado.

Observa patrones

Si el comportamiento de tu hijo te está haciendo encender las alarmas, el primer paso es buscar patrones. ¿Tiene dificultades en una materia en particular? ¿Se porta mal en ciertos momentos del día? Identificar cuándo y dónde ocurren los desafíos puede ayudar a descubrir un trastorno de aprendizaje subyacente.

Tanto maestros como padres deben hacer un seguimiento de cuándo se producen los problemas de comportamiento. “Si un niño solo se porta mal durante la lectura o las matemáticas, es una señal de alarma de que puede haber un tema subyacente”, dice la Dra. Ganz. “Los patrones nos dan pistas importantes”.

Busca una evaluación profesional

Muchas escuelas tienen la capacidad de evaluar a los estudiantes para detectar trastornos del aprendizaje. Las evaluaciones neuropsicológicas privadas también son una opción en caso de que las pruebas no estén disponibles en la escuela de tu hijo, no estés de acuerdo con los hallazgos de la escuela o desees obtener una visión más personalizada de la discapacidad específica de tu hijo.

“La intervención temprana puede evitar años de frustración”, afirma la Dra. Dewey. “Sin un diagnóstico, los niños pueden interiorizar sus dificultades y creer que simplemente no son lo suficientemente inteligentes, lo cual no es cierto”.

Explora estrategias de intervención

Una vez que se identifica un trastorno del aprendizaje, el apoyo adecuado puede marcar la diferencia. Con intervenciones específicas, los niños pueden desarrollar las habilidades que necesitan para tener éxito académico y sentir más confianza en sus capacidades.

  • Para la dislexia: Los programas de lectura multisensoriales como el método Orton-Gillingham o el sistema de lectura Wilson pueden ayudar a los niños a fortalecer sus habilidades de alfabetización. Padres y maestros también pueden fomentar el uso de audiolibros, conceder más tiempo para las tareas y utilizar la enseñanza basada en la fonética para aumentar la confianza en la lectura.
  • Para los trastornos de matemáticas y escritura: Los métodos de enseñanza estructurados y paso a paso, los organizadores gráficos y las estrategias de aprendizaje prácticas pueden facilitar la comprensión de conceptos matemáticos complejos. Las herramientas de voz-a-texto y el tiempo adicional al realizar tareas también pueden ayudar a los niños que tienen dificultades con la escritura.
  • Para el TDAH: La asesoría para la función ejecutiva, las rutinas estructuradas y la terapia conductual pueden ayudar a los niños a manejar la concentración, la organización y la autorregulación y hacer que las tareas escolares sean más manejables. La medicación puede mejorar la capacidad de concentración de los estudiantes.

Las escuelas también pueden proporcionar adaptaciones para apoyar a los niños con trastornos de aprendizaje, como tiempo adicional en exámenes o modificar las tareas.

Por qué es importante la intervención temprana

El diagnóstico y la intervención tempranos pueden ayudar a los niños a desarrollar confianza y evitar frustraciones innecesarias. “Cuanto antes identifiquemos un trastorno del aprendizaje, antes podremos poner en marcha apoyos”, dice la Dra. Ganz. “Obtener un diagnóstico no consiste en etiquetar a los niños, sino en darles las herramientas adecuadas para tener éxito”.

Preguntas frecuentes

¿Pueden los problemas de comportamiento ser una señal de un trastorno del aprendizaje?

Sí, los problemas de comportamiento como las crisis, la negativa a ir a la escuela o el comportamiento desafiante pueden ser señales de un trastorno del aprendizaje subyacente. Cuando los niños tienen dificultades con la lectura, la escritura o las matemáticas, a menudo se sienten abrumados o ansiosos, lo que puede llevar a que se porten mal. Identificar de forma temprana una discapacidad del aprendizaje puede ayudar a abordar tanto los desafíos académicos como los de comportamiento.

¿Cuáles son los tipos comunes de discapacidades de aprendizaje?

Los tipos comunes de discapacidades del aprendizaje incluyen dislexia (dificultad con la lectura), discalculia (dificultad con las matemáticas) y disgrafía (dificultad con la escritura). Otros desafíos relacionados, como los problemas de procesamiento auditivo, también pueden afectar el aprendizaje. Cada condición afecta la forma en que un niño procesa la información y puede llevar a la frustración o la evasión en la escuela.

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CBITS: Tratamiento del trauma infantil en la escuela https://childmind.org/es/articulo/cbits-tratamiento-del-trauma-infantil-en-la-escuela/ Fri, 04 Apr 2025 17:12:52 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=53103 Las investigaciones demuestran que la exposición al trauma durante la infancia es mucho más común de lo que se podría pensar: dos tercios de los niños han tenido al menos una experiencia adversa y más de 1 de cada 5 ha tenido tres o más. Experimentar un acontecimiento perturbador puede generar una sensación de aislamiento, … Continued

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Las investigaciones demuestran que la exposición al trauma durante la infancia es mucho más común de lo que se podría pensar: dos tercios de los niños han tenido al menos una experiencia adversa y más de 1 de cada 5 ha tenido tres o más.

Experimentar un acontecimiento perturbador puede generar una sensación de aislamiento, incluso cuando ese acontecimiento sea compartido, como un tiroteo en una escuela o un incendio forestal. (Trauma es un término clínico, por eso muchos profesionales clínicos evitan utilizar la palabra traumático hasta que comprenden el impacto que ha tenido el acontecimiento en el niño). Esto se debe en parte a que las personas procesan los eventos de manera diferente. Un acontecimiento podría ser percibido como traumático para un niño, mientras que para otro podría no ser así. Pero cuando un niño manifiesta síntomas de trauma, su vida y su funcionamiento se pueden ver afectados de múltiples maneras.

Los síntomas de un trauma pueden ser realmente perjudiciales para los niños en muchos aspectos de sus vidas“, afirma Katie Peinovich, trabajadora social clínica con licencia del Child Mind Institute. Pueden afectar a los niños en la escuela y dificultarles pensar con claridad, dice, así como perjudicar sus relaciones con su familia y sus amistades. Estos síntomas también pueden afectar su autoestima y la forma en que se perciben a sí mismos y al mundo.

“Cuando puedes aliviar algunos de esos síntomas —dice Peinovich— puedes aumentar realmente el nivel de funcionamiento del niño y fortalecer su sensación de seguridad”.

¿Qué es CBITS?

Durante las últimas dos décadas, las escuelas se han involucrado cada vez más en el tratamiento de los síntomas de trauma en sus estudiantes a través de programas como CBITS, que no es lo mismo que CBIT, una terapia conductual para niños con trastornos de tics. Una buena forma de recordarlo es que la “S” de CBITS significa Schools (escuelas).

La intervención cognitivo-conductual para el trauma en escuelas, o CBITS, es un programa de salud mental basado en la escuela que ayuda a los niños a manejar los síntomas de un trauma.

¿Por qué tratar el trauma en las escuelas?

Los niños necesitan sentirse seguros para aprender, pero ofrecer servicios de intervención en caso de trauma en la escuela también tiene otros beneficios. Aunque existe una terapia individual eficaz para niños que han experimentado trauma, llamada terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma (TCC-CT), es posible que muchos niños no tengan acceso a ella.

“Lo bueno de las escuelas es que los niños ya están allí”, dice Lisa H. Jaycox, PhD, científica especializada en comportamiento en RAND Corporation. Padres y cuidadores no se tienen que preocupar por encontrar un proveedor o por el traslado, ni por el pago de los servicios o la programación de las citas. Además, participar en un programa basado en la escuela ayuda a los niños a reducir la vergüenza y la culpa que pueden surgir después de un evento perturbador: preocupaciones persistentes de que algo está mal con ellos o de que son los únicos que reaccionan de esta manera.

Los niños que con frecuencia tienen dificultades no reconocen que sus problemas están relacionados con el trauma, el cual pudo haber ocurrido mucho antes. “Sienten que es simplemente parte de ellos y no lo relacionan con la experiencia traumática”, dice la Dra. Jaycox. “Por eso, parte de lo que hacemos es ayudar a los niños a comprender cómo se relacionan los síntomas y cómo pueden empezar a abordarlos a través de diferentes habilidades y estrategias de afrontamiento”.

¿Para quién es la CBITS?

La CBITS está diseñada para satisfacer las necesidades de niños desde kínder hasta high school que han experimentado un evento perturbador, incluso si no se les ha diagnosticado clínicamente TEPT, como suele ser el caso.

La Dra. Jaycox desempeñó un papel decisivo en el desarrollo del programa CBITS a finales de la década de los noventa junto con Los Angeles Unified School District (LAUSD). En aquel momento, los servicios de salud mental del distrito estaban sobrecargados. En algunas escuelas, “todos y cada uno de los niños” informaban de haber visto una agresión, un tiroteo o una muerte de parte de pandillas. El LAUSD solicitó ayuda a RAND Corporation para atender las necesidades de sus estudiantes a mayor escala. Lo significativo de las CBITS, señala la Dra. Jaycox, es que se crearon y se investigaron en colaboración con científicos y la escuela.

Los científicos colaboraron con trabajadores sociales de las escuelas en diversos grupos, en los cuales había inmigrantes de reciente ingreso al país. “Así que, desde el principio, nos enfrentamos a múltiples idiomas y culturas”, afirma la Dra. Jaycox.

La Dra. Jaycox y sus colegas llevaron el programa a estudiantes de Nueva Orleans después del huracán Katrina y trabajaron con el National Native Children’s Trauma Center para adaptar el manual de CBITS a jóvenes nativos americanos. También continúan adaptando y desarrollando el programa para niños en hogares de acogida y en diferentes países, como China, Guyana y Japón.

¿Cómo funciona la CBITS?

En primer lugar, se evalúa a los estudiantes para identificar si el programa les podría beneficiar. Las pruebas de detección son un poco diferentes según la escuela, pero en general los profesionales clínicos buscan niños que: 1) hayan estado expuestos a un acontecimiento perturbador y 2) sigan experimentando síntomas de angustia. Las pruebas de detección están destinadas a identificar síntomas moderadamente graves, pero sutiles, que incluso aquellos maestros o cuidadores que han estado vigilando de forma muy cercana podrían haber pasado por alto.

Señales de trauma

Justo después de un acontecimiento perturbador, la mayoría de las personas experimentan algunos síntomas de trauma que pueden incluir los siguientes:

  • Sentir ansiedad o nerviosismo (hipervigilancia), sobresaltarse ante cualquier ruido o movimiento repentino.
  • Revivir el evento a través de pesadillas, pensamientos intrusivos o recuerdos.
  • Evitar pensar o hablar sobre el evento porque despierta demasiadas emociones intensas.
  • Experimentar cambios de humor o cambios en la forma en que la persona piensa sobre sí misma, las demás personas y el mundo.

Estos síntomas pueden desaparecer por sí solos. Pero si persisten durante demasiado tiempo, es una señal de que un niño podría requerir ayuda adicional para afrontarlos.

CBITS y terapia cognitivo-conductual (TCC)

Los programas de CBITS están dirigidos por profesionales de la salud mental capacitados. (También existe una versión llamada Apoyo para estudiantes expuestos a trauma o SSET, diseñada para ser implementada por personal no clínico, como maestros). Los grupos están formados por entre 6 y 10 niños que se reúnen en sesiones de 45 minutos (la duración de una clase media) una vez a la semana durante 10 a 12 semanas.

Habilidades y estrategias

CBITS incorpora aspectos de la terapia cognitivo-conductual (TCC), que se basa en la idea de que si podemos reconocer cómo nuestros sentimientos influyen en nuestros pensamientos, podemos aprender a manejar mejor nuestros comportamientos.

En las sesiones de grupo, los niños aprenden habilidades de relajación, como ejercicios de respiración que pueden utilizar para calmarse, pero también aprenden formas de abordar el pensamiento desadaptativo, explica la Dra. Jaycox. Por ejemplo: “Me pasó algo malo, así que debo ser una mala persona”. O: “Alguien me hizo daño, así que no puedo confiar en las demás personas”.

“Trabajamos para abordar esos pensamientos, cuestionarlos y tratar de encontrar formas más realistas de pensarlos”, afirma.

El programa también se centra en los comportamientos de evitación. Por ejemplo, digamos que un niño ha tenido un accidente automovilístico grave. Puede que evite viajar en auto o incluso cruzar la calle de camino a la escuela. Está bien tener miedo a las cosas, pero se convierte en un problema cuando los niños sienten que sus miedos tienen el control.

“Elaboramos una lista de cosas que pueden estar evitando porque están relacionadas con el trauma, pero que por lo demás son seguras”, dice la Dra. Jaycox. “Desarrollamos una jerarquía de aquellas cosas que les causan ansiedad. Y luego trabajamos en abordarlas de una manera segura para que puedan acostumbrarse a ellas de nuevo y disipar esa ansiedad”.

Creación de un relato del trauma

El programa CBITS incluye además hasta tres sesiones individuales entre el niño y un profesional clínico. Parte de este trabajo implica crear un relato del trauma.

Los recuerdos perturbadores suelen estar fragmentados, lo que puede causar ansiedad, explica la Dra. Jaycox. “Pensar deliberadamente en el evento o escribir sobre él ayuda a dar mayor coherencia al recuerdo y a la historia”, dice. “Crear una narrativa es una especie de exposición y habituación al trauma que ayuda a los niños a sentirse más en control cuando piensan en ello”, lo que disminuye con el tiempo la ansiedad que causa el recuerdo.

Para ayudar a los niños a entender el concepto de habituación, Peinovich dice que a veces les pregunta si alguna vez han visto una película de terror.

“La primera vez que la ves, da mucho, mucho miedo. Te sobresaltas con cada escena que surge de forma sorpresiva, y no sabes qué va a pasar después”, dice Peinovich, destacando las sensaciones físicas, como el corazón acelerado, que acompañan al miedo.

“Pero cuando la vuelves a ver, ¿cómo es? Ahora sabes cuándo van a venir los momentos más terroríficos. Así que tal vez todavía te sorprendan, pero no es tan malo. O no da tanto miedo. ¿Y qué pasa la tercera o cuarta vez?”.

“Es una especie de ilustración de cómo cambian tus emociones cuanto más te involucras en algo”.

Aprender a compartir

El profesional clínico también trabaja con el niño para decidir cómo quiere compartir su experiencia en las sesiones grupales. Las sesiones de grupo son importantes porque ayudan a los niños a ver que no están solos, aunque sus experiencias individuales sean diferentes. Pero las descripciones se mantienen a propósito generales, breves y directas: “Tuve un accidente de auto”, o “me lastimé en un accidente de auto”.

En grupo, el objetivo es el acto de compartir, no procesar los detalles. “No queremos que carguen con las experiencias traumáticas de los demás”, dice Peinovich. “Queremos que compartir se sienta positivo y alentador, no abrumador”.

Hablar de cosas perturbadoras es difícil, pero proporcionar a los niños un lenguaje sencillo les ayuda a comprender que también es seguro y está bien hacerlo, explica Peinovich. En las sesiones individuales, “no queremos que se preocupen de que nos van a abrumar con la información, o que lo que están hablando es algo que es muy malo o angustioso de hablar”, dice.

“Creo que a veces, cuando calificas demasiado (“sé que esto puede ser muy difícil y puede ser muy incómodo hablar de ello”), lo que le estás comunicando al niño es: `Ah, esto de verdad es algo serio´”.

Peinovich dice que su objetivo es separar la intensidad de los sentimientos del relato: “Como, ‘ok, es una experiencia muy difícil la que tuviste, pero no dice nada malo acerca de ti. Así que, hablemos de ello’”.

Después de la CBITS

CBITS es una intervención, no un plan de tratamiento continuo. El objetivo es ayudar a los niños a controlar sus síntomas, y referirlos a otros lugares para atender otras necesidades de salud mental, según sea necesario. Numerosas investigaciones demuestran que programas como CBITS son eficaces y reducen significativamente los síntomas del TEPT y la depresión.

Peinovich, que lleva 25 años ofreciendo servicios de traumatología a niños, dice que le sorprende continuamente la capacidad de los niños para recuperarse de las dificultades con solo un poco de apoyo.

“Empecé a trabajar en esto con la idea de que los niños son resilientes y pueden superar muchas cosas”, dice. “Así que, cuando veo que eso ocurre, no es necesariamente algo así como: ‘¡Oh, vaya, no me lo puedo creer!’. Es más bien algo así como: ‘¡De verdad que pueden hacerlo!’”.

Preguntas frecuentes

¿Cómo ayudar a un niño que muestra síntomas de trauma en la escuela?

Crea un ambiente seguro y tranquilo. Aprende a reconocer las señales de angustia en los estudiantes y utiliza estrategias informadas sobre el trauma para brindar apoyo.

¿Qué es la terapia CBITS?

La terapia CBITS (intervención cognitivo-conductual para el trauma en las escuelas) es un programa escolar que ayuda a los niños a manejar los síntomas del trauma. En sesiones grupales e individuales con un profesional clínico, los niños aprenden habilidades para manejar el miedo y la ansiedad causados por una experiencia perturbadora.

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Mantener la seguridad de las y los adolescentes en la app de Mirror https://childmind.org/es/blog/mantener-la-seguridad-de-las-y-los-adolescentes-en-la-app-de-mirror/ Wed, 19 Mar 2025 19:41:38 +0000 https://childmind.org/?p=52337 Creamos un espacio seguro para que puedan compartir lo que piensan. En Mirror ofrecemos un espacio privado para que las y los adolescentes puedan escribir sobre sus sentimientos, expresarse libremente y aprovechar al máximo la práctica de escribir un diario. Sabemos que la privacidad es fundamental para lograr una auténtica expresión, que es lo esencial … Continued

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Creamos un espacio seguro para que puedan compartir lo que piensan.

En Mirror ofrecemos un espacio privado para que las y los adolescentes puedan escribir sobre sus sentimientos, expresarse libremente y aprovechar al máximo la práctica de escribir un diario. Sabemos que la privacidad es fundamental para lograr una auténtica expresión, que es lo esencial de llevar un diario. Pero también sabemos que la seguridad es importante. Por eso, hemos creado un sistema que revisa de forma discreta la información en el diario para detectar señales de riesgo, como podrían ser las autolesiones.

Nos hemos esforzado por encontrar el equilibrio adecuado: ofrecer ayuda cuando sea necesario y respetar la privacidad e independencia de las y los adolescentes. Ningún sistema es perfecto, pero nos tomamos esta responsabilidad muy en serio.

Por qué es importante

Las y los adolescentes se enfrentan a grandes emociones y desafíos a medida que crecen. Llevar un diario puede ayudar a que procesen sus sentimientos, reflexionen sobre sus experiencias y se comprendan mejor a sí mismos. Pero a veces esos pensamientos pueden revelar señales de angustia, como tristeza o autolesiones. Creemos que es nuestra responsabilidad:

  • Apoyar su salud mental: Si alguien está enfrentando dificultades, queremos poder ofrecerle un camino hacia recursos útiles.
  • Proteger su privacidad: Las y los adolescentes necesitan sentir seguridad al compartir sus pensamientos, sin temor a críticas o tener la sensación de estar bajo observación.
  • Generar confianza: Aunque las y los adolescentes valoran la privacidad, también agradecen la ayuda cuando se ofrece de forma respetuosa y no intrusiva.
  • Permitir su autonomía: Las y los adolescentes tienen la posibilidad de buscar el apoyo que mejor se adapte a sus necesidades, cuando más lo necesitan.

Mirror no sustituye la ayuda profesional. Es una plataforma de diario que, si bien incluye una red de apoyo para ofrecer apoyo en caso de ser necesario, permite que las y los adolescentes mantengan el control de su experiencia de diario.


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Cómo funciona: Detectar patrones

Cuando las y los adolescentes escriben una nota, el sistema de Mirror comprueba si hay patrones que puedan indicar pensamientos de autolesión. Utiliza inteligencia artificial capacitada para reconocer señales comunes sin sobrepasar los límites. 

Clasificación de archivos

  • Nada de qué preocuparse: El archivo refleja pensamientos y sentimientos típicos, tanto positivos como negativos.
  • Bajo riesgo: El archivo muestra algunas señales de angustia sin intención inmediata de reaccionar ante esos sentimientos, por lo que Mirror podría sugerir amablemente recursos útiles.
  • Alto riesgo: Si el archivo incluye señales más intensas de posibles pensamientos autodestructivos o suicidas, se bloquean los resúmenes y se muestra una tarjeta de seguridad con enlaces a recursos de apoyo.

A lo largo de este proceso, la privacidad es lo primero. Mirror opera en segundo plano, sin llamar la atención, y ningún ser humano ve los archivos.

Keeping Teens Safe Blog Image
Cuando se procesa un archivo de alto riesgo, se envía una notificación automática al usuario para recordarle los recursos de apoyo disponibles.

Privacidad + Apoyo = Confianza

Sabemos que Mirror es un espacio donde las y los adolescentes comparten pensamientos íntimos, y respetamos esos límites. Si alguien está enfrentando dificultades, queremos asegurarnos de ofrecerle el tipo de apoyo adecuado, sin invadir su privacidad.

  • Prevención, no diagnóstico: Mirror no sustituye la ayuda profesional. Si es necesario, orienta a las y los adolescentes hacia los recursos adecuados.
  • Equilibrio comprobado: Hemos puesto a prueba nuestro sistema cuidadosamente para asegurarnos de que identifica los riesgos con precisión y mantiene al mismo tiempo la privacidad y el apoyo.
  • Creado con cuidado: Especialistas en salud mental, investigadores y adolescentes nos ayudaron a diseñar una herramienta que se sienta respetuosa y segura.

Un espacio seguro y de apoyo

En Mirror, hemos pensado profundamente en cómo crear una plataforma que proteja a las y los adolescentes y respete su privacidad. Sabemos que no podemos prevenir todas las crisis, pero asumimos el compromiso de crear una herramienta reflexiva que ofrezca ayuda cuando sea necesaria.

Porque cada adolescente merece un espacio seguro para compartir sus sentimientos y encontrar apoyo.

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Más allá de mejorar el estado de ánimo: cómo llevar un diario reconfigura tu cerebro y desarrolla la resiliencia https://childmind.org/es/blog/mas-alla-del-estimulo-del-estado-de-animo-como-llevar-un-diario-reconfigura-tu-cerebro-para-la-resiliencia/ Thu, 27 Feb 2025 22:45:27 +0000 https://childmind.org/?p=52160 En el Child Mind Institute, nos dedicamos a comprender cómo se desarrolla el cerebro e identificar estrategias para ayudar a niños y adolescentes a desarrollar mayor conciencia sobre su salud mental y resiliencia. Sabemos que la adolescencia puede ser una etapa particularmente desafiante, llena de grandes emociones, presiones académicas y complejidades sociales. Por eso hemos … Continued

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En el Child Mind Institute, nos dedicamos a comprender cómo se desarrolla el cerebro e identificar estrategias para ayudar a niños y adolescentes a desarrollar mayor conciencia sobre su salud mental y resiliencia. Sabemos que la adolescencia puede ser una etapa particularmente desafiante, llena de grandes emociones, presiones académicas y complejidades sociales. Por eso hemos desarrollado Mirror, una app de diario digital, diseñada para que llevar un diario sea más fácil y tenga mejores resultados.

Estudios han demostrado que la escritura de expresión, que consiste en escribir sobre tus experiencias emocionales, mejora el procesamiento neuronal en áreas relacionadas con el control cognitivo y la memoria (DiMenichi et. al, 2019). No se trata solo de sentirte mejor en el momento, sino de desarrollar fortaleza mental y emocional a largo plazo.

Piensa en el cerebro como una red de vías interconectadas. Cuanto más uses una vía en particular, más fuerte se volverá. Llevar un diario es como ejercitar los “músculos” que regulan las emociones en el cerebro.

Domar las grandes emociones

Llevar un diario, especialmente a través de la escritura expresiva, puede ser una herramienta poderosa para manejar emociones intensas. Los estudios sugieren que poner los sentimientos en palabras puede ayudar con la revisión cognitiva, o el proceso de replantear una situación para disminuir su impacto emocional (Lieberman et al., 2011). Esto probablemente involucra la corteza prefrontal, el centro de control del cerebro para la planificación, la toma de decisiones y el control emocional.

Aunque se necesita más investigación sobre las funciones específicas del cerebro relacionadas con los beneficios positivos de llevar un diario, el acto de escribir sobre experiencias parece ayudar a conectar las emociones con el pensamiento racional. Esto fomenta con el tiempo una mejor regulación emocional y ayuda a las personas a expresar sus sentimientos de forma de verbal.

    Fortalecer la autoconciencia

    Llevar un diario fomenta la introspección y ayuda a los adolescentes a comprender sus motivaciones, valores y factores desencadenantes. Este autoconocimiento es crucial para tomar decisiones saludables y construir relaciones sólidas. Por ejemplo, reflexionar sobre un conflicto con una amistad puede ayudar a un adolescente a comprender su propio papel en la situación e identificar formas de comunicarse de manera más efectiva en el futuro.

    Desarrollar resiliencia

    La vida inevitablemente nos da sorpresas. Llevar un diario ayuda a los adolescentes a desarrollar resiliencia, es decir, la capacidad de recuperarse de los contratiempos. Al reflexionar sobre experiencias pasadas, pueden identificar estrategias de afrontamiento que funcionaron, aprender de los errores y desarrollar una perspectiva más positiva. Este proceso puede ser particularmente útil después de una decepción, como no haber logrado entrar a un equipo deportivo o recibir una mala calificación. Los estudios han descubierto que escribir sobre experiencias estresantes puede ayudar a las personas a encontrar sentido a las cosas y aumentar su resiliencia (Glass et al, 2019).

    Presentamos la app Mirror

    La app Mirror, desarrollada por el Child Mind Institute, es una herramienta digital diseñada para potenciar los beneficios de llevar un diario. Ofrece preguntas clave interactivas diseñadas por profesionales clínicos y conocimientos basados en inteligencia artificial para guiar la reflexión. La función de inteligencia artificial analiza los patrones de escritura, lo que ayuda a adolescentes y jóvenes a comprender mejor sus emociones. Los registros del diario se almacenan en el dispositivo del usuario, y ningún ser humano tiene acceso a revisarlos, lo que convierte a Mirror en un espacio verdaderamente privado para expresarse, reflexionar y crecer.


    Aunque existen otras aplicaciones de diario, la app Mirror está diseñada específicamente para la salud mental de jóvenes e incorpora principios de desarrollo infantil y psicología. Sin embargo, es importante recordar que llevar un diario no es para todas las personas. Esta es solo una herramienta para apoyar el bienestar mental. Se recomienda siempre ayuda profesional cuando sea necesario. Aquí puedes encontrar recursos para encontrar un profesional de la salud mental.

    Mirror garantiza que toda la información personal se maneje con los más altos estándares de privacidad y seguridad, y cumple plenamente con las regulaciones COPPA, SOC-2 y CCPA.

    ¡Descarga Mirror ahora mismo!


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    Disponible ahora en App Store y Google Play Store.


    Referencias

    DiMenichi, B. C., Ceceli, A. O., Bhanji, J. P., & Tricomi, E. (2019). Effects of Expressive Writing on Neural Processing During Learning. Frontiers in human neuroscience, 13, 389. https://doi.org/10.3389/fnhum.2019.00389

    Glass, O., Dreusicke, M., Evans, J., Bechard, E., & Wolever, R. Q. (2019). Expressive writing to improve resilience to trauma: A clinical feasibility trial. Complementary Therapies in Clinical Practice, 34, 240–246. https://doi.org/10.1016/j.ctcp.2018.12.005

    Lieberman, M. D., Inagaki, T. K., Tabibnia, G., & Crockett, M. J. (2011). Subjective responses to emotional stimuli during labeling, reappraisal, and distraction. Emotion, 11(3), 468–480. https://doi.org/10.1037/a0023503

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    Presentamos Mirror: un espacio seguro para la autorreflexión https://childmind.org/es/blog/presentamos-mirror-un-espacio-seguro-para-la-autorreflexion/ Wed, 26 Feb 2025 22:26:53 +0000 https://childmind.org/?p=52118 En el Child Mind Institute, comprendemos los desafíos a los que se enfrentan adolescentes y jóvenes de hoy. Transitan por un mundo complejo de presiones sociales, exigencias académicas y la influencia continua de las redes sociales. Padres y madres solemos preguntarnos cuál es la mejor manera de apoyar su bienestar emocional y contribuir a que … Continued

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    Mirror App in Action

    En el Child Mind Institute, comprendemos los desafíos a los que se enfrentan adolescentes y jóvenes de hoy. Transitan por un mundo complejo de presiones sociales, exigencias académicas y la influencia continua de las redes sociales. Padres y madres solemos preguntarnos cuál es la mejor manera de apoyar su bienestar emocional y contribuir a que se conviertan en personas resilientes y seguras de sí mismas. Una pieza fundamental del rompecabezas es proveerles un espacio seguro para la autorreflexión, libre de juicios, presiones y potenciales peligros de las plataformas públicas en línea.

    Una app de diario libre de juicios

    Muchas personas jóvenes y adolescentes recurren a las redes sociales u otros espacios públicos en línea para expresarse. Pero estas plataformas no siempre son propicias para un auténtico autodescubrimiento. Podrían atraer críticas, bullying y consejos inútiles o incluso riesgosos de parte de personas extrañas. La presión de crear una personalidad perfecta en línea puede impedir que las y los adolescentes exploren su yo auténtico.

    Por eso creamos Mirror, una poderosa app para llevar un diario, diseñada para brindar un espacio seguro y privado donde adolescentes y jóvenes puedan escribir con libertad, explorar sus emociones y desarrollar la autoconciencia sin temor a juicios o críticas externas. Imagina que tu adolescente llega a casa después de un día difícil en la escuela y usa Mirror para ordenar sus sentimientos y aclarar sus ideas.

    Piensa en Mirror como un buen confidente que simplemente escucha sin juzgar. Con esta app de diario, tu adolescente o joven puede escribir sobre sus emociones, esperanzas, miedos y sueños sin preocuparse por los “me gusta”, las comparaciones o los comentarios negativos. No está la presión de hacerlo bien o de conformarse. El foco está puesto en su mundo interior. Nuestro objetivo es ayudar a adolescentes y jóvenes a encontrar su propia voz, desarrollar resiliencia y sentirse más a gusto con quienes son, lejos del ruido y el estrés de otras plataformas en línea.


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    La importancia de la libertad en el diario: expresarse en privado

    Un aspecto clave de un diario genuino, en especial que produzca beneficios terapéuticos, es el concepto de desinhibición. La desinhibición es la capacidad de expresarte libre y abiertamente, sin las limitaciones o inhibiciones sociales comunes. La investigación sugiere que, cuando las personas se sienten verdaderamente seguras y cuentan con la privacidad necesaria, tienden a revelar emociones y pensamientos más profundos, lo que conduce a una mayor comprensión de sí mismas y un mejor procesamiento de sus emociones (Pennebaker, 1997). Esto se debe a que el temor a la crítica o a las consecuencias puede obstaculizar nuestra autoexpresión honesta.

    Esto es lo que hace a Mirror tan especial. Al ofrecer un espacio realmente privado, adolescentes y jóvenes pueden explorar emociones difíciles, procesar experiencias traumáticas y obtener información valiosa, sin temor a las críticas.

    Priorizar la privacidad y la seguridad

    La privacidad y seguridad de tu familia son fundamentales. Entendemos que confiar los pensamientos y sentimientos de tu adolescente a una plataforma digital requiere un alto nivel de confianza. Por esto, hemos construido Mirror con las más estrictas medidas de privacidad y seguridad.

    Así es como garantizamos una experiencia segura y protegida:

    Estrictas normas de seguridad

    Mirror cumple con SOC-2, lo que significa que cumple con los estándares más rigurosos para mantener la información segura y resguardada. Las pruebas de seguridad periódicas garantizan que la app permanezca protegida frente a amenazas futuras.

    Confidencialidad total

    Los archivos del diario de tu adolescente son solo de él o ella. Nadie, ni siquiera el personal del Child Mind Institute, verá nunca lo que hayan compartido allí. Nuestro sistema utiliza únicamente inteligencia artificial avanzada para detectar el tono emocional y posibles preocupaciones de seguridad (más información a continuación), y los registros se eliminan permanentemente poco después del análisis.

    Codificación de datos

    Toda la información está codificada, lo que garantiza que permanezca confidencial y protegida de accesos no autorizados.

    Empoderar y brindar apoyo a jóvenes y adolescentes

    Mirror está diseñada para brindar a jóvenes y adolescentes la autonomía necesaria para que exploren sus emociones y tomen decisiones informadas sobre su bienestar. Aunque la privacidad es una pieza clave de la app, también priorizamos la seguridad.

    Si la app detecta un problema potencial de seguridad, como algún comentario acerca de de autolesiones o ideas suicidas, le proporcionará directamente al usuario recursos de apoyo, como líneas de crisis y redes de apoyo en el mundo real. Esto garantiza que tu adolescente tenga acceso a ayuda cuando la necesite, al tiempo que mantenemos su privacidad.

    Mirando hacia el futuro

    En el Child Mind Institute, creemos en la importancia de empoderar a adolescentes y jóvenes, para que puedan explorar sus emociones y desarrollar resiliencia en un entorno seguro y de apoyo. Mirror ofrece un espacio para la autorreflexión y el crecimiento personal, libre de las presiones del mundo exterior.

    Anima a tu adolecente a descargar hoy mismo la app de Mirror y dale los beneficios de contar con un espacio seguro y privado para la autorreflexión. Juntos, podemos ayudar a la próxima generación a convertirse en personas seguras y conscientes de sí mismas, listas para enfrentarse al mundo.


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    Referencias

    • Pennebaker, J. W. (1997). Writing about emotional experiences as a therapeutic process. Psychological Science, 8(3), 162-166.

    Acerca del Child Mind Institute

    Somos la organización independiente sin fines de lucro líder en salud mental infantil que brinda atención de excelencia basada en evidencia, distribuye recursos educativos a millones de familias cada año, capacita a educadores en comunidades marginadas y desarrolla iniciativas de ciencia abierta y tratamientos innovadores del mañana.

    Visita las redes sociales del Child Mind Institute: Instagram, Facebook, Twitter, LinkedIn

    Para preguntas de prensa, comunícate con nuestro equipo de prensa en childmindinstitute@ssmandl.com o con nuestro oficial de medios en mediaoffice@childmind.org.

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    ¿Qué es el TOC relacional (TOC-R)? https://childmind.org/es/articulo/que-es-el-toc-relacional-toc-r/ Mon, 17 Feb 2025 23:38:01 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=51847 Conocer a alguien que te gusta de verdad puede ser estimulante, pero también algo desconcertante, sobre todo si es la primera vez que te enfrentas al amor y a las citas. Nunca sabemos de verdad lo que piensa o siente nuestra pareja romántica, y puede ser difícil discernir, después de que se desvanece el entusiasmo … Continued

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    Conocer a alguien que te gusta de verdad puede ser estimulante, pero también algo desconcertante, sobre todo si es la primera vez que te enfrentas al amor y a las citas. Nunca sabemos de verdad lo que piensa o siente nuestra pareja romántica, y puede ser difícil discernir, después de que se desvanece el entusiasmo de la primera atracción, si una relación es la adecuada. La incertidumbre puede hacer que una relación sea difícil para cualquiera, pero para las personas que tienen lo que se conoce como “trastorno obsesivo-compulsivo relacional” o TOC-R, puede resultar insoportable.

    El TOC-R es un subtipo de trastorno obsesivo-compulsivo en el que la persona se obsesiona con su pareja o con la propia relación. Podría manifestarse como alguien que pregunta: “¿De verdad me quieres?” una y otra vez. O a una persona con TOC-R le podría preocupar engañar a su pareja si se sorprende a sí misma pensando que otra persona es atractiva, aunque sea alguien famoso a quien nunca ha visto. Pero aunque el TOC-R se manifieste de forma algo distinta a otros tipos de TOC (el miedo a la contaminación, por ejemplo, que puede hacer que las personas se laven las manos una y otra vez), sigue el mismo patrón.

    “El TOC se trata de una incomodidad extrema ante la incertidumbre”, dice John Wyetzner, LCSW, trabajador social del Centro para trastornos de ansiedad del Child Mind Institute. “Se trata de la necesidad de saber, de tener una respuesta a las cosas”.

    Las personas con cualquier tipo de TOC, dice Wyetzner, buscan respuestas a las cosas “de múltiples maneras”. Ya sea dando golpecitos a algo hasta que se sienta ‘bien’ o haciendo a alguien la misma pregunta 100 veces: lo hacen para obtener cierta apariencia de control sobre ello”.

    ¿Qué es el TOC-R?

    El TOC-R puede aparecer en distintos tipos de relaciones, incluidas las de padres e hijos. Pero en el caso de las y los adolescentes es especialmente importante que lo entiendan en el contexto de las relaciones románticas, porque puede ser muy difícil de detectar.

    “El TOC-R en adolescentes puede pasar desapercibido con bastante frecuencia”, dice Wyetzner. “Muchos adolescentes son nuevos en las relaciones, y van aprendiendo sobre la marcha”. Pero los tropiezos y errores románticos durante la adolescencia facilitan que el TOC pase desapercibido, porque obsesionarse con una relación no parece tan inusual. “Puede parecer simplemente como que a la persona le falta conocimiento o seguridad sobre ciertas cosas —dice Wyetzner— cuando en realidad se podría tratar de ese factor más preocupante que se está desarrollando bajo la superficie”.

    Ahora bien, dice Wyetzner, es frecuente que las personas consideren sus propios síntomas de TOC-R como fallas personales. Con el tiempo, las personas suelen sentir que les pasa algo que no pueden identificar. Pueden sentir que no merecen a su pareja o preguntarse si son incapaces de confiar en ella: este tipo de ansiedades pueden afectar gravemente sus relaciones y su autoestima.

    ¿Cuáles son los síntomas del TOC-R?

    Los profesionales clínicos agrupan los síntomas del TOC-R en dos categorías: TOC-R centrado en la relación y TOC-R centrado en la pareja.

    Las personas con TOC-R centrado en la relación se podrían plantear preguntas como: “¿Está bien esta relación?”. Al igual que en otras formas de TOC, en las que las personas repiten rituales para obtener una sensación “correcta”, Wyetzner explica que “las personas con TOC-R buscan una sensación de comodidad o certeza, la sensación “correcta” en un sentido relacional”. 

    El TOC-R centrado en la pareja suele implicar muchos pensamientos intrusivos. “Se quedan atrapados en un ciclo de: ‘¿De verdad me gusta esta persona? O empiezan a pensar en atributos negativos y se preguntan: ‘¿Qué más no me gusta de esta persona? ¿Es lo bastante buena para mí? dice Wyetzner.

    Para las personas con TOC-R, la relación o la pareja son la obsesión. Esa obsesión se expresa en compulsiones que pueden incluir:

    Compulsiones mentales: Se trata de ciclos interminables de pensamientos negativos que ocurren exclusivamente en la mente, como reproducir conversaciones pasadas, por ejemplo. Las compulsiones mentales pueden ser debilitantes para quienes las experimentan, pero invisibles para los demás. En el contexto del TOC-R, Wyetzner llama a esta compulsión “rumiación”. “La rumiación es simplemente alguien que se sienta y tiene un montón de pensamientos —dice— e intenta encontrar una determinada respuesta o una determinada salida para todo el malestar que le producen sus pensamientos pensando más”.

    Búsqueda de seguridad: La búsqueda de seguridad puede estar motivada por la rumiación. Puede consistir en hacer a tu pareja las mismas preguntas una y otra vez: “¿Me estás engañando? “¿Deberíamos terminar la relación?

    Confesar: Confesar, por su parte, suele ser una compulsión para quienes se preocupan por sus propios comportamientos. Wyetzner pone este ejemplo: “Tengo que ir y decirle enseguida a mi novio que pensé que otra persona era atractiva, para no tener secretos con él”.

    Cómo afecta el TOC-R a las relaciones de pareja

    Si no se controla, el TOC-R puede dañar a las personas que te importan y hacer que te sientas realmente mal contigo.

    “Es algo tan poderoso que no puedes imaginar un momento en el que no vayas a estar de pie en la ducha pensando en estas cosas una y otra y otra vez, y luego quedar con tu novia y hablar con ella de ello una y otra y otra y otra vez”, dice Travis, un hombre de aproximadamente 40 años que pidió utilizar un seudónimo.

    Travis luchó por primera vez con pensamientos intrusivos sobre las relaciones pasadas de sus parejas —a veces descritos como celos retroactivos (en inglés)— cuando era adolescente. Experimentar estos pensamientos era insoportable. “Es un malestar físicamente doloroso, mentalmente angustioso”, dice. “Es una sensación de estar fuera de control”.

    Las constantes rumiaciones de Travis (sobre con quién había salido su pareja, o incluso a quién había besado, o sobre cómo era esa otra persona) le llevaron a buscar consuelo de forma compulsiva. Hacía preguntas a sus parejas, no tanto para obtener respuestas concretas, sino con la esperanza de que cualquier respuesta hiciera cesar de algún modo el dolor de pensar en esas preguntas.

    “Piensas que al preguntar, al obtener un detalle más, eso hará que todo esté bien y que tenga sentido, y por lo tanto los pensamientos se irán. Pero en realidad es lo contrario”, explica Travis. “Lo que ocurre es que haces la pregunta, obtienes más información y eso solo conduce a más preguntas”.

    Su compulsión por hacer preguntas indiscretas a sus novias acerca de su pasado era inevitablemente desagradable para ellas, lo que destruyó varias relaciones.

    Una ex describió estos encuentros como estresantes y agotadores. Pero también confusos, le dijo más tarde, porque ninguna cantidad de información parecía ser nunca suficiente.

    “En muchos sentidos, es algo humillante porque, si te ves a ti mismo como una persona segura y fuerte, entonces este es el comportamiento de una persona débil. Un hombre inseguro”, dice Travis.

    “Pero nunca lo identifiqué como algo real con un nombre, ni conocía ese nombre. No lo veía más que como una debilidad personal específicaa”.

    Los comportamientos de Travis son comunes entre las personas con TOC-R, pero es importante señalar que las compulsiones del TOC-R también pueden ser más insidiosas. En un ensayo (en inglés) para la International OCD Foundation (IOCDF), Michael Rudden escribe que, aunque sabía que tenía TOC, no reconocía cómo se manifestaba como la obsesión de ser “suficientemente bueno” para su pareja. Estaba obsesionado con la superación personal, hacía ejercicio de forma compulsiva y analizaba lo que hacía y decía cuando estaba cerca de su pareja. “Durante un tiempo, mi TOC relacional pasó desapercibido incluso para mí —escribe — porque mis compulsiones mentales se incrustaron perfectamente en mis comportamientos cotidianos”.

    ¿Cómo saber si se trata de TOC-R?

    El TOC es un diagnóstico formal, pero el TOC-R no lo es. Así que si no te han diagnosticado TOC (o incluso si te lo hayan diagnosticado), ¿cómo sabes si lo que estás experimentando es TOC-R? Lamentablemente, no existe una pauta o norma oficial que se deba cumplir, afirma Wyetzner. Pero anima a adolescentes y padres a tener en cuenta un factor importante: el tiempo.

    “¿Cuánto tiempo pasas pensando en la relación? ¿Pasas horas al día pensando en la relación o hablando con las personas sobre ella? ¿O preguntando a las personas sobre ella? Una de las principales mediciones que utilizamos para determinar la gravedad del TOC es la cantidad de tiempo que ocupa el TOC, ya sean obsesiones o compulsiones”, afirma.

    Ten en cuenta también la intensidad de tus emociones. ¿Hasta qué punto te generan angustia tus pensamientos? ¿Interfiere esta angustia en tu vida diaria? ¿En tus relaciones? ¿Te cuesta pasar tiempo con tu pareja porque lo único que haces es hacerle preguntas sobre la relación, o lo único que haces es preocuparte? Si algo de esto te resulta familiar, un profesional de la salud mental te puede ayudar a encontrar el apoyo adecuado.

    ¿Cómo se trata el TOC-R?

    Travis buscó por primera vez un terapeuta que le ayudara a tratar sus celos retroactivos (aunque entonces no tenía un término para ello) cuando tenía 14 o 15 años. La terapia ha ayudado a Travis en otras facetas de su vida, dice, pero nunca abordó con éxito este problema específico. (La terapia de conversación tradicional a veces puede ser contraproducente para las personas que luchan contra su TOC, porque puede conducir a una mayor rumiación).

    Pero tras iniciar una nueva relación hace varios años, Travis se sintió impulsado a intentarlo de nuevo. Una búsqueda en Google reveló el término “celos retroactivos”, y le sorprendió la cantidad de personas que parecían identificarse con una ansiedad que él había asumido que nadie más compartía. El descubrimiento por sí solo supuso un gran alivio. Tan solo tener un video que mostrar a su pareja “para poder decirle: “Esto es lo que pasa”, dice.

    Luego, con el apoyo de su pareja, empezó una terapia más específica. Como otros tipos de TOC, el TOC-R se trata mejor con la terapia de exposición y prevención de respuesta (EPR).

    Las personas con TOC-R pueden pasar mucho tiempo dedicándose a sus pensamientos angustiantes. Pero para ellas, el pensamiento en sí (rumiación) es un intento por superar su angustia. La terapia de exposición (algo que se hace con el apoyo de un terapeuta con capacitación específica para ello) pide al paciente que se siente con pequeñas cantidades de estrés o incertidumbre sin intentar pensar en su solución o resolverlo de otro modo. El objetivo es comprender que la ansiedad se puede disipar de forma gradual por sí sola.

    La terapia de exposición, especialmente para el TOC-R, se adapta a las necesidades de cada persona. Si resulta beneficioso, pueden participar las parejas. Wyetzner recuerda que, en una sesión, una paciente de 19 años pudo explicar el TOC-R a su novio, una conversación útil para ambas partes.

    Como explicó Wyetzner, identificar el TOC-R durante la adolescencia puede ser complicado. Pero tú te conoces mejor que nadie. Aunque Travis ha tenido éxito con la terapia de exposición, dice que le hubiera gustado saber que no estaba solo mucho antes, lo cual es una razón importante para querer hablar con el Child Mind Institute sobre su experiencia.

    “Si lo hubiera sabido, me habría ahorrado muchos disgustos, desamores y lágrimas con parejas adolescentes”.

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    ¿Cuál es el problema con la sobreprotección? https://childmind.org/es/articulo/que-tiene-de-malo-ser-padre-o-madre-helicoptero/ Tue, 11 Feb 2025 21:52:16 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=51637 Esta generación de madres y padres de niños pequeños ha descubierto —en mi opinión sabiamente—  la importancia de estar presentes de verdad durante la crianza. Sin embargo, esta generación también ha llevado la crianza activa a nuevos niveles competitivos, como lo ha hecho en tantos otros emprendimientos. Además, somos una sociedad que tiende a creer que … Continued

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    Esta generación de madres y padres de niños pequeños ha descubierto —en mi opinión sabiamente—  la importancia de estar presentes de verdad durante la crianza. Sin embargo, esta generación también ha llevado la crianza activa a nuevos niveles competitivos, como lo ha hecho en tantos otros emprendimientos. Además, somos una sociedad que tiende a creer que si algo es bueno, entonces más de lo mismo debería ser mejor. Y ahí es donde entra en juego la sobreprotección, porque de hecho más no siempre es mejor.

    Las ventajas de aprender por las malas

    Un estudio reciente de la University of Buffalo plantea la pregunta de si estar demasiado pendiente de los niños puede ser perjudicial para ellos. Los investigadores observaron a personas que habían pasado por situaciones difíciles y descubrieron que, por un lado, tener experiencias muy traumáticas no es un buen pronóstico para la resiliencia a largo plazo, pero, por otro, no tener casi ninguna experiencia difícil tampoco es un buen pronóstico para desarrollar resiliencia.

    Afrontamiento y capacidad

    Tener obstáculos que superar es lo que ayuda a niños y niñas a desarrollar resiliencia y adquirir habilidades de afrontamiento para enfrentarse a las situaciones difíciles. A medida que crecen, al enfrentarse a un reto, pueden decir: “Bueno, superé esto, así que probablemente pueda superar esto otro”. Niños y niñas necesitan aprender por medio del ensayo y error: esto funcionó, esto no funcionó. Esto es algo que puede ser difícil para madres y padres, porque, por supuesto, no quieren ver sufrir a sus hijos. Pero sin sufrimiento no se desarrollan habilidades.

    Con el tiempo, un niño o niña que estado bajo sobreprotección se convertirá en una persona adulta y se enfrentará a problemas propios de la adultez: “No he logrado conseguir trabajo”. “No me aceptaron en el programa que quería”. “Mi pareja no se quiso casar conmigo”. Sea lo que sea, si no cuentas con herramientas para hacer frente a la decepción, para luchar y perseverar, entonces vas a tener problemas. Considero que ese tipo de falta de resiliencia (la sensación de agobio e incapacidad de afrontamiento en la adultez) suele acabar en depresión.

    Límites firmes

    Otro problema es que a menudo madres y padres quieren volver a disfrutar de la infancia a través de los ojos de sus hijos. De nuevo, es comprensible (cuesta resistirse), pero cuando confundes los límites, porque es divertido comportarte como una especie de adolescente con tu adolescente, se puede producir una sobreidentificación.

    Por supuesto que quieres que sea lo más agradable posible para ambas partes: quieres asegurarte de que tu hijo o hija disfruten de placeres que a ti te fueron negados y logre cosas que tú no lograste. Pero cuando te involucras de ese modo, te lo apropias, no dejas que tus hijos se apropien de sus propios éxitos. Por lo tanto, acaban sintiendo que eso que hicieron no lo lograron ellos. Y repito: se quedan con la sensación de que no tienen las herramientas para manejar las cosas.

    Confusión de roles

    El deseo de proteger a los niños del sufrimiento también es la razón por la que algunos padres y madres tienden a aplicar muy poca disciplina. Si te identificas mucho con tus hijos, te cuesta disciplinar, porque te pones tanto en su lugar que sientes como si te estuvieras disciplinando a ti. De ahí todos esos padres y madres que se comportan de cierta manera como si fueran amigos de sus hijos y no como el padre o la madre. Pero como sabes, los niños ya tienen amigos; lo que necesitan en realidad es una madre o un padre que sea la persona que les dice: “No, y esta es la consecuencia por hacer lo que te dije que no podías hacer”.

    Tener padres y madres que ponen límites les permite a los niños interiorizar su propia brújula moral. Aprenden de alguna forma a decirse: “No, de verdad que no puedo hacer esto: este es mi límite”. Y la otra cara de la moneda: “Hice esto mal, ahora me siento culpable y mal, y tengo que repararlo”. Si no les has dado este tipo de formación, les resultará más difícil ponerse límites a sí mismos.

    Deja espacio para los errores

    Por último, en el caso de padres y madres que se han esforzado por destacar en la tarea de la crianza, que han hecho de ello una parte importante de su propia imagen, existe el riesgo de que si algo no sale bien para tu hijo o hija, signifique que tú has fracasado. Es algo con lo que hay que tener mucho cuidado al tratar de hacer lo mejor para tus hijos: no quieres que teman fracasar más por ti que por ellos.  

    Lo que les da confianza a niños y niñas es esforzarse por conseguir algo y ver que lograron algo real, aunque se trate de algo que parcialmente es un fracaso. La confianza surge de esforzarse, de perseverar, de superarse y de ver los resultados. Así que, como padre o madre, es mejor que elogies algo que tiene más que ver con esas cualidades de afrontar y manejar cosas difíciles que hacerles saber a tus hijos que casi todo lo que hacen es una historia perfecta.

    Preguntas frecuentes

    ¿Por qué la sobreprotección es perjudicial?

    La sobreprotección es problemática porque un niño que ha crecido bajo sobreprotección se convertirá en una persona adulta y se enfrentará a problemas propios de la adultez. Los niños necesitan desarrollar herramientas para enfrentarse a la decepción, así como para esforzarse y perseverar.

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    Test de TOC para niños y adolescentes https://childmind.org/es/articulo/test-de-toc-para-ninos-y-adolescentes/ Fri, 07 Feb 2025 19:55:14 +0000 https://childmind.org/article/ocd-test-for-kids-and-teens/ El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de salud mental que generalmente se manifiesta por primera vez en niños entre seis y nueve años. Niños y niñas con TOC tienen pensamientos intrusivos y preocupaciones que les causan una ansiedad extrema, y para mantenerla bajo control, desarrollan rituales que sienten la obligación de realizar. Estos pensamientos … Continued

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    El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de salud mental que generalmente se manifiesta por primera vez en niños entre seis y nueve años. Niños y niñas con TOC tienen pensamientos intrusivos y preocupaciones que les causan una ansiedad extrema, y para mantenerla bajo control, desarrollan rituales que sienten la obligación de realizar. Estos pensamientos y preocupaciones que surgen de forma no deseada se conocen como obsesiones y los rituales que sienten que tienen que repetir se llaman compulsiones.

    Haz nuestro test de TOC

    Si buscas una prueba de TOC gratuita, puedes utilizar nuestro chequeo de síntomas que te puede ayudar a identificar si tu hijo pudiera tener TOC. Después de responder unas preguntas sencillas sobre los comportamientos de tu hijo o hija, recibirás una lista más específica de comportamientos. Si coinciden con los síntomas asociados al TOC, la herramienta te lo hará saber. Si las respuestas al cuestionario sugieren otro trastorno, también recibirás esta información.

    Chequeo de síntomas se desarrolló en colaboración con profesionales clínicos expertos y sigue las rigurosas normas editoriales del Child Mind Institute.

    ¿Es confiable cualquier test en línea para el TOC?

    Solo un profesional de la salud mental puede diagnosticar el TOC. Pero si buscas un test en línea para el TOC, nuestro chequeo de síntomas te puede ayudar a saber si los comportamientos que observas en tu hijo o hija pudieran ser señales de TOC, o de otra cosa. También encontrarás enlaces a artículos donde puedes obtener más información y prepararte para una conversación con un profesional de la salud mental que pueda realizar un diagnóstico.

    ¿Cuáles son los síntomas del TOC?

    Niños y niñas con TOC experimentan pensamientos y preocupaciones de forma no deseada, llamadas “obsesiones”, y que les causan molestia y ansiedad. Realizan acciones o rituales, que se conocen como “compulsiones”, para intentar aliviar su ansiedad. Pero la ansiedad vuelve a aparecer, por lo que sienten la obligación de seguir repitiendo estos rituales, y a medida que aumenta la ansiedad, comienza a interferir en su capacidad para funcionar.

    Algunas obsesiones frecuentes en el TOC son:

    • Contaminación: A veces se llama “germofóbicos” a niños que tienen esta obsesión. Se preocupan excesivamente de que las cosas estén sucias y de que puedan enfermar.
    • Pensamiento mágico: Se trata de una especie de superstición relacionada con la posibilidad de que ocurran cosas malas, como “si rompes un espejo, tu madre tendrá 7 años de mala suerte”. Un niño puede pensar: “A menos que mis cosas estén alineadas de una determinada manera, mi madre tendrá un accidente de coche”.
    • Escrupulosidad: Es cuando los niños tienen preocupaciones obsesivas por ofender a Dios o cometer alguna blasfemia de alguna manera.
    • Obsesiones agresivas: Estos niños no pueden dejar de pensar en cosas malas que podrían hacer. “¿Y si lastimo a alguien? ¿Y si apuñalo a alguien? ¿Y si mato a alguien?”.
    • La sensación de “lo justo”: Hay niños que sienten que tienen que hacer algo hasta que perciban la “sensación adecuada”, aunque no sepan por qué les parece bien. Así que pueden pensar: “Formaré una hilera con estas cosas hasta que me sienta bien, y entonces pararé”.

    Algunos tipos comunes de compulsiones del TOC:

    • Rituales que implican a otras personas, como hacer repetidamente la misma pregunta a una persona o pedir a uno de sus padres que realice un determinado ritual a la hora de comer.
    • Limpieza, incluido el lavado de manos excesivo o ritualizado.
    • Comprobación, incluido verificar que las puertas quedaron bien cerradas, así como asegurarse de que no se ha cometido un error o de que las cosas son seguras.
    • Repetir, lo que incluye releer, reescribir y repetir acciones como entrar y salir por una determinada puerta.
    • Contar, lo que incluye contar ciertos objetos, números y palabras.
    • Organizar, lo que incluye ordenar las cosas para que sean simétricas, uniformes o se alineen siguiendo un patrón específico.
    • Ahorrar, como acumular cosas y tener dificultad para deshacerse de ellas.
    • Comportamientos supersticiosos, como tocar cosas para evitar que ocurra algo malo, o evitar ciertas cosas.

    ¿Qué señales de TOC pueden observar los padres?

    Puede que los niños pequeños no se den cuenta de que sus pensamientos y miedos son exagerados o irreales, y tal vez no sean plenamente conscientes de por qué sienten la obligación de realizar un ritual. Y los niños mayores suelen ocultar sus compulsiones, porque se avergüenzan de ellas. Los padres podrían notar este tipo de señales:

    • Confiesa repetidamente “malos pensamientos”, como pensamientos maliciosos, sexuales o violentos.
    • Se lava las manos repetidamente, cierra y vuelve a cerrar las puertas, o toca las cosas en un orden determinado.
    • Tiene miedos extremos o exagerados a la contaminación, a que alguien de la familia se lastime o a lastimar a alguien.
    • Tiene pensamiento mágico, como: ”Si toco todo lo que hay en la habitación, mamá no morirá en un accidente automovilístico”.
    • Busca reiteradamente que le den garantías sobre el futuro.
    • No tolera determinadas palabras o sonidos.

    ¿Por qué puede ser difícil detectar el TOC?

    Los comportamientos de niños y niñas con TOC pueden ser confusos. Cuando son pequeños no suelen darse cuenta de que sus miedos extremos son irreales. Es posible que no puedan explicar lo que sienten y, a veces, no saben por qué repiten estos rituales, solo saben que se sienten mejor al hacerlos. Cuando son mayores y saben que sus obsesiones son inusuales, a menudo las ocultan y realizan sus compulsiones en secreto, porque les avergüenzan. Algunos niños reprimen sus compulsiones mientras están en la escuela para evitar que sus amistades y maestros las noten, y luego se portan mal (o tienen una crisis) cuando llegan a casa.

    ¿Cuándo se le puede realizar una prueba de TOC a un niño?

    Los niños de tan solo cinco años pueden desarrollar TOC, y por lo general aparece en niños entre seis y nueve años.

    ¿Quién puede detectar el TOC en un niño?

    Un pediatra o un médico de familia pueden ayudar a identificar el TOC, pero la evaluación completa debe realizarla alguien especialmente formado en el diagnóstico de trastornos de salud mental, como un psiquiatra, psicólogo o trabajador social.

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    8 consejos prácticos de autocuidado para madres y padres https://childmind.org/es/articulo/8-consejos-de-autocuidado-para-madres-y-padres-consejos-practicos/ Thu, 06 Feb 2025 23:19:20 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=51444 Ser madre o padre puede ser sumamente gratificante, pero también muy exigente. Es fácil que te atrape la rutina diaria y olvides cuidar de ti. Pero el autocuidado es fundamental para padres y madres. Te ayuda a mantenerte mental, emocional y físicamente saludable, para que puedas ser tu mejor versión de madre o padre. Cuando … Continued

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    Ser madre o padre puede ser sumamente gratificante, pero también muy exigente. Es fácil que te atrape la rutina diaria y olvides cuidar de ti. Pero el autocuidado es fundamental para padres y madres. Te ayuda a mantenerte mental, emocional y físicamente saludable, para que puedas ser tu mejor versión de madre o padre.

    Cuando te cuidas, tienes más paciencia, alegría y disponibilidad para la tarea de crianza. También les das un ejemplo positivo a tus hijos, al demostrarles que es importante y saludable cuidar de ti. Cuando los padres dan énfasis al cuidado personal, les muestran a los niños que se trata de un hábito indispensable.

    Estos consejos de salud mental para madres y padres te pueden ayudar a cuidar mejor de ti, al mismo tiempo que cuidas de tus hijos.

    1. Reconoce que criar es difícil

    Dedica un momento a reconocer que la crianza es uno de los trabajos más difíciles que existen, incluso en un buen día. Sé amable contigo y recuerda que estás haciendo lo mejor que puedes. El cuidado personal de padres y madres comienza con la autocompasión. Conoce más de cómo nos afecta el estrés tóxico y cómo podemos desarrollar resiliencia (en inglés).

    2. No descuides tus necesidades básicas

    En el caos del cuidado de los niños, es fácil olvidarse de atender tus propias necesidades básicas. No te olvides de dormir lo suficiente, hidratarte y comer comidas saludables de forma regular.

    3. El autocuidado se presenta de muchas formas

    Cuidar de ti no tiene por qué ser costoso ni requerir mucho tiempo. Empieza de a poco: date un baño después de que los niños se hayan dormido o medita durante cinco minutos. El autocuidado puede ser cualquier cosa que hagas por ti y que te haga sentir bien.

    4. Se necesita mucha ayuda, pero tienes que pedirla

    Tus amistades y familiares pueden ser de gran ayuda, pero es probable que no sepan cómo apoyarte a menos que les pidas directamente lo que necesitas. Practicar el autocuidado significa reconocer cuándo y cómo buscar apoyo.

    5. Modelar el autocuidado ayuda a todos

    Sí, cuidarte ayudará a que estés más disponible para tus hijos. Y también les enseñará a adquirir hábitos saludables. El autocuidado de padres y madres tiene un efecto dominó en la familia.

    6. Acepta tus límites

    Parte de evitar el agotamiento es comprender que no puedes hacerlo todo sin ayuda. Descubre cuál es tu límite de estrés y trata de no avergonzarte por identificar cuándo lo alcanzas. Obtén más información sobre cómo manejar el agotamiento y crear un plan de prevención de recaídas (en inglés).

    7. Busca a otros padres y madres con quienes te identifiques

    Ya sea a través de las redes sociales, grupos de apoyo o actividades extraescolares, trata de encontrar personas que estén en una situación similar a la tuya. Puede ser útil escuchar por lo que están pasando otras familias, y te puede dar otra perspectiva. El autocuidado incluye crear una comunidad de apoyo.

    Rodéate de otras personas adultas que comprendan los desafíos que enfrentas y que te puedan dar una mano. Esta red podría incluir a tu pareja, familiares, amistades u otros padres y madres de tu comunidad. Comparte responsabilidades, delega tareas y pide ayuda cuando la necesites.

    8. Pero también conecta con amistades fuera del círculo de la crianza

    Puede ser reconfortante dedicar tiempo a aquellas amistades que te conocen más allá de tu papel como padre o madre. Una llamada telefónica, un paseo o una cita para tomar un café pueden ser buenos recordatorios de que criar forma parte de quién eres, pero no define toda tu identidad. Sigue cuidando de ti para mantener tu bienestar y equilibrio.

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    ¿Qué es la encopresis? https://childmind.org/es/articulo/que-es-la-encopresis/ Mon, 27 Jan 2025 17:21:42 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=51054 El entrenamiento para ir al baño puede ser un ejercicio de paciencia para los padres. Con frecuencia implica una negociación minuciosa, saber cuándo celebrar las pequeñas victorias ¡y una buena dosis de accidentes! Pero cuando un niño o niña ha sobrepasado la etapa del entrenamiento para ir al baño y sigue teniendo evacuaciones accidentales en … Continued

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    El entrenamiento para ir al baño puede ser un ejercicio de paciencia para los padres. Con frecuencia implica una negociación minuciosa, saber cuándo celebrar las pequeñas victorias ¡y una buena dosis de accidentes!

    Pero cuando un niño o niña ha sobrepasado la etapa del entrenamiento para ir al baño y sigue teniendo evacuaciones accidentales en su ropa interior, podría ser momento de buscar ayuda externa.  

    ¿Qué es la encopresis?

    La encopresis o incontinencia fecal se define como las evacuaciones constantes en cualquier otro lugar que no sea el inodoro después de los cuatro años de edad. La causa más frecuente de encopresis en niños es el estreñimiento crónico (en inglés). Esto puede ocurrir cuando los niños empiezan a evitar ir al baño debido a lo incómodo y/o doloroso que puede ser el estreñimiento. Y cuando reprimen sus evacuaciones de forma repetida, los excrementos empiezan a acumularse en el recto y pueden empezar a retroceder hacia el colon.

    Una de las principales funciones del colon (en inglés) es eliminar el agua de los excrementos antes de que pasen por el ano. Cuanto más tiempo permanece una evacuación en el colon, más seca se vuelve. Esto hace que sea más difícil expulsarla. La acumulación de heces también hace que el colon se estire, lo que debilita el esfínter (la válvula muscular que expulsa los excrementos por el ano) y daña los nervios que le avisan a los niños cuando es momento de evacuar.

    A medida que de forma inevitable ingresan nuevas heces al colon, y no tienen adónde ir, se pueden volver acuosas y empezar a salir por el ano. Y debido a que los nervios se han dañado, el niño no puede sentir lo que ocurre. Así que a menudo no son conscientes de que se han ensuciado en su ropa interior.

    ¿Cuáles son las señales de que un niño tiene encopresis?

    Aunque los niños no lo sientan, el inevitable olor suele alertar a quienes están a su alrededor. Y según Sandra Whitehouse, PhD, directora sénior del Centro para trastornos de ansiedad del Child Mind Institute, así es como se suelen dar cuenta los padres de que algo va mal.

    “Notan el olor y se dan cuenta de que el niño se está ensuciando”, explica. “Por lo tanto, si observas que tu hijo tiende a estreñirse y ensuciarse en su ropa interior, y si la situación parece estar convirtiéndose en un problema y en un patrón, entonces es importante realizar una revisión médica”.   

    También se pueden notar señales de encopresis en la consistencia de las heces (en inglés). Los excrementos blandos o acuosos pueden ser un indicio, así como la irritación o la erupción alrededor de la zona anal. Tu hijo podría empezar a esconder su ropa interior sucia para evitar que descubras que ha tenido un accidente. Podría empezar a retraerse. Comportamientos extraños en el baño, como apretar los glúteos, bailar, cruzar las piernas o llorar y gritar, podrían estar indicando que intenta mantener los excrementos en su cuerpo en vez de expulsarlos.

    Si sospechas que tu hijo tiene problemas para ir al baño, empieza a llevar un registro de las evacuaciones para comunicárselo al médico. “Tendrás que encargarte de llevar un registro durante una semana. Querrás tener una idea general de a qué horas del día ocurre”, explica la Dra. Whitehouse. “¿Qué días de la semana ocurre? ¿Con qué frecuencia va al baño? ¿Hay un patrón de ensuciarse poco o mucho? ¿Tu hijo se puede limpiar por su cuenta? ¿Podría ser que simplemente no se limpia bien? ¿Qué más podría estar pasando?”. Además, según la Dra. Whitehouse, hay algunas aplicaciones de seguimiento muy útiles que puedes descargar en tu teléfono, como Poop Tracker – Toilet Log.

    ¿Cómo se diagnostica y trata la encopresis en niños?

    Cuando tengas la información necesaria, es momento de ir con el pediatra. Ellos pueden diagnosticar a tu hijo, iniciar el tratamiento y referirte con un especialista en caso necesario. Cuando hables de los síntomas, es útil que menciones los hábitos de alimentación y de evacuación de tu hijo. La dieta puede desempeñar un papel importante en el estreñimiento crónico.

    Para diagnosticar a tu hijo con encopresis, el médico podría realizar una exploración física rutinaria y un tacto rectal (en inglés), para comprobar si hay heces endurecidas y retenidas. También podría recomendar una radiografía abdominal. Y para iniciar el tratamiento por lo general el médico hará lo siguiente:

    Eliminar los excrementos endurecidos del recto y el colon. Esto se puede hacer con medicamentos como laxantes o supositorios rectales. También podría recomendar un enema (en inglés), procedimiento que consiste en introducir líquido en el recto a través del ano para eliminar el contenido del colon.

    Ayudar a regular las evacuaciones del niño. Es posible que el pediatra prescriba un ablandador de heces como lactulosa o aceite mineral para facilitar la evacuación. Puede que tu hijo tenga que tomar esta medicación durante varias semanas o meses para dar tiempo a que los intestinos se restablezcan y vuelvan a su tamaño normal (en inglés). También podría aconsejar programar un tiempo para ir al baño después de cada comida, que dure entre 5 y 10 minutos, para que el cuerpo de tu hijo se acostumbre de nuevo a ir al baño a horas regulares. Esto también ayudará a que vuelva a aprender cómo se sienten las ganas de evacuar.

    Poner a tu hijo en contacto con un especialista o profesional de la salud mental. Hay varias razones por las que los niños pueden desarrollar estreñimiento crónico y encopresis. Algunas están estrictamente relacionadas con la salud, en cuyo caso el médico te referirá con un neurólogo o gastroenterólogo, ya que la causa puede ser un problema neurológico o del desarrollo relacionado con la digestión. Pero también puede haber desafíos emocionales que causen comportamientos que conduzcan al estreñimiento crónico. Si tu médico sospecha que algo así pudiera estar ocurriendo, te sugerirá visitar a un profesional de la salud mental. Esto podría ayudar además a que tu hijo pueda lidiar con la angustia emocional y social que suele acompañar la encopresis.

    ¿Por qué los niños pueden desarrollar encopresis?

    Hay muchas razones por las que un niño podría retener los excrementos hasta este nivel de gravedad. La encopresis suele estar relacionada con ansiedad, trauma, problemas de atención, etc.

    Por ejemplo, la Dra. Whitehouse recuerda haber tenido una paciente que no se podía quedar sentada quieta el tiempo suficiente como para ir al baño. “Era tan brillante y estaba tan llena de energía. Le parecía aburrido sentarse en el inodoro. Quería hacer cosas divertidas, y no tenía la capacidad de atención ni la motivación para hacer cosas aburridas”, dice la Dra. Whitehouse.

    También señala que algunos niños obtienen una “ganancia secundaria” por tener el trastorno, como quedarse en casa y no ir a la escuela. Recuerda haber tenido un paciente que tan solo quería ver su programa de televisión favorito. “Tenía muchos hermanos y decía: ‘Soy el pequeño de la casa y nunca puedo elegir lo que ponen en la televisión, hasta que un día me ensucié y todos abandonaron la habitación’”, explica. “Así que con él se trataba de colaborar estrechamente con su familia para darle más control y hacer que las cosas fueran un poco más justas para él en casa”.

    Sin importar cómo hayan desarrollado el trastorno, es importante que los niños no sientan vergüenza por ensuciarse. Y tener este objetivo común de encontrar una solución puede ser incluso divertido.

    Cuando la Dra. Whitehouse y su paciente amante de la televisión, siguieron trabajando juntos, el niño empezó a llamarla cariñosamente “Dra. Casasucia” (un juego de palabras por su apellido que se traduce como Casablanca).

    ¿Cómo pueden los padres ayudar a su hijo en casa?

    Manejar la dieta y el ejercicio: Una vez que un niño ha sido diagnosticado con encopresis, los padres o cuidadores tienen que trabajar con el médico para regular las evacuaciones. Parte de esto implica cambios en la dieta y el ejercicio. Añadir fruta fresca, legumbres y verduras ricas en fibra a sus comidas ayuda a mantener las heces blandas y regulares. Estos son algunos ejemplos (en inglés) de formas sencillas de añadir más fibra a su dieta.  

    Explícale cómo funciona el cuerpo: Si resulta que tu hijo tiene encopresis, puede ser útil que comprenda (a un nivel adecuado a su edad y desarrollo) lo que ocurre en su cuerpo, dice la Dra. Whitehouse.

    Ella comenta que utiliza apoyos visuales para hablarles a sus pacientes sobre la encopresis. “Hago un dibujo de los intestinos y digo: ‘Si no vas al baño, la caca se queda ahí y es como si fuera un enorme ladrillo viejo atravesado en medio de los intestinos. Y entonces el excremento se empieza a filtrar a través de eso, y por eso sale en a tu ropa interior. Y lo que tienes que hacer es deshacerte de todo ese gran ladrillo porque entonces tu sistema va a empezar a funcionar”.

    De este modo, los niños comprenderán mejor por qué pueden necesitar tomar ablandadores de heces o supositorios rectales para limpiar sus intestinos. Y estarán más motivados para trabajar en los comportamientos que contribuyen a su estreñimiento crónico.

    Utiliza recompensas: Para mantener motivados a los niños, implementa un sistema de recompensas para cuando vayan al baño. Podrían recibir cupones o “caquipones”, como recompensa por adoptar hábitos saludables a la hora de ir al baño. Esto puede resultar especialmente útil cuando tienen su tiempo designado de 5 a 10 minutos para ir al baño después de cada comida, como recomienda el pediatra.

    “Si se sientan en el inodoro durante cinco minutos, pueden conseguir que su ida al baño valga un determinado número de puntos. Y si realmente hacen algo, pueden conseguir dos caquipones”, dice la Dra. Whitehouse. “Y luego pueden entregarlos para obtener recompensas, como 15 minutos de tiempo especial con uno de sus padres, o pueden elegir la actividad familiar de la noche. O quizá ganen para obtener algo, como un juguete que quieran comprar”.

    ¿Cómo afecta la encopresis la salud mental de los niños?

    La encopresis puede afectar la salud social, emocional y mental de un niño.

    “He conocido a niños que no están seguros de si tuvieron un accidente. Y para comprobarlo, simplemente se meten la mano en los calzones. Y entonces otro niño ve lo que hicieron, y se burlan cruelmente de ellos cuando solo están intentando averiguar qué ocurre en su propio cuerpo”, dice la Dra. Whitehouse. “Como se trata de un comportamiento observable por los demás, puede tener consecuencias bastante devastadoras en términos sociales para los niños”.

    Puede provocar aislamiento social, baja autoestima y ansiedad social. Por tanto, si empiezas a notar que tu hijo se aparta de ti y/o de sus compañeros, puede ser útil buscar apoyo adicional en salud mental.

    Y en casa, puedes ayudar a validar sus sentimientos mientras superan el trastorno en conjunto. “Lo que realmente quieres es ayudar a tu hijo a identificar las emociones que siente y validarlas”, aconseja la Dra. Whitehouse. “Y así, estás reconociendo y aprovechando esa oportunidad para estrechar lazos con tu hijo. Y también le estás diciendo: ‘Muchas personas tienen problemas para ir al baño, muchos niños tienen problemas de encopresis. Nosotros ya nos dimos cuenta. Vamos a pensar en un plan para abordarlo’”.

    Preguntas frecuentes

    ¿Qué es la encopresis?

    La encopresis o incontinencia fecal es la evacuación repetida de heces en lugares inadecuados después de los cuatro años, a menudo causada por estreñimiento crónico. Las heces se acumulan en el recto, donde se resecan y endurecen, lo que provoca pérdidas que el niño podría no sentir ni poder controlar.

    ¿La encopresis es estreñimiento?

    Sí, la encopresis suele estar causada por un estreñimiento crónico, en el que el niño evita las evacuaciones, lo que provoca que las heces se acumulen, se endurezcan y acaben por filtrarse.

    ¿Cómo puedo ayudar a un niño con encopresis?

    Para ayudar a un niño con encopresis, hay que eliminar las heces endurecidas con medicamentos, utilizar ablandadores de heces y establecer horarios regulares para ir al baño. También puede ayudar una dieta rica en fibra, la hidratación y explicar cómo funciona el cuerpo.

    ¿Cómo puedo prevenir la encopresis?

    Puedes prevenir la encopresis al promover los alimentos ricos en fibra, las rutinas regulares para ir al baño y la actividad física. Crear un entorno sin estrés y mantener la hidratación también puede ayudar a prevenir el estreñimiento.

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    Encontrar la calma tras la tempestad: Guía de cómo llevar un diario para adolescentes y familias https://childmind.org/es/blog/encontrar-la-calma-despues-de-la-tempestad-un-diario-para-adolescentes-y-familias/ Tue, 14 Jan 2025 22:00:21 +0000 https://childmind.org/?p=50804 Los desastres naturales, como los incendios forestales, pueden ser aterradores y devastadores. Es normal sentir una mezcla de emociones después de una catástrofe: tristeza, preocupación, confusión o incluso insensibilidad. Sin importar si eres un o una adolescente tratando de ordenar tus pensamientos o una persona adulta intentando restablecer el vínculo entre tu familia, hay herramientas … Continued

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    Ejercicios de Mirror para ayudar a procesar las emociones después de experiencias traumáticas

    Los desastres naturales, como los incendios forestales, pueden ser aterradores y devastadores. Es normal sentir una mezcla de emociones después de una catástrofe: tristeza, preocupación, confusión o incluso insensibilidad. Sin importar si eres un o una adolescente tratando de ordenar tus pensamientos o una persona adulta intentando restablecer el vínculo entre tu familia, hay herramientas que te pueden ayudar. Mantener un diario es una herramienta poderosa que te ayuda a procesar estos sentimientos, dar sentido a tus experiencias y encontrar un camino hacia la sanación. Los ejercicios que se incluyen a continuación están diseñados para ayudar a adolescentes y sus familias a iniciar conversaciones, trabajar sus emociones y encontrar formas de sobrellevar la situación y reconstruirse juntos.

    Cómo utilizar esta guía

    • Ve a tu propio ritmo: Utiliza esta guía al ritmo que te funcione mejor. Puede ser realizar una actividad cada semana, todos los días o en el momento en que lo necesites.
    • Decide si quieres mantenerlo privado o no: Tú eliges si quieres que los archivos de tu diario sean privados o si quieres compartirlos con otras personas.
    • Haz que sea un esfuerzo en equipo: Aprovecha la oportunidad de conectar y reflexionar en familia. Utiliza el diario como una oportunidad para escuchar y apoyarse mutuamente sin juicios. 
    • Está bien ir de un lado a otro: Sáltate las preguntas que no te parezcan oportunas y vuelve a ellas más tarde si quieres.
    • Exprésate con libertad: Escribe, dibuja o exprésate de la forma que mejor te acomode.
    • Explora el diario digital: Estas sugerencias se pueden utilizar con cualquier tipo de diario. Si tienes 13 años o más y buscas una aplicación para llevar un diario, prueba MirrorJournal.com. Está diseñada para ayudar a adolescentes y personas adultas a explorar sus pensamientos y sentimientos en un espacio seguro. Las indicaciones que se incluyen a continuación vienen preinstaladas en la app de Mirror para que puedas acceder a ellos en cualquier momento y lugar.

    Cuándo obtener ayuda adicional

    Mantener un diario puede ser una muy buena forma de procesar experiencias difíciles, pero a veces se necesita ayuda adicional. Si notas que tú o alguien de tu familia tienen dificultades, es importante obtener la valoración de un médico o profesional de la salud mental. Estas son algunas señales a las cuales prestar prestar atención:

    • Tener pesadillas u otros problemas para dormir.
    • Sentir mucho temor o ansiedad la mayor parte del tiempo.
    • No querer hacer cosas que antes te gustaban.
    • Tener estallidos emocionales.
    • Sentir tristeza y desesperanza.
    • Experimentar insensibilidad emocional.
    • Tener pensamientos de autolesionarte o lastimar a otras personas.

    Es importante buscar ayuda profesional cuando los sentimientos incómodos son más frecuentes, intensos o interfieren en las actividades cotidianas, las relaciones, el trabajo o la escuela. En esas situaciones, los profesionales pueden ofrecer apoyo y orientación.

    Recuerda: Está bien pedir ayuda.

    Qué puedes hacer en tu diario

    1. Revisar tus sentimientos

    Es normal tener muchos sentimientos diferentes después de un desastre natural. Esta actividad te ayuda a averiguar qué sientes y cómo reacciona tu cuerpo.

    • Nombra tus emociones: No hay una forma incorrecta de sentir. Nombra tres sentimientos que hayas tenido hoy. Luego reflexiona: ¿Qué te hizo sentir así?
    • Exprésalo: ¿Está pasando algo en este momento que necesites expresar? Escribe, dibuja o graba tus pensamientos acerca de lo que está pasando, sin filtros.
    • Escucha tu cuerpo: ¿Dónde viven las emociones en tu cuerpo? Dedica un momento a identificar en qué parte sientes estrés y qué te dice tu cuerpo.

    2. Imaginar un lugar seguro

    Este ejercicio ayuda a crear una sensación de seguridad y calma, incluso cuando las cosas parecen caóticas.

    • Imagina un lugar seguro: Cierra los ojos e imagina un lugar donde sientas seguridad y relajación. ¿Qué ves, oyes y hueles?
    • Pregúntate quién te aporta tranquilidad: Piensa en una persona que te haga sentir bien. ¿Por qué te hace sentir seguridad y tranquilidad?
    • Refuerza el pensamiento positivo: Piensa en tres frases positivas que te hagan sentir fortaleza y seguridad. Di: “Estoy a salvo”, “me quieren” o “yo puedo con esto”.

    3. Calmar la tempestad

    Estas herramientas te pueden ayudar a manejar sentimientos intensos como la preocupación, el miedo y el estrés.

    • Haz respiraciones profundas: Cierra los ojos y respira despacio cinco veces, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. ¿Cómo se siente tu cuerpo ahora?
    • Usa tus sentidos: Mira a tu alrededor y encuentra una cosa que puedas ver, oír, oler y tocar. ¿Cómo te sientes?
    • Crea un kit de relajación: Haz una lista de tres actividades que te ayuden a relajarte. Quizá sea escuchar música, dibujar, jugar algo o hablar con un amigo o amiga.

    4.  Capturar este momento 

    Grabar lo que está ocurriendo ahora mismo te puede ayudar a procesar lo que estás experimentando.

    • Crea un registro: ¿Qué ves, oyes, hueles y sientes en este momento? Haz anotaciones, toma fotos, dibuja o graba una nota de voz, lo que te parezca adecuado .
    • Fíjate en los pequeños detalles: Dentro del caos, ¿qué diminutos detalles te llaman la atención? ¿La reacción de tu mascota, las palabras de alguien o una sensación inesperada que notas?
    • Presta atención a las personas: ¿Qué notas en la forma de actuar de las personas en este momento (familiares, vecinos, socorristas)? ¿Cómo se están ayudando unos a otros?

    5. Encontrar consuelo de forma inmediata 

    Objetivo: En momentos de estrés, darte cuenta de lo que te reconforta te puede ayudar a sentirte más estable.

    • Presta atención a lo positivo: ¿Qué te está ayudando en este momento? Quizá llamar a un amigo o amiga o escuchar tu lista de reproducción favorita. ¿Qué te brinda un poco de paz?
    • Reconoce tu apoyo: ¿Quién te ayuda a mantener los pies en la tierra? Quizá alguna de tus amistades, hermanos o alguien que simplemente te entiende. ¿Qué hace que el apoyo de esa persona sea especial? 

    Identifica las pequeñas cosas buenas: ¿Qué detalle te está ayudando a sobrellevar el caos? Podría ser tener el teléfono cargado o un libro que te atrapa.

    6. Reconstruirse juntos

    Objetivo: Esta actividad consiste en mirar hacia el futuro y descubrir cómo reconstruir tu hogar y tu centro emocional.

    • Pregúntate en qué consiste la reconstrucción: ¿Qué significa “reconstruir” para ti? ¿Retomar la rutina o volver a sentirte tú otra vez? ¿Qué pequeños pasos puedes dar?
    • Reúne a tu comunidad: ¿Quién te puede ayudar en la reconstrucción? ¿Familiares, amistades, vecinos, profesores u otros? Recuerda que no tienes que hacerlo a solas.
    • Haz un recuento de tus superpoderes: ¿Qué es lo que destaca de ti? ¿Quizá la amabilidad, el humor, la creatividad, la capacidad de escuchar? ¿Cómo te pueden ayudar tus fortalezas en tu propia reconstrucción y la de tu familia?

    7. Hablar con tus seres queridos

    Esto ayuda a las familias a hablar de sus sentimientos y apoyarse mutuamente.

    • Vuelve a encontrarte con tus familiares: ¿Qué quisieras que tu familia entendiera de ti? Empieza con: “Ojalá supieran que…”. Pide a tus seres queridos que hagan lo mismo.
    • Comparte un instante de conexión: ¿Cuándo hubo un momento esta semana en que alguien te escuchó de verdad? ¿Qué hicieron para que sintieras que te escuchaban? 

    Profundiza en tu comprensión: ¿Qué es lo que quieres que tu familia entienda sobre lo que estás pasando? ¿Cómo podrías explicarlo o mostrarlo?

    8. Tener esperanza en el futuro

    Objetivo: Es importante tener esperanza, incluso cuando las cosas son inciertas. Este ejercicio te ayuda a imaginar un futuro mejor.

    • Imagina un mejor mañana: ¿Qué cambio positivo te gustaría ver en tu vida, familia o comunidad dentro de un año? Grande o pequeño: de cualquiera manera cuenta.
    • Pregunta quién puede ayudar: Piensa en alguien que podría ayudar a que ese cambio positivo se produjera. ¿Cómo podrías pedirle ayuda?

    Escribe una nota a tu yo del futuro: Escribe un mensaje alentador para tu yo del futuro. ¿Qué te dirías a ti para mantenerte fuerte y con esperanza?

    9. Observar un destello en la naturaleza

    Objetivo: Incluso en tiempos difíciles, la naturaleza mantiene sus ritmos de paz, ofreciendo momentos de calma. Este estímulo te ayuda a encontrar esperanza en la renovación.

    • Busca señales de la naturaleza: ¿Qué pequeñas señales de vida observas hoy? Tal vez sea una planta que crece, una mascota que duerme la siesta o cualquier otra cosa que se desarrolle en silencio.
    • Cultiva el asombro: ¿Qué te asombra de la naturaleza? ¿Las plantas que florecen, las crías de animales que dan sus primeros pasos o los arrecifes de coral repletos de peces de colores?

    Captura la paz: ¿Qué momento de paz en la naturaleza te gustaría recordar? ¿Un gato bajo un rayo de sol, hojas nuevas en una planta o lluvia en tu ventana?


    Descarga Mirror

    Accede a sugerencias como estas en una app fácil de usar. (Nota: Por el momento, Mirror solo está disponible en inglés, pero estamos trabajando en la versión en español. Únete a la lista de espera.)


    Lista de recursos

    • The Disaster Distress Helpline: 1-800-985-5990 (llama o envía un mensaje) — Apoyo 24 horas al día, los 7 días de la semana, para cualquier persona que experimente angustia emocional relacionada con un desastre.
    • Crisis Text Line: Envía un mensaje de texto al 741741 para ponerte en contacto con un consejero de crisis, disponible de forma gratuita las 24 horas del día los 7 días de la semana.
    • Cruz Roja Americana: www.redcross.org — Ofrece ayuda y servicios de apoyo en caso de desastres.
    • Línea de ayuda FEMA: 1-800-621-3362 o DisasterAssistance.gov — Recursos de ayuda del gobierno federal en casos catastróficos.
    • The National Child Traumatic Stress Network (NCTSN): nctsn.org – Ofrece recursos e información para ayudar a niños y adolescentes a afrontar el trauma.
    • Recursos locales de salud mental: Busca en línea “servicios de salud mental” o “terapeutas” en tu condado o ciudad. Tu consejero escolar o tu médico también pueden ser un buen recurso.

    Fuentes

    Los artículos y ejercicios (en inglés) que se incluyen a continuación fueron fuentes de inspiración para elaborar estas guías:

    The post Encontrar la calma tras la tempestad: Guía de cómo llevar un diario para adolescentes y familias appeared first on Child Mind Institute.

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    Apoya a nuestros amigos del LAUSD y a las familias afectadas por los incendios https://childmind.org/es/blog/apoya-a-nuestros-amigos-del-lausd/ Fri, 10 Jan 2025 21:22:45 +0000 https://childmind.org/?p=50708 Con el fin de ayudar a las personas afectadas, el LAUSD ha creado un Fondo de ayuda de emergencia (en inglés) que ofrece asistencia inmediata a familias y trabajadores.

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    Escrito por Omar Gudiño, PhD, ABPP
    Director clínico adjunto y Psicólogo senior, Child Mind Institute


    Los incendios forestales del sur de California han devastado familias, escuelas y comunidades. Como socios de mucho tiempo del Unified School District de Los Ángeles (LAUSD), sentimos un profundo desconsuelo ante los desafíos sin precedentes que están enfrentando sus estudiantes, educadores y personal.

    Con el fin de ayudar a las personas afectadas, el LAUSD ha creado un Fondo de ayuda de emergencia (en inglés) que ofrece asistencia inmediata a familias y trabajadores. Los donativos también servirán para el restablecimiento de escuelas y salones de clase, lo que permitirá continuar con el aprendizaje de sus estudiantes

    Estas son dos maneras en las que puedes ayudar:

    También tenemos una Guía sobre trauma disponible en inglés, español y otros 15 idiomas. La guía fue creada por psiquiatras, psicólogos y especialistas en salud mental con experiencia en situaciones de crisis. En ella se ofrecen consejos sencillos sobre qué hacer, qué esperar y a qué prestar atención a más largo plazo. Si tú o tus hijos necesitan ayuda profesional en salud mental, no dudes en solicitar alguna recomendación con tu médico general u otro proveedor de servicios de salud.

    Estos son algunos consejos de la guía:

    Comparte la información con calma y honestida

    Permite a los niños hacer preguntas y reconoce que está bien decir “no sé”. Los niños necesitan a alguien de confianza que escuche sus preguntas, valide sus sentimientos y esté ahí para ellos. No asumas que a todos los niños les preocupan las mismas cosas, y dile a tus hijos que es normal sentir enojo, culpa o tristeza, así como expresar estos sentimientos de formas diferentes.

    Ayuda a los niños a relajarse con ejercicios de respiración

    Cuando sentimos ansiedad, nuestra respiración se torna superficial. Las respiraciones profundas pueden ayudar a los niños a calmarse. Prueba colocar una pluma o un pedazo de algodón delante de la boca de tu hijo o hija y pedirle que sople suavemente. O haz que se recueste y coloca un peluche o una almohada sobre su estómago y pídele que inhale y exhale lentamente y observe cómo el objeto sube y baja

    Ten en cuenta que las preguntas pueden continua

    Cuando los desastres y sus consecuencias se mantienen en el tiempo, las situaciones pueden estar cambiando constantemente. Por esto, los niños pueden tener preguntas en diferentes momentos. Dile a tus hijos que estás disponible para hablar en cualquier momento. Los niños procesan la información a su propio ritmo y eso podría hacer que surjan preguntas de forma inesperada.

    Presta atención a señales de trauma

    Es posible que los niños estén bien durante el primer mes después del evento, pero también se podrían presentar comportamientos de irritabilidad o apego. Una vez que pasa el efecto de la impresión o sobresalto, los niños podrían mostrar otros síntomas, en especial si presenciaron lesiones o muerte, experimentaron anteriormente algún otro trauma o se encuentran en el proceso de establecerse en un nuevo hogar.

    Cuídate

    Para poder apoyar a tus hijos es fundamental que tú también te cuides. Practica la respiración profunda y, si la ansiedad te resulta abrumadora, pide ayuda a un médico, terapeuta o alguien en quien confíes. Reconoce cuándo necesitas apoyo y búscalo, si no por ti, por el bienestar de tus hijos.

    No podemos proteger a nuestros hijos del dolor y el miedo cuando están expuestos a una tragedia. Pero podemos ayudarlos a procesar lo que están experimentando de la forma más saludable posible.

    Gracias por sumarte a nosotros en apoyar al LAUSD mientras trabajan en su recuperación. Tu preocupación y generosidad marcan la diferencia.

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    10 cosas en qué fijarse al elegir escuela para niños con necesidades especiales https://childmind.org/es/articulo/las-10-cosas-que-debes-buscar-en-una-escuela-para-un-nino-con-necesidades-especiales/ Tue, 17 Dec 2024 00:27:16 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=50114 Si eres como yo, puede que la búsqueda de escuela te sorprenda sin la preparación necesaria, sobre todo si estás pensando en una opción de educación general y asistes a visitas guiadas en las que hay mayoritamiente padres y madres de niños típicos. Lo más probable es que quien guíe la visita, ya sea alguien … Continued

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    Si eres como yo, puede que la búsqueda de escuela te sorprenda sin la preparación necesaria, sobre todo si estás pensando en una opción de educación general y asistes a visitas guiadas en las que hay mayoritamiente padres y madres de niños típicos. Lo más probable es que quien guíe la visita, ya sea alguien de la coordinación de padres o de la dirección de la escuela, no ofrezca una versión de la visita enfocada en estudiantes con necesidades especiales, sino que se dirigirá al público general y destacará lo competitiva que es su escuela en lo académico y lo increíbles que son sus actividades extraescolares. No hay nada malo en ello: es bueno saber esas cosas, pero dependiendo de la discapacidad de tu hijo, puede que la competitividad académica y los clubes extraescolares no estén en el primer lugar de tu lista de prioridades.

    Entonces, ¿qué debería estar en tu lista? Bueno, obviamente las prioridades son diferentes dependiendo de la discapacidad del estudiante, sus necesidades específicas, fortalezas y personalidad, pero estas son las 10 principales para mí.

    1. Disponibilidad: Cuando llamas por teléfono a la escuela para programar una cita, ¿te atiende una persona real o un mensaje automático? Si es una persona real, ¿es servicial y educada? ¿Te devuelven la llamada pronto si no la contestan enseguida? O si enviaste un email, ¿Lo reenviaron a la persona adecuada? ¿Cuánto tardaron en responderte?

    2. Aspecto: ¿Cuál es el estado general de la escuela? ¿Parece bien cuidada? ¿Está limpia? ¿Hay una zona de recepción para que esperes? ¿Hay guardia de seguridad u otro tipo de vigilancia en la entrada? ¿Alguien te saluda cuando llegas?

    3. Administración: ¿Tienes la posibilidad de reunirte con el o la directora o subdirectora durante tu visita? Si no es así, ¿tienes alguna forma de ponerte en contacto con ellos para hacerles preguntas? ¿Te invitan a programar una reunión en otro momento?

    4. La comida: ¿Dónde comen los estudiantes: en el salón de clase o en el comedor? ¿Incluye la escuela algún tipo de dieta especial? ¿Cómo se tratan los casos de alergias alimentarias? En caso de educación general, ¿los estudiantes de educación especial comen con los estudiantes que reciben educación general?

    5. Medicina: ¿Hay una enfermería en la escuela de tiempo completo? Si no es así, ¿cómo se tratan los casos de estudiantes que toman medicamentos? ¿Y los casos en que los medicamentos se caen en el patio? ¿O los casos de enfermedad?

    6. Problemas de comportamiento: ¿Qué estrategias utiliza la escuela para manejar los comportamientos problemáticos? ¿Cómo comprueban si funcionan? ¿Cuál es la política de la escuela sobre el bullying?

    7. Especiales y especialistas: ¿Qué terapeutas visitan la escuela y con qué frecuencia? ¿Tiene la escuela acceso regular a especialistas en lenguaje, terapia ocupacional, fisioterapia, consejería escolar y psicología? ¿Ofrece la escuela educación física adaptada? Si tu hijo tiene dificultades del habla y del lenguaje, pregunta qué método utilizará la escuela para comunicarse. ¿Tienen acceso a tecnología de asistencia? ¿Hay actividades extraescolares para estudiantes con necesidades especiales? ¿Hay asignaturas optativas durante el día que sean apropiadas para estudiantes con necesidades especiales?

    8. Cosas a observar durante la visita a la escuela: ¿Hay gimnasio? ¿Hay un auditorio? ¿Una sala de música? ¿Una sala de arte? ¿Un espacio de juego al aire libre? ¿Una sala separada para la terapia del habla, terapia ocupacional, fisioterapia y consejería? Echa un vistazo a los estudiantes en el salón de clase. ¿Participan en alguna actividad significativa? ¿Están simplemente en sus asientos? ¿Hay fotos en la pared, trabajos de los estudiantes, etc.?

    9. Paraprofesionales: Si tu hijo asistirá a una escuela pública y necesitará un para, pregunta con qué capacitación cuenta. ¿Tendrá tu hijo el mismo asistente todos los días? ¿Estará con tu hijo a la hora de comer y en el recreo?

    10. Orientación (o falta de ella): Habla con la persona a cargo de la consejería escolar y averigua cuántos estudiantes tienen un IEP. ¿Alguno de los estudiantes cuenta con el apoyo de paraprofesionales de forma individual? ¿Alguno de los estudiantes realiza evaluaciones alternativas? ¿Disponen de algún tipo de distribución en el aula, como por ejemplo superdotados, Gen ED, ICT, 12:1:1, etc.? ¿Se ofrecen todos estos tipos de distribución a los estudiantes con IEP? ¿Qué oportunidades tienen los estudiantes de educación especial que estudian en aulas separadas de mezclarse con el resto de la población escolar? ¿Exige la escuela que el IEP de tu hijo tenga una clasificación específica para calificar? Si es una escuela privada, ¿está en la NYC Approved List (facilita el financiamiento de la matrícula)? ¿Cuál es el proceso de admisión y qué evaluaciones e informes se necesitan? ¿Qué tan recientes deben ser?

    Si tienes oportunidad, intenta volver en distintos momentos del día, sobre todo por la mañana, durante la comida y hacia el final de la jornada. ¿Saluda el o la directora a los estudiantes cuando llegan? ¿Los autobuses llegan a tiempo y entregan a los estudiantes sanos y salvos?

    Hay mucho que considerar, y seguro que se te ocurren algunas cosas más relevantes para tu situación que ni siquiera he mencionado. Y cuando llegues a la undécima escuela (sí, once y sigues yendo) puede que sigas sintiendo estrés y desorientación, pero al menos te habrás aprendido de memoria estas preguntas (no pierdas de vista el lado bueno de las cosas).

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    Abogar de forma efectiva por tu hijo https://childmind.org/es/articulo/ser-un-defensor-efectivo-para-tu-hijo/ Mon, 16 Dec 2024 23:47:57 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=50113 Si descubriste que tu hijo tiene un problema psiquiátrico o del aprendizaje, o si estás empezando a sospechar que los tiene, podrías estarte preguntando qué hacer para asegurarte de que obtenga el mejor apoyo posible cuando esté en la escuela. A veces, los padres me dicen que se sienten impotentes ante los problemas que enfrentan … Continued

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    Si descubriste que tu hijo tiene un problema psiquiátrico o del aprendizaje, o si estás empezando a sospechar que los tiene, podrías estarte preguntando qué hacer para asegurarte de que obtenga el mejor apoyo posible cuando esté en la escuela. A veces, los padres me dicen que se sienten impotentes ante los problemas que enfrentan en la escuela, pero en realidad hay mucho que podemos hacer por nuestros hijos cuando se trata de abogar por ellos. Estas son algunas reglas que vale la pena seguir:

    1. Comunicarte con tu hijo y hacerle preguntas

    Estudio tras estudio muestra que los niños toman decisiones más saludables, obtienen mejores resultados en la escuela, y tienen una mejor autoestima cuando tienen una comunicación cálida y positiva con sus padres. Los padres que quieren ayudar a sus hijos a sortear los desafíos escolares necesitan poder hacerles preguntas directas de manera cotidiana y prestar cuidadosa atención a sus respuestas. “¿Qué te gusta más de la escuela?”, suele ser una buena pregunta para romper el hielo. Otras preguntas para continuar la conversación pueden ser, “¿qué cosas te resultan fáciles de hacer en tu día a día?” y “¿qué materia te gustaría tener solo una vez a la semana en vez de a diario?”.

    2. Reconocer que tu hijo se comporta diferente en casa y en la escuela

    Es indispensable que hables con el maestro de tu hijo para saber qué tan funcional es en la escuela. La relación entre maestros y niños puede variar mucho, pero dado que los maestros pasan seis horas al día con nuestros hijos, podemos contar con que tengan una percepción muy atinada de la forma en que los niños aprenden y se comportan. Cuando te reúnas con un maestro, pregúntale sobre las fortalezas y limitaciones de tu hijo. Es importante que sientas la comodidad suficiente como hacerle preguntas del tipo: ¿Mi hija tiene dificultad para organizarse, seguir instrucciones, o mantenerse enfocada en una tarea? ¿Ha notado algún retraso en su desarrollo académico o social? ¿Cómo se lleva mi hijo con otros niños?

    3. Aprovechar al máximo el tiempo de la conferencia de padres y maestros

    Muchos padres van a la conferencia de padres y maestros sin prepararse. Llegan sin preguntas, reciben una enorme cantidad de información sobre el desempeño académico de su hijo y, luego, se van con una lista de preocupaciones de las que no pudieron hablar. Puedes aprovechar al máximo el tiempo de la reunión de padres y maestros, al planificar con anticipación las preguntas que harás al principio de la junta, no al final. Al hacer tus preguntas desde el principio, te asegurarás de usar el tiempo de la reunión para abordar los desafíos de tu hijo, establecer metas adecuadas y determinar si hay algún servicio de educación especial que necesite.

    4. No retrases la solicitud de apoyo para tu hijo

    Si tienes alguna preocupación específica sobre el desempeño de tu hijo en la escuela, no esperes hasta la conferencia de padres y maestros para solicitar una evaluación exhaustiva y avergüa sobre los servicios de educación especial. El maestro de tu hijo te puede brindar no solo una perspectiva distinta sobre su progreso, sino que también te puede facilitar evaluaciones sobre su desarrollo cognitivo, académico, lingüístico, social y emocional. También debes saber que hay una ley federal que obliga a las escuelas a brindar a los niños una educación en el ambiente menos restrictivo posible, lo que significa que si una niña por ejemplo tiene síntomas de trastornos del aprendizaje o psiquiátricos debe tener todas las oportunidades para recibir educación junto con sus compañeros que tienen un desarrollo típico. Se espera que la escuela garantice que todos los niños reciban los servicios que necesitan para sacar el máximo provecho de su potencial.

    5. Solicita los servicios especiales por escrito

    Si sospechas que tu hijo necesita servicios de educación especial, debes solicitar por escrito que le hagan una evaluación para determinar qué servicios podrían ser adecuados en su caso. El distrito escolar ofrece evaluaciones gratuitas en las escuelas, pero los padres deben enviar una solicitud a la persona responsable del programa de educación especial de la escuela. Habla con el maestro sobre este proceso. En específico, averigua a quién tienes que contactar para programar una evaluación, y pide ayuda para obtener una copia del expediente escolar de tu hijo, que incluye boletas de calificaciones, informes de progreso, registros de asistencia, evaluaciones de comportamiento, información de los exámenes y cualquier otro reporte de maestros. La información del expediente escolar de tu hijo se utilizará en todas las evaluaciones de trastornos del aprendizaje y psiquiátricos.

    6. Reunirse con las personas que evalúen a tu hijo

    La escuela te tiene que proporcionar los resultados de la evaluación de tu hijo por escrito. Pero puedes obtener más que un resumen por escrito. Organiza una reunión con quienes realizaron la evaluación, para discutir los resultados y las conclusiones respecto a si tu hijo está cumpliendo con los objetivos educacionales o si es necesario cambiarlos. Si no estás de acuerdo con los resultados de la evaluación, puedes solicitar una evaluación independiente.

    7. Comprender el programa de educación individualizado (IEP)

    Para poder abogar de forma efectiva por niños que tiene algún trastorno del aprendizaje, es indispensable familiarizarse con el proceso del IEP. Un IEP es un programa de educación individualizado que toma en cuenta las necesidades específicas de una niña, por ejemplo, y lo hace a través de un programa educativo modificado con metas prácticas, diseñado para lograr su éxito académico. Padres, maestros y especialistas en educación especial, así como cualquier otro especialista que atienda a la niña, tiene que participar en el desarrollo del IEP. También tienen monitorear cuidadosamente el progreso del niño en el IEP, evaluar si está alcanzando las metas educacionales, y coordinar que, de ser necesario, reciba más apoyo.

    8. Monitorea el estado de ánimo de tu hijo

    Un importante número de niños con trastornos psiquiátricos también tienen problemas relacionados con los trastornos del aprendizaje. De hecho, casi la mitad de los niños con TDAH tienen dislexia y la mitad de todos los niños con trastornos del aprendizaje desarrollan depresión crónica en la adultez. Como padre, una de las cosas más importantes que puedes hacer es confiar en tu intuición cuando el comportamiento de tu hijo parezca fuera de lo normal. Presta atención a los cambios en su personalidad y estado de ánimo, de la misma forma en que vigilas si sus calificaciones suben o bajan. Sus logros académicos están íntimamente ligados a su bienestar emocional.

    Preguntas frecuentes

    ¿Cuál es la mejor forma de abogar por tu hijo?

    Si tienes alguna preocupación específica sobre el desempeño de tu hijo en la escuela, no esperes hasta la conferencia de padres y maestros para solicitar una evaluación exhaustiva y averigüa sobre los servicios de educación especial. El maestro de tu hijo te puede brindar no solo una perspectiva distinta sobre su progreso, sino que también te puede facilitar evaluaciones sobre su desarrollo cognitivo, académico, lingüístico, social y emocional.

    ¿De qué manera pueden los padres abogar por sus hijos en la escuela?

    Los padres pueden abogar por sus hijos en la escuela al acercarse a su maestro. Aprovecha al máximo el tiempo de la conferencia de padres y maestros, al planificar con anticipación las preguntas que quieres hacer al principio de la reunión, no al final. No retrases la obtención de apoyo para tus hijos y solicita los servicios especiales por escrito.

    ¿Cómo pueden los padres abogar por un niño con desafíos del aprendizaje?

    Los padres pueden abogar por un niño con trastornos o desafíos del aprendizaje, al familiarizarse con el proceso de los IEP. Un IEP es un programa de educación individualizado que considera las necesidades específicas de cada niño, a través de un programa educativo modificado con metas prácticas, diseñado para lograr su éxito académico.

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    Cómo decirle a tu hijo sobre su diagnóstico de autismo https://childmind.org/es/articulo/como-hablar-con-tu-hijo-sobre-su-diagnostico-de-autismo/ Mon, 16 Dec 2024 22:52:12 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=50108 Cuando tu hijo recibe el diagnóstico de trastorno del espectro autista, es posible que te preguntes cómo afectará su vida y qué apoyos podría necesitar. También puede que te cueste decidir cuándo y cómo contárselo a tu hijo. La respuesta podría ser distinta para cada niño, ya que no hay dos niños autistas exactamente iguales, … Continued

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    Cuando tu hijo recibe el diagnóstico de trastorno del espectro autista, es posible que te preguntes cómo afectará su vida y qué apoyos podría necesitar. También puede que te cueste decidir cuándo y cómo contárselo a tu hijo. La respuesta podría ser distinta para cada niño, ya que no hay dos niños autistas exactamente iguales, del mismo modo que no hay dos personas exactamente iguales.

    Por qué no deberías posponer la conversación

    Muchos padres y madres se preocupan por la reacción que podrían tener personas acerca del diagnóstico de su hijo, sobre todo los niños y las niñas con quienes convive de forma cotidiana. “Nadie quiere que su hijo sea excluido del grupo de compañeros, etiquetado o visto como ‘diferente’”, dice Alexis Bancroft, PhD, psicóloga del Centro clínico para el autismo del Child Mind Institute. Sin embargo, si decidiste buscar una evaluación de autismo para tu hijo, puede que ya hayas notado diferencias en su comportamiento o desarrollo, y tanto tu hijo como sus compañeros pronto se darán cuenta también de esas diferencias, si es que no lo han hecho ya.

    El estigma puede ser un problema, pero los niños tienden a ser más críticos con el comportamiento “diferente” cuando no lo entienden, explica la Dra. Bancroft. “El estigma ocurre cuando no hay diagnóstico y cuando no se comparte ese diagnóstico”. Ella señala un estudio (en inglés) que muestra que las primeras impresiones acerca de personas adultas con trastorno del espectro autista mejoraban cuando se revelaba el diagnóstico y cuando sus compañeros tenían más información sobre el trastorno.

    Los niños pueden ser duros entre sí, pero son igual de duros consigo mismos. Los niños con autismo sin diagnosticar podrían pensar que hay malo en ellos y no sepan por qué se sienten diferentes de los demás niños de su edad. Esto les puede causar mucha ansiedad. Además, cuando no se habla abiertamente sobre el diagnóstico de los niños, pueden llegar a creer que hay algo vergonzoso en ello. “Cuando conoces tu diagnóstico a una edad temprana, se convierte en una parte natural de quién eres”, dice la Dra. Bancroft.

    En un estudio (en inglés) sobre las perspectivas de estudiantes universitarios con autismo, quienes se enteraron de su autismo a una edad temprana mostraron tener una mejor calidad de vida en general que quienes no supieron de su diagnóstico sino hasta una edad más avanzada. “Los hallazgos sugieren que decirle a los niños que tiene autismo a una edad temprana los empodera, en la medida que les brinda acceso a apoyos y construye una base de autocomprensión que los ayuda a prosperar en la edad adulta”, escriben los autores.

    Sin embargo, el hecho de que sea beneficioso compartir con tu hijo el diagnóstico a una edad temprana no significa que sea una conversación que se deba tomar a la ligera.

    Cómo iniciar la conversación

    “No hay una sola cosa que puedas hacer para prepararte para compartir esta información”, dice la Dra. Bancroft, pero conviene que antes de iniciar una conversación con tu hijo investigues un poco por tu cuenta (leer libros o escuchar podcasts, incluyendo algunos de defensores con autismo). “Puede ser útil comprender las distintas perspectivas sobre el autismo y lo que significa, además de cómo se presenta dentro de la comunidad”.

    Puede que necesites tiempo para comprender qué significa exactamente tener autismo y qué significa exactamente para tu hijo, señala la Dra. Bancroft, porque cada niño es diferente. También recomienda que hables de este tema con personas cercanas a ti y que busques apoyo cuando lo necesites, sobre todo si experimentas agobio. Puede que quieras consultar con un profesional de la salud mental.

    Los niños captan muchas cosas, así que es importante controlar tus emociones y comportamientos no verbales antes de hablar con ellos. También es útil elegir un momento y un lugar en los que tanto tú como tu hijo se sientan en calma y puedan concentrarse. “Es posible que los niños no recuerden lo que dices cuando les compartes su diagnóstico, pero siempre recordarán cómo se sintieron con la forma en la que se los dijiste”, dice la Dra. Bancroft.

    La Dra. Bancroft recomienda prepararse para responder a las preguntas de los niños. Pero si no sabes la respuesta a una pregunta, siempre puedes decir: “No lo sé, yo también estoy aprendiendo sobre esto. Vamos a averiguarlo”. Y asegúrate de darle seguimiento.

    Enfócate en sus fortalezas

    Al explicar un diagnóstico de autismo a tu hijo, la Dra. Bancroft sugiere empezar por sus fortalezas. Después, reconoce los retos a los que se ha enfrentado y a los que podría enfrentarse en el futuro, presentándolos como diferencias y no como defectos, e insiste en que esos retos no son su culpa. Recuérdales que este diagnóstico los ayudará a obtener el apoyo que necesitan, y que estarás con ellos en todo momento.

    “No hay nada malo ni dañado, ni realmente nada que haya que cambiar sobre la forma en que funciona su cerebro o sobre quiénes son como personas”, dice la Dra. Bancroft. “Las personas con autismo puede que necesiten ayuda adicional para ciertas cosas, pero también puedes señalar que todas las personas tienen retos: todas tienen cosas en las que necesitan ayuda”.

    Si tu hijo tiene un interés especial, puedes empezar por esa fortaleza, recordándole que sabe todo lo que hay que saber sobre Pokémon o el mapa del metro de Nueva York, y que sus amistades no saben esas cosas tan bien.

    Qué decir y qué no decir

    Después de hablar de una de sus fortalezas, puedes pasar a uno de sus retos. La Dra. Bancroft da este ejemplo: ”¿Te has dado cuenta que a veces no entiendes por qué algunos niños dicen las cosas que dicen o hacen las cosas que hacen? A las personas con autismo a veces les cuesta entender qué es lo que quieren y piensan las otras personas si no lo dicen en voz alta”.

    Un ejemplo que da la Dra. Bancroft para replantear un reto es: “En lugar de decir ‘el autismo se caracteriza por una ausencia de conversación’, podrías decir algo como: ‘Tener autismo significa que tiendes a hablar apasionadamente de tus intereses especiales, y en cambio no te emociona tanto una conversación superficial’”.

    Para recordarles que estos retos no son su culpa podrías decir algo así: “A veces, los niños con autismo pueden sentirse fuera de control cuando se enojan, y podrían tener algunas crisis. No es tu culpa”. O ”a veces puedes tener formas distintas de calmar tu cuerpo o de mostrar que sientes mucha emoción por algo. No pasa nada”.

    Cómo manejar una reacción negativa

    Si tu hijo siente enojo, miedo o tiene una fuerte reacción negativa a la noticia, lo mejor que puedes hacer como padre o madre es validar sus emociones, en lugar de tratar que se calme enseguida o que vea lo positivo del diagnóstico. En ese momento, necesitan saber que los vas a ayudar a superar sus retos, así como a obtener el apoyo que necesitan.

    Puedes hablar del equipo que estás formando para brindarle apoyo (sus médicos, profesores y familiares, por ejemplo), y de cómo ese equipo le compartirá estrategias para que aprenda a afrontar sus retos y se sienta mejor. Cualquier conversación sobre un diagnóstico que es de por vida será continua, así que no te preocupes por incluir todo en la primera conversación.

    Elige palabras específicas para tu hijo

    La forma de describir un diagnóstico de autismo depende de tu hijo. La Dra. Bancroft sugiere que además de su edad tengas en cuenta su nivel de desarrollo, su nivel de lenguaje y su disposición a escuchar la noticia.

    Puede que los niños se pregunten sobre la evaluación, que noten diferencias entre ellos y sus compañeros, o que hagan preguntas como “¿qué me pasa?”, o “¿por qué sigo haciendo eso?”. Estos son momentos críticos para abrir una conversación sobre la neurodivergencia, y la Dra. Bancroft sugiere hacerlo respondiendo de forma directa. Por ejemplo: “Hay una cosa llamada autismo que hace que te resulte más difícil captar las señales sociales. No es que te ocurra algo malo. Simplemente te resulta más difícil captar esas señales. Podemos trabajar juntos en ello”. El lenguaje que utilices durante esta conversación basada en las fortalezas dependerá de tu hijo. Estas son algunas sugerencias para distintos grupos de edad:

    Niños de preescolar

    Los niños en edad preescolar (o con niveles similares de desarrollo y lenguaje) puede que no entiendan lo que significa tener autismo. Ayuda hablar en términos sencillos, explicándoles que el autismo es “sólo un hecho, una forma de vida”, dice la Dra. Bancroft.

    “La etapa preescolar es una época en la que los niños empiezan a darse cuenta de las diferencias, así como a notarlas en ellos y en general en sus compañeros”. Añade que los niños de preescolar también son cariñosos y saben perdonar. “Por eso, la forma en que me gusta preparar a los padres en los años de preescolar es utilizar distintas frases como: ‘Tu cerebro es increíble, y puede que funcione de forma un poco distinta a la de algunos de tus amigos. El cerebro de todo el mundo funciona un poco diferente’”. Incluso puede ser útil que tú te compares con otro ser querido y hablar de lo que se les facilita más a cada quien.

    Durante estos años preescolares, dice, “es mejor mantener las explicaciones breves, simples y específicas. Céntrate en comportamientos que se puedan observar y en otros ejemplos tangibles en los que tu hijo pueda pensar. Quieres normalizar el diagnóstico, preguntar si tiene alguna duda y después dejar que siga adelante con su vida. Puede que tu hijo esté preparado para seguir adelante después la conversación antes que tú, y no pasa nada”.

    Niños en edad escolar

    Los niños en edad escolar serán más conscientes del proceso de evaluación y puede que estén preparados para una conversación sincera sobre el diagnóstico. También es probable que tengan preguntas directas. Por lo demás, gran parte del planteamiento sigue siendo el mismo. “Sólo que el lenguaje que utilizas se vuelve más sofisticado con el tiempo”, dice la Dra. Bancroft. Todavía querrás utilizar un enfoque basado en fortalezas y adaptado a sus talentos y retos específicos, seguir su curiosidad y utilizar palabras que entiendan.

    Adolescentes

    Los adolescentes y jóvenes adultos que reciben un diagnóstico de autismo probablemente ya han visto información al respecto en las redes sociales. Tal vez se hayan sumergido en TikTok y digan: “Algunas de estas cosas realmente me suenan conocidas”.

    Si no, es posible que después investiguen en Internet y en las redes sociales. TikTok, en particular, es un tema de conversación entre los profesionales clínicos en este momento, ya que muchos creadores están haciendo videos sobre el autismo. La Dra. Bancroft dice que es útil recordar a los adolescentes que no todo lo que aparece en TikTok está basado en hechos.

    Hay mucha información confiable sobre el autismo disponible en Internet a la que pueden dirigirse si quieren saber más. Los padres también pueden hablar con sus hijos adolescentes sobre cómo funcionan los algoritmos, que les ofrecen cada vez más contenido sobre el autismo si siguen viéndolo, por ejemplo.

    En términos más generales, los padres deberían prestar atención a lo que sus hijos adolescentes miran en Internet y fomentar una comunicación abierta sobre lo que ven, sobre todo en relación con el autismo. “Pregúntales: ‘¿Ves cosas positivas? ¿Y negativas? ¿Qué opinas?”, dice la Dra. Bancroft. “Los adolescentes sólo quieren que seas realista con ellos. Así que es muy importante saber cómo percibe las cosas tu adolescente y hacerle preguntas abiertas para que tenga la oportunidad de compartir lo que ve y experimenta. Luego valida esas reacciones tanto como puedas”.

    Conectar con una comunidad

    “Diles que muchas personas tienen autismo”, dice la Dra. Bancroft. “Y que ahí fuera hay una comunidad”. De hecho, conocer este diagnóstico a una edad temprana puede ayudar a tu hijo a encontrar comunidades autistas y grupos de habilidades sociales (en inglés) útiles donde sentirse comprendido.

    Si tu hijo con autismo se interesa en un área específica, puede ser útil encontrar a una persona conocida en ese mismo campo que tenga autismo y haya destacado.

    Para quienes deseen saber más sobre el autismo, hay mucha información en Internet, como este blog de Plaza Sésamo (en inglés) que ofrece más información que los padres pueden utilizar para describir el autismo a los niños más pequeños, este galardonado video que explica el diagnóstico, libros útiles de profesionales de la salud mental y personas que han pasado por esta experiencia, así como más guías y artículos en el Centro de recursos para las familias.

    Preguntas frecuentes

    ¿Por qué no debería esperar para contarle le a mi hijo sobre su diagnóstico de autismo?

    Los niños con autismo sin diagnosticar se podrían preocupar de haya algo malo en ellos, porque no logran determinar por qué se sienten diferentes de los demás niños de su edad. Esto puede causarles mucha ansiedad. Además, no hablar con tu hijo de forma abierta sobre su diagnóstico puede hacer que crea que hay algo de lo que avergonzarse.

    ¿Cómo inicio una conversación con mi hijo sobre su diagnóstico de autismo?

    Cuando le vayas a hablar a tu hijo sobre su diagnóstico de autismo, empieza por destacar sus fortalezas. Después, reconoce los retos a los que se ha enfrentado y a los que podría enfrentarse en el futuro, presentándolos como diferencias y no como defectos, e insiste en que esos retos no son su culpa. Recuérdale que este diagnóstico le permitirá obtener el apoyo que necesita, y que tú estarás en todo momento para brindarle ayuda.

    ¿Qué le debería decir a mi hijo sobre su diagnóstico de autismo?

    Cuando hables con tu hijo sobre su diagnóstico de autismo, puedes ayudarlo a comprender por qué tiene ciertas dificultades. Por ejemplo, si tu hijo a veces no entiende por qué algunos niños dicen o hacen las cosas que hacen, puedes explicarle que a los niños autistas les cuesta a veces entender qué quieren y piensan las personas si no lo dicen en voz alta.

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    Los mejores libros infantiles sobre salud mental de 2024 https://childmind.org/es/articulo/los-mejores-libros-infantiles-sobre-salud-mental-de-2024/ Tue, 10 Dec 2024 00:31:24 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=49477 Parece que cada año hay un nuevo libro infantil (¡o 10!) centrado en cada uno de los retos emocionales o del aprendizaje. Pero, ¿qué tan adecuado y útil es el mensaje? Profesionales clínicos del Child Mind Institute, especialistas en trastornos como ansiedad, depresión y autismo, revisaron más de 60 títulos publicados en 2024 para elaborar … Continued

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    Parece que cada año hay un nuevo libro infantil (¡o 10!) centrado en cada uno de los retos emocionales o del aprendizaje. Pero, ¿qué tan adecuado y útil es el mensaje? Profesionales clínicos del Child Mind Institute, especialistas en trastornos como ansiedad, depresión y autismo, revisaron más de 60 títulos publicados en 2024 para elaborar nuestra lista de inicio de año con los mejores libros infantiles sobre salud mental. Además de un relato atractivo, nuestros especialistas dieron prioridad a aquellos libros sobre salud mental que ayudan a los niños a comprender y abordar sus desafíos. Estos 20 libros (algunos protagonizados por gatos gruñones, monstruos adorables y otros escritos por autores con experiencia de primera mano en estos retos) fueron los que alcanzaron las primeras posiciones. Y aunque tal vez sólo estén disponibles en inglés, léelos con tus hijos o deja que ellos te los lean a ti, y compártelos con maestros, porque estas historias pueden ampliar la perspectiva de todos los niños y fomentar la amabilidad y la empatía.

    Ansiedad

    The Worry Monster

    Escrito por la Dra. Catherine Cook-Cottone, ilustrado por Lena Podesta.

    En esta historia sobre un encantador monstruo de enormes ojos que está preocupado por una excursión escolar, la autora (psicóloga infantil) entreteje de forma impecable (y divertida) estrategias de afrontamiento ante la ansiedad. Después de que el monstruo comparte sus temores a los lectores (“¿y si pierdo el autobús?”, ¿y si me pierdo?, ¿y si necesito a mi mascota dragón?”), recuerda los “siete movimientos conscientes” que le enseñó su maestro para ayudarlo a mantener la calma. A medida que el monstruo va probando cada movimiento, el libro se vuelve cada vez más atractivo para el público infantil con sus ilustraciones fantásticas y sus textos divertidos que van dirigiendo a los lectores directamente hasta una conclusión “dinomítica” en el museo. “The Worry Monster presenta habilidades prácticas de afrontamiento basadas en mindfulness para niños pequeños con ansiedad”, comenta un experto del Child Mind Institute. “Es cercano y fácil de seguir”. De 4 a 8 años. Publicado por Random House Books for Young Readers.

    What to Do When You Worry Too Much (Qué hacer cuando te preocupas demasiado)

    Escrito por Dawn Huebner, PhD, ilustrado por Sabine Rothmund.

    Esta es una edición revisada y ampliada de un exitoso libro de ejercicios de la American Psychological Association que guía a niños y padres a través de estrategias cognitivas de comportamiento que se pueden utilizar para reducir la ansiedad. A partir de explicaciones y metáforas sencillas, el libro de ejercicios ofrece consejos de fácil comprensión y anima a los niños a dibujar y escribir. Por ejemplo, hay una parte en que se les pide a los niños que dibujen o escriban acerca de algún momento en que “se activó su alarma del cerebro y resultó ser una falsa alarma”.  De 6 a 10 años. Publicado por Magination Press.


    Invisible Isabel

    Escrito por Sally J. Pla, ilustrado por Tania de Regil.

    Los estudiantes de middle school que lean esta novela en verso se identificarán con Isabel, a quien a menudo le dicen: “¡Te preocupas sin razón!”, y “¡no seas tan sensible!”. Pero Isabel tiene muchos motivos para preocuparse: tiene “exámenes importantísimos” que están a la vuelta de la esquina, hay bullies en la escuela y cinco hermanos que la enloquecen en casa. “Me gusta que Invisible Isabel utiliza el término “polillas de la preocupación” para otorgarle a la ansiedad un nombre específico que representa sus síntomas físicos”, dice una experta del Child Mind Institute. “La etapa de la middle school puede ser difícil, en la que muchos niños sienten que no son lo suficientemente especiales. Este libro podría ayudar a iniciar una conversación sobre la posibilidad de acudir con un profesional.” De 8 a 12 años. Publicado por Quill Tree Books.

    Unstuck

    Escrito por Barbara Dee.

    Los problemas en sus relaciones de amistad hacen que una estudiante de séptimo grado a la que le encantaba la escritura creativa de pronto se bloquee. Día tras día, no logra escribir nada en clase o tacha todas sus palabras. La ansiedad por perder a su mejor amiga, que ahora asiste a otra escuela, es parte del problema. “Unstuck pone énfasis en los desafíos que implica superar algo difícil para poder perseguir tu pasión”, dice una experta del Child Mind Institute. De 8 a 14 años. Publicado por Aladdin.

    Atención plena o mindfulness

    A Tiny Difference

    Escrito e ilustrado por June Tate.

    Esta historia poética, protagonizada por una mamá pájaro y su bebé que se siente “un poco extraña”, cautiva a los jóvenes lectores desde la primera página y nunca los suelta. Mamá le asegura a su bebé que no pasa nada por no sentirse “perfectamente perfecta” todo el tiempo, pero quiere probar algunas cosas para “ver si hacen una ligera diferencia”. Las ilustraciones alegres e infantiles combinan bien con el texto alentador y poético sobre técnicas de respiración y otras estrategias de mindfulness. Me gusta que el libro invita a aceptar las cosas tal como son y también que se centre en esas pequeñas cosas que se pueden hacer para cambiar las emociones y marcar “una ligera diferencia””, dice un experto del Child Mind Institute. Para niños de 3 a 7 años. Publicado por Katherine Tegen Books.

    Today

    Escrito por Gabi Snyder, ilustrado por Stephanie Graegin.

    Esta historia, que tiene un enfoque interesante sobre la atención plena, comienza cuando un niño se da cuenta de que algunos días pasan demasiado lento: “El día de hoy se alarga mucho cuando estás contando las semanas que faltan para el verano/El día de hoy se eterniza cuando tus padres hablan mucho con los vecinos”. Luego, otros días pasan a la velocidad del rayo y “quieres congelar el momento y quedarte aquí para siempre”. Para esos días, practicar mindfulness te ayuda a retener los recuerdos. “El cuento describe claramente las formas en que nuestra mente se ve arrastrada al futuro o al pasado”, dice una experta del Child Mind Institute. “El final incluye un ejemplo de cómo practicar la atención plena”. De 4 a 8 años. Publicado por Simon & Schuster Books for Young Readers.

    Sentimientos

    Bea’s Bad Day

    Escrito e ilustrado por Tom Percival.

    Los niños tienen un nuevo modelo para recuperarse de una decepción: Bea, el personaje principal, queda “destrozada” cuando una tormenta de nieve cierra las carreteras y estropea sus planes de cumpleaños. Las ilustraciones muestran cómo se siente hecha trizas, incluso cuando su madre le da un regalo. Pero entonces a su hermano mayor se le ocurre usar el trineo y “algunas de las rajaduras desaparecen”. Cada vez desaparecen más rajaduras mientras los hermanos bajan a toda velocidad por la colina, demostrando que “el día de Bea había empezado mal, pero eso no significaba que no pudiera acabar bien”. Un giro final con un pastel de cumpleaños refuerza aún más la resiliencia de Bea. “Bea’s Bad Day” transmite un bonito mensaje sobre la decepción y las situaciones que no cumplen las expectativas”, dice un experto del Child Mind Institute. “Es una lectura realista y divertida”. De 3 a 7 años. Publicado por Bloomsbury Children’s Books.


    The Hare-Shaped Hole

    Escrito por John Dougherty, ilustrado por Thomas Docherty.

    Esta es una tierna historia que ayuda a los niños durante el proceso de duelo por perder una amistad importante, ya sea porque la persona se mudó a otra ciudad o porque falleció. El libro comienza con dos amigas inseparables, una tortuga y una liebre, que juegan juntas. Entonces, de repente, la liebre desaparece. (“Simplemente no estaba allí. No se veía nada. Sólo un agujero en el aire donde debería estar la liebre”). La oscura sombra de la liebre se representa en las páginas mientras la tortuga experimenta las muchas facetas del dolor, desde la negación a la ira y, finalmente, la aceptación. “El agujero en forma de liebre valida los sentimientos de duelo”, dice una experta del Child Mind Institute. “Este cuento es útil para ayudar a los niños a comprender una pérdida en su vida”. De 3 a 7 años. Publicado por Frances Lincoln Children’s Books.

    My Thoughts Have Wings

    Escrito por Maggie Smith, ilustrado por Leanne Hatch.

    Un cuento tranquilizador a la hora de dormir puede ayudar a los niños a tener dulces sueños. Acostada en la cama, la mente de una niña se acelera por pensamientos intrusivos de arañas, pesadillas y bullying. Su asustada madre compara los pensamientos con los pájaros: “Algunos vuelan rápidamente, mientras que otros construyen nidos en nuestras cabezas”. Más adelante añade: “Todos nos preocupamos. Pero tenemos que asegurarnos de que haya espacio para los pensamientos felices”. Entonces la mente de la niña se enfoca en barquillos de helado, perritos y cometas que vuelan, mientras se imagina pensamientos felices construyendo un nido acogedor en su cabeza. Las ilustraciones con relieve dan a la historia calidez y profundidad. “My Thoughts Have Wings ofrece una imagen dulce y memorable de pensamientos que anidan en tu mente como pájaros”, dice un experto del Child Mind Institute. De 3 a 8 años. Publicado por Balzer + Bray.

    Cranky

    Escrito por Phuc Tran, ilustrado por Pete Oswald.

    Los vehículos de construcción son los personajes de este atractivo libro ilustrado que ayuda a desarrollar las habilidades socioemocionales de los niños. Aunque el día está precioso, una grulla está de mal humor, pero no quiere hablar de ello. (“¿Sabes qué no ayuda cuando estás de mal humor? Hablar mucho”). Evade a sus amigos y no quiere celebrar la finalización de un puente que se estaba construyendo. Pero al final sus amigos le hacen saber que no pasa nada por estar de mal humor (“¿Sabes qué no me pone de mal humor? Saber que mis amigos se preocupan por mí… incluso cuando estoy de mal humor”). Es apropiado para niños, acertado y tiene ilustraciones agradables, dice un experto del Child Mind Institute. “Utiliza un lenguaje gracioso y bromas para presentar un mensaje de gran significado”. De 4 a 8 años. Publicado por HarperCollins.

    A Terrible Place for a Nest

    Escrito por Sara Levine, ilustrado por Erika Meza.

    Es difícil mudarse a un nuevo hogar, y el niño de esta historia no lo está pasando bien. “Nunca podré dormir aquí”, dice. Todavía deprimido, él y su madre se dan cuenta de que unas palomas están construyendo un nido en lo alto de una valla frente a su ventana. “Es un sitio horrible para hacer un nido”, le dice a su madre. Efectivamente, los de la mudanza derriban accidentalmente el nido. El niño lo reconstruye, pero los pájaros siguen un tiempo sin acercarse. Un día, un pájaro pone un huevo en el nido, y el niño hace carteles de no molestar para advertir a los transeúntes. Las últimas páginas, en las que mamá e hijo están leyendo un cuento antes de dormir, lo unen todo de forma brillante: “Les dije que no era un buen lugar para un nido. Pero hicimos que funcionara”. Dice una experta del Child Mind Institute: “A Terrible Place for a Nest” aborda la incomodidad de mudarse a un lugar nuevo de una forma inesperada e indirecta. Pero no es tan sutil como para que los niños no entiendan de qué trata. Es dulce sin ser cursi”. De 4 a 8 años. Publicado por Roaring Brook Press.

    Tristeza y depresión

    The Cat Who Couldn’t Be Bothered

    Escrito e ilustrado por Jack Kurland.

    En este divertido libro, un gato blanco y negro rechaza las ofertas de sus amigos felinos de perseguir un cordón, ir a una fiesta e incluso volar al espacio, diciendo una y otra vez que no le importa. Finalmente, les dice a todos que PAREN, y les explica que se siente triste y no quiere hacer nada. “The Cat Who Couldn’t Be Bothered puede ayudar a los niños a normalizar una serie de emociones”, dice un experto del Child Mind Institute. “Me encanta cómo las ilustraciones transmiten el estado de ánimo del gato y el esfuerzo frenético que hacen sus amigos por intentar animarlo. El gato acepta sus emociones sin ceder a la presión de volver a estar con ánimo. Y sus amigos aprenden a estar con él así como está”. De 3 a 7 años. Publicado por Frances Lincoln First Editions.

    Gray

    Escrito por Laura Dockrill, ilustrado por Lauren Child.

    Comparar los sentimientos con los colores no es algo nuevo, pero este álbum ilustrado lo hace excepcionalmente bien. Empieza con un niño que anuncia: “Hoy soy gris”. A lo largo de la historia, que cuenta con unas ingeniosas páginas recortadas por las que se asoman imágenes de otras páginas, el niño explica lo que significa ser gris: “Gris es la soledad. Gris es cuando sientes que no encajas”. El libro no ofrece soluciones para superar la “grisura”, sino que señala que los sentimientos más felices siguen existiendo en el interior del niño (y que su mamá lo ama incluso cuando está deprimido). “Gray es una lectura muy reconfortante sobre la tristeza”, dice nuestra experta del Child Mind Institute. “Los niños lo entenderán con un cariñoso mensaje de aceptación”. De 3 a 7 años. Publicado por Candlewick Press.

    A Voice in the Storm

    Escrito y ilustrado por Karl James Mountford

    En este libro ilustrado profundamente conmovedor, indicado para niños a partir de tercer grado, una rata triste siente que no puede compartir sus sentimientos con su mejor amiga. Diciendo que “necesita un poco de aire”, intenta escapar de su tormenta interna y acaba en medio de una terrorífica tormenta eléctrica. La rata se encuentra con un oso que la ayuda a encontrar refugio y también su voz: “Haz ruido. Intenta ser una voz en la tormenta”. Al final regresa a casa con su mejor amiga, habiendo aprendido a expresar sus sentimientos. La paleta de colores sombríos coincide con los sentimientos de la rata, con acentos brillantes para los momentos de esperanza. “A Voice in the Storm trata de la desregulación emocional y anima a apoyarse en las demás personas a nuestro alrededor”, dice un experto del Child Mind Institute. A partir de 8 años. Publicado por Candlewick Studio.

    TOC



    The Very Best Me

    Escrito por Marin Canaday, ilustrado por Agus Prajodo.

    La autora, que tiene TOC, compara esta condición con un pequeño monstruo que forma parte de ella, aunque “a veces incluso ella se olvida de que existe”. Pero continúa explicando que otros días, el monstruo se hace enorme, le grita y le da órdenes, y entonces necesita ayuda de su familia. “The Very Best Me” es bueno para describir lo que se puede sentir al tener TOC, pensamientos intrusivos y ansiedad”, dice una experta del Child Mind Institute. De 4 a 8 años. Publicado por Mascot Kids.


    Puzzled

    Escrito e ilustrado por Pan Cooke.

    En esta novela gráfica/ensayo, el autor cuenta cómo se enfrentó durante su infancia al conteo compulsivo, las oraciones repetitivas y, finalmente, los trastornos alimentarios, buscando desesperadamente la solución al “rompecabezas” de lo que le ocurría. Los lectores se sentirán aliviados al descubrir en la contraportada del libro que el autor, ahora en sus treinta, tiene los síntomas de su TOC bajo control y, como él lo describe, “afortunadamente es un secreto que ya no tengo que guardar”. Un experto del Child Mind Institute dice: “Puzzled explica muy bien diversos síntomas del TOC, como la escrupulosidad, las obsesiones somáticas, el pensamiento mágico y el miedo a equivocarse, utilizando ejemplos de la vida real y elementos visuales.” De 8 a 14 años. Publicado por Rocky Pond Books.

    TDAH

    That Always Happens Sometimes

    Escrito por Kiley Frank, ilustrado por K-Fai Steele.

    El simpático retrato de cómo el TDAH afecta la vida escolar y familiar de un niño empieza cuando Max pierde el autobús porque se distrae con las ardillas. En la escuela, ha perdido los privilegios del sacapuntas eléctrico tras probarlo con un lápiz de color, y hay pelotas de tenis en las patas de su silla para amortiguar el ruido que hace por moverse tanto. Sueña despierto con que se coloca todas juntas los ocho suéteres que ha olvidado llevarse a casa. Pero luego piensa de forma creativa para ayudar a su grupo a construir una torre altísima con fichas, una hazaña que lo hace merecedor de grandes elogios. “That Always Happens Sometimes es para estudiantes que se distraen fácilmente a lo largo del día”, dice un experto del Child Mind Institute. “Normaliza y ofrece experiencias con las que se pueden relacionar”. De 4 a 8 años. Publicado por Knopf.

    Autismo

    Henry and the Something New

    Escrito por Jenn Bailey, ilustrado por Mika Song.

    Los personajes con autismo son escasos en la literatura infantil, por lo que esta serie de libros con capítulos de 56 páginas para principiantes es una grata contribución. En este segundo libro de la serie, Henry, un niño autista en edad escolar, va de excursión a un museo de historia natural. No sólo se enfrenta a una interrupción de su rutina, sino que también tiene que lidiar con el ruidoso autobús escolar y esperar interminablemente para poder llegar donde están los dinosaurios, sus favoritos. La forma en que lo supera y es recompensado al final, resultará familiar para los niños con autismo y será una ventana útil para que sus compañeros se asomen a ver su mundo. “Henry es entrañable y tiene matices: no es sólo un ejemplo más de un niño con autismo”, dice una experta del Child Mind Institute. De 6 a 9 años. Publicado por Chronicle Books.

    Trastornos alimentarios



    Louder Than Hunger

    Escrito por John Schu.

    Esta novela en verso narra de forma hermosa (y a veces dolorosa) la batalla de un personaje llamado Jake contra la anorexia nerviosa y el trastorno obsesivo-compulsivo, así como su recuperación. Se trata de una historia similar a las propias luchas que enfrentó el autor cuando estaba en octavo grado. “Los lectores pueden relacionarse y conectar con sus propias experiencias”, dice un experto del Child Mind Institute. “Es importante leerlo con un terapeuta o persona de apoyo, para favorecer un resultado terapéutico”. A partir de 14 años. Publicado por Candlewick Press.

    La adicción de uno de sus padres

    Breaking Into Sunlight

    Escrito por John Cochran.

    Esta conmovedora novela sobre un niño de séptimo grado que oculta la adicción a los analgésicos de su padre resonará con 1 de cada 8 niños que tienen un familiar con algún trastorno por consumo de sustancias. Después de que su padre vuelva a sufrir una sobredosis, el joven y su madre se mudan, pero él oculta el secreto de su padre a sus amigos y tiene dificultades para dejar a su padre. “Breaking Into Sunlight es una hermosa historia sobre el proceso y el compromiso de un hijo por aceptar radicalmente el trastorno por consumo de sustancias de su padre”, dice una experta del Child Mind Institute. “Retrata con precisión la responsabilidad y la culpa equivocadas que a menudo experimentan los adolescentes en relación con la adicción, las relaciones y los conflictos interpersonales de sus padres. También describe con honestidad la vergüenza que pueden experimentar los adolescentes por sus propios sentimientos y por cómo su familia es diferente.” A partir de 10 años. Publicado por Algonquin Young Readers.

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    Criar niños resilientes que puedan enfrentar el futuro https://childmind.org/es/articulo/criar-ninos-resilientes-para-que-esten-preparados-para-el-futuro/ Mon, 09 Dec 2024 19:59:33 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=49776 Esto es un extracto de Ready or Not: Preparing Our Kids to Thrive in an Uncertain World, escrito por Madeline Levine, PhD. Conozco muchos padres que se preocupan y tienen dudas sobre cómo preparar a sus hijos para salir adelante con éxito en un futuro que se parecerá muy poco al mundo en el que … Continued

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    Esto es un extracto de Ready or Not: Preparing Our Kids to Thrive in an Uncertain World, escrito por Madeline Levine, PhD.

    Conozco muchos padres que se preocupan y tienen dudas sobre cómo preparar a sus hijos para salir adelante con éxito en un futuro que se parecerá muy poco al mundo en el que nosotros nos abrimos camino. Enfrentarnos a la incertidumbre nos puede causar ansiedad, y transmitimos esa ansiedad a nuestros hijos.

    Solemos sobreproteger y dirigir en exceso a nuestros hijos, lo que hace que se conviertan en seguidores de normas que temen asumir riesgos. Y esa es exactamente la mentalidad opuesta a la que necesitarán si —como afirman expertos de diversos campos— las habilidades de supervivencia del mañana serán la adaptabilidad, la curiosidad, la flexibilidad y la capacidad de asumir riesgos.

    Premiamos a jóvenes estudiantes que memorizan todas las respuestas correctas, pero en un mundo que evoluciona con rapidez será más importante formular preguntas ingeniosas. ¿Por qué? Porque la información está disponible con sólo deslizar un dedo. Lo importante será qué hacer con esa información, cómo evaluarla y combinarla con otra información de formas novedosas y significativas.

    Se anima a que los estudiantes compitan por premios, trofeos y por un lugar en las mejores universidades, pero en los próximos años será mucho más valioso contar con el talento de la colaboración que con el hábito de la competencia despiadada. Una y otra vez, veo a padres empujar con las mejores intenciones a sus hijos hacia el éxito medible, desplazando de forma inadvertida a la curiosidad, la creatividad y la flexibilidad. En realidad no es necesario que sea una cuestión de esto o lo otro. Un equilibrio saludable sería mucho más útil para la mayoría de los niños que una preocupación en algo particular.

    Cultivar la resiliencia a lo largo del tiempo

    Al tiempo que pensamos en cómo podemos transmitir menos ansiedad a nuestros hijos, vale la pena recordar que la crianza es algo a largo plazo.

    Tendemos a pensar que cada momento, decisión, éxito o fracaso son cruciales, pero lo que realmente es esencial a medida que crecen es que nuestros hijos se conviertan en amigos y amigas leales, que saben colaborar con otras personas en el trabajo y cumplir sus tareas con honestidad y responsabilidad, que tienen un sólido concepto moral y otros atributos valiosos. Nuestro objetivo como madres y padres es ser lo suficientemente valientes para dar a nuestros hijos el tiempo y las oportunidades que necesitan para cultivar estas cualidades, y modelarlas con nuestro ejemplo.

    También debemos aceptar que la percepción del logro y la autoestima de nuestros hijos aumentará y disminuirá dependiendo de sus éxitos. Uno de mis pacientes jóvenes era una estrella del baloncesto en middle school, seguro de sí mismo y popular entre sus compañeros. En la high school, entró en el equipo júnior y no le fue especialmente bien. Pasó de ser optimista y positivo a sentirse inseguro y sombrío durante varios meses (que fue cuando su madre preocupada lo trajo a verme).

    Exploramos sus otros intereses y talentos, y decidió entrar en un equipo de rugby. Conforme fue adquiriendo más destreza, aumentó su confianza en sí mismo y volvió a ser su versión “triunfadora” de siempre, como decía. La curva de aprendizaje de los seres humanos está llena de altibajos, como seguramente podrás recordar. Les hacemos un favor a nuestros hijos cuando admitimos esto.

    Piensa en el crecimiento de tu hijo como si fuera una película, no como en si fuera una fotografía instantánea. Lo que parece primordial en un momento determinado, a veces se convierte en secundario con el paso del tiempo. Lo más importante es el amor, el apoyo, la curiosidad, el énfasis en “hacer lo correcto” y la capacidad de tolerar los tropiezos y las decepciones de nuestros hijos.

    Cuando protegemos a nuestros hijos del fracaso o diseñamos el camino hacia el éxito para ellos, estamos alterando las experiencias que necesitan para crecer. Puedo pensar en muchos padres y madres que sin querer han interferido y puesto obstáculos en el camino de sus hijos, a diferencia de los padres del jugador de baloncesto que permitieron que su hijo se enfrentara a sus dificultades.

    Demostrar a los niños nuestra confianza en ellos

    Tengo una paciente que ha pasado los dos primeros años de la universidad sin ir a clase ni escribir un solo trabajo por su cuenta. Un tutor pagado lo hace por ella. Dudé en incluir este ejemplo en el libro, pensando en que era demasiado extremo. Sin embargo, se lo mencioné a un colega y me respondió contándome la historia de un joven que completó los cuatro años de universidad del mismo modo. Cuando mi colega confrontó a la madre del estudiante por ello, ella le dijo: “No esperarás que permita que unas calificaciones se interpongan en su éxito, ¿verdad?”.

    No estoy sugiriendo que desterremos a los tutores del panorama educativo. Pueden guiar a los estudiantes en partes especialmente difíciles de las asignaturas o en aquellas materias que parecen un castigo pero que son una parte inevitable del plan de estudios básico. Contratar a un tutor también demuestra a los niños que necesitar ayuda no es algo de lo cual avergonzarse: de hecho, es de sabios saber cuándo pedir ayuda. Si un niño o adolescente tiene dificultades de aprendizaje, los tutores pueden enseñarle soluciones y a estudiar con más eficacia. Pero contratar a un tutor también puede enviar el mensaje de temo que no seas lo bastante inteligente.

    Una familia que está temerosa es aquella en la que los padres no confían en la inteligencia, la capacidad o el sentido común de sus hijos. No confían en que el mundo les proporcionará el tipo de ventajas que consideran necesarias para sobrevivir. No confían en los educadores ni en el sistema: necesitan interferir porque temen que, sea lo que sea que se le exija a su hijo, no estará a la altura. Es un voto de desconfianza maligno y destructivo.

    Aunque cueste mucho dinero y esfuerzo manipular de este modo el éxito de los niños, lo hacemos porque nos da la ilusión de control. Es mucho más difícil entregar el control correspondiente a nuestros hijos.

    Cuanto mayores sean nuestras reservas internas, más tolerancia tendremos a todas las fuentes de ansiedad de nuestra vida y de la de nuestros hijos, y más eficaces seremos para manejar y modelar un enfoque de la vida dictado por elecciones meditadas y no por una ansiedad que surge como reflejo.

    Cuando estamos con nuestros hijos, es comprensible reaccionar con ansiedad ante su ansiedad. Comprensible, pero no beneficioso. Los niños se preocupan por muchas cosas: 

    ¿Alguien querrá comer conmigo? ¿Karla seguirá siendo mi amiga? ¿Me contestará Juan? ¿Me elegirán para el equipo? Estas preocupaciones reflejan fases normales del desarrollo social y no son motivo de alarma. Para mantener el ambiente tranquilo para nuestros hijos y para nosotros mismos, podemos replantear las situaciones que provocan ansiedad como oportunidades:

    “¡Puede que no me elijan para el equipo!”.

    “Sé que te gustaría mucho que te eligieran para el equipo, pero si no lo haces tendrás más tiempo. ¿En qué te gustaría aprovecharlo?”.

    O

    “Sé que te sentirás mal si no te eligen, pero puedes superarlo”.

    Esas palabras (puede que te sientas mal, pero puedes manejarlo) señalan no sólo nuestra fe en las capacidades de nuestro hijo, sino también que nosotros podemos manejarlo si se siente mal.

    Por qué las habilidades blandas no son en realidad “blandas”

    Si nos tomamos en serio lo de equipar a nuestros hijos para que salgan adelante en un futuro muy incierto y acelerado, la única habilidad que sabemos a ciencia cierta que necesitarán es la capacidad de adaptación. El aprendizaje permanente será la clave de la seguridad laboral. Además de las habilidades duras en el campo concreto de una persona (por ejemplo, biología, economía o derecho), el aprendizaje permanente implica capacidades como la flexibilidad, la curiosidad, la tolerancia al fracaso y la colaboración. Estas capacidades son de vital importancia, requieren esfuerzo e inteligencia, son susceptibles de ser aprendidas y tan difíciles de dominar como las capacidades duras. Se mire por donde se mire, “blandas” es un término equivocado para estas habilidades.

    Perjudicamos a nuestros hijos cuando insistimos en un curso más de AP en lugar de fomentar el trabajo en el centro de rescate de animales. Las habilidades fundamentales para el éxito futuro de nuestros hijos se pueden cultivar en casi cualquier contexto, pero se fijarán mejor si se trata de un contexto que tu hijo realmente disfruta.

    Si somos capaces de dar el gran salto de fe que requiere nuestra era y dedicar menos atención al curriculum, podremos ayudar a tu hijo a desarrollar rasgos como la inventiva, la tolerancia al fracaso, la capacidad de asumir riesgos, la colaboración y la valentía.

    Una vez participé en una mesa redonda en la que el público estaba formado por padres muy exigentes y de alto rendimiento. Un padre estaba muy preocupado por la cantidad de tiempo que su hijo dedicaba a tocar la guitarra. Me sentí incómoda con las sugerencias del público: quitarle la guitarra durante unas semanas, limitar estrictamente el tiempo de práctica, permitir el acceso a la guitarra en función de las calificaciones más recientes del niño.

    Hablé con James Hetfield, vocalista de la banda Metallica, sobre estas respuestas.

    “¿Qué tal si esos padres le hubieran dicho a su hijo que forme una banda?”, intervino James.

    El joven podría haber cultivado un sinfín de habilidades valiosas (creatividad, perseverancia, colaboración, asumir riesgos) si hubiera formado y tocado en una banda, y quizá incluso hubiera desarrollado algunas habilidades empresariales. Todo ello mientras hacía algo que le gustaba de verdad, que lo motivaba y en lo que estaba comprometido. Sé que es habitual hablar de pensar “de manera cuadrada” y “no cuadrada”. Años de práctica clínica y un hijo notablemente creativo me han enseñado que a veces es mejor no tener ningún cajón.

    Para saber más sobre cómo criar hijos resilientes, lee Ready or Not: Preparing Our Kids to Thrive in an Uncertain World. Madeline Levine, PhD, es profesional clínica, consultora, educadora y conferensista, y autora de otros dos libros: The Price of Privilege y Teach Your Children Well .

    Preguntas frecuentes

    ¿Qué se aconseja para criar hijos resilientes?

    Preparar a nuestros hijos para que puedan salir adelante en un futuro incierto que cambia con enorme rapidez implica reconocer que la única habilidad que sabemos con certeza que necesitarán es la habilidad de adaptación. El aprendizaje continuo a lo largo de toda la vida será clave para su seguridad laboral. Y este aprendizaje continuo incluye habilidades como la flexibilidad, la curiosidad, la tolerancia al fracaso y la colaboración.

    ¿Cómo pueden ayudar los padres a criar niños resilientes?

    Piensa en el desarrollo de tu hijo como si fuera una película, no una foto instantánea. Lo que parece grave en un momento, a menudo pasa a un lugar secundario con el tiempo. Lo más importante es el amor, el apoyo, la curiosidad y el énfasis en “hacer lo correcto”, así como la capacidad de tolerar los errores y las desilusiones. No trates de proteger a los niños del fracaso, en su lugar ayúdalos a aprender de él.

    ¿Qué deberían evitar hacer los padres si quieren criar hijos resilientes?

    Los padres deberían evitar sobreproteger y dirigir de más a los niños, pues esto puede hacer que se conviertan en personas temerosas de asumir riesgos que sólo siguen indicaciones. Expertos de diversos campos de estudio concuerdan en que la adaptabilidad, la curiosidad, la capacidad de asumir riesgos y la flexibilidad serán las habilidades de supervivencia del futuro.

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    Test de depresión para adolescentes https://childmind.org/es/articulo/test-de-depresion-para-adolescentes/ Mon, 09 Dec 2024 14:55:16 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=49756 La depresión es un desafío común de la salud mental en los adolescentes e incluso en algunos niños. Puede ser difícil de identificar porque los niños suelen ser volubles y porque la depresión puede verse diferente en los adolescentes y en los niños que en los adultos. Si estás buscando una prueba de depresión en … Continued

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    La depresión es un desafío común de la salud mental en los adolescentes e incluso en algunos niños. Puede ser difícil de identificar porque los niños suelen ser volubles y porque la depresión puede verse diferente en los adolescentes y en los niños que en los adultos. Si estás buscando una prueba de depresión en línea, puedes usar nuestro Chequeo de síntomas gratuito para ayudarte a determinar si tu hijo puede tener depresión. 

    El chequeo de síntomas te da una lista de comportamientos y rasgos, para que marques los que veas en tu hijo. Si corresponden con los síntomas y comportamientos asociados con la depresión, te lo hará saber. Si tus respuestas al cuestionario indican algún otro trastorno, también podrás verlo.

    El chequeo de síntomas fue desarrollado en asociación con profesionales de la salud expertos y está alineado con los rigurosos estándares editoriales del Child Mind Institute.

    ¿Alguna prueba de depresión en línea es confiable?

    Si piensas que tu hijo podría tener depresión, es importante obtener un diagnóstico por parte de un médico o profesional de la salud mental. Pero si estás buscando una prueba de depresión en línea para empezar, nuestro chequeo de síntomas puede ayudarte a saber si los comportamientos que observas en tu hijo podrían ser señales de depresión, o de algo más. También encontrarás vínculos a artículos en los que puedes aprender más y que te pueden ayudar a prepararte para una conversación con un profesional que pueda diagnosticar a tu hijo.

    ¿Cuáles son las señales de la depresión en adolescentes?

    Para identificar las señales y síntomas de la depresión en adolescentes, intenta utilizar nuestro Chequeo de síntomas gratuito..

    La mayor señal de depresión es un cambio en el estado de ánimo. Un adolescente deprimido se sentirá triste o enfadado sin razón alguna y puede perder interés en las cosas que normalmente disfrutaba. Estos cambios durarán al menos dos semanas. Otros síntomas incluyen:  

    • Enojarse fácilmente 
    • Sentirse sin esperanza 
    • Problemas para concentrarse 
    • Problemas para tomar decisiones 
    • Dificultades en la escuela 
    • Baja autoestima o decir cosas negativas de sí mimo 
    • Problemas para hablar con amigos 
    • Pensar en o intentar suicidarse 

    Señales físicas de la depresión

    Debido a que los niños, en especial los adolescentes, no siempre comparten cómo se sienten, o incluso pueden esforzarse en ocultarlo, puede ser difícil para los padres identificar la depresión. Pero algunas de sus señales son visibles, como las físicas que incluyen:

    • Cambios en los hábitos alimenticios: comer notablemente más o menos de lo usual.
    • Cambios en el peso corporal: ya sea ganar o perder peso.
    • Cambios en los hábitos de sueño: dormir más o menos de lo habitual.
    • Tener la energía baja o parecer cansado todo el tiempo.
    • Pasar demasiado tiempo a solas en su habitación, evitando a los amigos.
    • Parecer flojo o apático.

    Primeras señales de la depresión en los niños

    La clave para identificar la depresión en los niños y preadolescentes es estar alerta a sus cambios de comportamiento. Por ejemplo:

    • Que se vuelvan irritables cuando típicamente son de carácter afable.
    • Que se peleen o rompan las reglas en la escuela cuando nunca antes lo habían hecho.
    • Que se vuelvan extremadamente sensibles a los errores o a la crítica, cuando solía no importarles.
    • Que se alejen de cosas que antes disfrutaban, como que falten a sus clases o abandonen algún deporte.
    • Que tengan dolores de estómago o de cabeza frecuentes.

    Ansiedad y depresión

    Es común que los adolescentes tengan problemas de ansiedad y de depresión al mismo tiempo. Los científicos piensan que puede deberse a que las regiones del cerebro afectadas por la ansiedad y la depresión están una al lado de la otra y se afectan mutuamente. Pero también es cierto que un trastorno puede llevar al otro.

    Cuando la depresión lleva a la ansiedad, puede ser porque el estado mental negativo trae como resultado la incertidumbre. Si no te sientes bien contigo mismo, no tienes confianza, seguridad, o no te sientes a salvo, la ansiedad puede arraigarse.

    También es probable que un adolescente con mucha ansiedad comience a evitar muchas de las cosas que solía disfrutar, así que su vida se vuelve extremadamente limitada y eso lo lleva a la depresión.

    Si un adolescente tiene tanto ansiedad como depresión, es importante buscar ayuda profesional para apoyarlo con ambos trastornos. Cuando no se tratan, puede generar problemas serios, incluyendo autolesiones (o cortes), abuso de sustancias y pensamiento suicida (o comportamiento).  

    ¿Qué tipos de depresión existen?

    Los trastornos depresivos más prevalentes incluyen: 

    • Trastorno depresivo mayor: síntomas graves que duran entre dos semanas y varios meses. 
    • Trastorno depresivo persistente (también llamado distimia): síntomas menos graves que tienen una duración de un año o más. 

    La depresión suele comenzar durante los años de la adolescencia, pero los niños más jóvenes también pueden ser diagnosticados. Las niñas reciben el doble de diagnósticos de trastorno depresivo mayor que los niños.  

    ¿Cómo se evalúa y se diagnostica la depresión?

    Si estás buscando saber más sobre los síntomas de tu hijo a través de una prueba de depresión en línea, utiliza nuestro chequeo de síntomas. Sin embargo, nuestra prueba no puede generar un diagnóstico de depresión, solo puede ayudarte a identificar sus posibles señales.

    El diagnóstico de depresión solo puede hacerlo un profesional médico o de la salud mental. Para hacer el diagnóstico, el profesional de la salud hablará con el niño, con los miembros de la familia y con otros adultos presentes en su vida.  

    Para que le den un diagnóstico de trastorno depresivo mayor, un niño debe estar deprimido la mayor parte del tiempo durante la menos dos semanas y tener varios de los síntomas antes citados. Sus síntomas debe ser diferentes de su comportamiento habitual.  

    Para que le den un diagnóstico de trastorno depresivo persistente, un niño debe estar deprimido o irritado la mayor parte del tiempo durante al menos un año. También debe tener al menos dos de los síntomas a un nivel en que se interpongan con su vida cotidiana.

    Preguntas frecuentes

    ¿Cómo saber si mi hijo está deprimido?

    La mayor señal de depresión es un cambio en el estado de ánimo. Un niño deprimido se sentirá triste o irritable sin razón y perderá interés en las cosas que normalmente disfrutaba.

    ¿Cuáles son los síntomas de la depresión?

    Algunos de los síntomas más comunes son:

    • Enojarse fácilmente.
    • Sentirse sin esperanza.
    • Problemas para concentrarse.
    • Problemas para tomar decisiones.
    • Dificultades en la escuela.
    • Baja autoestima o decir cosas negativas de sí mimo.
    • Subir o bajar de peso.
    • Parecer cansado o con baja energía.
    • Tener problemas al hablar con amigos.
    • Pensar en o intentar suicidarse.
    ¿Cómo se diagnostica la depresión?

    Para hacer el diagnóstico, el profesional de la salud hablará con el niño, con los miembros de la familia y con otros adultos presentes en la vida del niño. Los síntomas de depresión deben estar presentes durante dos semanas para el caso del trastorno depresivo mayor y los síntomas menos graves durante un año para el caso del trastorno depresivo persistente.

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    24 maneras de hacer que los niños disfruten las festividades https://childmind.org/es/articulo/24-maneras-de-hacer-que-los-ninos-disfruten-las-festividades/ Tue, 19 Nov 2024 21:43:06 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=49057 Desde el Día de Acción de Gracias hasta Año Nuevo, las celebraciones y tradiciones familiares más queridas generan grandes expectativas. Pero todo ese entusiasmo y los cambios en la rutina pueden abrumar a algunos niños, lo que incluye a quienes tienen problemas sensoriales, TDAH, ansiedad o trastorno del espectro autista (TEA). Hacer que los niños … Continued

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    Desde el Día de Acción de Gracias hasta Año Nuevo, las celebraciones y tradiciones familiares más queridas generan grandes expectativas. Pero todo ese entusiasmo y los cambios en la rutina pueden abrumar a algunos niños, lo que incluye a quienes tienen problemas sensoriales, TDAH, ansiedad o trastorno del espectro autista (TEA). Hacer que los niños disfruten los festejos puede requerir algunos ajustes.

    Chantelle French siempre imaginó que cuando tuviera hijos seguiría quedándose a dormir en casa de sus padres en Nochebuena junto con sus demás familiares. Pero su hija Charli, diagnosticada con autismo a los 2 años, lo pasaba tan mal durmiendo fuera de casa que French decidió replantearse esta tradición.

    “Me di cuenta de que tenemos un tipo de familia diferente, y que teníamos que decir ‘no’ a algunas cosas, aunque eso significara romper la tradición”, recuerda French, quien también tiene una hija de 5 años con TEA. “Lloré mucho por ello, pero creo que nos hemos acostumbrado a pasar la mañana de Navidad en casa antes de ir con mis padres por la tarde. Toda mi familia ha hecho un gran trabajo de adaptación”.

    Para los padres de niños con problemas de comportamiento, se añade otra capa de estrés durante las festividades, además de decorar, cocinar e ir de compras. “Durante esta época, aumenta el número de padres a quienes les cuesta poner límites, y como consecuencia, los problemas de comportamiento”, dice Michelle Thirkield, PsyD, psicóloga del Centro para trastornos de ansiedad del Child Mind Institute.

    Según la Dra. Thirkield, la “época más maravillosa del año” inquieta a los niños por diversos motivos. Las reuniones concurridas suelen abrumar a niños con autismo y ansiedad social. Las luces brillantes, la ropa para fiestas y la música alta pueden resultar intolerables para quienes tienen problemas del procesamiento sensorial. Y un largo receso escolar en invierno altera a los estudiantes que se sienten mejor con la rutina y la estructura. Si a eso le añadimos comidas poco comunes (kugel de fideos, por ejemplo) de cocineros que no aceptan un “no, gracias” por respuesta, tenemos una receta perfecta para una crisis.

    Especialistas y padres experimentados ofrecen aquí sus consejos favoritos para cada una de estas situaciones festivas estresantes y otras. Aunque las festividades con niños que tienen dificultades se puedan ver un poco diferentes de las versiones glamurosas que encuentras en Instagram, pueden ser igual de felices.

    Rutinas interrumpidas

    Mi hijo vive para su rutina, pero nos esperan dos semanas de vacaciones de invierno. ¿Cómo vamos a sobrevivir?

    Planifica con tiempo. “Piensa en cómo puedes incorporar un poco de estructura a las vacaciones”, dice la Dra. Thirkield. “Por ejemplo, podrías investigar qué programas de campamentos de día se ofrecen en tu zona durante las vacaciones, e inscribir a tu hijo a uno que se adapte a tus horarios e intereses”. Acuarios locales, centros o museos de ciencias, centros deportivos, teatros juveniles y museos infantiles pueden ofrecer opciones de campamento de día específicas para cada interés, y los de YMCA o JCC del vecindario suelen mantener a los niños ocupados todo el día con una variedad de actividades que van desde los deportes a las manualidades. Si no quieres un programa de día completo, podrías llevarlos a la hora del cuento en la biblioteca local o a un programa sin cita previa en algún museo del que seas socio familiar (algunas bibliotecas también tienen pases para museos que puedes tomar prestados). “Ir al parque infantil o dar un paseo todos los días a una hora determinada también ayuda a cubrir la necesidad de estructura”, dice la Dra. Thirkield.

    Dale avisos. No esperes al primer día de vacaciones para decirle a tu hijo que la escuela permanecerá cerrada durante las próximas dos semanas. Y desde luego no querrás que lo escuche por primera vez en la escuela cuando sus maestros le digan: “¡Hasta el año que viene!”. Alrededor de la segunda semana de diciembre, explícale cuándo y por qué se cierra la escuela de la forma más adecuada según el desarrollo de tu hijo, y puede que así evites parte de tu estrés navideño.

    Crea un horario escrito o visual para las vacaciones. “Compártelo con tu hijo varias veces”, sugiere Naechama Sorscher, PhD, autora del libro próximo a publicarse Your Neurodiverse Child: How to Help Kids with Learning, Attention, and Neurocognitive Challenges Thrive. “Trata de asegurarte de que entiende y está en la disposición de realizar cualquier plan que hayas preparado”.  Aunque algunos niños disfrutan las sorpresas (“¡adivina qué: esta noche vamos a ver las luces del zoológico!”), los niños con autismo pueden reaccionar mal cuando se les imponen actividades. Alicia Trautwein, directora del blog The Mom Kind y madre de cuatro hijos de 10 a 22 años con diversos desafíos, comparte lo que ha funcionado a su familia: “Como recordatorio constante de lo que está por venir, colgamos el horario en el refrigerador para que nuestros hijos puedan consultarlo en cualquier momento”.

    En la medida de lo posible, apégate al horario escolar. Al final, las vacaciones se acaban, y será más difícil volver a la rutina si los niños se van a la cama varias horas más tarde de lo habitual, dice la Dra. Thirkield. Por supuesto, puede haber excepciones de vez en cuando, como quedarse despiertos hasta medianoche para recibir el Año Nuevo.

    Ansiedad ante la familia extendida y las visitas

    Me preocupa que mi hijo tenga una crisis durante una celebración en casa de algún familiar. Ya me ha pasado antes y me sentí juzgada.

    Brinda a tus hijos la oportunidad de jugar en casa. Tras algunas pruebas y errores (con énfasis en los errores), Trautwein descubrió que era más fácil ser la anfitriona del Día de Acción de Gracias que viajar para celebrarlo. “Claro que eran literalmente dos días de cocinar sin parar, pero sabía que habría algo que comerían los niños y que dispondrían de espacios seguros en la casa donde refugiarse cuando se sintieran abrumados”. Para reducir el tiempo de preparación, pide a los invitados que traigan un platillo o encarga guarniciones precocinadas en un supermercado o restaurante.

    Planifica con antelación. Shannon Rosa, que tiene dos hijos con TDAH y uno con autismo, organiza las fiestas del Día de Acción de Gracias y de Navidad, pero también encuentra la manera de visitar a amigos y familiares para las celebraciones más informales después de los festejos oficiales. Planificar con antelación ha salvado el día en más de una ocasión, dice: “Avísale a tu anfitrión con anticipación (incluso al momento de aceptar la invitación) que tus hijos se agobian y se agotan con facilidad, y pregúntale en qué lugar de su casa pueden refugiarse si se sienten así”, dice Rosa. Luego, por supuesto, avisa a los niños dónde está ese lugar seguro. 

    Calcula bien el tiempo. No llegues a una reunión inmediatamente después de un largo viaje en coche. En lugar de eso, busca un parque cercano donde los niños puedan estirar las piernas durante unos 30 minutos, y luego entra cuando los niños se hayan relajado.

    Conversa con tus hijos sobre las expectativas. Tanto si van a estar acompañados como si están de visita, di a tus hijos lo que esperas de ellos con base en sus capacidades. “A un niño mayor, por ejemplo, le puedes decir que te gustaría que conviva con los invitados durante 30 minutos y que luego queda libre para hacer sus cosas”, dice la Dra. Thirkield. Si algunos niños sólo pueden decir “hola” y “adiós”, tampoco pasa nada.

    Dales tiempo para adaptarse. Sobre todo si los niños con ansiedad social no están en su propio terreno, permíteles que se adapten (y que se mantengan ocupados con su juguete o dispositivo electrónico) antes de que se vean empujados a saludar a parientes que no han visto en un año.  Además, no le exijas a tu hijo que abrace a sus familiares si eso no le hace sentir a gusto. Chocar las palmas, los puños o saludar con la mano también es una forma de saludo aceptable.

    Deja tiempo entre las visitas. Si un día es muy activo, con mucha compañía o visitas, asegúrate de que el día siguiente sea tranquilo y relajado, sobre todo en el caso de niños con autismo. “Sus cerebros se pueden agobiar y causar desgaste autista, que es cuando cuando se retraen por completo”, dice la Dra. Sorscher.

    Comedores quisquillosos

    La comida es el lenguaje del amor en mi familia, y mi hijo es muy sensible a las texturas y tiene una dieta bastante limitada.

    Informa a tus familiares. “Di de antemano al anfitrión y a algunos invitados que tu hijo tiene desafíos alimentarios y que estás trabajando en ello”, dice la Dra. Thirkield. “Al hacerlo, se esperaría que te apoyen y se reduzca la probabilidad de comentarios insensibles e hirientes”. French advierte que los niños, incluso quienes son no verbales, se dan cuenta cuándo sus familiares hablan de ellos, así que evita cualquier conversación en la reunión sobre los hábitos alimentarios de tu hijo.

    Lleva la comida de tu hijo. Un anfitrión amable se podría ofrecer a preparar algo especial para tu hijo quisquilloso (“¡no hay problema, puedo hacer macarrones con queso!”), pero no dudes en rechazar la oferta si no funciona (“¡gracias!, pero en realidad sólo le gusta una marca determinada, así que si pudiéramos usar el microondas para calentar un plato que traigo, ¡te lo agradecería!”). Un recipiente con divisiones donde incluir cosas como galletas saladas, cubitos de queso y uvas funciona muy bien para llevar a casa de alguien de invitados. Si vives cerca, otra estrategia para esta época de festividades que funciona bien con niños quisquillosos es darles de comer en casa antes de ir a la fiesta. Considera una victoria si prueban algo, y felicítalos, aunque no les haya gustado. (“Me encanta que hayas probado el pan de calabaza de tu tía, aunque no te haya gustado”).

    Ofrece a los niños un espacio cómodo. Estar apretados en una ruidosa mesa del Día de Acción de Gracias hace que algunos niños con dificultades sientan demasiada incomodidad como para comer o participar en la actividad. Prepara una mesa para niños con juguetes manipulables y regalitos. También puedes traer el plato y la taza que prefiere utilizar tu hijo.

    Problemas sensoriales

    Veo a niños vestidos con su ropa combinada para la ocasión y me encantaría que así fuéramos nosotros. ¡Mis hijos nunca se pondrían algo así!

    Elige una combinación de colores. “Hicimos ropa combinada durante tres años, y cuando eso no funcionó, cambiamos a un tema rojo y verde. Seguía pareciendo festivo, pero cada uno de los niños podía elegir lo que le resultaba más cómodo”, dice Trautwein. Si celebras Hanukkah, considera una combinación de azul, blanco y plata.

    Céntrate en tejidos suaves y artículos sin etiquetas. “Eso es prácticamente todo lo que usan mis hijos”, dice French, que inició su empresa Forever French Baby con pijamas infantiles de suave bambú y lycra cuando su hija no toleraba llevar ropa.

    Permite que los niños opinen. Si tu hijo tiene edad suficiente, enséñale algunos modelos en Internet y pregúntale cuál prefiere. La Dra. Thirkield añade: “Encontrar el término medio, con algo que sea festivo y que los niños nos hayan ayudado a elegir, es una muy buena solución”.

    Añade una capa suave. En el caso de ropa que les gusta a los niños pero que no es la más suave, añade una capa interior de camiseta. “Así es como hemos hecho con los disfraces”, añade French. Pero intenta evitar la ropa que dé calor, lo que puede empeorar los desafíos sensoriales y aumentar el estrés de las festividades. Intenta, por ejemplo, que tu hija se ponga un vestido bonito, y no la presiones a que se ponga también un abrigo elegante. Las mallas debajo de un vestido son una alternativa más cómoda a las pantimedias, o si están en un clima más cálido, podrías permitir que lleve las piernas descubiertas. En el caso de los niños, una corbata de moño puede causar menos problemas sensoriales que una corbata.

    Viajar con niños

    La mayoría de nuestros familiares y amistades viven fuera de la ciudad, así que este año vamos a viajar mucho. Me preocupa que sea una pesadilla.

    Conduce cuando puedas. Para los niños que tienen dificultades, sobre todo autismo y sensibilidades sensoriales, un viaje de 10 horas suele ser mejor que un viaje de 90 minutos en avión, sobre todo si el viaje se divide en dos días, dice la Dra. Sorscher. “Los niños con autismo suelen comportarse sorprendentemente bien en el coche porque no les importan las tareas aburridas y repetitivas”, dice. “Los aviones son más difíciles porque hay muchas esperas, transiciones y ruidos desconocidos”. Si tienes que volar, fíjate en estos consejos para que el aeropuerto sea una experiencia más tranquila.

    Busca momentos de conexión. Si viajan en auto durante mucho tiempo, aprovecha para crear tradiciones, sugiere la Dra. Thirkield. Antes de partir, acuerden mutuamente una actividad para hacer durante el trayecto. Por ejemplo, podrían crear búsqueda del tesoro visual (o encontrar una en línea que puedan imprimir) con elementos como un muñeco de nieve inflable, una panadería, un auto con astas de reno y otros objetos con temática navideña que puedan encontrar en la carretera.

    Empaca distracciones y bocadillos favoritos. “Para cada niño, llevábamos lápices de colores, libros para colorear, muñecos o figuras miniatura de acción y otros juguetes pequeños y divertidos en un recipiente que pudieran alcanzar fácilmente“, dice Trautwein. También está bien relajar las normas sobre el tiempo de pantalla en estas ocasiones especiales, asegura la Dra. Thirkield. Aunque algunos niños sean más felices viendo su película favorita una y otra vez, puedes descargar algo nuevo para que lo disfruten.

    Prolonga las pausas para ir al baño. Deja que los niños corran por una zona de césped segura en las áreas de descanso para que se desahoguen antes de la siguiente etapa del viaje.

    Dar regalos

    Mi hijo nunca tiene esa reacción de saltar de alegría ante los regalos que se ven en los videos virales. A veces ni siquiera le importa abrirlos, otras veces le dirá a quien se lo está dando que no es lo que quería o que no le gusta.

    Organiza un juego de roles para la apertura de regalos. En el caso de niños que tienen interés en los regalos, practiquen cómo decir “gracias” a quien se los ha dado, aunque no sea lo que esperaban. Dile a tu hijo que si recibe algo que no quiere, puede hablarlo contigo después, en privado, cuando lleguen a casa.

    Dales ideas a familiares sobre sus preferencias. Decir a los abuelos que compren “algo relacionado con el fútbol” no es suficiente para que puedan conseguir algo significativo. Según algunos padres, sus familiares apreciaban que les sugiera algo con lo que tu hijo tenga un vínculo específico, que tal vez haya visto en la tienda o en un catálogo, en lugar de preferencias generales. 

    Prioriza las experiencias a los regalos. Especialmente cuando los niños son pequeños, di a tus familiares que es preferible una membresía para el museo infantil local, entradas para un evento sensorialmente amigable u otra experiencia, en lugar de un regalo envuelto que tu hijo podría no tener  interés en abrir. “Mis hijos no abrieron ni un solo regalo navideño durante años”, dice French. “Pero mejora con cada año que pasa, y empiezas tus propias tradiciones.  En algún momento, ya ni siquiera quieres que sea diferente”.

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    Cuando padres e hijos tienen un trastorno del aprendizaje https://childmind.org/es/articulo/cuando-tanto-el-padre-como-el-nino-tienen-un-trastorno-del-aprendizaje/ Wed, 13 Nov 2024 23:30:58 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=48876 Si tienes un trastorno del aprendizaje o tuviste problemas para aprender algo específico mientras crecías, podría ser doloroso notar que tu hijo está teniendo dificultades en un área similar. Por ejemplo, si tú y tu hijo tienen discalculia (que afecta la comprensión numérica) podrías asumir que tu hijo también odiará las matemáticas y las evitará … Continued

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    Si tienes un trastorno del aprendizaje o tuviste problemas para aprender algo específico mientras crecías, podría ser doloroso notar que tu hijo está teniendo dificultades en un área similar. Por ejemplo, si tú y tu hijo tienen discalculia (que afecta la comprensión numérica) podrías asumir que tu hijo también odiará las matemáticas y las evitará a lo largo de su vida y, por tanto, querrá evitar hablar de ello. Pero es importante hablar con los niños sobre tu diagnóstico y tus experiencias.

    “Cuando uno de los padres tiene un trastorno del aprendizaje, compartir sus propias experiencias y normalizar los desafíos que enfrenta el niño ayuda a que se sienta validado y le muestra que no está solo”, afirma Angela Dewey, PhD, una neuropsicóloga del Child Mind Institute.

    Pero ten en cuenta que la experiencia de tu hijo podría ser distinta a la tuya. “Aunque los problemas que tienen pudieran ser similares en términos de diagnóstico o de desafíos cotidianos, el niño podría tener una visión totalmente diferente”.

    Además, es posible que se beneficie de los apoyos y las habilidades que no estaban disponibles durante tu infancia.

    Sé transparente

    La Dra. Dewey recomienda a padres y madres que le cuenten a sus hijos sobre sus dificultades de aprendizaje de una forma adecuada para su edad, utilizando un lenguaje que los niños puedan comprender. Y añade: “Es muy importante equilibrar esa honestidad y transparencia con la sensibilidad ante el hecho de que su hijo es una persona diferente y sus problemas podrían no ser los mismos”.

    También aconseja que padres y madres eviten hablar de sus propias experiencias de una forma que podrían hacer sentir a su hijo que está destinado a fracasar o a enfrentar la misma problemática. Si tuviste una experiencia dolorosa en la escuela, podrías enfatizar que aprendiste formas de compensar tu trastorno del aprendizaje. O, si no te diagnosticaron un trastorno del aprendizaje durante tu infancia, pero ahora puedes ver que lo tenías, te podrías enfocar en cómo ha aumentado el conocimiento ahora sobre los trastornos del aprendizaje y su tratamiento. “Es importante darle esperanza a tu hijo comunicándole que: ‘Tus maestros y yo sabemos exactamente cómo apoyarte con esto ahora y en el futuro’”.

    También puede ser útil que padres y madres compartan con el profesional clínico o maestro de su hijo su propio diagnóstico o desafíos de aprendizaje, especialmente cuando se esté realizando una evaluación del aprendizaje a su hijo. La historia familiar es una pieza clave del rompecabezas que ayuda tanto a profesionales de la salud como a educadores a comprender mejor a los niños, así como lo que necesitan en términos emocionales y académicos.

    Obtén una evaluación

    Si identificas señales de un trastorno del aprendizaje en tu hijo, es importante realizar una evaluación integral para determinar qué está ocurriendo. “La evaluación es una forma de cuantificar exactamente cuáles son los problemas de los niños, determinar los apoyos que necesitan e idear un plan de intervención efectivo y a la medida para ellos”, afirma la Dra. Dewey.

    Es posible que encuentres similitudes entre tu propia experiencia y la de tu hijo, pero una evaluación podría revelar otros factores o aspectos del perfil de aprendizaje de tu hijo que son distintos. También ayuda a los educadores a entender mejor las fortalezas de los niños y sus necesidades de apoyo.

    Reúne información

    Abogar de manera efectiva por tu hijo depende de que reúnas la información actualizada sobre su diagnóstico y los apoyos disponibles. “Es importante que los padres consideren que puede haber estrategias e intervenciones de las que no tengan mucha información, porque la manera en que abordamos los trastornos del aprendizaje es muy diferente hoy que hace 20 o incluso hace 10 años atrás”, dice la especialista en educación Taína Coleman, MA, MEd.

    Por ejemplo, ahora las tecnologías de asistencia como iPads, laptops y software de dictado pueden ayudar a que los niños con dificultades para leer y escribir puedan seguir el ritmo de sus compañeros. Además, la neurociencia ha descubierto la forma específica de instrucción lectora que necesitan los niños con dislexia para aprender a leer con fluidez. Por lo tanto, asegúrate de que tu hijo esté recibiendo el tipo de instrucción que es más efectiva.

    “Otra muy buena manera de ayudar a tu hijo —añade la Dra. Dewey— es establecer comunicación con la escuela y los maestros, para asegurarte de que esté recibiendo todos los apoyos o adaptaciones disponibles”.

    Enfócate en la empatía

    Algunas veces los padres pueden sentir culpa por heredarles a sus hijos sus desafíos del aprendizaje. “Intenta deshacerte de la culpa”, aconseja la Dra. Dewey. “Aunque la genética es un factor, también hay niños con este tipo de problemas cuyos padres no enfrentan estos desafíos”.

    Y recuerda que compartir tu propio diagnóstico con tu hijo te coloca en una posición única para poder empatizar con lo que está enfrentando, así como para poder comprender muchas de sus experiencias y convertirte en un ejemplo a seguir, afirma la Dra. Dewey. Cuando reconoces la resiliencia de tus hijos y los alientas a sobreponerse ante los reveses, ellos se dan cuenta de que tú también has atravesado por lo mismo.

    “Los padres con trastornos del aprendizaje suelen ser increíbles motivadores”, dice Coleman.

    Ayuda con la tarea

    Ayudar a un niño con la tarea puede ser todo un desafío para padres con trastornos del aprendizaje.

    “La tarea es, a menudo, un campo de batalla entre padres e hijos que tienen problemas del aprendizaje”, dice la Dra. Dewey. Y dado que los niños tienden a sentirse más en confianza con sus padres, es muy posible que se porten mal cuando sus sentimientos los abruman: “’Mamá y papá me amarán sin importar si me enfurezco por la tarea de lectura”.

    Aquí es donde puede ser de utilidad contar con el apoyo de un tutor, especialista en aprendizaje o algún otro adulto, dice la Dra. Dewey. “Puede ayudar a los niños a enfocarse y eliminar algo del estrés y la dinámica interpersonal que tiene lugar cuando los padres intentan ayudar a sus hijos con la tarea, porque es un terreno más neutral.

    Un especialista en aprendizaje también conocerá enfoques específicos para enseñarle las habilidades necesarias. “Esto podría ser una oportunidad no solo para que reciba ayuda con la tarea, sino también alguna solución y apoyo para sus desafíos.

    Comparte estrategias

    Coleman sugiere que padres y madres ayuden a “hacer visible lo invisible”, compartiendo con sus hijos sus propias estrategias de aprendizaje y preguntándoles después qué les funciona mejor.

    “Soy un padre con dislexia, y mi hijo tiene sus propios problemas del aprendizaje”, dice Coleman. “Le digo a mi hijo lo que sé sobre mí manera de aprender: ‘Para mí, la mañana es el mejor tiempo para leer y para hacer todo mi trabajo. A veces utilizo audiolibros. Estas son las cosas que me ayudan. ¿Cuáles te ayudan a ti?’”. Esta aproximación permite a los padres aprovechar al máximo sus propias experiencias, mientras mantienen el foco en las necesidades de su hijo.

    Enfócate en las fortalezas

    Los niños con trastornos del aprendizaje se benefician de las conversaciones que se basan en las fortalezas. Por ejemplo, en vez de decirle a un niño con disle¡xia que la escuela le será difícil pero que logrará superarla, Coleman recomienda que los padres enfaticen las aspectos únicos y positivos del cerebro con dislexia: “Los cerebros con dislexia tienen muchos talentos y habilidades de manera natural. Muchos artistas, músicos y atletas tienen dislexia. Tu cerebro está diseñado de una manera que hace que muchas cosas las sientas naturales, como hacer conexiones, la imaginación, la creatividad y la resolución de problemas. ¿Qué se te facilita?”.

    La Dra. Dewey aconseja alentar y hacer tiempo para que los niños se involucren en actividades que se ajusten a sus fortalezas. “Les ofrece un espacio en el que se sienten exitosos y les ayuda a desarrollar confianza en sí mismos”.

    Reconsidera tu propio aprendizaje

    No es raro que el diagnóstico de trastorno del aprendizaje de un niño genere que sus padres consideren su propia experiencia escolar desde una nueva perspectiva. Si tuviste problemas para leer o con las matemáticas durante tu infancia y no recibiste un diagnóstico, la experiencia de tu hijo podría hacer que te des cuenta de tu propio trastorno. “Los padres empiezan a reflexionar sobre su vida y de pronto descubren que: “Oh, esto también era un problema para mí. Solo que no tenía las palabras para nombrarlo entonces”, explica Coleman.

    Padres y madres pueden utilizar esto como una oportunidad para hacerse también una evaluación del aprendizaje. Recibir un diagnóstico de un trastorno del aprendizaje en la edad adulta te puede ayudar a desmitificar tus experiencias académicas y laborales, así como a encontrar estrategias útiles para tu vida cotidiana. “Hay centros universitarios, hospitales y clínicas independientes en donde los padres pueden recibir una evaluación del aprendizaje o neuropsicológica”, dice la Dra. Dewey. Ella les sugiere a padres y madres que consideren universidades locales con posgrados en salud mental, que tal vez estén buscando personas para que sus estudiantes practiquen cómo realizar evaluaciones.      

    Una ventaja de darte cuenta de que tienes un trastorno del aprendizaje durante la adultez, añade la Dra. Dewey, es que puede ayudarte a ser más paciente contigo y tus dificultades. “Obtener un diagnóstico para tu hijo algunas veces pone en perspectiva algunas de las cosas que se te dificultaban a ti también”, señala. “De la misma forma en que puede servir para validar la experiencia de tu hijo, tú también te puedes beneficiar de esa misma validación”.

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    Test de trastorno bipolar en línea https://childmind.org/es/articulo/test-de-de-trastorno-bipolar-en-linea/ Sat, 09 Nov 2024 00:29:19 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=48769 El trastorno bipolar es un trastorno de salud mental que suele presentarse en adolescentes y adultos jóvenes, pero también puede aparecer en algunos niños. Puede ser difícil de identificar porque tiene episodios tanto de depresión como de manía, que se desarrollan con el tiempo. Haz nuestro test de trastorno bipolar Si estás buscando una prueba … Continued

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    El trastorno bipolar es un trastorno de salud mental que suele presentarse en adolescentes y adultos jóvenes, pero también puede aparecer en algunos niños. Puede ser difícil de identificar porque tiene episodios tanto de depresión como de manía, que se desarrollan con el tiempo.

    Haz nuestro test de trastorno bipolar

    Si estás buscando una prueba de trastorno bipolar en línea, puedes usar nuestro chequeo de síntomas gratuito para ayudarte a determinar si tu hijo puede tener depresión. El chequeo de síntomas te da una lista de comportamientos y rasgos para marcar los que veas en tu hijo. Si se corresponden con los síntomas y comportamientos asociados con el trastorno bipolar te lo hará saber. Si tus respuestas al cuestionario indican algún otro trastorno, también podrás verlo.El chequeo de síntomas fue desarrollado en asociación con profesionales de la salud expertos y está alineado con los rigurosos estándares editoriales del Child Mind Institute.

    ¿Alguna prueba de trastorno bipolar en línea es confiable?

    Si piensas que tu hijo podría tener trastorno de bipolaridad o algún otro trastorno del estado de ánimo, es importante obtener un diagnóstico por parte de un médico o profesional de la salud mental. Pero si estás buscando una prueba de bipolaridad en línea para empezar, nuestro chequeo de síntomas puede ayudarte a saber si los comportamientos que observas en tu hijo podrían ser señales de trastorno bipolar, o de algo más. También encontrarás vínculos a artículos en los que puedes aprender más sobre trastorno bipolar y que te pueden ayudar a prepararte para una conversación con un profesional que pueda diagnosticar a tu hijo.

    ¿Qué es el trastorno bipolar?

    El trastorno bipolar es un trastorno de la salud mental que causa ciclos de cambios extremos del estado de ánimo.  

    Los niños y adolescentes con trastorno bipolar tienen periodos en los que se sienten extremadamente contentos y energéticos, llamados manía, y otros periodos en los que están muy deprimidos. La manía puede causar que los niños sean en exceso impulsivos y tomen decisiones y actúen de manera riesgosa. En su fase más grave, la manía puede dar lugar a episodios psicóticos en los que el niño pierde contacto con la realidad. Algunos niños experimentan una forma menos intensa de manía llamada hipomanía.

    El trastorno bipolar normalmente comienza en la adolescencia media o tardía de los jóvenes. 

    ¿Cuáles son las señales del trastorno bipolar?

    Para identificar las señales y síntomas del trastorno bipolar en niños y adolescentes, prueba nuestro chequeo de síntomas gratuito.

    La mayoría de los niños y adolescentes con trastorno bipolar atravesarán periodos distintos, llamados episodios, de manía y de depresión. 

    Las señales de la manía incluyen: 

    • Cambios extremos de personalidad  
    • Sentirse muy emocionados  
    • Enojarse o volverse agresivos con facilidad (en especial en el caso de los niños más pequeños) 
    • Tener demasiada energía 
    • Creer que son mucho más inteligentes o mejores que los demás  
    • Actuar de manera imprudente o peligrosa 
    • No necesitar muchas horas de sueño 
    • Hablar demasiado 
    • Tener una avalancha de pensamientos 
    • Tener una importante dificultad para poner atención 
    • Es su forma más extrema, perder el contacto con la realidad, lo que se llama episodio o brote psicótico 

    Las señales de depresión incluyen: 

    • Estar muy triste o enojarse con facilidad  
    • Perder interés en las cosas que los hacen sentir felices  
    • Subir o bajar de peso 
    • Dormir más o menos de lo habitual 
    • Sentirse consistentemente triste por, al menos, dos semanas
    • No ser capaces de estarse quietos 
    • No querer moverse 
    • Sentirse extremadamente cansados 
    • Pensar que no pueden hacer nada bien 
    • Sentirse muy culpables o sin esperanza
    • No ver ni hablar con los amigos 
    • No pensar con claridad 
    • Es su forma más extrema, perder el contacto con la realidad, lo que se llama episodio o brote psicótico 
    • Enfocarse en la muerte o el suicidio, o intentar suicidarse

    Algunos experimentan algo llamado “episodios mixtos”, durante los cuales se sienten deprimidos y al mismo tiempo tienen una avalancha de pensamientos que expresan verbalmente, se sienten agitados, y tienen preocupaciones que les generan ansiedad.

    ¿Cuál es la diferencia entre bipolar I y bipolar II?

    La diferencia más importante entre los dos principales tipos de trastorno bipolar, el bipolar I y II, es la gravedad de sus episodios maníacos. Los niños con trastorno bipolar I experimentan episodios de manía que pueden ser extremos, incluyendo periodos de psicosis. También pueden tener estados mixtos, una combinación de manía y depresión al mismo tiempo. En vez de manía, los niños con trastorno bipolar II experimentan hipomanía menos intensa.  

    ¿Cuál es la diferencia entre el trastorno bipolar y la depresión?

    Si un adolescente solo tiene episodios depresivos, pero no tiene episodios maníacos, su diagnóstico será depresión en vez de trastorno bipolar. 

    ¿Cuál es la diferencia entre el trastorno bipolar y la esquizofrenia?

    La esquizofrenia es otro trastorno que a menudo se desarrolla durante los años de la adolescencia y causa psicosis, así que se puede confundir con el trastorno bipolar. La esquizofrenia causa episodios psicóticos que pueden incluir alucinaciones y delirio, pero no se alternan con episodios de depresión y manía.

    ¿Cómo se evalúa y se diagnostica el trastorno bipolar?  

    Si estás buscando saber más sobre los síntomas de tu hijo a través de una prueba de bipolaridad en línea, utiliza nuestro chequeo de síntomas. Sin embargo, nuestra prueba no puede generar un diagnóstico de trastorno bipolar, solo puede ayudarte a identificar posibles señales.

    El trastorno bipolar lo diagnostica un médico o un psiquiatra. Para obtener un diagnóstico, el niño tiene que tener al menos un episodio maníaco o hipomaníaco.  

    ¿Cómo se trata el trastorno bipolar?

    El trastorno bipolar se trata normalmente con una combinación de medicamentos y terapia. 

    A los niños y adolescentes con trastorno bipolar a menudo se les prescribe un tipo de medicamento llamado estabilizador del estado de ánimo, que ayuda a reducir los episodios de depresión y manía.  Si el estabilizador del estado de ánimo no ayuda a aliviar la depresión del niño, pueden prescribirle también un antidepresivo.  

    El trastorno bipolar puede tratarse con diversos tipos de terapia. Entre ellas:

    • La terapia cognitivo-conductual (TCC): TCC es el tipo de terapia más comúnmente usado para el trastorno bipolar. En la TCC, el terapeuta ayuda al niño a comprender qué desencadena sus episodios maníacos y depresivos. Los niños también aprenden cómo pueden sus pensamientos causarles sentimientos y cómo gestionarlos.  
    • Terapia centrada en la familia (FFT, por sus siglas en inglés):  El tratamiento consiste en sesiones para que el paciente y los miembros de su familia aprendan sobre el trastorno bipolar, mejoren su comunicación y obtengan capacitación en habilidades de resolución de conflictos.

    Riesgo de suicidio

    Las personas con trastorno bipolar tienen un mayor riesgo de suicidio. Si crees que tu niño o adolescente es suicida, puedes llamar a la Línea de la vida para la prevención del suicidio al 988 o 1-800-273-8255, o al 911, en caso de una emergencia.

    Preguntas frecuentes

    ¿ Algún test de trastorno bipolar en línea es confiable?

    Si crees que tu hijo puede tener trastorno bipolar o algún otro trastorno del estado de ánimo, es importante obtener un diagnóstico de un profesional médico o de salud mental. Pero si estás buscando un test en línea de trastorno bipolar para empezar, nuestro Chequeo de síntomas te puede ayudar a saber si los comportamientos que observas en tu hijo podrían ser señales de trastorno bipolar, o de otra cosa.

    ¿Cómo saber si mi niño o adolescente tiene trastorno bipolar?

    Los niños y adolescentes con trastorno bipolar tienen periodos de tiempo en los que se sienten extremadamente contentos y energéticos, llamados manía, y otros periodos en los que están muy deprimidos.

    ¿Cuáles son las señales del trastorno bipolar?

    El trastorno bipolar es un trastorno de la salud mental que causa ciclos de estados de ánimo extremadamente altos o bajos, o de manía y depresión. Los síntomas de la manía incluyen el estar muy emocionado, tener mucha energía, tener una avalancha de pensamientos, y actuar de manera imprudente o peligrosa. Los síntomas de la depresión incluyen estar muy triste o enojarse con facilidad, perder interés en las cosas que los hacen sentirse felices, sentirse demasiado cansados y sentirse culpables o sin esperanza.

    ¿Cuáles son algunas opciones de tratamiento para el trastorno bipolar?

    El tratamiento para el trastorno bipolar normalmente incluye medicamentos, como los estabilizadores del estado de ánimo, y terapia, a menudo la terapia cognitivo-conductual o la terapia centrada en la familia.

    ¿Cómo se detecta el trastorno bipolar?

    El trastorno bipolar se evalúa y diagnostica por un médico o psiquiatra. Para obtener un diagnóstico, tu hijo tiene que tener al menos un episodio maníaco o hipomaníaco.

    El trastorno bipolar se evalúa y diagnostica por un médico o psiquiatra. Para obtener un diagnóstico, tu hijo tiene que tener al menos un episodio maníaco o hipomaníaco.

    Si quieres saber más sobre los síntomas de tu hijo a través de un test bipolar en línea, prueba nuestro Chequeo de síntomas. Aunque nuestro test no puede diagnosticar el trastorno bipolar, te te puede ayudar a identificar posibles señales.

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    ¿Qué tratamiento debemos ofrecer a los niños con trastorno bipolar? https://childmind.org/es/articulo/que-tratamiento-debemos-ofrecer-a-los-ninos-con-trastorno-bipolar/ Sat, 09 Nov 2024 00:16:03 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=48771 La Dra. Gabrielle Carlson, directora de psiquiatría infantil y adolescente de la Universidad Stony Brook, habla de lo que los profesionales de la salud mental saben -y no saben- sobre el futuro de los hijos diagnosticados con trastorno bipolar. El hecho es, dice, que los resultados varían mucho, y lo más importante para los médicos … Continued

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    La Dra. Gabrielle Carlson, directora de psiquiatría infantil y adolescente de la Universidad Stony Brook, habla de lo que los profesionales de la salud mental saben -y no saben- sobre el futuro de los hijos diagnosticados con trastorno bipolar. El hecho es, dice, que los resultados varían mucho, y lo más importante para los médicos y las familias es centrarse en ayudar a tu hijo en el presente. Sólo así podremos ofrecer una atención adecuada a los niños afectados.

     

    Relacionado: Conoce más sobre el trastorno bipolar

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    Niños neurodivergentes y tiempo de pantallas https://childmind.org/es/articulo/ninos-neurodivergentes-y-tiempo-de-pantallas/ Thu, 31 Oct 2024 15:42:52 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=48432 Cuando hablamos de pantallas, los expertos tienden a enfatizar el peligro que representan para los niños y la forma en que los padres las pueden limitar.   Pero no todos los niños (ni todo lo que ofrecen las pantallas) son iguales, y hay una conversación creciente sobre el papel positivo que las pantallas pueden tener, en … Continued

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    Cuando hablamos de pantallas, los expertos tienden a enfatizar el peligro que representan para los niños y la forma en que los padres las pueden limitar.  

    Pero no todos los niños (ni todo lo que ofrecen las pantallas) son iguales, y hay una conversación creciente sobre el papel positivo que las pantallas pueden tener, en especial para niños neurodivergentes. Los beneficios para niños con neurodivergencias, incluyendo aquellos en el espectro autista, con TDAH o trastornos del aprendizaje, van desde lo social  hasta lo académico. En un mundo que no se construyó para quienes tienen pensamiento divergente, la tecnología puede ofrecer un espacio seguro y reconfortante para que niños con procesos diferentes de pensamiento exploren, aprendan, sean ellos mismos y encuentren a su tribu.

    “Ciertamente hay muchos beneficios que ofrecen las pantallas”, afirma Cynthia Martin, PsyD, directora sénior del Centro para el autismo del Child Mind Institute. Pero también desaconseja depender demasiado de la tecnología: “Hay mucho beneficio y, al mismo tiempo, está la vulnerabilidad ante un alto nivel de adicción y de exposición a situaciones que realmente ponen en riesgo la seguridad”.

    Comprender los beneficios y los riesgos puede ayudar a las familias a encontrar el balance adecuado según las necesidades individuales de sus hijos.

    Beneficios de las pantallas para niños neurodivergentes

    “Lo que muestra la investigación es que las actividades que se llevan a cabo en pantallas, ya sean videojuegos en línea con otros niños o utilizar las pantallas para fines educativos, tienen claros beneficios”, afirma Dave Anderson, PhD.

    Estos beneficios pueden fortalecer de manera significativa los procesos de aprendizaje, socialización y bienestar en general:

    • Regulación: Para muchos niños neurodivergentes, las pantallas pueden ofrecer un sentido de seguridad y predictibilidad en un mundo abrumador. Interactuar con contenido que conocen puede ser relajante y ayudarles a manejar la ansiedad.
    • Conexión social: La tecnología permite a los niños conectar con compañeros afines, tanto de su entorno como de lugares lejanos, y promover amistades que no serían posibles en entornos tradicionales.
    • Comunicación sin presión: A muchos niños neurodivergentes se les facilita comunicarse a través de las pantallas, pues elimina algunas normas y presiones sociales neurotípicas de las interacciones cara a cara. En un estudio, los estudiantes con autismo que participaron, informaron tener amistades de mayor calidad gracias a las redes sociales.
    • Habilidades sociales: Al eliminar algunas de esas presiones, la tecnología puede ayudar a los niños neurodivergentes a desarrollar habilidades sociales, ya sea que se trate de aprender costumbres y normas de etiqueta a través de un programa de televisión o de colaborar y resolver conflictos mientras chatean y juegan un videojuego.
    • Explorar intereses: Las pantallas brindan a los niños la oportunidad de sumergirse en sus pasiones, desde el Pokémon hasta la aviación, y les ayuda a desarrollar sus habilidades y adquirir confianza en áreas en las que sobresalgan.
    • Aprendizaje a través del juego: Para los niños con desafíos del aprendizaje o quienes tienen dificultad para mantenerse sentados durante las clases en formato tradicional, los programas educacionales en formato de juego pueden darles la oportunidad de interactuar de formas que no son posibles en un salón de clases.
    • Accesibilidad: Las tecnologías como el reconocimiento de voz-a-texto, la conversión de texto-a-voz y los dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa (CAA) brindan adaptaciones muy necesarias para los estudiantes que podrían tener dificultades con la lectura, la escritura o la comunicación verbal.
    • Sentido de control: Elegir qué ver o qué personaje de videojuego representar puede darle a un niño neurodivergente un muy necesario sentido de control, lo que ha demostrado ser un factor de protección contra de la depresión y la ansiedad.
    • Función ejecutiva: La tecnología, desde los calendarios y planificadores en línea hasta la posibilidad de programar múltiples alarmas y recordatorios, puede ser un salvavidas para cualquiera que tenga problemas con su función ejecutiva.
    • Habilidades para la vida: La tecnología aplicada al aprendizaje a través del juego, la realidad virtual, la realidad aumentada y la inteligencia artificial, entre otras, han demostrado ser efectivas para enseñar habilidades para la vida a niños con autismo, en temas que van desde la salud e higiene personal hasta la transportación y la lectura de mapas.
    • Desarrollo vocacional: Un niño que pasa mucho tiempo en la computadora podría realmente estar desarrollando habilidades de trabajo que eventualmente puede aprovechar. “Cosas como saber codificar, programar, así como las ciencias computacionales o el diseño de videojuegos y ser realmente hábil en ciertas funciones de las pantallas, puede conducir a caminos vocacionales funcionales, con una variedad de perfiles distintos”, afirma la Dra. Martin.

    Preocupaciones comunes sobre las pantallas

    “Un problema con las pantallas es que la mayoría de las tareas esenciales para el desarrollo de los niños más pequeños dependen de la interacción cara a cara con el mundo”, explica el Dr. Anderson. “Así que, no es que pensemos que las pantallas son inherentemente dañinas. Más bien, estamos preocupados por lo que los tiempos de pantalla sustituyen en el resto de la vida del niño”.

    El tiempo de pantallas impacta de forma negativa a un niño si interfiere con las funciones básicas de la vida, como la higiene personal, la actividad física, las tareas escolares o las relaciones interpersonales. El uso inadaptado de pantallas puede ser también indicativo de depresión o agotamiento. “Básicamente, las pantallas se pueden volver un problema cuando son un problema”, dice la Dra. Martin. “He visto a algunos niños que están tan embebidos en sus actividades en pantallas que no hacen nada de lo que deberían estar haciendo”.

    Algunas preocupaciones comunes incluyen:

    • Adicción: Un estudio reciente del Child Mind Institute reveló que los padres de preadolescentes y adolescentes ahora están más preocupados por la adicción a Internet que por la adicción a las drogas. Además, la investigación ha demostrado que las personas con TDAH pueden estar en mayor riesgo de adicciones hacia las pantallas, así como que usarlas durante un tiempo excesivo puede exacerbar los síntomas del TDAH.
    • Reducción del enfoque: El uso excesivo de pantallas puede afectar los periodos de atención y dificultar a los niños la concentración en actividades que no son de su preferencia.
    • Problemas de sueño: La luz azul que emiten las pantallas puede deteriorar los ritmos circadianos, dificultando que los niños se queden dormidos. El abuso de las pantallas, en especial antes de la hora de acostarse, puede interferir con la calidad de sueño y su duración, lo que causa fatiga y problemas del estado de ánimo.
    • Ciberbullying: Los niños neurodivergentes están en un mayor riesgo de ser víctimas, tanto de acoso en persona como de ciberbullying, lo que puede afectar gravemente su salud mental. En el caso de niños con autismo u otras neurodivergencias (que suelen tener un pensamiento concreto y literal) moverse en el entorno de los mensajes de texto y las redes sociales podría representar un reto. Quizá no se den cuenta de que otras personas se están burlando o aprovechándose de ellos.
    • Situaciones de riesgo: Si los adultos pueden ser víctimas de suplantación de identidad y otras estafas en redes sociales, los niños también corren ese riesgo. En especial en el caso de niños que pueden ser vulnerables en entornos presenciales, afirma la Dra. Martin, y advierte: “Es necesario que se establezcan reglas claras y que haya supervisión en el uso de las pantallas”.
    • Actividad física: Si los niños pasan demasiado tiempo con un dispositivo, podrían no estar realizando una cantidad saludable de actividad física, esencial para su bienestar general.

    Encontrar un balance

    Encontrar el equilibrio correcto para un niño en particular no es tan simple como decidir una cierta cantidad de tiempo. Incluso la American Academy of Pediatrics (AAP) ha rechazado las recomendaciones de límites de tiempo específicos y favorece un enfoque más matizado. “Desearíamos una solución simple o un conjunto de reglas que seguir, como el límite de dos horas de pantallas que se recomendaba anteriormente”, afirma la AAP. “Pero esto no aborda todas las cosas que necesitan niños y adolescentes para tener una relación saludable con los medios y mantener su bienestar emocional”.

    Consejos para manejar el tiempo de pantallas con niños neurodivergentes:

    • Observar: Antes de juzgar el uso de pantallas de un niño, dedica tiempo a observar sus hábitos y cómo responde a los distintos tipos de medios disponibles. Quizá YouTube le genere comportamientos adictivos y desregulación, mientras que conversar a través de Discord al mismo tiempo que juega un videojuego puede hacerlo sentir más conectado.
    • Jugar o mirar con ellos: Crea una cuenta en Roblox o Minecraft, o mira junto con tu hijo su programa favorito en Youtube. Esto te dará una perspectiva útil de sus intereses y motivaciones y les ofrecerá una oportunidad de vincularse, además de que te sorprenderás positivamente de ver cómo aprende y practica habilidades.
    • Comunicarse: Si tienes preocupaciones, trata de plantéarselas primero a tu hijo, para que comprenda tu razonamiento. Algo como: “He notado que realmente te atrapa TikTok. Ese tipo de plataformas están diseñadas para proporcionar un flujo constante de dopamina, así que es entendible. Puede ser difícil encontrar un equilibrio saludable y lo que observo es que no has salido mucho últimamente”.
    • Andamiaje de apoyo: En vez de establecer límites estrictos, intenta ayudar a tu hijo para que aprenda a reconocer sus propios límites. Cuando crezca, tú no estarás ahí para monitorear su uso de pantallas, así que es importante que adquiera la capacidad de autosupervisarse.
    • Establecer los momentos adecuados para parar: Llega a acuerdos con tu hijo sobre los momentos adecuados para dejar de usar las pantallas, de forma que se sienta involucrado en el proceso de decisión.
    • Avisar con anticipación: Avisa con claridad que ya se acerca el momento de parar, y dale a tu hijo la oportunidad de prepararse para la transición.
    • Flexibilidad: Permite cierta flexibilidad mientras tu hijo encuentra esos momentos adecuados para parar de forma natural. Así respetas su autonomía al tiempo que lo guías hacia el equilibrio.
    • Enseña con el ejemplo: Los niños no son los únicos a quienes les cuesta establecer límites al uso de pantallas. Si tú estás todo el tiempo en tu teléfono, podría parecer hipócrita pedirle a tu hijo que deje en paz el suyo. Modela los hábitos que quieres que aprenda.
    • Monitorea sus actividades: Lleva un registro de lo que tu hijo hace en línea, para asegurarte de que está interactuando con contenido seguro y apropiado a su edad.
    • Alienta actividades alternativas: Promueve una variedad de actividades distintas a las pantallas, como deportes, arte y reuniones sociales.
    • Reconoce las necesidades emocionales: Comprende que los niños pueden usar las pantallas como un mecanismo de afrontamiento y traten de encontrar alternativas saludables siempre que sea posible. Pero si, por ejemplo, se estuvo esforzando arduamente todo el día en la escuela, las pantallas le pueden brindar una pausa útil y necesaria.

    Al promover una comunicación abierta, establecer límites y reconocer las necesidades individuales, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar una relación saludable con la tecnología. “Solamente es importante pensar en el equilibrio”, dice el Dr. Anderson. “Si los niños están comprometidos académicamente, si participan en actividades extracurriculares, se ejercitan lo suficiente y duermen bien, por lo general podemos estar menos preocupados por el problema de las pantallas”.

    Preguntas frecuentes

    ¿Puede el tiempo de pantallas causar TDAH?

    La investigación ha demostrado que las personas con TDAH pueden estar en mayor riesgo de adicciones relacionadas con las pantallas y que usarlas durante un tiempo excesivo puede exacerbar los síntomas del TDAH.

    ¿Es bueno para el autismo pasar tiempo en las pantallas?

    El tiempo de pantallas puede traer beneficios, desde sociales hasta académicos, a niños con autismo. La tecnología les puede brindar un espacio seguro y confortable para explorar, aprender, ser ellos mismos y encontrar a su tribu.

    ¿Puede el tiempo de pantallas causar autismo?

    <div class=”mb-6″ style=”width= 100%; background-color: #007fa7; border-radius: .75rem; padding: 20px 30px 20px 30px;”>

    <span class=”text-white”><strong>El autismo es un trastorno del neurodesarrollo y no es consecuencia del tiempo de pantallas.</span></strong>

    </div>
    Las pantallas benefician a niños en el espectro autista. El tiempo de pantallas puede fortalecer de manera significativa los procesos de aprendizaje, socialización y bienestar en general.  Pero el uso de pantallas no es saludable cuando desplaza a otras actividades que son importantes para el desarrollo de un niño.

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    El mejor tratamiento para los tics y el trastorno de la Tourette https://childmind.org/es/articulo/el-mejor-tratamiento-para-tics-y-trastorno-de-la-tourette/ Fri, 20 Sep 2024 14:02:50 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=47526 La gravedad de un tic — movimiento o sonido usualmente rápido, repetitivo, que hace un niño de manera involuntaria — puede variar. Algunos tics son apenas visibles y no requieren atención profesional. Pero cuando estos movimientos afectan la calidad de vida de un niño, es momento de buscar un tratamiento. Aunque los trastornos de tics … Continued

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    La gravedad de un tic — movimiento o sonido usualmente rápido, repetitivo, que hace un niño de manera involuntaria — puede variar. Algunos tics son apenas visibles y no requieren atención profesional. Pero cuando estos movimientos afectan la calidad de vida de un niño, es momento de buscar un tratamiento. Aunque los trastornos de tics no tienen cura, hay intervenciones que pueden ayudar. La intervención conductual integral para tics (CBIT) es particularmente prometedora. Se trata de un enfoque terapéutico que ha demostrado aliviar los tics con resultados duraderos.

    ¿Cuál es el mejor tratamiento para los tics y el trastorno de la Tourette?

    Por muchos años, el tratamiento más común para los trastornos de tics había sido una forma de terapia cognitivo-conductual llamada terapia de reversión de hábitos (HRT). En la HRT, un terapeuta primero enseñaba a los pacientes a ser más conscientes de sus tics y de la sensación que experimentaban justo antes de que ocurrieran. El siguiente paso era encontrar una respuesta competitiva que hiciera difícil que el tic se llevara a cabo. La HRT se ha estudiado extensivamente y ha demostrado ser útil en la reducción de los tics. Pero la intervención conductual integral para tics (CBIT), una terapia que evolucionó a partir de la HRT, lleva las cosas un paso más allá. La CBIT se recomienda ampliamente como la primera opción de tratamiento para tics, antes de intentar la administración de medicamentos u otras estrategias. Se ha descubierto que es tan efectiva como los antipsicóticos (en inglés), pero sin los indeseables efectos secundarios.

    Como en el caso de la HRT, la CBIT también se enfoca en cuándo, dónde y por qué ocurren los tics, antes de encontrar acciones alternativas. Pero como su nombre lo dice, CBIT tiene un enfoque más integral. “Incorpora la terapia de reversión de hábitos, que es la pieza clave del tratamiento, pero es un paquete de tratamiento general”, explica Amanda Greenspan, LCSW, coordinadora de capacitación y trabajadora social del Centro para trastornos de ansiedad del Child Mind Institute. La CBIT añade (en inglés) diversos elementos al tratamiento, incluyendo la identificación de situaciones que desencadenan o pueden empeorar los tics, la búsqueda de formas de modificarlas, técnicas de relajación para lidiar con el estrés e incentivos para el comportamiento que ayudan a los niños a aprender habilidades para reducir sus tics.

    ¿Para quién es la CBIT?

    La CBIT es efectiva tanto para niños como para adultos, para los casos de tics vocales y motores y para distintos niveles de deterioro. Greenspan dice que los niños pueden aprender estas habilidades desde que tienen cinco años. “El primer paso es brindarle la ayuda necesaria para que se motiven a hacerlo y se esfuercen”, dice Greenspan. Si realmente es algo que no molesta al niño, añade, ni le importa, es probable que el tratamiento no sea tan efectivo.

    ¿Cómo funciona la CBIT?

    La CBIT comienza con una persona que está motivada para hacer un cambio. Si estás en busca de un tratamiento, es posible que tus tics estén interfiriendo de alguna manera con tu vida. La CBIT es un proceso colaborativo con unos pocos pasos clave:

    Educación

    En la CBIT, lo primordial es ayudar a las familias a comprender qué son los tics y el trastorno de la Tourette, así como la ciencia detrás de ellos. Aprenden qué tipo de estímulos desencadenan y refuerzan los tics, cómo se manifiestan en niños y adultos y cómo evolucionan con el tiempo. La expectativa es que, al establecer una comprensión básica sobre cómo funcionan los tics, resulte más productivo aprender cómo tratarlos.

    Evaluación basada en funciones

    En seguida, una persona que está recibiendo CBIT comienza a concentrarse en los detalles de sus tics. “Ahí es donde trabajamos con la familia para que identifique los factores y situaciones que empeoran los tics y los refuerzan”, dice Greenspan.

    Los niños trabajan en desarrollar la capacidad de darse cuenta de la cadena de sensaciones específicas que experimentan, previo a que ocurra el tic y en qué parte de su cuerpo las sienten.

    “Esto los ayuda a ser capaces, primero, de identificar cuándo ocurre el tic y, después, de identificar lo que llamamos el impulso premonitorio, que es la sensación que se experimenta antes de que ocurra el tic”, añade Greenspan. “Es como cuando estás a punto de estornudar y que solo sientes una tensión en el cuerpo. Los ayuda a identificar esos momentos”.

    A menudo, con el apoyo de sus padres y maestros, el niño comenzará a darle seguimiento a cuándo y dónde se manifiestan sus tics. Quizá suela ocurrir cuando el niño siente ansiedad o emoción, o cuando va de camino a la escuela o está esperando a que digan su nombre en el salón de clases, o simplemente cuando está viendo televisión. Al notar cuándo suceden los tics, los niños pueden empezar a identificar patrones.

    Terapia de reversión de hábitos

    Una vez que tienes una buena idea de los antecedentes del tic, el siguiente paso es enseñar al niño a desarrollar respuestas competitivas, un comportamiento o acción diferente, que evite que el tic ocurra. Lo mejor es enfocarse en un tic a la vez. Aquí, terapeuta y paciente trabajarán conjuntamente para hacer una lluvia de ideas. Cuando encuentren una respuesta competitiva, el terapeuta se asegurará de que cumpla con todas las características siguientes:

    • ¿Es menos evidente que el tic?
    • ¿Es algo que se puede hacer por un minuto o más?
    • ¿Es algo que se puede hacer en cualquier lugar?
    • ¿Es algo que bloqueará al tic real?

    Si el comportamiento sugerido no cumple con los criterios, hay que regresar al pizarrón. Por ejemplo, aguantar la respiración no es una buena propuesta, porque hacerlo por más de un minuto no es realista. Cuando Greenspan trabajó con un niño cuyo tic era inclinar la cabeza hacia un lado, encontraron la respuesta competitiva de hacerlo bajar la barbilla: esto cumplía con todas las características y resultó ser efectivo. El terapeuta puede ofrecer algunas sugerencias y guía, pero es importante que el niño juegue un rol relevante en el proceso y que sienta que el plan es suyo.

    Monitoreo y premios

    Típicamente, el niño y el terapeuta tendrán reuniones semanales para monitorear el progreso. “Si vemos que se le dificulta físicamente hacer o mantener la conducta por un periodo largo de tiempo, podemos cambiarla con una actitud positiva: simplemente decir, probemos algo distinto”, dice Greenspan.

    Se puede usar un sistema de premios para ayudar con la motivación y mejorar la participación. El terapeuta y la familia pueden trabajar juntos para darle al niño pequeños premios cuando practique el hábito de darse cuenta, para luego usar la respuesta competitiva. Los premios se deben otorgar por practicar las habilidades, independientemente de que disminuyan o no la frecuencia de los tics.

    Cambios en el ambiente

    Los cambios en el ambiente o en las rutinas asociadas con el tic también pueden contribuir a disminuirlo. Por ejemplo, si un niño tiende a tener el tic cuando está estudiando para un examen, podría tratar de hacer pausas breves para moverse en intervalos predecibles. Si los tics son más comunes cuando el niño siente estrés, podría aprender estrategias de relajación en la terapia, como respiración profunda, mindfulness, escuchar música, visualizaciones o relajación muscular progresiva.

    A veces, a los niños se les exenta de hacer alguna actividad asociada con los tics, pero los expertos aseguran que esto en realidad refuerza el tic, en vez de extinguirlo. La idea no es dejar que el niño deje de hacer una actividad, sino darle las herramientas para participar en ella sin que los tics ocurran.

    El papel de las familias en la CBIT

    Cuando los niños están recibiendo CBIT, las familias tienen un papel crucial. “Queremos que los padres realmente comprendan con exactitud lo que estamos haciendo en la sesión, para que puedan implementar la práctica en casa”, dice Greenspan. Por lo general, los padres acompañan al niño durante las sesiones de terapia, para ofrecer sus observaciones y para aprender junto con su hijo.

    Se enseña a los padres a recordarle a sus hijos, con amabilidad, que utilicen las habilidades en las que están trabajando y practiquen la respuesta competitiva. Se les alienta a ayudar activamente a sus hijos en la práctica y dominio de las nuevas habilidades, incluso si es por tan solo 15 minutos dedicados cada día, para que realmente logren hacerse el hábito de llevarlo a cabo. Adicionalmente, pueden necesitar guía para ignorar los tics, en vez de enfocarse en ellos, pues eso los empeora.

    Y, de acuerdo con Greenspan, cuando los padres ven que sus hijos están usando sus hábitos aprendidos, pueden darles refuerzo positivo con una palmadita en la espalda o reconociendo el esfuerzo del niño.  Y para los niños más pequeños, puede ser útil incorporar algún tipo de premio o motivador.

    El papel de la escuela en la CBIT

    Cuando sea posible, el terapeuta hablará con los maestros del paciente para tener un cuadro más completo de cuándo y en dónde ocurren los tics. También aconsejarán al maestro no prestar atención a los tics ni permitir que el niño evite ciertas situaciones (por ejemplo, exámenes o materias que no les gusten) debido a sus tics. Idealmente, señala Greenspan, el maestro estará informado de las estrategias de la CBIT y podrá ayudar a que el niño las implemente.

    Las adaptaciones escolares a través de un plan 504 o un IEP, también pueden ser de utilidad. Por ejemplo, en vez de sacar al niño del salón cuando tenga el tic, el maestro puede darle descansos programados. Las adaptaciones específicas serán diferentes según el tipo y severidad de los tics del niño, pero pueden incluir tiempo adicional en los exámenes, reducir la cantidad de tarea, la opción de entregar tareas escritas en computadora o realizar los exámenes en un salón aparte.

    ¿En cuánto tiempo funciona la CBIT?

    Aunque puede variar de persona a persona, el formato típico de la CBIT son ocho sesiones de 60 a 90 minutos, a lo largo de 10 semanas. Las primeras seis sesiones son semanales y las últimas dos son cada quince días. “Esto puede variar dependiendo de cuántos tics haya que atender”, explica Greenspan. Para algunas personas con un solo tic sencillo, el proceso del tratamiento será muy puntual. Para alguien con una variedad de tics complejos se podría requerir más tiempo.

    Desafíos del tratamiento

    El mayor desafío del tratamiento con CBIT es que el niño siga el plan y mantenga su motivación. “Definitivamente es mucho esfuerzo. Requiere que practiquen por su cuenta entre sesiones, no solo durante la sesión”, afirma Greenspan. “Yo diría que esa es, por lo general, la mayor barrera para los niños”. La motivación y la práctica consistente puede ser particularmente difícil para niños con condiciones coexistentes, como el TDAH que afecta la atención y la motivación.

    Si los niños no practican, el terapeuta puede revisar el motivo por el que el niño quería hacer el cambio en un inicio. ¿Era porque le impedía hacer actividades que quería llevar a cabo? ¿Había otros niños molestándolo por sus tics? Ayudarles a recordar la motivación inicial a veces es suficiente para que retomen el compromiso. Los padres también juegan un papel importante. “Si a los padres les cuesta trabajo darle seguimiento a la práctica, evidentemente será mucho más difícil también para los niños”, añade Greenspan. Para estos niños, el sistema de premios puede ser particularmente importante.

    ¿Cuánto duran los efectos de la CBIT?

    La CBIT ha demostrado tener resultados de larga duración. “No es una cura, pues no significa que los tics desaparecerán por completo. Pero lo que ha demostrado la investigación es que hay una reducción significativa en los tics y también en la intensidad y en el deterioro que causan”, afirma Greenspan. Idealmente, los padres que completan el tratamiento habrán desarrollado las habilidades para saber cómo enfrentar nuevos desafíos conforme se manifiesten.

    “Lo complicado con los tics es que realmente van y vienen, por lo que pueden aparecer nuevos en diferentes momentos”, añade Greenspan. “Es muy común que un paciente regrese y solicite más apoyo para un tic en específico, en el caso de que reaparezca. Pero por lo general, es un proceso más rápido porque es más bien una sesión de refuerzo”.

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    ¿Cómo ayuda el juego de simulación a los niños en el desarrollo de sus habilidades? https://childmind.org/es/blog/como-ayuda-el-juego-de-simulacion-a-los-ninos-en-el-desarrollo-de-sus-habilidades/ Thu, 19 Sep 2024 17:30:53 +0000 https://childmind.org/?p=47508 Escrito por Kathryn L. Keough, PhDPsicóloga, Centro para trastornos de ansiedadChild Mind Institute El juego de simulación, también conocido como juego imaginativo, incluye una variedad de conductas y acciones basadas en la imaginación que se vuelven más complejas durante la niñez temprana (Lillard et al., 2011). Los niños de dos años comienzan actuando escenarios con … Continued

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    Escrito por Kathryn L. Keough, PhD
    Psicóloga, Centro para trastornos de ansiedad
    Child Mind Institute


    El juego de simulación, también conocido como juego imaginativo, incluye una variedad de conductas y acciones basadas en la imaginación que se vuelven más complejas durante la niñez temprana (Lillard et al., 2011). Los niños de dos años comienzan actuando escenarios con muñecos de peluche, muñecas o figuras, y tienden a utilizar estos juguetes realistas para imitar situaciones que le son familiares (Smith, 2009). Por ejemplo, un niño de dos años puede jugar a que su perro de peluche camina y tomar agua de un plato.

    El juego simbólico emerge alrededor de los tres años. Éste involucra utilizar un objeto como si fuera otro o asignarle a un objeto propiedades diferentes de las que tiene en realidad (Lillard, 2015). Algunos ejemplos podrían ser que el niño utilice una caja como cuna para su bebé de juguete; que su creación hecha de bloques maúlle como un gato, o imaginar que un plato vacío está lleno y con él alimenta a sus figuritas de animales.

    Después de los tres años, el juego de simulación se vuelve más complejo y de naturaleza social. Los niños empiezan a incorporar objetos imaginarios, crear narrativas más detalladas y mundos de fantasía, además de hacer juegos de rol dramáticos con sus amigos(Smith, 2009). De los tres a los cinco años entran en lo que se considera la “temporada alta” del juego imaginativo, aunque el juego de simulación sigue presente hasta la infancia media. (Singer & Singer, 2009; Smith & Lillard, 2012).

    Beneficios del juego de simulación

    Habilidades emocionales:

    El juego de simulación tiene el potencial de crear un contexto en el que los niños más jóvenes pueden desarrollar distintas habilidades emocionales a través de la exploración y la práctica. La investigación sugiere que el conocimiento de las emociones y las habilidades de regulación emocional se desarrollan mejor en los niños que practican más asiduamente el juego de simulación y que demuestran una mayor preferencia por juegos y pensamientos basados en la fantasía (Bauer et al., 2021; Galyer & Evans, 2001; Gilpin et al., 2015; Lindsey & Colwell, 2013). Estos hallazgos respaldan la noción de que el juego de simulación les brinda una oportunidad para ejercitar sus habilidades de control emocional. El juego de roles puede ayudarles a desarrollar estas habilidades al permitirles expresar emociones distintas a las que están sintiendo para mantenerse en el personaje o adecuarse a la situación que están actuando.

    Un estudio que analizó la actividad neural durante el juego en niños pequeños encontró que la región del cerebro asociada con el procesamiento social y la empatía estaba más activa en niños que jugaban con muñecas solos, que con una tablet, mientras que el nivel de la actividad neural no mostró diferencia entre el juego con muñecas o con una tablet cuando los niños jugaban con alguien más (Hasmi et al., 2020). Esto sugiere que el juego de simulación con muñecas brinda a los niños la oportunidad de practicar habilidades sociales y de empatía, incluso cuando juegan solos.

    Al considerar los beneficios potenciales para las habilidades emocionales, se desarrollo un programa que incorpora juego de simulación dramático, para niños en riesgo de retraso en sus habilidades socioemocionales y de regulación, y los resultados indican que el control emocional se mejoró en los niños que participaron en el programa (Goldstein & Lerner, 2018).

    Habilidades sociales:

    El juego de simulación también les da oportunidades para desarrollar y practicar habilidades sociales. Se ha observado que los niños que practican con más frecuencia e intensidad el juego de simulación tienen un mejor entendimiento del estado mental de las demás personas, a lo que se le llama teoría de la mente (Lillard et al., 2011). También hay investigación que sugiere que el juego de simulación con pares está asociado positivamente con habilidades sociales, tales como la cooperación y la asertividad (Li et al., 2016). El juego de simulación con pares también apoya la competencia social y el desarrollo de otras habilidades prosociales como tomar turnos, poner las cosas en perspectiva y construir amistades (Smith, 2009; Smits-van der Nat et al., 2024).

    Creatividad:

    El juego de simulación parece facilitar el proceso de pensamiento creativo en los niños (Russ & Wallace, 2013). Una revisión de evidencia sobre la hipótesis de la relación juego-creatividad analizó el impacto, tanto del entrenamiento de juego de simulación como del tiempo de juego de simulación, en una tarea subsecuente de creatividad. Siverman (2016) encontró que la hipótesis juego-creatividad, que afirma que una de las funciones del juego de simulación es facilitar el proceso del pensamiento creativo en los niños, es verdadera.

    Función ejecutiva:

    Evidencia reciente sugiere que el juego de simulación puede mejorar la función ejecutiva, que es la habilidad que permite a las personas autorregularse, planear y alcanzar sus metas (White et al., 2021). Se ha comprobado que los niños que practican el juego de simulación han presentado mejoras en su control inhibitorio, capacidad de memoria, flexibilidad cognitiva y persistencia en las tareas.(Bauer et al., 2021, White & Carlson, 2021, White et al., 2021).

    Un estudio que analizó el impacto del juego en la función ejecutiva desarrolló una intervención de cinco semanas de juego de fantasía, durante las que se pidió a pequeños grupos de niños que inventaran un script fantástico y lo actuaran (Thibodeau et al., 2016). En comparación con los niños que estuvieron en condiciones no imaginativas y de control, los que participaron en juegos de simulación fantástica mostraron mejoras en su memoria de trabajo y en su capacidad para cambiar la atención. Esto sugiere que el juego orientado a la fantasía puede tener un impacto directo en la mejora de las habilidades de la función ejecutiva en los niños.

    Lenguaje

    El juego de simulación parece fomentar el desarrollo del lenguaje en los niños. El juego simbólico se ha asociado al desarrollo del lenguaje expresivo y receptivo (Lewis et al., 2000). El juego de simulación elaborado y el uso de símbolos durante el juego en nivel preescolar, ha demostrado predecir habilidades de organización semántica, que incluyen la categorización, la comparación, la clasificación y el razonamiento analógico, así como las habilidades de reproducción narrativa incluso hasta cinco años después, en los años de educación primaria (Stagnitti & Lewis, 2015).

    Resumen

    El juego de simulación comienza a emerger alrededor de los dos años de edad y alcanza su pico en los años de edad preescolar. Conforme el juego de simulación se vuelve más complejo, los niños empiezan a utilizar objetos de manera simbólica, hacen juegos de rol, crean narrativas extensas y se involucran con sus pares a través de actividades de juego sociodramático. El juego de simulación se ha asociado con un mejor desarrollo de la regulación emocional, de las habilidades sociales, de creatividad, de función ejecutiva y del lenguaje, pero se requiere una investigación metodológicamente más rigurosa para investigar el papel que tiene realmente el juego de simulación en el desarrollo de estas habilidades.

    Fuentes

    Bauer, R. H., Gilpin, A. T., & Thibodeau-Nielsen, R. B. (2021). Executive functions and imaginative play: Exploring relations with prosocial behaviors using structural equation modeling. Trends in Neuroscience and Education25, 100165.

    Galyer, K. T., & Evans, I. M. (2001). Pretend play and the development of emotion regulation in preschool children. Early Child Development and Care166(1), 93-108.

    Gilpin, A. T., Brown, M. M., & Pierucci, J. M. (2015). Relations between fantasy orientation and emotion regulation in preschool. Early Education and Development26(7), 920-932.

    Goldstein, T. R., & Lerner, M. D. (2018). Dramatic pretend play games uniquely improve emotional control in young children. Developmental Science21(4), e12603.

    Hashmi, S., Vanderwert, R. E., Price, H. A., & Gerson, S. A. (2020). Exploring the benefits of doll play through neuroscience. Frontiers in Human Neuroscience14, 560176.

    Lewis, V., Boucher, J., Lupton, L., Watson, S. (2000). Relationships between symbolic play, functional play, verbal and non-verbal ability in young children. International Journal of Language & Communication Disorders35(1), 117–127.

    Li, J., Hestenes, L. L., & Wang, Y. C. (2016). Links between preschool children’s social skills and observed pretend play in outdoor childcare environments. Early Childhood Education Journal44, 61-68.

    Lillard, A. S. (2015). The Development of play. In L. S. Liben, U. Müller, & R. M. Lerner (Eds.), Handbook of child psychology and developmental science: Cognitive processes (7th ed., pp. 425-468). John Wiley & Sons, Inc.

    Lillard, A. S., Pinkham, A. M., & Smith, E. (2011). Pretend play and cognitive development. In U. Goswami (Ed.), The Wiley-Blackwell handbook of childhood cognitive development (2nd ed., pp. 285–311). Wiley Blackwell.

    Lindsey, E. W., & Colwell, M. J. (2013). Pretend and physical play: Links to preschoolers’ affective social competence. Merrill-Palmer Quarterly59(3), 330-360.

    Russ, S. W., & Wallace, C. E. (2013). Pretend play and creative processes. American Journal of Play6(1), 136-148.

    Singer, D. G., & Singer, J. L. (2009). The house of make-believe: Children’s play and the developing imagination. Harvard University Press.

    Smith, P. K. (2009). Children and play: Understanding children’s worlds. John Wiley & Sons, Incorporated.

    Smith, E. D., & Lillard, A. S. (2012). Play on: Retrospective reports of the persistence of pretend play into middle childhood. Journal of Cognition and Development13(4), 524-549.

    Smits-van der Nat, M., van der Wilt, F., Meeter, M., & van der Veen, C. (2024). The value of pretend play for social competence in early childhood: A meta-analysis. Educational Psychology Review36(2), 1-26.

    Stagnitti, K., & Lewis, F. M. (2015). Quality of pre-school children’s pretend play and subsequent development of semantic organization and narrative re-telling skills. International Journal of Speech-Language Pathology17(2), 148-158.

    Thibodeau, R. B., Gilpin, A. T., Brown, M. M., & Meyer, B. A. (2016). The effects of fantastical pretend-play on the development of executive functions: An intervention study. Journal of Experimental Child Psychology145, 120-138.

    Timmer, S. G., Hawk, B., Usacheva, M., Armendariz, L., Boys, D. K., & Urquiza, A. J. (2021). The long and the short of it: a comparison of the effectiveness of Parent–Child Care (PC–CARE) and Parent–Child Interaction Therapy (PCIT). Child Psychiatry & Human Development, 1-11.

    White, R. E., Prager, E. O., Schaefer, C., Kross, E., Duckworth, A. L., & Carlson, S. M. (2017). The “Batman Effect”: Improving perseverance in young children. Child Development88(5), 1563-1571.

    White, R. E., & Carlson, S. M. (2021). Pretending with realistic and fantastical stories facilitates executive function in 3-year-old children. Journal of Experimental Child Psychology207, 105090.

    White, R. E., Thibodeau-Nielsen, R. B., Palermo, F., & Mikulski, A. M. (2021). Engagement in social pretend play predicts preschoolers’ executive function gains across the school year. Early Childhood Research Quarterly56, 103-113.

    Youngblade, L. M., & Dunn, J. (1995). Individual differences in young children’s pretend play with mother and sibling: Links to relationships and understanding of other people’s feelings and beliefs.  Child Development, 66, 1472–1492.

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    El poder del juego de simulación en niños https://childmind.org/es/articulo/el-poder-del-juego-de-simulacion-en-los-ninos/ Mon, 09 Sep 2024 22:08:39 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=47173 El juego de simulación, también conocido como juego imaginativo, brinda un poderoso y divertido contexto de simulación para que los niños expresen su creatividad y desarrollen habilidades socioemocionales. El juego de simulación va evolucionando conforme crecen los niños. Los niños de dos años comienzan representando escenarios con muñecos de peluche, muñecas o figuras, y tienden … Continued

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    El juego de simulación, también conocido como juego imaginativo, brinda un poderoso y divertido contexto de simulación para que los niños expresen su creatividad y desarrollen habilidades socioemocionales. El juego de simulación va evolucionando conforme crecen los niños.

    Los niños de dos años comienzan representando escenarios con muñecos de peluche, muñecas o figuras, y tienden a utilizar estos juguetes realistas para imitar situaciones que les son familiares. Por ejemplo, un niño de dos años podría jugar a que su perro de peluche camina y toma agua de un plato.

    Alrededor de los tres años, surge el juego simbólico. Este involucra utilizar un objeto como si fuera otro o asignarle a un objeto propiedades diferentes de las que tiene en realidad. Algunos ejemplos podrían ser que el niño utilice una caja como cuna para su bebé de juguete, que su creación hecha de bloques maúlle como un gato o imaginar que un plato vacío está lleno y con él alimenta a sus figuritas de animales.

    Después de los tres años, el juego de simulación se vuelve más complejo y de naturaleza social. Los niños empiezan a incorporar objetos imaginarios, crear narrativas más detalladas y mundos de fantasía, además de hacer juegos de rol dramáticos con sus amigos. De los tres a los cinco años entran en lo que se considera la “temporada alta” del juego imaginativo, aunque el juego de simulación sigue presente hasta la infancia media.

    La investigación nos muestra que, mientras los niños se divierten creando mundos de fantasía y actuando sus historias, también están desarrollando habilidades en áreas clave.

    Beneficios del juego de simulación

    Los niños que practican juegos de simulación con más frecuencia suelen tener habilidades más fortalecidas en varias áreas importantes.

    • Creatividad: El juego de simulación es infinito, lo que significa que no hay límites para las historias o los mundos que los niños pueden crear. También pueden pensar creativamente sobre formas de utilizar objetos para propósitos nuevos o usar la magia de su imaginación, como cuando colocan una corona invisible en la cabeza de un amigo para convertirlo en rey. Este tipo de juego puede apoyar el desarrollo de habilidades de pensamiento creativo y de resolución de problemas.
    • Habilidades emocionales: Cuando practican el juego de simulación, los niños tienen la oportunidad de explorar sus emociones de una forma única. Pueden practicar el acto de tranquilizar el llanto de su bebé de juguete o actuar como si fueran monstruos iracundos. Los niños que más se involucran en este tipo de juego tienen un mayor conocimiento de las emociones y mayor regulación y control emocional. El juego de roles los puede ayudar a desarrollar estas habilidades al permitirles expresar emociones distintas a las que están sintiendo, para mantenerse en el personaje o adecuarse a la situación que están actuando.
    • Habilidades sociales: El juego de simulación con hermanos y otros niños les da a los niños una oportunidad natural de desarrollar sus habilidades sociales al elegir roles, crear un mundo y una historia compartidos y resolver cualquier conflicto que pueda surgir. El juego de simulación parece fomentar el desarrollo de la teoría de la mente, que es la capacidad de reconocer que otras personas pueden tener creencias, intenciones, pensamientos y sentimientos diferentes a los propios.
    • Función ejecutiva: En el juego de simulación, los niños usan activamente sus habilidades de función ejecutiva para comprender y mantener la frontera entre la simulación y la realidad. Los niños que practican el juego de simulación tienen habilidades más fuertes en áreas como la memoria de corto plazo y el pensamiento flexible, y son más capaces de esforzarse hasta conseguir sus objetivos.
    • Lenguaje y comunicación: El juego de simulación parece fomentar el desarrollo del lenguaje en los niños. Los niños cuyos juegos incluyen historias y mundos de simulación elaborados tienen un vocabulario más avanzado y habilidades para reproducir historias.

    El juego de simulación es una forma en la que los niños trabajan áreas importantes del desarrollo, al tiempo que adquieren habilidades específicas que tienen beneficios potenciales en el largo plazo a nivel social, emocional, académico y más.

    Fomentar el juego de simulación

    Si pones a su disposición materiales adecuados y juegas con ellos, puedes promover el juego de simulación y abrazar la magia de la imaginación de tus hijos.

    • Materiales y juguetes: Los juguetes realistas, como las muñecas y otros que permiten crear escenarios de la vida real, son los más útiles para involucrar en el juego de simulación tanto a niños pequeños como a niños en edad preescolar. Desde alrededor de los tres años en adelante, se puede alentar el juego dramático al poner a su disposición disfraces y accesorios de tamaño real. Los niños pueden usar estos materiales de juego, además de su imaginación, para representar infinidad de roles y crear sus propios mundos de fantasía.
    • Jugar con ellos: ¡Los mayores pueden alentar el juego de simulación si se unen a la diversión! Aunque es importante que los niños aprendan a jugar solos y con otros niños, el juego entre padres e hijos también tiene muchos beneficios. Jugar cinco minutos cada día puede fortalecer la relación entre padres e hijos, en especial si el padre se une al mundo de juego del niño y le sigue la corriente. Los padres también pueden alentar el juego de simulación demostrando cómo usar de forma creativa los objetos y cómo representar a algún personaje.

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    Niños y medicamentos antipsicóticos https://childmind.org/es/articulo/ninos-y-medicamentos-antipsicoticos/ Thu, 08 Aug 2024 16:02:30 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=46256 Los antipsicóticos son medicamentos desarrollados para ayudar a personas adultas que experimentan psicosis, una condición que hace que se pierda el contacto con la realidad. Los antipsicóticos reducen síntomas comunes de la psicosis como los delirios y las alucinaciones. Pero los medicamentos antipsicóticos también han demostrado su efectividad para reducir otros síntomas emocionales y de … Continued

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    Los antipsicóticos son medicamentos desarrollados para ayudar a personas adultas que experimentan psicosis, una condición que hace que se pierda el contacto con la realidad. Los antipsicóticos reducen síntomas comunes de la psicosis como los delirios y las alucinaciones.

    Pero los medicamentos antipsicóticos también han demostrado su efectividad para reducir otros síntomas emocionales y de comportamiento preocupantes y se prescriben tanto a niños como a adultos.

    En el caso de niños y adolescentes, los antipsicóticos se utilizan principalmente para reducir la agresión (en inglés), la irritabilidad y otros comportamientos disruptivos o problemáticos. Se prescriben a niños en el espectro autista o con TDAH u otros trastornos del comportamiento disruptivo o problemas conductuales no especificados. 

    Los antipsicóticos también se utilizan para el tratamiento de niños con TOC y trastorno de la Tourette, cuando la terapia u otros medicamentos no han funcionado.

    Debido a que pueden tener efectos secundarios importantes, incluyendo aumento de peso y cambios hormonales, metabólicos y neurológicos, el uso de antipsicóticos en niños debe ser considerado con cautela y supervisado de cerca por un médico.

    ¿Qué son los antipsicóticos “atípicos” o de “segunda generación”?

    La mayoría de los antipsicóticos que se prescriben a niños son antipsicóticos “atípicos” o “de segunda generación” (SGA). Fueron desarrollados en la década de los noventa y reciben el nombre de “atípicos” porque, a diferencia de los antipsicóticos anteriores, tienen menos efectos secundarios en el control del movimiento y la coordinación.

    Todos los medicamentos antipsicóticos reducen los niveles de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo, el comportamiento, la concentración y el movimiento. Los neurotransmisores son químicos que activan los receptores en la superficie de las células en el cerebro y en todo el sistema nervioso. Funcionan como una especie de llave que libera el receptor. 

    Los antipsicóticos suelen ser denominados “antagonistas de los receptores de dopamina”, que significa que bloquean la capacidad de la dopamina de activar ciertos receptores. Se ha descubierto que esta función, no sólo reduce los síntomas de psicosis, sino que también inhibe la hiperactividad, la agresión, la impulsividad y otros comportamientos problemáticos. Algunos antipsicóticos atípicos también pueden bloquear o activar los receptores del neurotransmisor de serotonina, lo que afecta aún más el estado de ánimo y el comportamiento.

    Los SGA empiezan a funcionar a partir de las dos primeras semanas de haber comenzado el tratamiento y alcanzan su efecto completo en 2 o 3 meses.

    Los medicamentos antipsicóticos atípicos incluyen:

    • Aripiprazol (Abilify, Aristada)
    • Asenapina (Secuado, Saphris)
    • Brexpiprazol (Rexulti)
    • Cariprazina (Vraylar)
    • Clozapina (Clozaril, Versacloz)
    • Iloperidona (Fanapt)
    • Lumateperona (Caplyta)
    • Lurasidona (Latuda)
    • Olanzapina (Zyprexa, Lybalvi, Symbyax)
    • Quetiapina (Seroquel)
    • Paliperidona (Invega)
    • Pimavanserina (Nuplazid)
    • Risperidona (Risperdal)
    • Ziprasidona (Geodon)

    Aunque todos estos medicamentos afectan a los neurotransmisores, incluida la dopamina, cada uno tiene un efecto específico en la función cerebral. Lo que significa que si un niño no responde a un antipsicótico, otro le podría funcionar. O si un niño experimenta efectos secundarios molestos con un tipo de medicamento, otro le podría causar menos efectos secundarios. 

    Medicamentos antipsicóticos para reducir la agresión

    Los SGA se utilizan en niños principalmente para tranquilizarlos cuando sus problemas conductuales afectan su funcionamiento en la escuela y dentro de la familia. Esto incluye a niños en el espectro autista, en especial cuando llegan a la adolescencia y su agresividad podría poner en peligro a otros niños, sus padres y ellos mismos.

    El Dr. Paul Mitrani, psiquiatra de niños y adolescentes del Child Mind Institute, enumera tres razones por las que se podría prescribir un SGA a niños:

    • Cuando experimentan síntomas psicóticos, lo cual es muy inusual en la infancia.
    • Cuando se presenta una crisis y la agresión grave, la irritabilidad o las autolesiones representan un riesgo para su seguridad o la de otros a su alrededor.
    • Cuando su comportamiento es tan intenso o extremo que les imposibilita ir a la escuela o participar de la vida típica de hogar.

    La risperidona y el aripiprazol son los dos SGA que se prescriben con mayor frecuencia a niños, con el fin de controlar su comportamiento extremo. Ambos están aprobados por la FDA para tratar la irritabilidad en niños del espectro autista, y en el caso de otros niños con problemas de comportamiento, se utilizan “off-label” o fuera de la indicación oficial.

    Los expertos coinciden (en inglés) en que, cuando los niños no están en una situación de crisis, deberían tener acceso a terapia conductual y sus padres a capacitación, que son dos tratamientos eficaces para reducir los problemas de comportamiento, antes de iniciar con medicamentos antipsicóticos. Pero la realidad es que esas alternativas terapéuticas no están disponibles para muchos niños. En casos así, se podrían considerar como una alternativa rápida, efectiva y accesible.

    Uso de antipsicóticos en niños con TDAH

    Los antipsicóticos se utilizan a veces en niños que tienen TDAH y toman medicamentos estimulantes, con el fin de ayudarlos con los síntomas conductuales que no se resuelven de manera adecuada con los estimulantes. “Aunque los estimulantes son muy efectivos para tratar el TDAH, hay veces en que los niños tienen un “rebote”, ya sea porque vuelven a presentar los síntomas después de que pasa el efecto del estimulante, o porque batallan con los síntomas por las mañanas, antes de que el estimulante empiece a tener efecto”, explica el Dr. Mitrani. “Si estos problemas realmente interfieren con la capacidad funcional de los niños, y otros medicamentos como la guanfacina no han surtido efecto, consideraremos los antipsicóticos como una forma de ayudarlos a regular mejor su comportamiento”.

    Una ventaja es que hay antipsicóticos que vienen en presentación líquida, explica el Dr. Mitrani, lo que facilita que lo tomen aquellos niños que tienen dificultad para tragar píldoras. Además, permite administrar dosis más pequeñas. “Con los niños, es recomendable comenzar con dosis bajas y ver cómo responden, y los medicamentos líquidos nos dan mayor flexibilidad para encontrar la mejor dosis para ellos”.

    Uso de antipsicóticos en niños con TOC o Tourette

    El primer tratamiento para niños con TOC es una forma de terapia cognitivo-conductual llamada exposición y prevención de respuesta (ERP), a veces en combinación con un medicamento antidepresivo (por lo general un ISRS). Pero en ciertas ocasiones se añaden medicamentos antipsicóticos para ayudar a mitigar los pensamientos obsesivos. “Un antipsicótico puede ayudar a mejorar la flexibilidad —explica el Dr. Mitrani— cuando te quedas atascado en pensamientos negativos, ya sean alucinaciones en el caso de la esquizofrenia, o de obsesiones en el caso del TOC. Esto puede reducir la adherencia de esos pensamientos intrusivos”.

    La primera opción de tratamiento para niños con trastorno de la Tourette es una terapia llamada intervención conductual integral para tics (CBIT). Pero si eso no resulta efectivo, y los tics causan angustia o interfieren con la capacidad de funcionamiento de los niños, se puede recomendar el uso de un SGA. La dopamina (la cual es bloqueada por los medicamentos antipsicóticos) ha sido vinculada fuertemente con la Tourette.

    Tanto la risperidona como el aripiprazol han mostrado su efectividad para reducir los tics, y se utilizan de forma amplia. El aripiprazol está aprobado por la FDA para el trastorno de la Tourette. La risperidona se utiliza fuera de la indicación oficial.

    Efectos secundarios de los antipsicóticos

    Tanto la proporción como gravedad de los efectos secundarios varían entre estos medicamentos. Además, se pueden producir al inicio del tratamiento o desarrollarse después de un uso sostenido. “Los estudios en adultos han mostrado —señala el Dr. Mitrani— que mientras más tiempo tomes antipsicóticos y mayor sea la dosis, hay más probabilidades de que puedas presentar esos efectos secundarios. Pero también se podrían presentar desde el inicio”.

    Este es un resumen de los principales efectos secundarios:

    Subir de peso:  Los SGA a menudo causan un incremento significativo de peso. Qué tanto sea el aumento varía con cada medicamento. De acuerdo con la American Association of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP), el mayor aumento de peso parece darse con la clozapina y la olanzapina, y hay un significativo aumento de peso con la risperidona y la quetiapina. El aripiprazol y la ziprasidona parecen tener la menor propensión a aumentar de peso. Algunos estudios sugieren que este efecto secundario podría ser mayor en jóvenes que en adultos.

    Efectos metabólicos: Los SGA pueden causar lo que se conoce como “anomalías metabólicas”, incluyendo altos niveles de azúcar en sangre (hiperglicemia), altos niveles de colesterol (hiperlipidemia) y un incremento en otros lípidos y triglicéridos. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes y trastornos cardiacos. 

    Efectos hormonales: Los antipsicóticos pueden afectar los niveles en el cuerpo de la hormona prolactina. En las niñas, los altos niveles de prolactina (hiperprolactinemia) pueden afectar la fertilidad y causar periodos irregulares y secreción en los senos. En el caso de los niños, pueden causar infertilidad y crecimiento de senos, llamado ginecomastía, la cual no desaparece al suspender la medicación. De los SGA, la risperidona muestra el mayor aumento en niveles de prolactina y el aripiprazol, el menor.

    Efectos neurológicos: Otros posibles efectos secundarios incluyen algo llamado “discinesia tardía”, que se caracteriza por movimientos repetitivos e involuntarios, como las muecas faciales. El riesgo de presentar discinesia tardía aumenta con la dosis y duración del tratamiento, y puede ser permanente. El riesgo de efectos secundarios neurológicos es mayor con la risperidona, la ziprasidona y el aripiprazol.

    Problemas cardiacos y circulatorios: Los medicamentos antipsicóticos pueden alterar el ritmo cardíaco y causar hipotensión ortostática, que es una caída en la presión arterial cuando una persona está parada o se levanta rápidamente, lo cual puede hacer que se caiga o se desmaye.

    ¿Cómo se debería monitorear a un niño que toma antipsicóticos?

    Debido a la gravedad de estos efectos secundarios, la AACAP recomienda que se realicen mediciones iniciales a los niños que iniciarán tratamiento con algún antipsicótico en lo que se refiere a sus signos vitales, incluyendo índice de masa corporal, presión arterial y niveles de glucosa. Esto con el fin de descartar problemas cardiacos u otros problemas de salud que se pudieran exacerbar con el medicamento. El Dr. Mitrani también añade a esta lista de mediciones iniciales exámenes de la función hepática y tiroidea.

    De acuerdo con el Dr. Mitrani, el control del peso y las pruebas de laboratorio se deberían realizar al inicio (antes de comenzar a tomar el medicamento) y los exámenes de laboratorio se deberían repetir 3 meses después de haber iniciado el tratamiento. Estas mediciones se deberían repetir al menos una vez al año después de eso, y con mayor frecuencia en caso de que cualquiera de los análisis muestre resultados anómalos y la familia quiera continuar con el medicamento, lo que podría ocurrir si están tratando de aliviar los efectos al modificar la dieta y la rutina de ejercicio. “Con estos efectos secundarios, mientras más temprano los notes, mejor”, afirma el Dr. Mitrani. “Puedes retirar el medicamento, tratar algo diferente o incluso, si el medicamento está ayudando, comenzar a tomar otro medicamento adicional para reducir los efectos secundarios”.

    El Dr. Mitrani informa que hay estudios (en inglés) que muestran que algunos medicamentos como la psorospermina (que se utiliza para la diabetes) pueden ayudar a reducir los efectos secundarios metabólicos de la SGA: aumento de peso, mayores niveles de colesterol y riesgo de diabetes. “También destacamos los beneficios de una dieta saludable y ejercicio —afirma— y a veces referimos a alguna familia con un nutricionista”.

    ¿Por cuánto tiempo deberían tomar medicamentos antipsicóticos lo niños?

    Cuando estos medicamentos se utilizan para estabilizar a niños en crisis, por lo general se utilizan durante meses, explica el Dr. Mitrani, para que se puedan llevar a cabo otras intervenciones y abordar los problemas subyacentes. De otra forma, es alto el riesgo de que el comportamiento problemático se vuelva a presentar al retirar el medicamento. “Tres meses de estabilidad brindan tanto a los niños, como a los padres y la escuela, el tiempo suficiente para hacer algunos cambios —añade— con la esperanza de que cuando retiren el medicamento, se sostenga la mejoría alcanzada”.

    Algunos niños toman SGA de manera indefinida, incluyendo niños en el espectro autista que de lo contrario podrían requerir ser internados para recibir atención. Cuando se utilizan a largo plazo, se deben monitorear al menos cada 3 meses si el paciente está estable, aconseja el Dr. Mitrani. “Y con mayor frecuencia si los síntomas continúan o empeoran, pues el objetivo es evitar la hospitalización o la necesidad de que los niños deban ser atendidos fuera de casa”.

    Descontinuar la medicación con antipsicóticos

    Los medicamentos antipsicóticos atípicos no deben ser suspendidos de forma abrupta, a menos que se produzca un efecto secundario grave y/o peligroso. El proceso de retirar un medicamento antipsicótico debe ser gradual, con el seguimiento cercano de un médico.

    Cuando se suspende abruptamente el medicamento, se corre el riesgo de presentar algo llamado “discinesia de abstinencia”, que causa movimientos faciales involuntarios en brazos y piernas, incluyendo movimientos bruscos y muecas. Los movimientos empeoran si los niños están estresados o ansiosos. En la mayoría de los casos la discinesia de abstinencia desaparecerá sin tratamiento en 1 a 2 meses. Pero si el movimiento involuntario está causando angustia a los niños, un psiquiatra podría recomendar (en inglés) que el antipsicótico sea reiniciado y se reduzca gradualmente a lo largo de 1 a 3 meses.

    Debido a que el medicamento ha sido efectivo para reducir síntomas problemáticos, su suspensión abrupta puede desestabilizar a los niños y causar una recaída en cuanto a su comportamiento.

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    Cómo evitar la procrastinación https://childmind.org/es/articulo/como-evitar-la-procrastinacion/ Thu, 08 Aug 2024 13:27:21 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=46253 La procastinación (postergar o aplazar las cosas) es algo que todos hacemos cuando tenemos que hacer una tarea que no queremos. Quizá es una tarea difícil o hay algo en ella que no sabemos bien cómo hacer, o tal vez nos da miedo no ser buenos en eso. Posponer la tarea nos permite escapar de … Continued

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    La procastinación (postergar o aplazar las cosas) es algo que todos hacemos cuando tenemos que hacer una tarea que no queremos. Quizá es una tarea difícil o hay algo en ella que no sabemos bien cómo hacer, o tal vez nos da miedo no ser buenos en eso. Posponer la tarea nos permite escapar de la incomodidad, pero sólo de manera temporal. Al final, como es de esperar, empeora las cosas. La procrastinación añade más estrés a las situaciones, porque sabemos que no hicimos lo que debíamos haber hecho, o porque nos tenemos que apresurar a completar una tarea complicada a último minuto. ¿Quién no está familiarizado con este ciclo?

    La procrastinación es un desafío en particular para los estudiantes universitarios, pues la expectativa que se tiene de ellos es que puedan llevar a cabo proyectos de largo plazo y ser responsables con el uso de su tiempo. A más de un universitario de nuevo ingreso le ha pasado que procrastinaron tanto durante el primer semestre, que en diciembre se encuentran con una carga académica imposible de cumplir.  

    Los niños con problemas de aprendizaje o de salud mental son especialmente propensos a la procrastinación. Cualquier persona que se haya enfrentado a ansiedad o depresión, o a algún trastorno del aprendizaje, probablemente ha tenido alguna vez una mala experiencia relacionada con el trabajo escolar (problemas para entender una tarea, preocupación por el hecho de que su trabajo no sea suficientemente bueno o alguna calificación por la que sintieron vergüenza). Estas malas experiencias pueden desencadenar una sensación de incomodidad cuando nos enfrentamos a tareas nuevas, así como una poderosa necesidad de eludirlas.

    Dado que evitar la incomodidad nos hace sentir mejor, aunque sea a corto plazo, tendemos a querer repetirlo. Pero retrasar los proyectos escolares hasta su fecha de entrega (y entrar en pánico) mantiene el ciclo de malas experiencias y conduce a una mayor procrastinación.

    Señales de que podrías estar procrastinando 

    Cuando procrastinamos, podemos aliviar la ansiedad ocupándonos en otras cosas, para así sentir que en realidad estamos siendo productivos. La procrastinación no siempre consiste en hacer cosas divertidas o sin sentido, también puede incluir ocuparnos en cosas que no se relacionan con la actividad importante que tenemos entre manos. 

    Estas son algunas señales de procrastinación:

    • Llenar tu tiempo con tareas que son de menor prioridad, para poder marcar como completado algo de tu lista de pendientes. O inventarte tareas nuevas, incluso cuando se te está terminando el tiempo para hacer algo que es más importante.  
    • Leer emails, textos o descripciones de tareas muchas veces, y no responderlos o empezar a hacer lo que se necesita, porque no sabes cómo hacerlo o te preocupa equivocarte.
    • Comenzar una tarea grande y luego levantarte por algo de comer, servirte un café, enviar mensajes de textos a tus amigos o mirar videos.
    • Convencerte a ti mismo de que necesitas estar en el estado de ánimo correcto: nunca hay un “estado de ánimo correcto” ni un “tiempo correcto” para hacer una tarea difícil. 

    El primer paso para combatir la procrastinación es reconocer que eso es precisamente lo que estás haciendo. Mientras mejor te conozcas y reconozcas tus motivaciones, podrás trabajar mejor para alcanzar tus metas. 

    ¿Cuál es el problema en realidad con la procrastinación?

    No es sólo que al procastinar tienes menos tiempo para escribir un buen ensayo o estudiar para un examen: procastinar también aumenta tus niveles de estrés.

    • El estrés te dificulta la concentración y facilita que eso que necesitas aprender “te entre por un oído y te salga por el otro”. 
    • Estudiar por periodos cortos con mayor frecuencia es más efectivo y menos abrumador que estudiar durante una sola sesión maratónica y extenuante.
    • En el caso de que tengas que escribir un ensayo, esperar hasta el último minuto lo único que te asegura es que obtendrás un producto final de menor calidad. No tienes la oportunidad de poner a prueba tus ideas, discutiéndolas por ejemplo con tus compañeros de clase o maestros, ni de afinarlas a medida que trabajas en distintos borradores.

    Cómo combatir la procrastinación

    Una buena forma de combatir la procrastinación es posponer eso que te entusiasma más hacer hasta que hayas terminado primero las tareas más estresantes. Así, las tareas que te parecen más atractivas se convierten en una recompensa motivadora. 

    Ya sea que se trate de responder un email, llamar a alguien, leer un reporte o escribir un ensayo, siempre deberías tratar de completar primero la tarea más difícil. Al quitarte de encima el peso de una tarea difícil, tus niveles de estrés bajan, y eso te hace sentir bien contigo y tener una sensación de logro que te motiva a hacer lo que sigue.

    Otras maneras de combatir la procastinación:

    • Elimina los distractores La realidad es que cuando te quieres distraer, lo haces. Apaga las notificaciones de tu teléfono y mantén cerrado tu navegador. Si notas que necesitas ayuda para evitar las tentaciones, hay algunos programas de software que te permiten programar el uso de tu teléfono durante intervalos preestablecidos. También puedes configurar tu teléfono en modo avión. Cuando termines de estudiar o de hacer la tarea que te propusiste, puedes revisar tus mensajes de texto y otras notificaciones. 
    • Asegúrate de tener la energía suficiente. No puedes concentrarte ni pensar bien si sientes cansancio o hambre. Duerme al menos 7 u 8 horas cada noche. Comer bien libera serotonina, lo que te ayuda a regular el sueño, pensar con mayor claridad y mejorar tu estado de ánimo. Cuando estudies, ten a la mano alimentos y bebidas para ayudarte a mantener tus niveles de energía e hidratación. 
    • Entiende tu incomodidad. Piensa en todas las razones por las que no quieres hacer una determinada tarea, pues tal vez no sean tan evidentes. Pregúntate: ¿Por qué no quiero hacer esa llamada? ¿Por qué no quiero escribir ese análisis de libro? ¿Por qué no quiero ir a clase? Sin importar las razones, ser consciente de ellas les quita el poder de inducirte a la procrastinación y de controlar tus pensamientos. 
    • Recuerda por qué es importante la tarea. En tu mente, repasa las consecuencias de no terminar esa tarea importante. Así como demasiada ansiedad te puede paralizar, un poquito te puede motivar.
    • Ensaya los pasos. Antes de irte a dormir, recuerda lo que quieres lograr al día siguiente. Luego, visualízate habiendo completado esas tareas. Ensaya los pasos que seguirás. La práctica ayuda a los atletas y otros profesionales a alcanzar sus metas.
    • Planifica cómo te recompensarás. La expectativa de una recompensa genera un deseo que puede resultar motivador. El desafío es resistirte a ese deseo en el momento. Si quieres saltar a la recompensa antes de habértela ganado, haz lo posible por detenerte y recordar por qué es tan importante la tarea que estás realizando. 
    • Cuéntale a otros sobre tu plan. No tienes que sufrir en soledad. ¡Aprovecha a las personas que tienes a tu alrededor! Ponte de acuerdo con tus amigos para terminar la tarea juntos o para reunirse después de haber terminado con sus pendientes. Será más fácil seguir avanzando si hiciste esos compromisos. Además, si tienes problemas para motivarte, puedes hablar con un amigo sobre lo que sientes y pedirle su ayuda. 

    La clave para romper el ciclo de la procrastinación es encontrar la forma de obtener el apoyo que requieres para tener una buena experiencia con el trabajo escolar. Cuanto mejor puedas superar la tentación de eludir tus tareas o terminar tu trabajo y obtener retroalimentación, menores posibilidades tendrás de asociar el trabajo escolar con algo incómodo. Además, obtener el apoyo académico que necesitas para desarrollar un trabajo que refleje tu verdadera capacidad, te facilitará el trabajo, mejorará tu autoestima y te garantizará obtener las calificaciones que mereces.

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    ¿Cuál es el mejor tratamiento para la ansiedad infantil? https://childmind.org/es/articulo/cual-es-el-mejor-tratamiento-para-la-ansiedad-infantil/ Mon, 15 Jul 2024 21:10:03 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=45566 Los niños pueden experimentar muchos tipos de ansiedad diferentes, desde la ansiedad por separación hasta TOC, pero las opciones de tratamiento son básicamente las mismas en todos los casos. El tratamiento más efectivo para cada niño en particular dependerá de varios factores que incluyen: Para niños con ansiedad desde leve a moderada, la primera opción … Continued

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    Los niños pueden experimentar muchos tipos de ansiedad diferentes, desde la ansiedad por separación hasta TOC, pero las opciones de tratamiento son básicamente las mismas en todos los casos. El tratamiento más efectivo para cada niño en particular dependerá de varios factores que incluyen:

    • Qué tan severa es la ansiedad.
    • Qué tanta disposición y capacidad tiene el niño para participar en la terapia.
    • Qué opciones hay disponibles (y son viables) para la familia.

    Para niños con ansiedad desde leve a moderada, la primera opción de tratamiento que recomiendan la mayoría de los expertos es la terapia cognitivo-conductual (TCC). En la TCC el niño aprende poco a poco a tolerar su ansiedad, en lugar de evitarla, y con el tiempo la ansiedad desaparece. Este tipo de terapia no es una solución instantánea, pero los niños aprenden habilidades que podrán utilizar siempre que las necesiten.

    En casos más severos, cuando los niños están en un estado de angustia aguda y la ansiedad les impide funcionar en su día a día (ir a la escuela, pasar tiempo con los amigos, participar en actividades) la recomendación suele ser una combinación de TCC y medicación. Los medicamentos reducen la ansiedad del niño lo suficiente como para que pueda participar en la terapia, la cual le brinda una solución de más largo plazo.

    La medicación por sí sola podría ser el tratamiento más efectivo cuando las familias no tienen acceso a terapia o no pueden apoyar a los niños a lo largo del proceso, el cual implica un rol activo de los padres y que además se podría prolongar durante varios meses.

    Aunque existen muchos tipos de ansiedad diferentes, todos implican un temor intenso, a veces paralizante, además de síntomas físicos como taquicardia, temblores y sudoración. Estos distintos tipos de tratamientos son formas de reducir dichos síntomas.

    Terapia de exposición para la ansiedad

    La forma de terapia para la ansiedad más común (y más probada de forma rigurosa) es un tipo especializado de terapia cognitivo-conductual que se conoce como exposición y prevención de respuesta (ERP, por sus siglas en inglés). En la ERP, a menudo llamada terapia de exposición, los niños son “expuestos” (de forma gradual, en un entorno seguro y con el apoyo de un terapeuta) a las cosas que desencadenan su ansiedad. Se les enseñan habilidades para lidiar con la incomodidad que les produce la ansiedad sin que necesiten evitar aquello que la provoca.

    Para empezar, el niño y el terapeuta hacen una lista de los factores desencadenantes de la ansiedad y los ordenan en una escala del 1 al 10. Luego, se expone al niño a sus temores en su forma más leve posible. (Por ejemplo, si a un niño le aterran los perros, podría ser que le muestren la foto de un perro o simplemente la palabra escrita “perro”). El terapeuta apoya al niño hasta que la ansiedad desaparezca. Los niños aprenden que la ansiedad disminuye cuando aprenden a tolerar la incomodidad en lugar de evitarla.   

    A medida que el niño empieza a tolerar la ansiedad que le produce cada factor desencadenante, y su ansiedad desaparece, está listo para abordar otro desencadenante que esté más arriba en su lista. (Esto podría incluir ver a un perro a la distancia, y luego acercarse poco a poco hasta, finalmente, tocar al perro). En casa, los padres tienen la tarea de alentar al niño a tolerar las cosas que le provocan más ansiedad, en lugar de evitarlas, y expresarle su confianza en que podrá manejar la incomodidad hasta que se desvanezca.

    Por lo general, el tratamiento dura 12 sesiones, que se pueden tomar una vez a la semana o a diario, en un programa intensivo diseñado para tener resultados con mayor rapidez.

    Capacitación SPACE

    En una terapia más reciente para niños con ansiedad, el terapeuta trabaja únicamente con los padres, no con el niño. Se llama Supportive Parenting for Anxious Childhood Emotions (SPACE).

    La idea que sustenta SPACE es que los niños con ansiedad dependen de las cosas que hacen sus padres para adaptarse a su ansiedad y evitar aquello que los atemoriza. (Esto podría significar cruzar la calle para evitar a un perro o acompañar a un niño que teme quedarse dormido solo). Los padres aprenden a reducir paulatinamente esas adaptaciones y a expresarles a sus hijos que confían en su capacidad de manejar los sentimientos incómodos. A medida que los padres van retirando las adaptaciones, el niño aprende a tolerar la ansiedad, y esta termina por desaparecer. Cuanto más practican los niños, mejor logran lidiar con su ansiedad, y con ello adquieren mayor confianza en que pueden manejarla sin necesidad de que sus padres acudan en su rescate.

    Estudios han demostrado que la terapia SPACE es tan efectiva como la terapia directa con los niños, y que es particularmente efectiva con los niños más pequeños, con quienes los padres tienden a hacer más adaptaciones. Sin embargo, si el niño además tiene depresión, muestra comportamientos de autolesión o suicidas, no se recomienda que los padres comiencen a reducir las adaptaciones sino hasta que la depresión haya sido atendida.

    Medicación para la ansiedad

    Hay diversos tipos de medicamentos que pueden ayudar con los síntomas de la ansiedad y funcionan de distintas maneras. Algunos se toman todos los días, otros pueden tomarse de manera ocasional para reducir la ansiedad en situaciones estresantes específicas. A veces, los nombres de los medicamentos pueden ser confusos debido a que originalmente fueron desarrollados para tratar una condición diferente y después se descubrió que también eran efectivos para la ansiedad.

    La primera opción de medicamentos para niños con ansiedad son los antidepresivos ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina). Los ISRS se desarrollaron para el tratamiento de la depresión, pero también han demostrado su efectividad en la reducción de síntomas de la ansiedad, con relativamente pocos efectos secundarios importantes. El efecto de los ISRS puede observarse después de 2 a 4 semanas de haber iniciado el tratamiento, y su efectividad mejora a lo largo de las primeras 8 a 12 semanas. 

    Pero los ISRS no funcionan para todos los niños, por lo que se necesita recurrir a alternativas. Estos son los principales tipos de medicamentos que se utilizan para tratar la ansiedad:

    Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)

    Los ISRS, incluyendo medicamentos como Zoloft, Prozac y Paxil, son los que se prescriben con más frecuencia para la ansiedad. Funcionan a través de incrementar los niveles de serotonina, el químico regulador del estado de ánimo más importante en el cerebro.

    Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN)

    Los IRSN, como Effexor XR y Cymbalta, son otro tipo de antidepresivo que también se utiliza para tratar la ansiedad. Funcionan al aumentar los niveles de dos neurotransmisores en el cerebro: la serotonina y la norepinefrina. Los IRSN se prescriben con menos frecuencia en el caso de la ansiedad infantil, pues tienen una tasa ligeramente mayor de efectos secundarios. Además, tardan varias semanas en empezar a tener efecto.

    Benzodiazepinas

    Estos medicamentos, como Ativan y Klonopin, se utilizan para el alivio de la ansiedad aguda, pero por lo general se recomiendan sólo para uso de corto plazo, debido al riesgo de generar dependencia. Las benzodiazepinas reducen los síntomas físicos de la ansiedad, como la taquicardia y la sudoración. 

    Antipsicóticos atípicos

    Los medicamentos como Abilify, Risperdal y Seroqual, que se desarrollaron originalmente para reducir los síntomas de la psicosis, también pueden ayudar con la ansiedad intensa y persistente, así como con los pensamientos obsesivos que suelen tener los niños con TOC. A veces, se acompañan con un antidepresivo. Pero deben utilizarse con precaución, pues pueden tener efectos secundarios importantes, como subir de peso o cambios hormonales y metabólicos que pueden ser dañinos.

    Ansiolíticos atípicos

    Buspirone, a menudo conocido como BuSpar, funciona al activar un tipo específico de receptores en el cerebro que afectan el equilibrio de los neurotransmisores. Buspirone no es tan efectivo para controlar la ansiedad como las benzodiazepinas, pero tiene ligeramente menos efectos secundarios, así como un potencial menor de dependencia o abuso.

    Agonistas alfa

    Los medicamentos llamados agonistas alfa, clonidina y guanafacina, se desarrollaron originalmente para tratar la presión arterial elevada en adultos. Pero se descubrió que también reducen síntomas de ansiedad al actuar sobre el sistema nervioso simpático, que regula la respuesta corporal de lucha o huida. La clonidina se encuentra, en su forma comercial como Catapres y Kapway, y la guanafacina como Tenex e Intuniv.

    Antihistamínicos

    Medicamentos como Benadryl se utilizan principalmente para reducir las reacciones alérgicas, al bloquear los receptores de químicos llamados histaminas en el sistema nervioso central. Pero también bloquean algunos receptores de serotonina, lo que incrementa los niveles de serotonina y crea un efecto sedante. Algunos profesionales clínicos los recomiendan para reducir la ansiedad en niños durante periodos breves de tiempo.

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    ¿Qué es la corregulación? https://childmind.org/es/articulo/que-es-la-corregulacion/ Mon, 15 Jul 2024 18:18:38 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=45551 Las emociones pueden ser muy cambiantes. Nos pueden llevar a hacer o decir cosas dañinas, hirientes o de las que después nos podemos arrepentir. Por eso nos esforzamos por manejarlas o controlarlas. La autorregulación se parece a hacer una respiración profunda y decir: “Por favor, guarda tus Legos cuando termines de jugar para que no … Continued

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    Las emociones pueden ser muy cambiantes. Nos pueden llevar a hacer o decir cosas dañinas, hirientes o de las que después nos podemos arrepentir. Por eso nos esforzamos por manejarlas o controlarlas. La autorregulación se parece a hacer una respiración profunda y decir: “Por favor, guarda tus Legos cuando termines de jugar para que no los pise”, en vez de recoger todas las piezas que te encuentres tiradas por la casa y lanzarlas por la ventana.

    Como adultos, practicamos la autorregulación todo el tiempo en nuestras interacciones con compañeros de trabajo, amigos y parejas. No siempre es fácil, pero sabemos que es más efectivo y productivo hablar de lo que nos molesta que simplemente reaccionar.

    Pero la autorregulación no es algo natural: es un conjunto de habilidades que todos necesitamos aprender. Desde una perspectiva del desarrollo, los niños son como automóviles con los frenos descompuestos, que nacieron con la capacidad de experimentar cada unos de los grados de una emoción pero sin ninguna de las herramientas para regularlos.

    ¿Qué es la corregulación?

    La corregulación es un acto recíproco. Es decir: se trata de un intercambio de calma entre dos personas. Sin embargo, cuando el intercambio es entre un adulto (que ha adquirido herramientas cognitivas para manejar sus emociones) y un niño, la corregulación también implica que el adulto le enseñe al niño cómo regular sus emociones, mostrándole con el ejemplo cómo demostrar empatía y lograr tranquilizarse. La corregulación no significa simular que vivimos en un estado permanente de calma o que nunca nos enojamos. Significa manejar de forma activa nuestras emociones para ayudar a los niños a manejar las suyas.

    La corregulación es algo que hacemos de forma activa y también es un proceso biológico: ocurre en nuestro cuerpo. Las investigaciones (en inglés) muestran que nos podemos influir directamente unos a otros en ciertos procesos. Por ejemplo, en la producción del cortisol, la hormona del estrés. La angustia de alguien (supongamos que un niño está llorando desconsoladamente) nos puede hacer sentir una angustia similar. Y cuando permanecemos tranquilos, podemos influir en la producción de hormonas de otras personas para ayudarlos a calmarse también.

    Recientemente, la corregulación se ha convertido en una palabra de moda (en inglés) en algunos círculos de padres y madres. Pero quien utilizó el concepto por primera vez fue LaKisha Hoffman, MSW, subdirectora escolar en Richmond, California. “Los estudiantes se acercaban a mí y me decían: ‘Mi maestra hizo esto’. Luego, la maestra también venía y me decía: ‘El estudiante hizo esto y esto’”, recuerda.

    Al parecer, las conductas de los niños desencadenaban emociones en las maestras que eran difíciles de controlar. “Algunas maestras reaccionaban ante el hecho de que estudiantes se levantaran de sus asientos y se pusieran a caminar”, afirma Hoffman. “Para otras, el desencadenante era que los estudiantes hablaran cuando no era su turno. Y en otros casos, lo que las hacía reaccionar eran estudiantes que se portaban de forma desafiante”.

    Hoffman, quien actualmente es la directora sénior de los Programas para escuelas y comunidades del Child Mind Institute, empatizaba con la frustración de las maestras. Pero también reconocía que, como adultas, las maestras tenían una mayor responsabilidad de estar conscientes de los factores que las hacían reaccionar, para poder apoyar a los estudiantes y relacionarse con ellos, incluso cuando se estuvieran portado mal.

    La corregulación comienza con la autorregulación

    Para los adultos (padres, cuidadores o maestros), la corregulación comienza con la autorregulación. A todos nos determinan nuestras propias experiencias personales. “Todos somos humanos”, afirma Hoffman. “Cuando somos adultos hay distintas cosas que nos hacen reaccionar. ¿Cómo reconocer esas cosas? ¿Cómo manejar esos momentos y lograr calmarnos? Ese es el primer paso”.

    Hoffman, una ex jugadora de básquetbol universitario, es entrenadora de varios equipos juveniles. Reconoce que uno de sus desencadenantes es cuando un joven se pone a rebotar la pelota mientras ella está hablando. Es un detalle, pero Hoffman sabe por experiencia que eso le molesta. “Pero no puedo reaccionar con un enérgico: “DEJA esa pelota ya”, dice. “No puedo interactuar con ellos de esa manera”. Tengo que estar calmada en ese momento y decir: ‘Ey, ¿en qué estamos? ¿Se supone que deberías estar rebotando la pelota ahora?’. Tengo que construir una cultura que los ayude a entender por qué no deberían hace eso.

    Conoce tus respuestas al estrés

    Los seres humanos hemos desarrollado respuestas al estrés para ayudarnos a responder ante situaciones de peligro. Sin embargo, esas respuestas se pueden activar incluso cuando no está en riesgo nuestra vida: únicamente por estrés. ¿Tal vez hayas escuchado el término lucha o huida? Otras respuestas al estrés incluyen la parálisis y la adulación (quizá menos conocida y que consiste en tratar de apaciguar a alguien para evitar el conflicto). Imagina que tu hijo hace un berrinche en la tienda porque le quitaste el dispositivo con el que estaba jugando. Así que, para evitar la escena en público, le regresas el aparato. Esa es una respuesta de adulación. Las respuestas de adulación son comunes también entre las personas que han experimentado trauma, como el abuso.

    Cuando te enojas con tu hijo, ¿tu instinto es gritar (lucha)? O en cambio, ¿tiendes a alejarte (huida)? O sus reacciones a veces te abruman tanto que te bloqueas mentalmente y te “desconectas” (parálisis)? Las respuestas al estrés se pueden arraigar profundamente. Pero cuando puedes reconocer por qué reaccionas de cierta forma ante algo que te molesta, también puedes encontrar mejores maneras de manejarlo.

    Busca una estrategia

    La frase “respira profundo” se ha convertido casi en un cliché para combatir el estrés. Sin embargo, décadas de investigación (en inglés) han demostrado que respirar profundo tiene efectos importantes en las regiones del cerebro que gobiernan las emociones y la cognición. Cuando entramos en pánico, tendemos a respirar muy rápido (hiperventilación), por lo que las técnicas para pausar la respiración nos pueden ayudar a calmarnos. Incluso unas pocas respiraciones profundas pueden iniciar el proceso. Algunas técnicas específicas incluyen la respiración abdominal, la respiración cuadrada y la respiración de mariposa (ambas en inglés), que son ejercicios especialmente buenos para realizar con niños.

    Por supuesto que siempre se puede simplemente inhalar más aire, pero el propósito de la respiración profunda realmente es estar más conscientes de uno mismo. Cuando nos podemos mirar desde fuera y reconocer que sí, efectivamente nos sentimos enojados, estamos dando el primer paso hacia el control de la ira (o de cualquier otra emoción que estemos experimentando).

    Reconoce la desregulación en niños

    Cuando los adultos pueden identificar sus propios desencadenantes y respuestas al estrés, están mejor preparados para reconocerlos en niños.

    La desregulación emocional se puede ver de formas diferentes, dependiendo de la persona y la situación. Para muchos niños, en particular los más pequeños, la desregulación se podría manifestar como gritos, pataletas o golpear el piso con los puños. Pero toma en cuenta las posibles respuestas de lucha, huida, parálisis o adulación. La desregulación también se podría mostrar como retraimiento, una complacencia excesiva con los adultos (en inglés) o la incapacidad de decir “no”.

    Además, la desregulación se puede intensificar. “Si me altero y los niños me están viendo, entonces ellos también se alteran”, explica Hoffman. “Entonces sólo logramos tener a muchas personas alteradas. ¿Cómo resolvemos el problema en esas circunstancias?”.

    El objetivo de la corregulación es corregir el rumbo para evitar que siga aumentando el estrés.

    Estrategias de corregulación

    No toda la corregulación se hace de forma consciente. Nuestros cuerpos y cerebros pueden responder a los demás sin siquiera darnos cuenta. Aunque hay acciones que podemos llevar a cabo para guiar el proceso. Así como al respirar profundo le envía un mensaje a tu cerebro para que se calme, hay cosas que puedes hacer para enviar mensajes similares al cuerpo de otra persona.

    Ya seas maestro o cuidador, es importante enseñar a los niños estrategias para calmarse, como los ejercicios de respiración profunda, antes de tener que recurrir a ellos en medio de una crisis. Cuando nuestras emociones están fuera de control, no es fácil enfocarnos en nueva información ni procesarla, porque nuestros cerebros están demasiado ocupados lidiando con el estrés.

    Supongamos que un niño tiene una crisis. Cae estrepitosamente al piso, llora con quejidos y respira con dificultad. Lo primero que debes hacer es ser consciente de tu propia reacción física (¿se aceleró tu corazón? ¿Sientes que tu cara se puso roja?) y hacer unas cuantas respiraciones profundas. Relaja tu cuerpo y después:

    • Ponte a su nivel. Cuando un niño se siente abrumado, es difícil ayudarlo a tranquilizarse si tú estás en una posición de mayor poder. Si puedes, acércate a la altura de su cara y míralo a los ojos. La investigación muestra que el contacto visual fomenta la confianza y la conexión. El contacto visual puede ayudar a los niños a sentirse seguros. Pero también es importante recordar que algunos niños con autismo pueden ser hipersensibles al contacto visual directo, de modo que es mejor decidir la estrategia de acuerdo a cada caso específico.
    • Nombra su emoción. Por ejemplo: “Parece que en este momento estás realmente molesto”. Nombrar la emoción le permite al niño saber con claridad que tú puedes ver lo que está sintiendo. Así validas la emoción, no el comportamiento: está bien sentirse mal. Darle nombre a la emoción también les enseña a los niños a notar y nombrar ellos mismos sus propias emociones, lo que para niños muy pequeños no es algo que surja de forma natural.
    • Cambia tu tono. Asegúrate de mantener un tono calmado y no levantes la voz. Esforzarse por sonar relajado puede tener un efecto de quiebre poderoso cuando un niño está alterado, porque tendemos a imitar los comportamientos que vemos en los demás. Este “espejeo” sucede a nivel subconsciente, como producto de las neuronas espejo en el cerebro. Y hay cada vez más evidencia (en inglés) que sugiere que las neuronas espejo juegan un importante papel en la manera en que aprendemos y expresamos empatía.
    • Abrázalo o dale un apretón de manos. Cuando los niños están muy desregulados, pueden estar especialmente sensibles al tacto o incluso rechazarlo. Pero si un niño lo acepta, es una herramienta poderosa en la corregulación. Tocar a otra persona puede elevar sus niveles de oxitocina. A veces llamada la “hormona del amor”, la oxitocina nos hace sentir bien. El contacto también hace que la hormona se siga liberando, por lo que un abrazo o un apretón de manos pueden tener un efecto positivo que vaya más allá de la acción misma.
    • Guíalo en un ejercicio tranquilizante. Si hay un ejercicio o respiración para recobrar la calma (en inglés) con el que el niño esté familiarizado (algo que quizá hayan aprendido juntos o que aprendió en la escuela), sugiere que lo hagan juntos. No te desanimes si te dice que no. Dile que te gustaría hacer el ejercicio porque te ayuda a ti a calmarte (esto es útil especialmente para los niños más pequeños, para recordarles el objetivo del ejercicio) y empieza a hacerlo por tu cuenta. Quizá sólo te mire o tal vez se te una. En todo caso, ambos resultados son valiosos.

    Somos seres imperfectos. No siempre podemos ofrecer nuestra mejor respuesta ni la más consciente cuando estamos alterados, pero esforzarnos por reconocer nuestras propias emociones y comportamientos, establece un poderoso ejemplo para los niños. Independientemente de tu proceso específico, lo más importante de la corregulación es que los niños absorben lo que te ven hacer, y si les muestras cómo calmarse, se les puede facilitar hacerlo a ellos. Como dice Hoffman: “La mejor manera de enseñar es con el ejemplo”.

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    Trastorno de la Tourette y la división entre mente y cuerpo https://childmind.org/es/articulo/trastorno-de-la-tourette-y-la-division-entre-mente-y-cuerpo/ Fri, 05 Jul 2024 14:58:59 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=45364 El trastorno de la Tourette es especialmente interesante porque es un síndrome en el que los límites entre la mente y el cuerpo son ambiguos. ¿Cuál es la diferencia entre un tic y un espasmo muscular? Un espasmo muscular es simplemente la contracción local de un músculo. Mientras que un tic, aunque se puede originar … Continued

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    El trastorno de la Tourette es especialmente interesante porque es un síndrome en el que los límites entre la mente y el cuerpo son ambiguos.

    ¿Cuál es la diferencia entre un tic y un espasmo muscular? Un espasmo muscular es simplemente la contracción local de un músculo. Mientras que un tic, aunque se puede originar en el músculo, atraviesa la corteza cerebral, luego pasa por las partes emocionales del cerebro, el tálamo y finalmente regresa al músculo y lo hace moverse.

    Esto resulta en dos cosas muy interesantes. Primero, que un tic es controlable. Segundo, que sólo es controlable con un costo: el esfuerzo que requiere reprimirlo de forma activa. Si te pido que no parpadees, probablemente lograrás no parpadear durante 5, 10 o 15 segundos, pero eventualmente tendrás que parpadear. Lo mismo le ocurre a un niño con la Tourette: se siente continuamente asediado a tener que hacer movimientos que no quiere hacer. No se siente en control de su vida. Un famoso psiquiatra describe el trastorno de la Tourette como un asedio contra el propio ser. ¿Qué tanto controlas lo que haces y qué tanto no?

    Curiosamente, esto no sólo se refiere a tics motrices. Muchos niños con la Tourette también tienen pensamientos obsesivos. Es como si alguien más estuviera controlando desde tu cerebro lo que piensas y cómo te mueves. Puedes luchar contra ello, pero estar en permanente lucha significa que nunca te puedes relajar. Y, en especial en situaciones vergonzosas, esto en realidad puede desafiar el sentido de identidad y el sentido del ser de una persona.

    También están, por supuesto, los tics vocales, que suelen llamar especialmente la atención cuando se trata de la Tourette. Un tic vocal es básicamente una simple contracción de las cuerdas vocales que son, después de todo, solamente un músculo, como cualquier otro.  Cuando se contrae, el niño podría emitir un sonido o, en algunos casos, dependiendo del bagaje emocional que esté vinculado al circuito a medida que atraviesa la corteza cerebral y el tálamo, podría ser algo relacionado con la situación.

    Supongamos que en este momento yo estuviera pensando: “Bueno, terminemos esto, ya me quiero ir a casa”. Si tuviera la Tourette, me sería difícil, mucho más difícil, controlar este pensamiento de lo que me cuesta ahora. Debido a que no tengo la Tourette, no me siento ansioso de que se me vaya a salir algo que para ti pudiera ser desagradable de escuchar. Y eso es lo que hace a la Tourette una condición interesante, incluidos los tics vocales.

    ¿Qué implica esto en lo que se refiere a los tratamientos para la Tourette?

    Los tics son muy difíciles de tratar con medicamentos. La razón es que los tics ocurren en episodios (en brotes), y cada episodio tiene pequeños episodios entre ellos, y cada pequeño episodio tiene pequeños episodios entre ellos, así que realmente no sabes en qué momento va a terminar todo el brote de tics. A menudo, cuando los tics están en su momento más álgido, es un signo de que alcanzaron la cúspide y que a partir de ahí van a disminuir. Además, muchos casos de tics y de la Tourette tienden a mejorar dramáticamente después de los 11 o 12 años, para luego desaparecer gradualmente: aunque no ocurre así en todos los casos. Por lo tanto, el problema de tratarlos con medicamento es que podría ser que lo estés administrando sin necesidad.

    Pero hay algunos tratamientos psicológicos muy interesantes que se han desarrollado recientemente. Tal vez el más importante es una terapia llamada “tratamiento de reversión de hábitos” o “terapia de reversión de hábitos”.

    Los tics tienen un fenómeno adicional: justo antes de que ocurra el tic hay un aviso. Es como cuando estornudas, se siente un poco de comezón y luego estornudas. Básicamente, un niño con un tic puede decir, bien, voy a soltar esta grosería, va a suceder, bueno, sucedió. Ahora, si puedes enseñar a un niño a reconocer ese aviso previo, lo que llamamos técnicamente el “impulso premonitorio”, y que en su lugar haga algún otro movimiento o acción, a menudo, eso bloquea la expresión del tic.

    Este es un cambio importante en nuestra forma de pensar acerca de la psicología de los tics. Antes, les decíamos a los niños que no trataran de controlar el tic porque al final saldría de todas formas, pero ahora cambiamos nuestras recomendaciones e intentamos que los niños aprendan a controlar sus tics. El viejo mito era que, si reprimías tus tics, eventualmente habría lo que se llamaba un “rebote”. Así que, si no tenías el tic en 5 minutos, te volvías loco. Pero es falso. Si detienes los tics y aprendes a controlarlos, gradualmente se irán espaciando.

    Por lo tanto, ha habido un cambio importante en el manejo de los tics: menos medicamentos y más terapias psicológicas. Terapias psicológicas basadas en intentar controlar los tics. Y sí se puede.

    Esto nos trae de vuelta a un aspecto interesante de la Tourette: la diferencia entre el cuerpo y la mente. Sabemos que los tics son biológicos, de manera que es particularmente interesante que un tratamiento psicológico pueda cambiar la biología, y que tenga el potencial de curar los tics.

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    ¿Qué es el lenguaje pragmático? https://childmind.org/es/articulo/que-es-el-lenguaje-pragmatico/ Wed, 26 Jun 2024 22:32:32 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=45169 La doctora Lydia Soifer, del Soifer Center for Learning and Child Development, explica que poder utilizar el lenguaje de distintas maneras y diferenciar cómo lo utilizan los demás es una habilidad tan importante como el vocabulario o la conjugación. Y no es algo que resulte tan fácil para algunas personas. Transcripción del video Cuando usamos … Continued

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    La doctora Lydia Soifer, del Soifer Center for Learning and Child Development, explica que poder utilizar el lenguaje de distintas maneras y diferenciar cómo lo utilizan los demás es una habilidad tan importante como el vocabulario o la conjugación. Y no es algo que resulte tan fácil para algunas personas.

    Transcripción del video

    Cuando usamos el lenguaje para comunicarnos entre nosotros, podemos usarlo en una increíble variedad de maneras: podemos ser graciosos, exigentes, podemos ser informativos, o podemos ser coquetos. El lenguaje tiene muchas, muchas funciones, y los bebés pueden usarlas desde muy temprano.

    Ellos pueden, y nosotros como padres podemos diferenciar el propósito del llanto, la naturaleza del llanto: si está mojado, tiene hambre, está incómodo, asustado. Y bastante pronto, los bebés pueden captar los patrones de entonación con los que comunicas tus afectos. De manera que puedes usar tu voz de una manera muy alegre para decirle a tu bebé: “Ay, Dios mío, estás completamente calvo como una bola de billar. Te ves igual que tu abuelo, cosita calva”, y el bebé no sabrá que ha sido insultado, porque estás usando esa entonación alegre. Mientras que ninguno de nosotros pensaría en gritar en voz grave “te amo” a un bebé, porque lo asustarías a pesar de estar enunciando palabras positivas.

    A un nivel más alto, los niños comienzan a poder notar cuál es tu intención, cuál es la intención de otro niño, por las palabras que eligen y la forma en que las dicen y lo que hacen con su cuerpo. Sus gestos físicos, sus gestos faciales y sus gestos vocales.

    Para los niños que no pueden leer este pequeño sonido, que no pueden captar esa ceja ligeramente arqueada, o esa mirada despectiva, esos niños están en una posición mucho más difícil para entender lo que significa el lenguaje que se les dice y qué se supone que deben hacer con él. Así que esa parte del lenguaje, esa pragmática como a menudo se le conoce a esa parte del lenguaje, es la parte que nos hace estar interconectados, y saber qué decir y a quién, cómo, en qué situación es una habilidad que es difícil para muchos, y surge de manera natural y simple para otros.

    Como adultos, sabemos que cuando entras a una fiesta y no conoces a nadie, muchos irán directamente al bar. Pero otras personas se sienten muy cómodas de acercarse a un grupo de extraños y decir: “Hola, soy Lydia Soifer. No conozco a nadie aquí, ¿puedo quedarme con ustedes?”. Y no somos tantos los que tenemos esa comodidad como personas, y tenemos esa habilidad verbal para hacer que suene real.

    Cómo nos sentimos y cómo pensamos, hasta cierto punto, predica, dicta, nos lleva a usar palabras de maneras que nos hacen sentir más cómodos socialmente, o menos cómodos socialmente. Decirle a alguien cómo decirlo no es lo mismo que enseñarle cómo usar las palabras para una variedad de propósitos, en una variedad de entornos. Es mucho más fácil decirlo que hacerlo.

    Preguntas frecuentes

    ¿Qué se entiende por lenguaje pragmático?

    El lenguaje pragmático se refiere a la manera en que las personas utilizan el lenguaje para comunicarse entre sí. Poder utilizar el lenguaje de distintas maneras para distintos fines e interpretar cómo lo utilizan los demás en situaciones sociales es una habilidad importante.

    ¿Qué ocurre cuando los niños tienen problemas con el lenguaje pragmático?

    Los niños que tienen problemas con el lenguaje pragmático pueden tener dificultad para interpretar las palabras y los gestos de los demás, saludar o mantener conversaciones.

    Relacionado:

    Guía rápida sobre el trastorno del lenguaje

    Guía rápida sobre el trastorno de la comunicación social

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    Autismo y pubertad https://childmind.org/es/articulo/autismo-y-pubertad/ Thu, 06 Jun 2024 19:13:20 +0000 https://childmind.org/?post_type=article&p=44737 La pubertad implica grandes cambios y nuevos desafíos para cualquier niño. Pero para los niños con el trastorno del espectro autista (TEA), atravesarla puede ser especialmente difícil. Los cambios corporales pueden ser perturbadores para los adolescentes con autismo, a quienes por lo general les cuesta lidiar con los cambios. Manejar normas sociales más complejas los … Continued

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    La pubertad implica grandes cambios y nuevos desafíos para cualquier niño. Pero para los niños con el trastorno del espectro autista (TEA), atravesarla puede ser especialmente difícil.

    Los cambios corporales pueden ser perturbadores para los adolescentes con autismo, a quienes por lo general les cuesta lidiar con los cambios. Manejar normas sociales más complejas los puede confundir, hacer sentir aislados y ponerlos en riesgo de experimentar depresión. Y la turbulencia emocional puede conducirlos a comportamientos dañinos o desafiantes.

    “Brindarles información y apoyo es crucial para ayudarlos a atravesar la pubertad sin que se vuelva realmente abrumadora y angustiante”, señala Margaret Dyson, PhD, psicóloga del Centro para el autismo del Child Mind Institute. “Y lo menos que queremos es que se vuelvan vulnerables a que otros se aprovechen de ellos”.

    Lo primero que aconseja la Dra. Dyson a padres y otros cuidadores es que inicien la conversación sobre la pubertad con los niños con mucha anticipación. “Es más fácil si puedes hacerlo de forma proactiva”, afirma. Planearlo con anticipación te permitirá pensar qué información compartirás y te dará suficiente tiempo para repetirla todas las veces que un niño en el espectro lo pudiera necesitar para sentirse cómodo.

    Por lo general, la pubertad empieza entre los 8 y los 14 años, pero en algunos casos puede ser antes. La Dra. Dyson señala que las niñas suelen comenzar a menstruar entre 12 y 18 meses después de que el busto se empieza a desarrollar.

    Normalizar los cambios físicos

    Los niños en el espectro del autismo podrían necesitar apoyo adicional para disminuir la ansiedad relacionada con sus cuerpos y las nuevas sensaciones que experimentarán, explica la Dra. Dyson.

    Por ejemplo, las niñas deberían saber qué pasa cuando tienen su periodo y cómo manejar el sangrado menstrual, antes de que les suceda. Pero también podrían requerir ayuda para entender los cólicos y otros dolores corporales que son parte normal de la experiencia.

    Dicho esto, el dolor o el sangrado menstrual extremos pueden indicar una condición que requiere tratamiento. Si las niñas no pueden verbalizar lo que están sintiendo, la Dra. Dyson sugiere utilizar escalas de dolor (por ejemplo, “en una escala de 1 a 10…”) para ayudarlas a indicar lo que está pasando en su cuerpo.

    La Dra. Dyson recomienda enseñarles a las niñas cómo usar una toalla femenina, un tampón o una copa menstrual y animarlas a elegir sus propias opciones en la tienda. Hacer un calendario visual para anotar cada cuánto tiempo necesitan volver a surtir un producto, puede ayudarlas a anticipar la frecuencia con la que necesitarán prestar atención a su cuidado menstrual, y cómo convertirlo en parte de su rutina.

    En el caso de los niños varones, la Dra. Dyson aconseja explicarles qué es tener una erección y eyacular, antes de que sea probable que les ocurra, así como aclararles que los sueños húmedos o las eyaculaciones nocturnas involuntarias no son lo mismo que orinarse en la cama. No comprender estas funciones puede hacerlos sentir que no controlan sus cuerpos.

    Algunos niños que tienen autismo y epilepsia experimentan más convulsiones durante la pubertad.

    Cómo hablar del deseo sexual

    Durante la adolescencia, los niños comenzarán a experimentar deseo sexual y necesitarán entender lo que están sintiendo. Independientemente de si es probable o no que el adolescente se vuelva sexualmente activo, los expertos dicen que debería estar informado sobre sexo y reproducción. Y al hablarle sobre el tema de forma proactiva, tienes la oportunidad de conversar sobre los valores de tu familia y crear un espacio seguro para que tu hijo haga preguntas.

    La Dra. Dyson sugiere comenzar la conversación sobre sexualidad preguntando al niño qué es lo que ya sabe y partir desde ahí. También aconseja utilizar el lenguaje correcto para referirse a las partes del cuerpo y sus funciones, en vez de usar eufemismos o formas de suavizar las cosas. Responder preguntas de forma simple, directa y en un tono positivo alentará a tu hijo a regresar contigo si tiene más preguntas.

    Para explicar el proceso de madurez sexual puedes ayudarte con recursos visuales y anécdotas, enfatizando que todo esto es parte natural de volverse adulto, añade.

    Comportamiento privado y público

    Anticiparse al hecho de que los niños experimentarán deseo sexual, te llevará a la necesidad de tener una conversación sobre la diferencia entre lo que la Dra. Dyson llama comportamientos públicos y privados.

    Por ejemplo, los expertos recomiendan enseñar a los niños que la masturbación es algo natural, que no hay nada malo en ella, pero que debe hacerse en privado. “El objetivo no es avergonzar al joven”, señala la Dra Dyson, “sino sólo aclararle esa distinción”.

    Los recursos visuales pueden ayudarte a que estos conceptos sean más concretos. Por ejemplo, el Vanderbilt Kennedy Center ofrece una publicación llamada Healthy Bodies Toolkit que incluye complementos visuales. Uno de ellos utiliza círculos concéntricos para designar los distintos tipos de relaciones que existen, desde la que establecemos con los extraños, en el anillo exterior, hasta la que tenemos con las parejas románticas, en el centro. Cada anillo indica el tipo de comportamiento que es apropiado para cada tipo de relación, por ejemplo, está bien sonreír y decir hola a los extraños, pero los besos se deberían reservar para las parejas románticas.

    Sexualidad y consentimiento

    Sentirse atraído hacia alguien puede resultar confuso para los niños en el espectro, así como saber cuándo compartirlo o dejarse llevar por sus sentimientos. La Dra. Dyson sugiere enfatizar que sentirse atraído hacia alguien es normal y saludable. Pero es importante clarificar que la atracción sexual o romántica es algo que hay que mantener en privado, salvo en situaciones apropiadas y siempre que tengamos razones para pensar que la otra persona se siente cómoda con ese tipo de atención. Los niños también necesitan saber qué tipo de contacto físico es apropiado o inapropiado, y lo que ella llama el fundamento del consentimiento: “Reconocer las zonas privadas del cuerpo de otras personas, así como las propias, y la necesidad de pedir permiso antes de avanzar hacia esa zona más privada con alguien”.

    Vanderbilt sugiere abordar algunos de estos temas:

    • ¿Por qué las personas tienen sexo?
    • ¿Cómo te das cuenta de que ya estás listo para tener sexo?
    • ¿Qué son los sentimientos sexuales?
    • ¿Qué lugares son apropiados para tener sexo?
    • ¿Cuáles son las diferentes maneras de tener sexo?
    • ¿Qué es la pornografía?
    • ¿Qué es el consentimiento?
    • ¿Cómo identificar el consentimiento?

    El género y la orientación sexual son temas relacionados que los niños con autismo necesitan entender, para ellos mismos y para interactuar con sus pares. Por supuesto, los adolescentes que puedan ser sexualmente activos necesitan comprender cómo prevenir un embarazo y protegerse de enfermedades de transmisión sexual.

    Para los niños en el espectro puede ser muy desafiante comprender las sutilezas de interactuar en el contexto más sexualizado de la adolescencia, pues a menudo incluye comprender señales indirectas y lenguaje corporal. “Hay que hablarles sobre cuáles son esas señales de que alguien pudiera estar interesado en ti —dice la Dra. Dyson— y luego, cuáles son las señales de que tal vez no está tan interesado, o de que no se está sintiendo cómodo en una interacción”.

    Algunas veces, en especial las niñas, encuentran difícil entender por qué sus amigas más maduras sexualmente muestran cada vez más interés en sus compañeros, o interactúan con ellos de forma distinta, coqueteando, abrazándolos o besándolos. “Para una persona más neurodivergente a veces eso es difícil de entender”, afirma la Dra. Dyson.

    Relaciones de amistad

    Durante la adolescencia, los niños se enfocan cada vez más en sus amistades. Aquellos en el espectro podrían necesitar apoyo adicional para entender con quién establecer una amistad y cómo hacerlo. Hablarles sobre lo que hace que alguien sea un buen amigo o amiga puede ayudarlos a evitar que otros niños que tal vez no tengan buenas intenciones se aprovechen de ellos.

    “Es importante conversar con tu adolescente sobre las cualidades que debe buscar en un buen amigo”, explica. “Por ejemplo, es importante que sea alguien digno de confianza y que se preocupe por ti. Es posible que quieras que tengan algunos intereses en común. Por supuesto será muy importante que se trate de una relación recíproca, para que no seas tú quien haga todo el trabajo”.

    Depresión, ansiedad y problemas de comportamiento

    Alrededor de la pubertad, los niños con autismo tienden a volverse más conscientes de sus desafíos sociales y les cuesta más trabajo encajar. Algunos podrían experimentar bullying. Esta creciente conciencia de ser diferentes y sentirse aislados puede ser muy dolorosa, y vuelve a los niños en el espectro más propensos a la ansiedad, la depresión y los trastornos alimentarios. Para algunos, su confusión e incomodidad se puede manifestar en forma de comportamientos desafiantes.

    Un aumento en las autolesiones, cambios en el apetito o en los patrones de sueño, quejas frecuentes de dolor de cabeza o de estómago, y una abrupta pérdida de interés en actividades que solían disfrutar, pueden ser todas señales de depresión que requieren de apoyo profesional.

    Comportamiento agresivo

    Para algunos niños en el espectro, los cambios hormonales y la turbulencia emocional puede generar comportamientos más desafiantes o agresivos. Y pensando en que los niños irán creciendo hasta estar del tamaño de sus padres, o más grandes, la Dra. Dyson sugiere planear con antelación cómo manejar esas posibles situaciones. Esto puede implicar identificar desencadenantes de comportamientos potencialmente peligrosos y estrategias para prevenirlos. En algunos casos, se prescriben medicamentos como Abilify o Risperdal cerca de la pubertad, para ayudar a manejar los comportamientos que pudieran ser dañinos para ellos mismos o para otros.

    La Dra. Dyson sugiere asegurarse de tener un terapeuta o algún otro proveedor de servicios de salud mental como apoyo y establecer un buen plan de seguridad para tu hijo, incluidos los casos de quienes tienden a alejarse o escapar, o quienes que pudieran tener crisis en público.

    Seguridad en línea

    Dado que el interés en las redes sociales suele intensificarse en la adolescencia, otra preocupación de seguridad con los adolescentes con autismo es su comportamiento en línea. Los expertos enfatizan la importancia de tener reglas claras que los niños puedan aprender y a las que tengan fácil acceso cuando estén tomando decisiones en las redes sociales.

    Algunas de esas reglas, como lo sugiere el manual de Vanderbilt, podrían incluir:

    • No compartas tu dirección ni información personal en Internet.
    • Si publicas fotos, asegúrate de que sean fotografías que cualquiera, incluidos los niños y tu familia, pueden ver sin que te sientas incómodo.
    • Recuerda que hasta las conversaciones por mensaje que parecen privadas pueden copiarse y compartirse con otras personas.

    Pero los niños en el espectro autista puede que necesiten más apoyo para evitar que se aprovechen de ellos en línea o ser víctimas de ciberacoso. La Dra. Dyson señala que tal vez sean menos rápidos para darse cuenta que las personas no siempre son lo que aparentan en línea, y que algunos que se muestran amistosos podrían no tener tan buenas intenciones. Los expertos nos alientan a pensar detenidamente en qué momento los niños están listos para manejar las redes sociales. Common Sense Media ofrece una página de recursos para ayudar a los padres a entender cómo funcionan diversas plataformas de redes sociales y mantener la exposición de sus hijos lo más saludable posible. Los niños en el espectro autista no son los únicos que enfrentan estos riesgos, pero sus desafíos sociales pueden hacerlos particularmente vulnerables a personas malintencionadas o incluso a compañeros insensibles en línea.

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    Salud mental fuerte: Resumen de nuestra campaña de concienciación sobre la salud mental https://childmind.org/es/blog/salud-mental-fuerte-resumen-de-nuestra-campana-de-concienciacion-sobre-la-salud-mental/ Thu, 06 Jun 2024 18:23:17 +0000 https://childmind.org/?p=44733 Este año, con motivo del Mes de concientización sobre la salud mental, el Child Mind Institute lanzó la campaña Salud mental fuerte. Es importante dar prioridad tanto al bienestar mental como al físico, así que pedimos a las principales figuras del deporte que ofrecieran apoyo y orientación a los jóvenes que se enfrentan a problemas … Continued

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    Este año, con motivo del Mes de concientización sobre la salud mental, el Child Mind Institute lanzó la campaña Salud mental fuerte. Es importante dar prioridad tanto al bienestar mental como al físico, así que pedimos a las principales figuras del deporte que ofrecieran apoyo y orientación a los jóvenes que se enfrentan a problemas de salud mental y de aprendizaje.

    Un resumen de nuestra campaña de concientización sobre la salud mental 2024: Salud mental fuerte

    A lo largo del mes, escuchamos a deportistas de talla mundial que compartieron cómo mantienen sus rutinas de salud mental. Karl-Anthony Towns, estrella de la NBA, nos contó cómo se mantiene mentalmente fuerte dentro y fuera de la cancha de baloncesto. La medallista de plata olímpica Jordan Chiles, del equipo nacional femenino de gimnasia de Estados Unidos, dio los consejos de salud mental que le hubiera gustado aprender cuando era una joven atleta. Y Sarah Adam, del equipo de rugby en silla de ruedas de Estados Unidos, habló de cómo controla el estrés, se mantiene positiva y da prioridad al descanso para rendir al máximo.

    En nuestra página de Salud mental fuerte encontrarás más mensajes en video de atletas. Además, echa un vistazo a nuestras hojas de consejos sobre cómo ayudar a los niños a aprender habilidades para cuidar de su bienestar emocional. Porque a todo el mundo le vendrá bien practicar para crear su propia rutina de salud mental.

    Nunca ha sido tan importante invertir en la salud mental y el bienestar de nuestros hijos. El Child Mind Institute se enorgullece de apoyar a las familias y a los niños en su esfuerzo por mejorar juntos..

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    Ronda Rousey: ¡Mi rutina de acondicionamiento mental! Vencer la ansiedad y la negatividad https://childmind.org/es/blog/ronda-rousey-mi-rutina-de-acondicionamiento-mental-vencer-la-ansiedad-y-la-negatividad/ Fri, 31 May 2024 19:00:00 +0000 https://childmind.org/?p=44564 ¡La campeona de UFC Ronda Rousey comparte sus consejos personales de acondicionamiento mental para combatir la negatividad y la ansiedad! Descubra cómo Ronda utiliza la escritura creativa, el diario e incluso la dieta (¡volviéndose vegana!) para mantenerse mentalmente alerta y concentrada. Aprenda cómo romper el ciclo de preocupación, superar la autoimagen negativa y desarrollar hábitos alimentarios saludables.

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    ¡La campeona de UFC Ronda Rousey comparte sus consejos personales de acondicionamiento mental para combatir la negatividad y la ansiedad! Descubra cómo Ronda utiliza la escritura creativa, el diario e incluso la dieta (¡volviéndose vegana!) para mantenerse mentalmente alerta y concentrada. Aprenda cómo romper el ciclo de preocupación, superar la autoimagen negativa y desarrollar hábitos alimentarios saludables.

    Atletas reconocidos a nivel mundial se unen a nuestra campaña #SaludMentalFuerte, para destacar la importancia de priorizar la salud mental tanto como el bienestar físico. En sus videos personales, ellos comparten cómo han podido afrontar sus propios desafíos de salud mental y ofrecen consejos sobre cómo combinar la salud física con el desarrollo de habilidades esenciales de salud mental para mantener tu #SaludMentalFuerte.

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    Los mejores consejos de Carson Roney para la salud mental: entrenamiento y mantenerse organizado https://childmind.org/es/blog/los-mejores-consejos-de-carson-roney-para-la-salud-mental-entrenamiento-y-mantenerse-organizado/ Fri, 31 May 2024 19:00:00 +0000 https://childmind.org/?p=44578 ¡La influencer y exjugadora de baloncesto universitaria Carson Roney comparte sus mejores consejos para la salud mental! Vea cómo prioriza el ejercicio y la organización para vencer el estrés y sentirse realizada. Descubra la importancia del movimiento, las listas de tareas pendientes y tachar cosas de la lista para estimular su mente.

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    Consejos de aptitud mental de Missy Franklin Share: sistemas de apoyo y diario de cuidado personal https://childmind.org/es/blog/consejos-de-aptitud-mental-de-missy-franklin-share-sistemas-de-apoyo-y-diario-de-cuidado-personal/ Fri, 31 May 2024 14:00:00 +0000 https://childmind.org/?p=44554 ¡La atleta de Olimpiadas Especiales Chelsea Davis comparte su rutina de ejercicios para la salud mental! Descubra cómo Chelsea utiliza la caminata, los ejercicios de respiración, la música y salidas creativas como el arte y la artesanía para mantener la calma y la concentración antes de las competiciones. Chelsea también comparte su experiencia entrenando natación, voleibol y baloncesto para Olimpiadas Especiales de Indiana.

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    ¡La medallista de oro olímpica Missy Franklin comparte sus secretos para la aptitud mental de los atletas! Este mayo (Mes de la Concientización sobre la Salud Mental), Missy enfatiza la importancia de un sistema de apoyo sólido y de llevar un diario de confianza para combatir las dudas, especialmente durante las competencias de alta presión.

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